Una sonata de Mozart mejora la epilepsia de personas resistentes a medicamentos

Escuchar la Sonata de Mozart para dos pianos en re mayor (K448) durante al menos 30 segundos puede estar asociado con picos menos frecuentes de actividad eléctrica asociada a la epilepsia en el cerebro en personas con epilepsia resistente a los medicamentos.

Así lo confirmaron científicos estadounidenses, que también sugieren que las respuestas emocionales positivas a K448 pueden contribuir a sus efectos terapéuticos, según publicaron ayer en Scientific Reports. Estos datos, curiosamente, no resultan sorprendentes, ya que investigaciones anteriores han demostrado que escuchar la Sonata K448 de Mozart también se relaciona con picos menos frecuentes de actividad eléctrica asociada a la epilepsia en el cerebro en los pacientes con esta enfermedad neurológica.

Sin embargo, hasta ahora se desconocía el impacto de la duración de la música en dicha asociación y las causas.

Ello hizo que un equipo de la Universidad de Medicina de Geisel School en Dartmouth, (EE.UU.), coordinado por Robert Quon, emplearon la técnica de electroencefalograma (EEG) para evaluar la actividad eléctrica en los cerebros de 16 adultos con epilepsia resistente a los medicamentos mientras escuchaban una serie de clips musicales de 15 o 90 segundos, incluido el de la Sonata K448.

Un electroencefalograma es una prueba que detecta la actividad eléctrica del cerebro mediante pequeños discos metálicos (electrodos) fijados sobre el cuero cabelludo. Las neuronas cerebrales se comunican a través de impulsos eléctricos y están activas todo el tiempo, incluso mientras duermes.

Y los resultados mostraron que solo Mozart, en concreto su Sonata K448, tenía efectos beneficiosos sobre los pacientes.

Los autores comprobaron que escuchar entre 30 y 90 segundos de K448 causaba una reducción media del 66,5% en el número de picos de actividad eléctrica asociados con la epilepsia en todo el cerebro. Un análisis más detallado mostró que estas disminuciones eran mayores en las cortezas frontales izquierda y derecha del cerebro, partes del cerebro involucradas en la regulación de las respuestas emocionales.

“Existe una creciente evidencia de la eficacia de la música, específicamente la Sonata para dos pianos en re mayor de Mozart (K448), para reducir la actividad epileptiforme ictal e interictal. No obstante, se sabe poco sobre el mecanismo subyacente a este beneficioso “efecto Mozart K448” para las personas con epilepsia”, explicaron los expertos en el estudio.

Los investigadores también observaron que cuando los participantes escuchaban el final de secciones largas y repetitivas dentro de K448, un tipo de actividad eléctrica, conocida como actividad theta, aumentaba en sus cortezas frontales.

“Medimos la influencia que K448 tuvo en las descargas epileptiformes interictales intracraneales (IED) en dieciséis sujetos sometidos a monitorización intracraneal para la epilepsia focal refractaria. Encontramos IED reducidos durante la versión original de K448 después de al menos 30 s de exposición. Estos resultados sugieren que el “efecto Mozart K448” depende de la duración de la exposición y puede modular preferentemente la actividad en las redes emocionales frontales, proporcionando información sobre el mecanismo subyacente a esta respuesta. Nuestros hallazgos fomentan la evaluación continua del K448 de Mozart como una intervención no invasiva y no farmacológica para la epilepsia refractaria”, agregaron los expertos.

Investigaciones anteriores han sugerido que la actividad theta puede estar asociada con respuestas emocionales positivas a la música.

Los autores plantean la hipótesis de que escuchar K448 durante tan solo 30 segundos puede activar redes dentro del cerebro que están asociadas con respuestas emocionales positivas a la música y están reguladas por la corteza frontal.

La activación de estas redes puede contribuir a la reducción de los picos de actividad eléctrica asociados a la epilepsia entre las personas con epilepsia resistente a la medicación, concluyeron.

Hallan espeluznantes ‘arañas’ en la superficie de Marte

La imagen fue captada por una nave espacial en órbita.

