Isabel II, un símbolo de estabilidad en mares agitados

La reina Isabel II, que murió este jueves a los 96 años, fue un símbolo de estabilidad y continuidad en medio de grandes crisis como la pérdida del Imperio británico o los múltiples escándalos de la familia real.


Fuente: AFP

Isabel Alejandra María II nació en Londres el 21 de abril de 1926. Cuando ascendió al trono en 1952, con sólo 25 años, Winston Churchill era primer ministro, India acababa de conseguir su independencia y el Reino Unido todavía gobernaba en partes de Asia y África.

Desde entonces, se convirtió en un símbolo de estabilidad que pasó a través de la desintegración del imperio, la Guerra Fría, los cambios sociales de la posguerra, los felices años 1960, la llegada de la era digital y la complicada salida británica de la Unión Europea.

Los tiempos cambiaron y la popularidad de la monarquía sufrió altibajos, pero la reina fue siempre una figura popular, posiblemente la mujer más reconocida del mundo.

 

– El deber ante todo –

 

“Para ella, ser reina es un gran papel, mayor que ella”, explicó a la AFP Kate Williams, autora de “La joven Isabel: la creación de una reina”, cuando se cumplieron los 60 años de su reinado en 2012.

Entregada estóicamente a su deber, dejó raramente entrever sus emociones y jamás sus opiniones. Políticamente neutral por obligación, nunca se supo por ejemplo qué pensaba del Brexit, concretado finalmente en 2020 tras cuatro años de crisis política que dividió a su país.

Pero en una rarísima falta a su habitual discreción, a pocas semanas de la celebración de la cumbre climática COP26 en Glasgow el micrófono de una cámara de televisión la captó expresando su irritación con los líderes mundiales que “hablan” del calentamiento global “pero no actúan”.

Cuando en abril de 2021 la muerte de su esposo, Felipe, dejó “un enorme vacío” en su vida, apenas pareció verter una lágrima, sin embargo su estado de salud empezó a degradarse muy rápidamente poco después.

Muy creyente y ahorradora pese a su enorme fortuna, quedó sola para afrontar el ocaso de su reinado y capear los escándalos de una familia real muy dada a ellos.

Apodada “Lilibet” por su familia, nació siendo tercera en la línea sucesoria al trono tras su tío Eduardo y su padre Alberto.

Pero se convirtió en heredera cuando su tío abdicó siendo ya rey para casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson, y su padre le sucedió como Jorge VI.

Fue criada por institutrices en el palacio de Buckingham. Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, a los 18 años, se enroló en las Fuerzas Armadas como conductora.

En un mensaje que dirigió al país cuando cumplió 21 años, declaró: “Mi vida entera, sea larga o corta, estará consagrada a vuestro servicio”.

En noviembre de aquel año, 1947, se casó con su primo tercero, Felipe, que debió renunciar a sus títulos de príncipe de Grecia y Dinamarca. Tuvieron cuatro hijos: Carlos (1948), Ana (1950), Andrés (1960) y Eduardo (1964).

Isabel estaba en Kenia cuando su padre murió en febrero de 1952. Su marido le comunicó la noticia y volvieron inmediatamente al Reino Unido.

Fue coronada el 2 de junio de 1953, en la primera entronización retransmitida por televisión.

Llegó a ser la jefa de Estado de 32 reinos, una cifra que se redujo a los 14 de la actualidad, incluyendo el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

 

– Del “annus horribilis” al Megxit –

 

Era una figura inmediatamente reconocible por sus sombreros, sus bolsos y sus vestidos coloridos. Pero lo más discreta posible sobre su vida, de la que apenas se conocían sus aficiones por los perros de raza corgi y por los caballos que cabalgaba aún hace unos años, con su característico pañuelo atado a la cabeza.

En 1992, “Annus Horribilis” en sus propias palabras, estallaron los matrimonios de sus hijos Carlos, Ana y Andrés, y ardió su querido castillo de Windsor.

Pero fue peor en 1997 la muerte de Diana, ya divorciada de Carlos, que estuvo a punto de romper el afecto de los británicos por una soberana que apareció fría y distante.

La reina terminó por rendir homenaje a la “princesa del pueblo” y poco a poco, la imagen de la monarquía se recuperó.

