Detectan vestigios del COVID en el intestino hasta 7 meses después de la infección

Los científicos siguen investigando si el COVID prolongado se vincula con fragmentos virales que se encuentran en el cuerpo tras la enfermedad inicial. Cómo es el mecanismo


Fuente: Infobae

Las conclusiones de científicos de diversas especialidades que investigar las consecuencias del COVID-19 en el organismo han llegado a puntos coincidentes respecto a la infección y su impacto en el sistema digestivo. Dos investigaciones recientes revelaron que pacientes que contrajeron la enfermedad pueden eliminar el virus en sus heces durante siete meses después de la infección y quienes lo hacen a menudo tienen problemas intestinales.

A pesar de ser incluso negativos frente a los testeos, los pacientes a menudo experimentaron náuseas, dolor abdominal y vómitos, después de que los otros signos de la infección se habían desvanecido.

Los investigadores coinciden en que a la creciente evidencia de que el COVID-19 infecta activamente el intestino, se adiciona que esos transtornos intestinales se transforman en persistente para las personas que sufren de COVID prolongado. Una de las investigaciones más recientes argumentó que la respuesta podría ser “reservorios ocultos” del virus en todo el cuerpo.

El autor de un nuevo estudio publicado en la revista especializada Gastroenterology, Ami Bhatt, profesor asociado de medicina y genética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, investigó cómo el microbioma, el vasto universo de bacterias que cubre el revestimiento de nuestros intestinos, afecta la salud humana.

Bhatt y sus colegas se inspiraron en un estudio previo del gastroenterólogo Saurabh Mehandru de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, en el que estaba claro que las células que recubren el intestino muestran la proteína que el virus usa para ingresar a ellas. Esto permite que el SARS-CoV-2 infecte el intestino.

Los pasos que siguen apuntaron a estudiar si la huella intestinal bacteriana de un individuo se ve afectada si el virus se elimina en las heces, cómo y durante cuánto tiempo después del tránsito del COVID.

Bhatt y sus colegas querían hacer un seguimiento de lo que sucedía en la mayoría de los pacientes, aquellos con una enfermedad leve. Su estudio involucró a 113 participantes a los que se tomaron muestras por varios meses.

El descubrimiento de que un pequeño número de participantes, el 3,8 por ciento, todavía estaba eliminando coronavirus en sus muestras de heces siete meses después de la infección podría indicar una fuente para este fenómeno generalizado.

Los especialistas concluyeron que era posible detectar rastros de COVID en el 85% de las muestras de personas actualmente infectadas con el virus. Después de una semana, esto se redujo a la mitad y, a los cuatro meses, solo el 12% todavía tenía una muestra de heces positiva.

Los hallazgos se suman a la creciente evidencia que respalda la hipótesis de que fragmentos persistentes de virus (coronavirus “fantasmas”, los ha llamado Bhatt) podrían contribuir a la misteriosa condición llamada COVID prolongado.

“Nadie sabe realmente qué causa el COVID prolongado -explicó la autora del estudio-. Tal vez éste y la amplia variedad de síntomas que causa, se deba a la respuesta del sistema inmunitario a las proteínas virales en reservorios ocultos en todo el cuerpo”.

Bajo este panorama, la investigadora estimó que las personas con COVID prolongado que experimentan síntomas cognitivos, conocidos como niebla mental, podrían tener una infección persistente por SARS-CoV-2 en su sistema nervioso, de la misma manera que aquellos pacientes con problemas estomacales persistentes tenían más probabilidades para continuar eliminando el virus a través de sus heces.

La gran mayoría de estos estudios respaldan la posibilidad de que los reservorios virales a largo plazo contribuyan al desarrollo de COVID prolongado, “pero los investigadores deberán trabajar más para mostrar un vínculo de manera concluyente -indicó Mehandru-. Deberán documentar que el coronavirus está evolucionando en personas que no están inmunocomprometidas, y deberán vincular dicha evolución con síntomas prolongados de COVID. En este momento hay evidencia anecdótica, pero hay muchas incógnitas”, dice Mehandru.

El equipo de Stanford dijo que tiene la esperanza de que las muestras estén disponibles para probar la hipótesis del reservorio viral en el aparato digestivo.