Una serie de elementos oscuros y enjutos creados en su totalidad por procesos no biológicos, que parece una plétora de espeluznantes arañas, ha sido detectada en la superficie de Marte, según se observa en una imagen captada por una nave espacial en órbita compartida este viernes por la Agencia Espacial Europea.

La fotografía muestra la denominada ‘ciudad inca’ de Marte, una extraña formación llamada así porque se asemeja a ruinas antiguas vista desde arriba.

De acuerdo con el portal especializado en ciencia ScienceAlert, los mencionados elementos se forman como consecuencia de los cambios estacionales que tienen lugar en el planeta rojo, así como por los fríos inviernos seguidos del calentamiento primaveral.

Con el inicio de la primavera, las temperaturas suben y el hielo normal se derrite, pero el hielo seco no y, en su lugar, se sublima y se convierte directamente en gas.

Cuando esto ocurre con el hielo que se encuentra en el fondo del depósito, la presión aumenta hasta que se produce una miniexplosión y la superficie de Marte estalla como un hervor. Entonces, aparecen grietas en el hielo y el material polvoriento más oscuro de debajo de la superficie es arrastrado y rociado hacia arriba con el gas que escapa en enormes géiseres, creando así manchas oscuras que pueden medir hasta un kilómetro de diámetro.

Descubren fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años en Colombia

Paleontólogos descubrieron fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años de antigüedad en Colombia, informó este martes la universidad que lideró la exploración, cuyos resultados son clave para entender la geografía de Sudamérica en las épocas del Paleoceno y Eoceno.

Los fósiles de los reptiles Puentemys mushaisaensis, que se calcula medían cerca de 1,5 metros de largo, fueron hallados en el montañoso municipio de Socha (noreste), aseguró la Universidad del Rosario en un comunicado.

El descubrimiento es inédito en esta zona andina, pues los ejemplares de esta especie más cercanos están a cientos de kilómetros en El Cerrejón, una mina de carbón cercana al mar Caribe.

“Encontrarlas 500 kilómetros al sur (...) nos permite reconstruir y entender cómo eran los paisajes” del norte de Sudamérica, pues en lugar de las actuales montañas andinas de hasta más de 5.000 msnm allí había “lagos conectados y cordilleras de muy baja altitud”, explicó Edwin Cadena, el paleontólogo a cargo de la investigación.

El estudio “permite conocer mejor la conectividad de los ambientes acuáticos del norte de Sudamérica durante una parte del tiempo geológico conocido como el Paleoceno y Eoceno”, añade el comunicado.

Ambas épocas hacen parte del Paleógeno (66 a 23 millones de años atrás), el primer período geológico después de la extinción de los dinosaurios.

Fuente: AFP

Verse a uno mismo durante videollamadas causa cansancio mental, según estudio

La sensación de agotamiento afecta tanto a hombres como a mujeres de manera similar, lo que contradice los resultados de investigaciones previas.

Verse a uno mismo en la pantalla durante videollamadas en plataformas como Zoom o Teams causa cansancio mental, según en un estudio publicado recientemente en la revista científica Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking.

Los investigadores de la Universidad de Galway (Irlanda) evaluaron la actividad cerebral de 32 personas (16 hombres y 16 mujeres) mediante electroencefalogramas mientras estaban en una videollamada en Zoom, y en distintos momentos de la comunicación se mostraban o se ocultaban en su propia pantalla.

Los resultados revelaron que los niveles de cansancio fueron mayores cuando los participantes podían verse a sí mismos, y esto afectaba tanto a hombres como a mujeres de manera similar. Esta conclusión contradice las deducciones de investigaciones previas que afirman que las mujeres experimentan más cansancio que los hombres dado que tendrían “la mayor conciencia de sí mismas generada al verse en una pantalla”, señala el estudio.

“Nuestro estudio demuestra que la sensación de cansancio que surge durante las videollamadas es real y el hecho de ver nuestro propio reflejo lo hace aún más agotador”, indicó Eoin Whelan, quien dirigió la investigación. “Desactivar la imagen en espejo puede ayudar a compensar la sensación de cansancio en las reuniones virtuales”, agregó.