Las bodas de sus nietos Guillermo, en 2011, con Catalina, y Enrique, en 2018, con Meghan, modernizaron la imagen de la familia real británica y propulsaron su popularidad a nivel mundial.

Pero pronto volvieron los escándalos.

En 2019, Andrés, considerado su hijo favorito, avergonzó a la familia por su amistad con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de explotar sexualmente a menores. Una de ellas, Virgina Giuffre, afirmó haber sido forzada a mantener relaciones sexuales con Andrés cuando tenía 17 años. Él lo negó pero se vio obligado a retirarse de la vida pública.

Después, ante la amenaza de un juicio civil en Estados Unidos por agresión sexual a menor, en 2022 fue privado por la reina de sus honores militares y dejó de utilizar el título de Alteza Real.

Entre tanto, en 2020, Enrique abandonó la monarquía y se mudó a California con Meghan, en lo que la prensa dio a conocer como “Megxit”, por comparación al Brexit.

Desde allí acusaron a la familia real de ser insolidaria y racista, llevando a la reina a tener que gestionar una nueva crisis institucional, poco antes de que en octubre de 2021, con 95 años, comenzara a debilitarse su estado de salud.

Habló la joven que denunció a exjugadores de Vélez: “Después de violarme, se fueron a jugar al casino”

Abiel Osorio, Braian Cufré y José Florentín están con prisión preventiva en Tucumán. “Ellos hacían como si nada hubiera pasado”, aseguró en diálogo con TN.

Luli quiere hablar. Tiene mucho para decir. A medida que pasan los días, recuerda más y más cosas. Su cabeza parece detenida en el tiempo, fijada en una fecha en el calendario que lo cambió todo. Una noche fatal donde su admiración por un jugador de futbol la sumergió en el peor de los infiernos. Luli no llora ni se abruma. Luli habla.

Todo empezó el pasado 2 de marzo luego del empate de Atlético Tucumán y Vélez en la Copa de la Liga. Luli había tomado sol en la pileta de su casa, junto a amigos y familia. La noche de ese sábado no podía ser más que entretenida. Ir a la cancha junto a su mejor amiga a ver un partido que prometía. Se preparó con su short de fútbol preferido y una musculosa blanca. Nada podía arruinar semejante plan. Jamás imaginó que el infierno iba a venir de la mano de los jugadores a quien ella tanto creía conocer y admiraba.

El primer contacto fue en la zona mixta del estadio tucumano donde periodistas y jugadores se cruzan después de los partidos. Desde el micro los de Vélez se asomaban por la ventana mirando el entusiasmo del periodismo local. Luli era parte del grupo. Su bronceado y su bermuda deportiva la distinguían de los lugares comunes. El arquero uruguayo Sebastián Sosa lo advirtió de inmediato. Fijó su mirada en ella, hizo muecas y ademanes hasta llamar su atención. El resto vino de la mano de un mensaje privado en su cuenta de Instagram: “Sos vos, te encontré”.

Sosa tuvo el comportamiento de un caballero: la invitó a tomar algo en el hotel Hilton, lugar donde concentraban los jugadores. Luli le aclaró que solo iría si no se desubicaban sus compañeros. También se inventó un novio para que no pensaran que estaba soltera. Y allí fue, confiada que el día terminaría tan bien como había empezado.

Llegó al hotel pasada la medianoche. Subió a la habitación 407 donde se encontró con el jugador. Poco después se sumaron Abiel Osorio, Braian Cufré y José Florentín. Charlaron un rato y comenzaron a tomar alcohol. Sobre esto, Luli aclara en una entrevista para el noticiero TN de 10 a 13 algo que cuesta comprender a quien es ajeno a ese mundo: “El futbol es un ambiente de hombres y mi trabajo es moverme entre ellos. Para mí es lo más normal del mundo verlos moverse en grupo, o reunidos una concentración en los hoteles”.

La noche continuó entre anécdotas, cerveza y fernet servido en un termo blanco. Luli no tiene dudas que ese termo tenía alguna sustancia química que la dejó indefensa y sin resistencias. Con el correr de los días volvió a la escena del termo una y otra vez. Finalmente pudo rearmar el rompecabezas: sólo ella y Sosa habían tomado. El resto fingía, pero luego bebían cerveza.

