Uno de los momentos más difíciles que puede atravesar una pareja es cuando se rompe el compromiso por una infidelidad. Esto se debe a que nadie espera deslealtad de parte de las personas con las que comparten su vida.

En esta ocasión, un hombre descubrió que su mujer lo estaba engañando con su hermano y, con mucho enojo, se le ocurrió vengarse de una manera insólita: fue al placard de su esposa, sacó toda la ropa y salió a la calle para venderla. El video muestra la “venta de garaje” que improvisó y se hizo viral en TikTok.

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“Mi vieja me dejó por otro. Y vendí toda su ropa a 20 pesos”, escribió Máximo, un joven mexicano que puso a la venta todas las prendas de su pareja a un precio accesible.

Él había estado con su mujer durante 24 años y su hermano con la suya por 28, cuando ambos amantes decidieron escapar juntos. Destrozado por la noticia, llevó la ropa de ella en su auto, se estacionó en una esquina e invitó a las personas que pasaban por el lugar a que se animen a ver si les interesaba algo.

A pesar de la sorprendente actitud que surgió de un momento de bronca, el propósito de la venta era mucho más noble: todo lo que se recaudara iba a ir destinado a comprar comida para repartir entre personas que estaban en situación de calle. “Camino a hacer la buena obra de caridad”, escribió.

Luego de vender todas sus remeras, faldas y accesorios, usó los fondos para comprar decenas de cajas de pizza para repartir entre las personas del barrio. “Al final terminamos haciendo la causa, final feliz y lleno de bendiciones”, expresó Máximo en la descripción. En el clip, se puede ver cómo las personas se acercan a él y le agradecen profundamente.

El video se hizo viral  y logró acumular casi dos millones de reproducciones junto a 42 mil me gusta. En los comentarios, los usuarios apoyaron su manera de accionar:

“En estos tiempos ya no se llora, se factura”, “Yo hice lo mismo y con lo que gané me fui a comer bien a gusto y pagué una deuda que me dejó”, “Qué buen emprendedor. Donde unos ven fracaso, este ve una oportunidad para triunfar”.

Según los reportes, un hombre de Fukushima llegó a su casa y se encontró con un oso debajo de su “kotatsu”, una mesa baja con una fuente de calor y una manta, que es un mueble muy habitual en los hogares japoneses.

“Llegué a casa del trabajo y me encontré a un oso con la cabeza metida en el ‘kotatsu’”, relató. El plantígrado medía cerca de 90 centímetros de largo.

El hombre, de unos 60 años, se refugió en la casa de un vecino y alertó a la policía. Una hora después volvió a su domicilio y el animal seguía dentro y la comida había sido desparramada.

La policía pidió a los habitantes de los sectores aledaños que evacuaran o que cerraran con llave las puertas de sus casas, informó la agencia de prensa Kyodo.

La cadena pública NHK reportó este martes que el oso seguía dentro de la casa.

Este incidente es el último de una serie de encuentros entre humanos y osos en Japón en los últimos años, algunos de ellos con consecuencias fatales, que llevaron al gobierno japonés a proponer una flexibilización de las leyes de caza.

Este proyecto, que debería entrar en vigor el próximo año, otorgaría a las autoridades locales la potestad de autorizar a los cazadores a efectuar “tiros de emergencia”.

Japón registró un récord de seis muertos por ataques de osos y más de 9.000 plantígrados abatidos en el año fiscal, terminado en marzo.

Fuente: AFP

El influencer mexicano Eduardo Garduño Gutiérrez, conocido como el “elartedelnomada” compartió su experiencia en un video viralizado en las redes sociales, en el cual relató los detalles del incidente. Garduño decidió establecer su negocio de tacos mexicanos en un local cercano a la avenida San José en Ciudad del Este, y como parte de la ambientación, pintó con la ayuda de un amigo un mural inspirado en el “Día de Muertos”.

En la obra se destacaban calaveras vestidas como mariachis y otras figuras con sombreros piris, ponchos, guitarras y arpas paraguayas, representando una fusión de la tradición mexicana con elementos locales.

Sin embargo, esta pintura no fue bien recibida por la dueña del local, quien le expresó que la obra le parecía satánica y, por lo tanto, no podía continuar con el proceso de alquiler.

Garduño por explicarle el contexto cultural y la significancia de la celebración del “Día de Muertos” en México, como un evento festivo y lleno de respeto hacia los ancestros, la mujer no aceptó su argumento.

En su relato, el influencer aseguró que incluso intentó convencer a la dueña mostrándole la película animada Coco, que aborda la tradición mexicana del Día de Muertos, con la esperanza de que comprendiera mejor la naturaleza de la festividad. A pesar de sus intentos, no logró persuadirla, y la mujer se mantuvo firme en su decisión de no alquilarle el espacio.

El joven influencer también explicó que, aunque le había manifestado a la dueña que él mismo es cristiano católico y que la pintura no tiene relación alguna con el satanismo, la mujer rechazó la propuesta.

De acuerdo con Garduño, el contrato de alquiler iba a ser firmado al día siguiente, y él ya había entregado una suma de G. 400.000 como seña para asegurar el el local. Ahora, la mujer deberá devolverle esa cantidad.

El video del extranjero, que rápidamente se hizo viral, generó una amplia discusión en las redes sociales sobre el respeto a las tradiciones culturales y la libertad de expresión, y dejó en evidencia los malentendidos que pueden surgir cuando se desconocen o se tergiversan prácticas ajenas.

Un sacerdote hindú de 49 años falleció trágicamente en una montaña de la India mientras intentaba demostrar a sus seguidores que poseía la habilidad de volar. Según el medio Al Bawaba, el hombre había reunido a una multitud de personas en la cima de la montaña para ser testigos del supuesto “milagro”.

En un video del evento, que rápidamente se viralizó en redes sociales, se puede ver a un grupo de creyentes, incluidas mujeres y niños, observando el ritual. La escena muestra al sacerdote sin camisa, acompañado del sonido de campanas y tambores, mientras sostiene una campana y realiza varios movimientos ceremoniales. Para intensificar el ritual, el hombre se colocó peso adicional sobre los hombros, aparentemente convencido de que esto reforzaría su habilidad para volar.

Bajo la mirada atenta de decenas de personas, el sacerdote descendió de pie a una roca más baja. Con una mezcla de expectativa y asombro en el ambiente, dio un salto desde la roca, sin embargo, no logró mantenerse en el aire y cayó al vacío, perdiendo la vida de forma instantánea.

Advertencia: las siguientes imágenes pueden herir su sensibilidad