Superinmunidad contra el COVID: cómo se genera, según los expertos de Harvard

Los científicos analizaron estudios en Brasil, Suecia y el Reino Unido antes de la llegada de Ómicron. Cuáles son las ventajas de la inmunidad híbrida, producto de la vacunación y la infección natural


Fuente: Infobae

Cada vez más evidencia científica postula que la vacunación más la inmunidad natural por exposición al coronavirus conduce a una protección particularmente sólida, incluso contra muchas variantes del virus. La llamada inmunidad híbrida, es decir, la inmunidad natural de una infección combinada con la inmunidad proporcionada por la vacuna, parece resultar en una protección más fuerte que la simple infección o la vacunación por separado.

Así, la vacuna contra la COVID-19 más la infección puede llevar a meses de inmunidad, según destacan científicos de Harvard en nuevos estudios llevados adelante para saber qué protección confiere esta doble inmunidad adquirida.

Miguel Hernan, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard en Boston, Massachusetts, dijo que los estudios muestran el beneficio casi universal de la vacunación completa, incluso en quienes ya cursaron la enfermedad COVID-19. Y advirtió que algunas naciones han emitido comunicados que alientan a las personas que han tenido COVID-19 a recibir una sola dosis de vacuna: una medida que “puede estar justificada en un entorno de escasez de vacunas, pero que no es lo conveniente a la hora de estar correctamente protegidos a nivel inmunológico”, destacó el experto.

No mucho después de que los países comenzaran a implementar vacunas, los investigadores comenzaron a notar propiedades únicas de las respuestas a las vacunas de personas que previamente se habían contagiado y se habían recuperado del COVID-19.

“Vimos que los anticuerpos llegan a estos niveles astronómicos que superan lo que se obtiene con dos dosis de vacuna solamente”, explicó Rishi Goel, inmunólogo de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia, que forma parte de un equipo que estudia la superinmunidad, o inmunidad híbrida, como la llaman la mayoría de los científicos.

En un reciente estudio científico llevado adelante en Brasil y publicado en The Lancet, recopiló datos de pacientes infectados y vacunados antes del surgimiento de la variante Ómicron. Julio Croda, médico infectólogo y epidemiólogo de la Fundación Oswaldo Cruz en Río de Janeiro, Brasil. Croda y sus colegas analizaron las bases de datos de vacunación e infección de Brasil para probar que las afirmaciones del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que dijo que como ya tuvo COVID-19, por eso no era necesario vacunarse, eran erróneas.

Los investigadores descubrieron que, entre febrero de 2020 y noviembre de 2021, las personas que se habían infectado previamente con el SARS-CoV-2 y luego recibieron una dosis de la vacuna —fabricada por Pfizer-BioNTech, Oxford-AstraZeneca, SinoVac o Johnson & Johnson— evitaron hasta el 45% de los casos de COVID-19 que se hubiera esperado que el grupo contrajera sin vacunación.

Los cursos completos de vacunas de dos dosis previnieron hasta el 65% de las infecciones esperadas y más del 80% de los casos esperados de COVID-19 grave. “El gran mensaje es este: es necesario tener un esquema de vacunación completo para COVID-19″, dijo Croda.

Algunas autoridades consideran infecciones previas al decidir quién debe tener acceso a lugares públicos, como conciertos y restaurantes, pero otras consideran solo el estado de vacunación. Peter Nordström, epidemiólogo de la Universidad de Umeå, en Suecia, dice que esta dicotomía lo llevó a él y a sus colegas a realizar otro de los estudios.

Utilizando registros recopilados por la Agencia de Salud Pública de Suecia entre marzo de 2020 y octubre de 2021, los investigadores demostraron que los residentes suecos que habían sido infectados con SARS-CoV-2 tenían una reducción del 95 % en el riesgo de contraer COVID-19 en comparación con las personas que no tenían inmunidad, y la protección creció durante los tres meses posteriores a la infección y duró hasta al menos 20 meses después de la infección. Una dosis de la vacuna redujo el riesgo de infección en aproximadamente un 50 % adicional, y una segunda dosis estabilizó la protección adicional durante los seis meses posteriores a la vacunación.

Aunque la vacunación aumenta la protección, Nordström cree que la inmunidad que ofrece la infección por sí sola es digna de consideración. “Tal vez deberíamos tener pasaportes de inmunidad en lugar de pasaportes de vacunación. Por lo tanto, se lo considera inmune, y es menos probable que transmita la enfermedad, si ha sido vacunado por completo o si ha tenido una infección previa documentada”, precisó.

