Suben a 24 las playas contaminadas por el derrame de petróleo en Perú

El derrame de petróleo ocurrido el pasado sábado 15 de enero en una refinería operada por Repsol en Perú ya contaminó al menos 24 playas de la costa central del país, según el último reporte de la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa), adscrita al Ministerio de Salud.

A través de un comunicado divulgado en las redes sociales, la entidad detalló que hasta la fecha son 24 las playas afectadas con hidrocarburos, las cuales se extienden desde la Refinería La Pampilla, ubicada en el distrito de Ventanilla en la provincia del Callao, hasta la playa Peralvillo, en el municipio de Chancay.

“El desastre ambiental ha continuado extendiéndose desde las playas del distrito de Ventanilla hacia las costas del distrito de Chancay, obteniéndose reportes de contaminación del agua y arena en 24 playas”, señaló la Digesa, que en su último comunicado había cifrado en 21 el número de playas contaminadas.

Esta catástrofe medioambiental, que ha sido calificada por el Gobierno peruano como “el peor desastre ecológico” ocurrido en Lima en los últimos años, ya ha afectado a unos 100 kilómetros de costa, mientras que la mancha de crudo abarca un área de aproximadamente 11,9 kilómetros cuadrados entre mar y costa, según reportó el viernes el Ministerio del Ambiente.

Ante este escenario, la Digesa instó a las autoridades regionales a restringir el uso de las playas contaminadas hasta que se realicen las labores de limpieza y recomendó a la población no acudir a las zonas impactadas por el derrame “por representar un grave riesgo para la salud”.

“DRÁSTICA SANCIÓN”

Según el último informe de Repsol, la cantidad de crudo derramado habría alcanzado los 10.396 barriles de petróleo (1,65 millones de litros), una cifra notablemente superior a los 6.000 barriles que en días anteriores había señalado la empresa y levemente menor a los 11.900 barriles (1,9 millones de litros) estimados por el Ministerio del Ambiente.

En un primer momento, la compañía transnacional reportó la pérdida de solo 0,16 barriles (unos 25 litros).

Ante este baile de cifras, el Ministerio de Relaciones Exteriores acusó la noche del sábado a Repsol de haber “mostrado una actitud probablemente dolosa” y aseguró que el Gobierno “anunciará una drástica sanción” contra la empresa.

“(La) información sobre la verdadera cantidad de barriles de petróleo derramados en Ventanilla ratifica el ecocidio y revela la falta de transparencia de Repsol”, escribió la Cancillería en redes sociales.

Mientras las autoridades competentes buscan determinar las causas y los responsables del desastre, el director ejecutivo de Repsol en Perú, Jaime Martínez-Cuesta, ha quedado impedido de abandonar el país por 18 meses junto a otros tres gerentes y responsables de la empresa.

Además, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ha señalado que Repsol ha incumplido los plazos de la primera serie de medidas dictadas para limpiar el desastre ambiental y advirtió que la empresa se expone a multas millonarias que podrían alcanzar los 226 millones de soles (unos 59 millones de dólares).

Por su parte, Repsol informó que el 35 % del petróleo derramado ya ha sido recuperado mediante las labores de limpieza del mar y de las playas, en la que están trabajando cerca de 2.500 personas y decenas de embarcaciones en alta mar.

Abuela (¿distraída?) dio vino en biberón a bebé, que se encuentra en coma etílico

Un bebé de cuatro meses fue ingresado con síntomas de coma etílico. La explicación: un supuesto “error” cometido por su abuela. Los hechos desataron la pesquisa fiscal, en tanto el pequeño sigue intubado en la unidad de cuidados intensivos del hospital pediátrico Giovanni XXIII en Bari, ciudad a las orillas del mar Adriático en Italia.

La Policía maneja hipótesis que rodea al asunto. Uno dice que ocurrió por una falta de atención, aunque por el momento van a seguir con la investigación, porque también existe la posibilidad de que pudiera haber sido adrede.

La información proveída por los investigadores menciona que se utilizó vino blanco en lugar de agua para diluir la leche en polvo. La abuela sostiene que se confundió porque se encontraba dentro de una botella oscura. El niño ingirió parte del contenido, pero al rato rechazó seguir bebiendo.

