Ramón Benítez, líder de la comunidad indígena Jetyty Mirĩ de Yvyrarovana, departamento de Canindeyú, dijo a la 970 AM que el pasado jueves fue junto a él una mujer de su grupo y le pidió auxilio para que la lleven al hospital. Rápidamente la derivaron al Hospital Barrio Obrero donde se constató que el feto que llevaba dentro ya había fallecido tiempo atrás. Al día siguiente los médicos procedieron a retirar los restos y se los entregaron a la mujer, una vez que abandonó el hospital.

Como no tenía recursos para darle defunción al feto, decidió cavar un hoyo y enterrar los restos en la Plaza de Armas, ubicada frente al Congreso Nacional. El lugar fue señalado con una botella vacía de caña.

El líder indígena expresó que fueron al INDI a pedir acompañamiento y que no le dieron respuesta y que por ello decidieron enterrarlo en la plaza. Relató que la indígena fue víctima de violencia, en reiteradas oportunidades, por parte de su pareja.

Josefina Garay, encargada de Bienestar Indígena del INDI, explicó que el INDI le atendió a tiempo cuando el informe del hospital llegó a la dependencia estatal. Dijo que tienen un protocolo que se activa una vez que se recibe el documento firmado por el médico tratante.

Expresó que el feto tenía 25 semanas de gestación y que aún no pueden retirarlo de la plaza debido a que se tiene que cumplir un proceso a través de la Asesoría Jurídica.

“Se recomienda el autoexamen, ante cualquier cambio de tamaño o consistencia de los testículos”, explicó el Dr. Daniel Romero, jefe del servicio de urología del HEQ del IPS-INGAVI.

En ese contexto, mencionó que Abril es un mes de concienciación sobre el cáncer de testículo, el más común en hombres de 20 a 35 años. Por tal sentido, recomienda el autoexamen testicular entre los 15 y 30 años, en realidad es más frecuente pero puede aparecer en cualquier momento de la vida.

Con el objetivo de informar acerca del diagnóstico, tratamientos y la implementación de medidas de prevención de este tumor masculino, el IPS y el Comité de Urooncologia celebraron una jornada Multidisciplinaria de cáncer testicular, llevada a cabo este último viernes 26 y sábado 27 de abril.

El cáncer de testículo es una enfermedad en la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de uno o ambos testículos. Los antecedentes de salud pueden afectar el riesgo de cáncer de testículo.

Los signos y síntomas del cáncer de testículo incluyen hinchazón o molestias en el escroto; asimismo, el paciente si se percata de la presencia de una masa testicular, no dolorosa, la cual se descubre, la mayoría de las veces, como hallazgo incidental en una ecografía como prueba de rutina”.

En cuanto a las pruebas que existen para confirmar la enfermedad, el primer paso comienza con una adecuada exploración “con el fin de detectar la presencia de una probable protuberancia en el testículo, su tamaño y localización. También deberá examinar detenidamente el abdomen y los ganglios a nivel supraclavicular, en busca de cualquier posible signo de que el probable tumor se haya propagado.

Una vez el patólogo examine el tumor, que serán cruciales para determinar el pronóstico de la enfermedad y los eventuales tratamientos oncológicos como quimioterapia o mediante estudios de imagen seriales (TAC tórax abdomen y pelvis), RMN, radiografías de tórax, así como los marcadores tumorales en sangre”.

“Se curan en un 95% de los casos, incluso si ya tienen metástasis”, mencionó el profesional. La mayoría de los casos se pueden tratar con éxito, incluso si se diagnostican tarde. Sin embargo, para lograr los mejores resultados, es importante estar informado y hacerse chequeos de salud con regularidad.

“Solo que cuando son estadios iniciales basta con la cirugía, en caso de diseminación se requiere a parte de la cirugía quimioterapia o radioterapia” explica el Dr. Romero.

El Servicio de Urología del IPS tiene como objetivo fomentar el trabajo en equipo, promoviendo la participación activa de profesionales dentro de la red de médicos a nivel país, con enfoque más planificado para el tratamiento efectivo y personalizado en pacientes que enfrentan esta enfermedad

La tragedia que hasta ahora no encuentra explicación sucedió el sábado a las 18:30, sobre la ruta Py 03 General Aquino, en Limpio. Según se observa en imágenes captadas por cámaras de la zona, una camioneta Nissan Mistral retrocedió y atropelló a un hombre, luego chocó contra un motocarro y reanudó la marcha hacia adelante, momento en que volvió a pasarle encima al herido.

Simplicio Martínez dio negativo al alcotest y no supo explicar lo que le pasó por la mente en los dos momentos que provocaron el desenlace fatal del pescador identificado como Damián Fleitas (57).

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#Móvil970 @alegonz00 | Un hombre murió atropellado en una parada de bus. "A mi hermano le mataron sin piedad", denuncia la hermana de la víctima.

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— Universo 970 AM (@Universo970py) May 1, 2024

“Le mató como un animal a mi hermano, la primera vez que le chocó acá estaba, pidió socorro mi hermano y volvió a pasarle encima. A lo mejor con ese primero nomás, se hubiera salvado”, lamentó Julia del Carmen Florenciano Fleitas, hermana del fallecido, en una entrevista con el canal Gen-Nación Media-

Fleitas esperaba un medio de transporte para retornar a su hogar, luego de una jornada de pesca, actividad a la que se dedicaba en Piquete Cue.

La hermana asegura que Damián falleció en el lugar donde lo atropellaron y que, lo llevaron al hospital sin signos vitales, para posteriormente informar que recién murió allí.

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Juan Andrés Quintana Agüero recibió una llamada, aparentemente de alguien conocido, que lo llevó a salir de su casa y concurrir al lugar conocido como “el pasillo de la muerte”, ubicado en el barrio San Cayetano de Asunción. Ni bien llegó al sitio, el mismo posiblemente intuyó peligro e inició carrera con el fin de emprender una fuga. Sin embargo sus matadores habrían previsto su movida, ya que además de correrlo, hubo otro que le estaba esperando en un tramo y le disparó, matándolo en el acto.

“Aparentemente es un ajuste de cuentas. La victima contaba con antecedentes, estamos investigando para ubicar a los autores”, dijo el comisario Víctor Frutos en conversación con periodistas.

Tras el aplastamiento de Armando Javier Rotela y su pandilla, que dominaban el penal de Tacumbu, los “soldados” que operaban en barrios del bañado sur de la capital, quedaron sin liderazgos y directivas que antes provenían del reclusorio mayor.

Esto produjo un desbande de los grupos, que ahora aparentemente se embarcan en ajustes de cuentas. Esto se presume porque aún estando Rotela en Tacumbu, ya se producían choques entre pandillas que, respondiendo al criminal, mantenían entre si una pelea abierta por territorio ribereño dónde imperaba la ley del más fuerte. .