La epidemióloga Victoria Hall de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido en Londres y sus colegas realizaron el tercer estudio mediante el seguimiento de infecciones en miles de trabajadores de la salud desde marzo de 2020 hasta septiembre de 2021. Los investigadores descubrieron que las infecciones previas previnieron más del 80 % de los casos de COVID-19 que de otro modo se habrían esperado en el año posterior a la infección, pero la protección disminuyó a alrededor del 70 % después de un año.

Los participantes del estudio que recibieron dos dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech o Oxford-AstraZeneca después de una infección tuvieron una protección cercana al 100% durante al menos seis u ocho meses después de la segunda dosis. “La protección disminuyó con el tiempo después de la vacunación y también después de la infección, pero se mantuvo persistentemente alta en aquellos con inmunidad híbrida”, concluyó Hall sobre la investigación reciente.

Más investigación sobre inmunidad híbrida

Los estudios iniciales de personas con inmunidad híbrida encontraron que su suero, la porción de sangre que contiene anticuerpos, era mucho más capaz de neutralizar cepas inmunoevasoras, como la variante Beta identificada en Sudáfrica, y otros coronavirus, en comparación con las personas vacunadas que nunca se habían enfrentado al SARS-CoV-2. No estaba claro si esto se debía sólo a los altos niveles de anticuerpos neutralizantes o a otras propiedades.

Los estudios más recientes sugieren que la inmunidad híbrida se debe, al menos en parte, a agentes inmunes llamados células B de memoria. La mayor parte de los anticuerpos producidos después de la infección o la vacunación provienen de células de vida corta llamadas plasmablastos, y los niveles de anticuerpos disminuyen cuando estas células mueren inevitablemente. Una vez que los plasmablastos desaparecen, la principal fuente de anticuerpos se convierte en células B de memoria mucho más raras que se desencadenan por infección o vacunación.

Un estudio separado encontró que, en comparación con la vacunación con ARNm, la infección conduce a un grupo de anticuerpos que reconocen variantes de manera más uniforme al dirigirse a diversas regiones del pico. Los investigadores también encontraron que las personas con inmunidad híbrida producían niveles consistentemente más altos de anticuerpos, en comparación con las personas vacunadas que nunca se infectaron, hasta por siete meses. Los niveles de anticuerpos también fueron más estables en personas con inmunidad híbrida, informa el equipo dirigido por el inmunólogo Duane Wesemann en la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, Massachusetts.

Muchos estudios de inmunidad híbrida no han seguido a los receptores de vacunas que no se habían infectado previamente durante tanto tiempo como a los que se recuperaron del COVID-19, y es posible que sus células B produzcan anticuerpos que ganen potencia y amplitud con más tiempo, dosis adicionales de vacuna o ambos. Pueden pasar meses hasta que un grupo estable de células B de memoria se establezca y madure.

“No es sorprendente que las personas infectadas y vacunadas estén obteniendo una buena respuesta”, destacó Ali Ellebedy, inmunólogo de células B de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri. “Estamos comparando a alguien que comenzó la carrera hace tres o cuatro meses con alguien que comenzó la carrera ahora”.

Existe alguna evidencia de que las personas que recibieron ambos jabs sin estar previamente infectadas parecen estar poniéndose al día. El equipo de Ellebedy recolectó muestras de ganglios linfáticos de individuos vacunados con ARNm y encontró signos de que algunas de sus células B de memoria desencadenadas por la vacunación estaban adquiriendo mutaciones, hasta 12 semanas después de la segunda dosis, que les permitieron reconocer diversos coronavirus, incluidos algunos que causan resfriados comunes.

Impresionante ‘melena de caballo’ es captada con detalles sin precedentes por el James Webb

Se trata de la nebulosa Cabeza de Caballo, que se originó a partir del colapso de una nube interestelar de gas y polvo.

La NASA informó este lunes que la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) y el instrumento de infrarrojo medio (MIRI), a bordo del telescopio espacial James Webb, lograron captar por primera vez las estructuras a pequeña escala del borde iluminado de la nebulosa Cabeza de Caballo, ubicada a 1.300 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Orión.