No pasó mucho tiempo para que empezara a sentir que el suelo se movía y todo le daba vueltas. Cuando quiso pedir ayuda a Sosa, el arquero ya estaba desplomado en la cama, o al menos eso parecía.

La sucesión de hechos son el retrato de una brutal violación en grupo. La joven pidiendo ayuda mientras Florentín y Cufré se aprovechaban de su estado de indefensión para abusar de ella en simultáneo. Ella asegura que Cufré la tomó de los pelos y la obligó a practicarle sexo oral mientras Florentín la violaba por detrás.

Luli cuenta los hechos con lujo de detalles. No tiene angustia ni pudor. Habla con la certeza de quien sabe que le tendieron una emboscada. “Después de que me violaran, Florentín y Cufré se vistieron y se fueron a jugar al casino. Quedé tirada en la cama sin entender bien qué estaba pasando. Comencé a sangrar. Como pude me arrastré al baño para limpiarme. Regresé y me volví a tirar porque seguía mareada y no encontraba mi ropa. Allí advertí que Sosa seguía o parecía estar dormido y Osorio jugaba la play como si nada hubiera pasado. Empiezo a reprocharle lo que me habían hecho sus amigos y cómo no intercedió para evitar que me violaran. De repente, cuando pensé que lo peor ya había pasado, Osorio saltó de una cama a la otra y comenzó a violarme él también”.

Seis horas duró la pesadilla. Todo fue confusión, miedo y desesperación. Como pudo logró pararse, buscar su ropa y escapar del hotel. En el camino le escribió a Sosa buscando alguna respuesta a la trampa que le habían tendido. Las respuestas parecían sacadas de un manual del violador: someter a la víctima, ultrajarla y pensar que a pesar de todo la había pasado bien.

Los días siguientes fueron de desasosiego, angustia y soledad. Su memoria comenzó a despertarse y el grito ahogado de aquella noche fue encontrando las palabras. El 6 de marzo, acompañada por sus padres y su abogada, Patricia Neme, Luli se presentó en la división Delitos contra las personas de la Policía de Tucumán para realizar la denuncia.

Los exjugadores están presos desde entonces. Luli lleva ocho audiencias yendo a tribunales para relatar una y otra vez lo que pasó en la madrugada del 3 de marzo en el hotel más lujoso de la provincia.

Luli no sabe cómo será su vida de ahora en más. Lo único que tiene claro es que si no repara esa pesadilla con el peso de la ley, sus días quedarán suspendidos en el tiempo. Sólo la justicia le va a poder devolver un futuro.

El calvario de la joven que denunció a los exjugadores de Vélez: “Tengo una angustia que no se puede frenar”

“Por momentos tengo una angustia que no la puedo frenar. Me asusta mi futuro. ¿Cómo sigo? ¿Me voy a poder reincorporar a mi trabajo de periodista deportiva? ¿Qué jugador va a confiar en mí? ¿Cómo me saco el estigma de que yo fui la p*** que fue a acostarse con los jugadores de Vélez? Me llama la atención el prejuicio que hay con las víctimas de abuso sexual. ¿Acaso esperan vernos golpeadas, chorreando sangre, con depresión y ojeras?”. Con esas palabras punzantes la periodista tucumana describe el estigma con el que cargan quienes se animan a denunciar.

Es cierto que en muchos casos de delitos sexuales la mayoría de las preguntas van hacia la denunciante más que a los acusados: ¿para qué fuiste?, ¿por qué te vestiste así?, ¿por qué no les pegaste?, ¿Cómo que te quedaste quieta?

Una y otra vez, las opiniones están puestas en que si el abuso ocurrió, la víctima algo hizo para que los hechos sucedieran. Es paradójico, porque si uno va a denunciar el robo de una billetera nunca van a pedirte que muestres un moretón para dar por cierta la denuncia.

La abogada de Luli, Patricia Neme, tiene una amplia trayectoria en defender mujeres que enfrentan divorcios y acosos laborales y sexuales. Lleva años apuntalando a sus defendidas del prejuicio social. “No existe un manual de cómo tiene que actuar una víctima”, dice. “La gente entiende que una abusada tiene que aparecer golpeada y con la ropa arrancada. Y eso no es verdad”, agrega.