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Allí la abuela afirma que se dio cuenta del error y avisó a la madre. Llevaron al niño de inmediato a la sala de emergencias del Perrino, donde fue trasladado a Pediatría y recibido de inmediato por los médicos para un tratamiento urgente. Esto incluyó el lavado gástrico y luego la intubación, antes de ser trasladado al hospital pediátrico Giovanni XXIII en Bari, donde actualmente está en la unidad de cuidados intensivos.

La condición del bebé es estable por el momento y parece que mejora ligeramente, pero debido a su corta edad existe un gran peligro para su vida. El pronóstico es reservado y se está considerando si se le puede extubar. Los Carabinieri de la compañía de Brindisi son los que están investigando lo ocurrido, pero por ahora no hay abierto ningún caso.

Fuente Infobae/ Agencias

Pa’i gastó el dinero parroquial en juegos móviles de “Candy Crush, Mario Kart y Pokémon Go”

Una revisión de los registros bancarios de la iglesia reveló que Lawrence Kozak acumuló más de 40.000 dólares en gastos en tres años.

El reverendo estadounidense Lawrence Kozak fue acusado la semana pasada de robo y delitos relacionados tras una investigación sobre sus gastos mientras ejercía como párroco de la iglesia católica Saint Thomas More en Pensilvania, informan medios locales.

En 2022, un contador que revisaba las finanzas de la parroquia descubrió una “cantidad astronómica de transacciones” en los extractos de las tarjetas de crédito de la iglesia. Las compras habían comenzado a hacerse en 2019, poco después de la llegada del religioso al templo, a través de una cuenta de usuario de Apple registrada a su nombre.

Una revisión a fondo de los registros bancarios reveló que Kozak había acumulado más de 40.000 dólares en gastos en el transcurso de tres años. Los recursos parroquiales los empleó para comprar regalos y artículos personales, y para financiar su adicción a juegos móviles como ‘Candy Crush’, ‘Mario Kart’ y ‘Pokémon Go’.

En una entrevista en ese entonces con uno de los investigadores, Kozak comentó que estaba buscando asesoramiento para su adicción. Al mismo tiempo, afirmó que, más que gastar en juegos de azar en línea, lo que hacía era comprar habilidades para obtener ventajas en los juegos que consumía.

Por otro lado, el sacerdote negó haber usado intencionalmente las cuentas de la iglesia, argumentando que las tarjetas estaban vinculadas a su teléfono celular para el pago de servicios permitidos por las autoridades eclesiásticas. Sin embargo, reconoció que pudo haberlas utilizado accidentalmente. Además, dijo sentirse “decepcionado” por haber dejado que las cosas llegaran a ese punto, aunque señaló que no había excusas y que debió haber prestado más atención.

Desde la gerencia comercial de Saint Thomas More, no obstante, consideran que Kozak sabía perfectamente lo que estaba haciendo. En una ocasión anterior ya se le había contactado para cuestionarle sobre unas compras inexplicables en los extractos de cuenta y ya le habían advertido sobre los peligros de mezclar gastos comerciales y personales.

Kozak, de 51 años, fue destituido de su puesto en noviembre de 2022. La arquidiócesis emitió en ese entonces un comunicado indicando que la decisión estaba basada en “ciertos gastos” suyos y el cuestionamiento del uso de los fondos parroquiales. Tras las acusaciones de la semana pasada, el reverendo fue puesto en libertad tras pagar una fianza de 250.000 dólares.

De acuerdo con su abogado, Joseph Poluka, se revisarán los cargos y planean contactar a los fiscales sobre el caso en los próximos días. Kozak se había disculpado con el sacerdote que lo sustituyó, diciendo que lamentaba haber “cometido ese error” y que había estado pagando el dinero que le debía a la iglesia.

Un estado del sur de Brasil se declara en “calamidad pública” por lluvias históricas

«Estamos frente al peor desastre de la historia de nuestro estado», dijo el gobernador en una conferencia de prensa.

Al menos 13 personas han muerto y 21 se encuentran desaparecidas por las fuertes lluvias que azotan Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, donde se ha decretado el estado de calamidad pública.

El gobernador, Eduardo Leite, afirmó que se trata del “mayor desastre natural” al que se ha enfrentado el estado. “Tenemos grandes dificultades para rescatar a las personas, porque la lluvia no cesa y esto impide las operaciones aéreas”, aseguró.

Leite dijo que había hablado con el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien informó que la región está viviendo “una situación de guerra”. El mandatario manifestó su intención de viajar este jueves a la zona.