Este objeto astronómico, también conocido como Barnard 33, forma parte del complejo de nubes moleculares de Orión. De acuerdo con el portal Space.com, esta nebulosa, que se originó a partir del colapso de una nube interestelar de gas y polvo, es iluminada por una estrella caliente situada en su borde superior izquierdo.

Asimismo, se menciona que la distintiva estructura de la nebulosa, que se asemeja a la figura de un caballo, se formó por la erosión del gas que la rodea, más ligero. Esto hace que sobresalga una espesa columna hecha de gas y polvo denso, que es más difícil de erosionar. No obstante, los científicos estiman que la nebulosa Cabeza de Caballo podría desintegrarse dentro de cinco millones de años, incluida su espesa columna.

Analizando las nuevas imágenes

En la nueva imagen tomada por la NIRCam, se aprecia una sección de la ‘melena del caballo’ que mide aproximadamente 0,8 años luz de ancho. También se pueden observar las nubes compuestas de hidrógeno molecular frío, ubicadas en la parte inferior de la imagen, así como el gas hidrógeno atómico, que se extiende por encima de la nebulosa.

En la fotografía captada por el MIRI también se observa una parte de la melena del caballo. Allí, la luz infrarroja media del MIRI permite ver los silicatos polvorientos y moléculas parecidas al hollín, denominadas hidrocarburos aromáticos policíclicos.

Según la NASA, el área de la melena del caballo es una región de fotodisociación (PDR, por sus siglas en inglés), puesto que la luz ultravioleta de las estrellas jóvenes y masivas calienta el gas y el polvo completamente ionizado que rodea a las estrellas masivas y a las nubes recién formadas.

La radiación que emiten las estrellas jóvenes impacta en la química del gas y el polvo, además de que actúa como una importante fuente de calor. Por otro lado, el estudio de la luz de los PDR permite a los científicos analizar cómo evoluciona el material interestelar (gas y polvo), así como los procesos químicos involucrados.

Estudio relaciona el vapeo frecuente con el deterioro cognitivo en adolescentes

Un estudio sugiere que el vapeo frecuente expone a quienes lo practican a niveles altos de cadmio, plomo y uranio.

Los adolescentes que vapean con frecuencia presentan más uranio y plomo en la orina que los fumadores ocasionales, según un estudio basado en los datos de una encuesta realizada con adolescentes de entre 13 y 17 años que incluye a 200 que solo fuman cigarrillos electrónicos.

El estudio recuerda que, tal y como han demostrado investigaciones previas, la exposición a ciertos metales de los aerosoles y los líquidos de los cigarrillos electrónicos es especialmente perjudicial durante el desarrollo. Está probado que la exposición a estas sustancias está relacionada con el deterioro cognitivo, los trastornos de comportamiento, las complicaciones respiratorias, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Aunque se trata de un estudio observacional -por lo que no pueden extraerse conclusiones definitivas sobre los niveles de metales tóxicos-, los investigadores aseguran que los resultados prueban que urge aplicar normativas y medidas de prevención específicas para adolescentes.

En este estudio, publicado este martes en la revista Tobacco Control, los investigadores querían averiguar si los niveles de metales potencialmente tóxicos podían estar asociados a la frecuencia de vapeo y si el sabor influye.

Para eso, se basaron en las respuestas del Estudio de la Juventud PATH, uno de los estudios de salud a nivel nacional más importantes de EEUU- realizado entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019- que contó con 1607 adolescentes de entre 13 y 17 años, doscientos de ellos fumadores exclusivos de cigarrillos electrónicos.

Se analizaron muestras de orina para detectar la presencia de cadmio, plomo y uranio, y la frecuencia de consumo se clasificó en ocasional (1-5 días al mes), intermitente (6-19 días) y frecuente (más de 20 días). Los sabores se agruparon en cuatro categorías mutuamente excluyentes: mentol o menta; fruta; dulce, como chocolate o postres; y otros, como tabaco, clavo o especias, y bebidas alcohólicas o no alcohólicas.

De los 200 consumidores exclusivos (63 % mujeres), 65 declararon un consumo ocasional, 45 intermitente y 81 frecuente; faltaba información sobre la frecuencia de consumo de 9 de ellos.

El número medio de caladas recientes al día aumentó con la frecuencia de consumo: ocasional (0,9 caladas), intermitente (7,9 caladas), frecuente (27). En los 30 días anteriores, 1 de cada 3 consumidores (33%) declaró haber consumido sabores mentolados; la mitad (50%), sabores afrutados; algo más del 15%, sabores dulces; y el 2%, otros sabores.