“Es muy doloroso ver los comentarios contra quien se anima a denunciar. Las mujeres cuestionan a las mujeres cuando nos están matando cada 24 horas. No hay empatía de género”, señala.

En los casos de abuso sexual la condena social a veces está por encima que la Justicia, y no siempre los señalados son los abusadores, sino la propia denunciante.

Estos casos dan cuenta que como sociedad tenemos una gran asignatura pendiente: queda mucho por hacer y mucho por educar en materia de abuso sexual.

Con información de TN Noticias.

España exige disculpas de Javier Milei por sus ofensivas declaraciones

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, convocó el lunes al embajador argentino en Madrid, Roberto S. Bosch, para exigirle disculpas públicas por las acusaciones del presidente argentino Javier Milei contra la esposa del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez

“Esta misma mañana está convocado el embajador de Argentina, voy a trasladar la gravedad de la situación y le voy a exigir una vez más disculpas públicas por parte de Javier Milei”, declaró Albares en la radio Cadena Ser.

El domingo, en un acto de la ultraderecha española, Milei llamó “corrupta” a Begoña Gómez, la esposa de Sánchez.

Preguntado explícitamente sobre la posibilidad de romper relaciones diplomáticas, Albares dijo que se contemplaba la posibilidad, si Milei no se disculpaba.

“Nosotros no queremos ejercer esas medidas, pero si no hay disculpas públicas, lo vamos a hacer”, aseguró el canciller español.

Ya el domingo, Albares llamó a consultas a la embajadora española en Argentina, María Jesús Alonso Jiménez, y exigió al presidente argentino que pidiera perdón.

Durante un discurso en un encuentro en Madrid de dirigentes de extrema derecha organizado por el partido español Vox, Milei se refirió a Begoña Gómez como “mujer corrupta”.

Aunque no identificó a Sánchez o a su esposa por su nombre, la alusión de Milei al periodo de reflexión que se tomó él para decidir si dimitía por los ataques a su esposa permitió identificar a la pareja.

“Las élites globales no se dan cuenta de lo destructivo que puede llegar a ser implementar las ideas del socialismo (...), aun cuando tenga a la mujer corrupta, digamos, se ensucia [sic], y se tome cinco días para pensarlo”, aseguró.

El Gobierno argentino, en cambio, estimó que era Pedro Sánchez quien debía disculparse.

“No corresponde ninguna disculpa. Ninguna disculpa. Al contrario, yo creo que debería haber varias disculpas del gobierno español por las cosas que han dicho del presidente Milei”, declaró al canal TN el ministro del Interior, Guillermo Francos, poco después de que el vocero presidencial Manuel Adorni se expresara en el mismo sentido en el canal LN+.

Fuente: AFP

Confirman muerte de presidente iraní y declaran cinco días de duelo

El presidente iraní, Ebrahim Raisi, y su ministro de Relaciones Exteriores murieron en un accidente de helicóptero en el noroeste de Irán, anunció este lunes el gobierno.

El guía supremo, el ayatolá Ali Jamenei, designó el lunes al primer vicepresidente, Mohammad Mokhber, como presidente interino y anunció cinco días de luto en el país.

Las agencias de prensa y los sitios de información anunciaron su muerte por la mañana tras el hallazgo de los restos del helicóptero.

El helicóptero en el que viajaba Raisi desapareció el domingo por la tarde cuando sobrevolaba una región montañosa de Irán con condiciones meteorológicas difíciles, con lluvia y una densa niebla.

La muerte del presidente iraní, de 63 años, abre un periodo de incertidumbre política en Irán, peso pesado de Oriente Medio, en un momento en el que la región está sacudida por la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y Hamás, un aliado de la República Islámica.

Elegido en 2021, Raisi era considerado como uno de los favoritos para suceder a Jamenei, de 85 años.

“El presidente del pueblo iraní, trabajador e infatigable (...), ha sacrificado su vida por la nación”, dijo el gobierno. “El gran espíritu del presidente popular y revolucionario de Irán se ha unido al reino supremo”, indicó por su parte la agencia oficial Irna.

