La niña de 12 años habría sido raptada a pocas cuadras de su casa cerca de las 08:00 horas de este miércoles, cuando se dirigía a la vivienda de una profesora para recibir clases particulares.

Según la denuncia, Pedro Osvaldo López Martínez, padrino de la menor, la siguió con su camioneta de marca Toyota, la forzó a subir y la llevó hasta un motel de la zona donde habría abusado sexualmente de la niña.

“La mamá de la nena trabaja conmigo, su hermana mayor fue al súper y de venida pasó por la casa de la profesora a preguntarle por su hermana y la profesora le dijo que nunca llegó. Ahí se desesperó y vino junto a mi a contarme, estábamos buscándole desesperadas con su mamá y cuando llegamos a la casa de la profesora llega la camioneta de su padrino y le baja a la nena, que estaba llorando. Tenía miedo de contar lo que pasó”, relató a nuestra redacción Patricia Vargas.

La mujer informó que formalizaron la denuncia por violación ante la policía pero hasta el momento el Estado solo le ofreció un abogado al presunto abusador, mientras la víctima no cuenta con respaldo alguno por falta de recursos.

“Llamamos al 911, vino la patrullera y fuimos hasta la comisaría, fueron a la fiscalía pero ya era tarde y le dieron nomas ya la orden de que se haga el estudio forense. Esta mañana cuando fuimos a declarar la fiscala leyó el resultado y dijo que hubo desgarro (…) Esta persona tiene dinero y dos abogados, pero la señora no tiene abogado defensor. Nos acercamos y nos dijeron que no había abogado para ella que solo para el acusado, pero no para la víctima y ella no tiene dinero para contratar”, lamentó la mujer.

“La mamá no quería que le digamos a la prensa porque no quería que se sepa el nombre de su hija pero los vecinos nos estamos movilizando porque el señor es esposo de una docente y le apoya a su marido, más peligroso todavía es (…) No queremos que vaya a la cárcel 3 meses, pague, se mude a otra ciudad y le haga lo mismo a otra nena”, concluyó.

El presidente de la Essap, Luis Fernando Bernal, solicitó que la Contraloría realice una auditoría de su gestión, abogando de esta manera por la transparencia y fortalecimiento de la institución.

“Ha sido un debate que se le ha dado siempre, aún así existe jurisprudencia de casos puntuales por parte de Contraloría, que ha solicitado informes en general. Siempre está el debate sobre si deberíamos ser sujetos de control por parte de Contraloría, aun así para nosotros como hombres públicos al estar al frente de una sociedad anónima con carácter público donde el mayor accionista es el Estado paraguayo, nos vamos un poco más de lo taxativamente tipificado en la Ley y solicitamos a la Contraloría que haga un control permanente de nuestra gestión, desde la compra de un tornillo hasta la posibilidad de una inversión”, expuso al respecto.

En charla con la radio 650 AM, Bernal indicó que la solicitud es que la Contraloría realice un control exhaustivo, y que no descarta, de ser posible, que él presente informes mensuales de su gestión a este órgano contralor.

El pasado 15 de febrero se concretó la detención de Fabio Dornaldo de Moraes Schultz, alias “Gordiño”, durante un operativo realizado en un inmueble de la ciudad de Capitán Bado, departamento de Amambay.

El hombre de nacionalidad brasileña fue sindicado por las autoridades como cabecilla de la banda criminal que perpetró el robo a la bóveda de la Asociación de Trabajadores Cambistas de Ciudad del Este.

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Luego de darse su captura, la Fiscalía formuló imputación en su contra por los hechos punibles de hurto agravado y asociación criminal, permaneciendo con prisión preventiva desde aquel entonces.

De acuerdo a los investigadores, Moraes y los demás sospechosos alquilaron un salón de la Galería Aurora, ubicado al costado de la sucursal del Banco Nacional de Fomento (BNF), a fin de realizar desde allí la excavación de un túnel de 150 metros que conducía a la bóveda.

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Finalmente, la justicia paraguaya ya dio luz verde para que “Gordiño” pueda ser extraditado a Brasil, donde afronta una condena por homicidio y, además, cuenta con 19 órdenes de captura pendientes.

Según los antecedentes en el vecino país, el mismo pertenece al grupo criminal “Bala na cara”, considerada la segunda facción más poderosa del estado de Río Grande do Sul, caracterizada por su brutalidad.

Félix González, hermano de Gringo y también narco, murió en el año 2004 en un accidente de tránsito a bordo de su automóvil. El vehículo a su mando chocó contra un minibús al hacer un supuesto adelantamiento indebido.

En la ocasión, inicialmente retuvieron al chofer del transporte, Felicio Amado Acosta Martínez (24), quien inicialmente quedó retenido por la Policía, pero posteriormente lo liberaron.

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Este mismo hombre, una vez en su domicilio, fue secuestrado por al menos cuatro desconocidos, quienes llegaron en tres vehículos y se lo llevaron a un lugar despoblado y distante, donde lo asesinaron de 50 balazos. La presunción del caso es que el Gringo ordenó su ejecución.

Otro hecho de gran notoriedad en el que se involucró a Gringo fue el megarescate de 250 kilos de cocaína almacenados en la jefatura policial de Amambay en el año 2015. Aquel día, Gringo y otras dos personas a bordo de un automóvil habrían “retirado” el cargamento.

En el 2017, miembros del PCC asaltaron los transportadores de caudales de la empresa Yrendague. Después del golpe millonario, Gringo habría dado refugio a los autores en una de sus estancias en Amambay.

En el año 2021, Gringo fue capturado en un condominio distante a pocos metros de la sede de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). Tiempo después fue liberado.

En septiembre del 2023 asesinaron a su hijo Charles González (32) en pleno centro de Pedro Juan Caballero, en un enfrentamiento que comenzó sobre la Avda. Mariscal López, donde Charles respondió con disparos, pero no fueron suficientes para repeler a sus agresores, quienes lo ultimaron a balazos.

El día en que mataron al hijo de Gringo González. Foto: Gentileza

Estos hechos son solamente algunos de los más sonados en los que aparece su nombre. Por el caso de su hijo, la Policía presumía que Gringo preparaba una venganza.

Se manejaba la información que, o sus adversarios o él atacarían pronto. En ese marco, Gringo se mudó a un inquilinato de Pedro Juan, donde, a criterio de los investigadores, alguien de su entorno, “evidentemente lo entregó”, porque la información brindada era demasiado precisa y certera.

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