El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, por ejemplo, está realizando un gran estudio llamado RECUPERAR, que tiene como objetivo abordar las causas de la larga duración del COVID y recolectará biopsias de los intestinos inferiores de algunos participantes. Con estas nuevas evidencias, los especialistas esperan progresar en sus conclusiones.

Estudio relaciona el vapeo frecuente con el deterioro cognitivo en adolescentes

Un estudio sugiere que el vapeo frecuente expone a quienes lo practican a niveles altos de cadmio, plomo y uranio.

Los adolescentes que vapean con frecuencia presentan más uranio y plomo en la orina que los fumadores ocasionales, según un estudio basado en los datos de una encuesta realizada con adolescentes de entre 13 y 17 años que incluye a 200 que solo fuman cigarrillos electrónicos.

El estudio recuerda que, tal y como han demostrado investigaciones previas, la exposición a ciertos metales de los aerosoles y los líquidos de los cigarrillos electrónicos es especialmente perjudicial durante el desarrollo. Está probado que la exposición a estas sustancias está relacionada con el deterioro cognitivo, los trastornos de comportamiento, las complicaciones respiratorias, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Aunque se trata de un estudio observacional -por lo que no pueden extraerse conclusiones definitivas sobre los niveles de metales tóxicos-, los investigadores aseguran que los resultados prueban que urge aplicar normativas y medidas de prevención específicas para adolescentes.

En este estudio, publicado este martes en la revista Tobacco Control, los investigadores querían averiguar si los niveles de metales potencialmente tóxicos podían estar asociados a la frecuencia de vapeo y si el sabor influye.

Para eso, se basaron en las respuestas del Estudio de la Juventud PATH, uno de los estudios de salud a nivel nacional más importantes de EEUU- realizado entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019- que contó con 1607 adolescentes de entre 13 y 17 años, doscientos de ellos fumadores exclusivos de cigarrillos electrónicos.

Se analizaron muestras de orina para detectar la presencia de cadmio, plomo y uranio, y la frecuencia de consumo se clasificó en ocasional (1-5 días al mes), intermitente (6-19 días) y frecuente (más de 20 días). Los sabores se agruparon en cuatro categorías mutuamente excluyentes: mentol o menta; fruta; dulce, como chocolate o postres; y otros, como tabaco, clavo o especias, y bebidas alcohólicas o no alcohólicas.

De los 200 consumidores exclusivos (63 % mujeres), 65 declararon un consumo ocasional, 45 intermitente y 81 frecuente; faltaba información sobre la frecuencia de consumo de 9 de ellos.

El número medio de caladas recientes al día aumentó con la frecuencia de consumo: ocasional (0,9 caladas), intermitente (7,9 caladas), frecuente (27). En los 30 días anteriores, 1 de cada 3 consumidores (33%) declaró haber consumido sabores mentolados; la mitad (50%), sabores afrutados; algo más del 15%, sabores dulces; y el 2%, otros sabores.

Más plomo y uranio en vapeadores frecuentes

El análisis de las muestras de orina mostró que los niveles de plomo eran un 40 % más altos entre los fumadores intermitentes y un 30 % más altos entre los fumadores frecuentes que entre los ocasionales.

Los niveles de uranio en la orina también eran el doble entre los fumadores frecuentes que entre los ocasionales.

Al comparar entre sabores, el estudio mostró niveles de uranio un 90% más elevados entre los vapeadores que preferían sabores dulces a los que optaban por mentol/menta.

No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los niveles urinarios de cadmio entre la frecuencia de vapeo o los tipos de sabor.

Al ser un estudio observacional, no pudieron extraer conclusiones definitivas sobre los niveles de metales tóxicos y la frecuencia o los sabores del vapeo. Además, los niveles de metales tóxicos en los vapeadores variarán según la marca y el tipo de vaporizador utilizado, puntualiza el estudio.

Pero el estudio avisa sobre un dato especialmente preocupante: el aumento de los niveles de uranio en la categoría de sabores dulces.

“El sabor dulce de los cigarrillos electrónicos puede suprimir los efectos nocivos de la nicotina y potenciar sus efectos reforzadores, lo que da lugar a una mayor reactividad cerebral”, advierten.