- Preocupación Internacional -

La esperanza de encontrar con vida al presidente y a los otros pasajeros se fue diluyendo a lo largo de la noche del domingo.

Además del presidente, en el aparato viajaban también el ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, de 60 años, así como el gobernador de la provincia de Azerbaiyán Oriental, el principal imán de la región, el jefe de seguridad del presidente y tres miembros de la tripulación.

Los socorristas recuperaron este lunes por la mañana los cuerpos de los pasajeros. “Estamos trasladando los cuerpos de los mártires a Tabriz”, gran ciudad del noroeste, anunció la Media Luna Roja.

La situación fue seguida de cerca por la comunidad internacional, en especial por Estados Unidos, Rusia, China y los países vecinos. El primer ministro indio, Nerendra Modi, dijo el lunes estar “profundamente entristecido y conmocionado por el trágico deceso” del presidente iraní.

Otros dirigentes enviaron también mensajes de condolencias, como el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani.

En Rusia, el presidente Vladimir Putin rindió homenaje a un “político notable” y “verdadero amigo de Rusia”, en un mensaje de condolencias, y el presidente sirio, Bashar al Asad, proclamó su “solidaridad” con Teherán, que le apoya en la guerra civil en su país.

Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, calificó su muerte de “gran pérdida para el pueblo iraní”.

Irán guardará cinco días de luto por la muerte del presidente Ebrahim Raisi y otras siete personas en un accidente de helicóptero, anunció el lunes el líder supremo, Ali Jamenei, al tiempo que designó al vicepresidente Mohamad Mokhber como presidente interino.

“De acuerdo con el artículo 131 de la Constitución, Mokhber es el encargado de dirigir el poder ejecutivo”, afirmó el ayatolá Jamenei, precisando que este deberá trabajar con los jefes de los poderes legislativo y judicial para preparar elecciones presidenciales “en un plazo máximo de 50 días”.


- “Ninguna perturbación” -

Raisi, que tenía el título de ayatolá, presidía la República Islámica desde 2021.

Considerado como ultraconservador, fue elegido el 18 de junio de ese año en la primera vuelta de unos comicios marcados por una abstención récord para unas presidenciales y por la ausencia de una oposición de peso.

Ataviado siempre con un turbante y un largo abrigo negro religioso, Raisi sucedió al moderado Hassan Rohani.

El difunto presidente contaba con el apoyo de la principal autoridad del país, el ayatolá Ali Jamenei, que el domingo envió un mensaje de calma a la población y aseguró que el suceso no iba a provocar “ninguna perturbación” en la administración de la nación.

El guía supremo designó al vicepresidente, Mohammad Mokhber, como presidente interino “de acuerdo con el artículo 131 de la Constitución”, a la espera de la celebración de elecciones presidenciales “en un plazo máximo de 50 días”.

- Último mensaje propalestino -

Raisi se había desplazado el domingo a la provincia de Azerbaiyán Oriental para inaugurar junto al presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, una presa en la frontera entre ambos países.

En su rueda de prensa conjunta, Raisi expresó nuevamente su apoyo a Hamás frente a Israel. “Pensamos que Palestina es la primera cuestión del mundo musulmán”, declaró.

En un mensaje de condolencias, el movimiento islamista palestino agradeció el “apoyo a la resistencia palestina”.

El Hezbolá libanés proiraní rindió igualmente homenaje a Raisi como “protector de los movimientos de resistencia”.

Irán lanzó un ataque inédito el 13 de abril contra Israel, con 350 drones y misiles, la mayor parte de los cuales fueron interceptados con la ayuda de Estados Unidos y de otros países aliados.

Raisi salió reforzado de las legislativas celebradas en marzo, las primeras elecciones organizadas tras las protestas que sacudieron Irán a finales de 2022 a raíz del deceso de Mahsa Amini, una joven kurda detenida por no respetar el código de indumentaria del país.

Nacido en noviembre de 1960, Raisi hizo el grueso de su carrera en el sistema judicial. Antes de ser presidente, fue fiscal general de Teherán y fiscal general del país.

El fallecido presidente figuraba en la lista negra estadounidense de responsables iraníes sancionados por Washington por “complicidad de graves violaciones de los derechos humanos”, acusaciones rechazadas por Teherán.

Fuente: AFP