Más plomo y uranio en vapeadores frecuentes

El análisis de las muestras de orina mostró que los niveles de plomo eran un 40 % más altos entre los fumadores intermitentes y un 30 % más altos entre los fumadores frecuentes que entre los ocasionales.

Los niveles de uranio en la orina también eran el doble entre los fumadores frecuentes que entre los ocasionales.

Al comparar entre sabores, el estudio mostró niveles de uranio un 90% más elevados entre los vapeadores que preferían sabores dulces a los que optaban por mentol/menta.

No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los niveles urinarios de cadmio entre la frecuencia de vapeo o los tipos de sabor.

Al ser un estudio observacional, no pudieron extraer conclusiones definitivas sobre los niveles de metales tóxicos y la frecuencia o los sabores del vapeo. Además, los niveles de metales tóxicos en los vapeadores variarán según la marca y el tipo de vaporizador utilizado, puntualiza el estudio.

Pero el estudio avisa sobre un dato especialmente preocupante: el aumento de los niveles de uranio en la categoría de sabores dulces.

“El sabor dulce de los cigarrillos electrónicos puede suprimir los efectos nocivos de la nicotina y potenciar sus efectos reforzadores, lo que da lugar a una mayor reactividad cerebral”, advierten.

AstraZeneca admite que su vacuna COVID puede tener efecto secundario raro y potencialmente letal

Se trata de una dolencia que hace que las personas tengan coágulos en los vasos sanguíneos de diferentes partes del cuerpo y presenten un recuento bajo de plaquetas.

La farmacéutica AstraZeneca admitió que su vacuna contra el coronavirus puede provocar un inusual efecto secundario relacionado con una irregularidad en la coagulación de la sangre, informó este domingo The Telegraph, citando un documento judicial.

Se trata del síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS, por sus siglas en ingles), que ocasiona que las personas presenten coágulos en los vasos sanguíneos del cerebro u otras partes del cuerpo, junto con un recuento bajo de plaquetas. Esta mortal afección también es conocida como ‘trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por vacunas’ (VITT, por sus siglas en inglés).

El TTS se observó en algunas personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca, desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford para hacer frente al covid-19. En el Reino Unido, la Unión Europea y los países escandinavos se reportaron extraños casos de trombosis del seno venoso cerebral, así como trombocitopenia, en pacientes a los que se les administró esa vacuna.

Reconociendo el extraño efecto secundario

En un documento judicial, que fue presentado el pasado mes de febrero ante el Tribunal Superior de Justicia de Londres, AstraZeneca reconoció que su vacuna “puede, en casos muy raros, causar TTS”. Sin embargo, dijo que desconocía el mecanismo biológico que causa el síndrome.

De acuerdo con The Telegraph, el reconocimiento del efecto secundario se produce cuando la compañía británica enfrenta una serie de demandas por lesiones y muertes vinculadas con la aplicación de su vacuna. Hasta el momento se han presentado 51 libelos contra AstraZeneca, en los que las víctimas o sus familiares piden indemnizaciones de hasta 126 millones de dólares.

Jamie Scott, uno de los demandantes, argumentó que sufrió una lesión cerebral permanente como resultado de un coágulo en la sangre, luego de recibir la vacuna en abril de 2021. En mayo del año pasado, los abogados de Scott recibieron una carta de AstraZeneca en la que el laboratorio negaba que “el TTS sea causado por la vacuna a nivel genérico”. A su vez, la parte acusadora aseveró que la vacuna de la farmacéutica británica es “defectuosa” y que su eficacia ha sido “muy exagerada”.

Apoyo a las víctimas de la vacuna

AstraZeneca afirmó en un comunicado, citado por New York Post, que apoya a cualquier persona que haya resultado afectada por su vacuna, aunque defendió su eficacia. También alegó que las complicaciones secundarias causadas por la aplicación de la vacuna son inusuales. Actualmente, el medicamento en cuestión ya no se aplica en Reino Unido ni en Australia.

Se estima que las probabilidades de que una persona desarrolle TTS después de recibir la vacuna de AstraZeneca es de una entre 50.000. Por otro lado, la Universidad de Oxford argumentó que la vacuna salvó a cerca de seis millones de personas durante la pandemia.