AstraZeneca admite que su vacuna COVID puede tener efecto secundario raro y potencialmente letal

Se trata de una dolencia que hace que las personas tengan coágulos en los vasos sanguíneos de diferentes partes del cuerpo y presenten un recuento bajo de plaquetas.

La farmacéutica AstraZeneca admitió que su vacuna contra el coronavirus puede provocar un inusual efecto secundario relacionado con una irregularidad en la coagulación de la sangre, informó este domingo The Telegraph, citando un documento judicial.

Se trata del síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS, por sus siglas en ingles), que ocasiona que las personas presenten coágulos en los vasos sanguíneos del cerebro u otras partes del cuerpo, junto con un recuento bajo de plaquetas. Esta mortal afección también es conocida como ‘trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por vacunas’ (VITT, por sus siglas en inglés).

El TTS se observó en algunas personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca, desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford para hacer frente al covid-19. En el Reino Unido, la Unión Europea y los países escandinavos se reportaron extraños casos de trombosis del seno venoso cerebral, así como trombocitopenia, en pacientes a los que se les administró esa vacuna.

Reconociendo el extraño efecto secundario

En un documento judicial, que fue presentado el pasado mes de febrero ante el Tribunal Superior de Justicia de Londres, AstraZeneca reconoció que su vacuna “puede, en casos muy raros, causar TTS”. Sin embargo, dijo que desconocía el mecanismo biológico que causa el síndrome.

De acuerdo con The Telegraph, el reconocimiento del efecto secundario se produce cuando la compañía británica enfrenta una serie de demandas por lesiones y muertes vinculadas con la aplicación de su vacuna. Hasta el momento se han presentado 51 libelos contra AstraZeneca, en los que las víctimas o sus familiares piden indemnizaciones de hasta 126 millones de dólares.

Jamie Scott, uno de los demandantes, argumentó que sufrió una lesión cerebral permanente como resultado de un coágulo en la sangre, luego de recibir la vacuna en abril de 2021. En mayo del año pasado, los abogados de Scott recibieron una carta de AstraZeneca en la que el laboratorio negaba que “el TTS sea causado por la vacuna a nivel genérico”. A su vez, la parte acusadora aseveró que la vacuna de la farmacéutica británica es “defectuosa” y que su eficacia ha sido “muy exagerada”.

Apoyo a las víctimas de la vacuna

AstraZeneca afirmó en un comunicado, citado por New York Post, que apoya a cualquier persona que haya resultado afectada por su vacuna, aunque defendió su eficacia. También alegó que las complicaciones secundarias causadas por la aplicación de la vacuna son inusuales. Actualmente, el medicamento en cuestión ya no se aplica en Reino Unido ni en Australia.

Se estima que las probabilidades de que una persona desarrolle TTS después de recibir la vacuna de AstraZeneca es de una entre 50.000. Por otro lado, la Universidad de Oxford argumentó que la vacuna salvó a cerca de seis millones de personas durante la pandemia.

Hallan espeluznantes ‘arañas’ en la superficie de Marte

La imagen fue captada por una nave espacial en órbita.

Una serie de elementos oscuros y enjutos creados en su totalidad por procesos no biológicos, que parece una plétora de espeluznantes arañas, ha sido detectada en la superficie de Marte, según se observa en una imagen captada por una nave espacial en órbita compartida este viernes por la Agencia Espacial Europea.

La fotografía muestra la denominada ‘ciudad inca’ de Marte, una extraña formación llamada así porque se asemeja a ruinas antiguas vista desde arriba.

De acuerdo con el portal especializado en ciencia ScienceAlert, los mencionados elementos se forman como consecuencia de los cambios estacionales que tienen lugar en el planeta rojo, así como por los fríos inviernos seguidos del calentamiento primaveral.

Con el inicio de la primavera, las temperaturas suben y el hielo normal se derrite, pero el hielo seco no y, en su lugar, se sublima y se convierte directamente en gas.

Cuando esto ocurre con el hielo que se encuentra en el fondo del depósito, la presión aumenta hasta que se produce una miniexplosión y la superficie de Marte estalla como un hervor. Entonces, aparecen grietas en el hielo y el material polvoriento más oscuro de debajo de la superficie es arrastrado y rociado hacia arriba con el gas que escapa en enormes géiseres, creando así manchas oscuras que pueden medir hasta un kilómetro de diámetro.