Isabel II ya descansa en Windsor

Después de un servicio religioso que cerró diez días de condolencias por su fallecimiento, la reina Isabel II ya descansa en la capilla de San Jorge, donde fue enterrada este lunes junto a su marido, el duque de Edimburgo, en una ceremonia privada a la que solo asistieron los miembros más cercanos de la familia real británica.


Fuente: EFE

Fue la última despedida de Isabel II, que viajó en coche fúnebre desde Londres, antes de recibir el cariño de su gente en las calles de Windsor y de entrar en la capilla de San Jorge, lugar de reposo de los grandes monarcas británicos.

Alrededor de las 15.30 hora local (14.30 GMT), el féretro de la reina entró en la localidad de Windsor, situada al oeste de Londres. Algo más de una hora tardó el coche fúnebre en recorrer los 35 kilómetros que separan el arco de Wellington, lugar del que partió el coche tras el funeral en la Abadía de Westminster, del castillo de Windsor, donde la gente pudo darle una despedida final.

Con una fuerte escolta y con la presencia de miles y miles de personas en las calles del pueblo, el féretro con la reina Isabel II entró en la que ha sido su residencia más habitual y desde ahí se dirigió a la Capilla de San Jorge, situada a apenas unos metros del castillo, donde se realizó un pequeño servicio, como quedó acordado con la monarca antes de su muerte.

Una vez el féretro se colocó en el altar, los miembros de la familia real tomaron su sitio. El primero, el rey Carlos III, ovacionado a su llegada a Windsor y acompañado por sus hermanos y por sus hijos.

En total, unos 800 invitados se dieron cita en la capilla, entre ellos, el rey de España, Felipe VI, y su madre, Sofía. No estuvo la reina Letizia, que tenía que tomar un vuelo a Nueva York, ni tampoco el emérito Juan Carlos, que declinó la invitación. Otros líderes mundiales, como el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, tampoco estuvieron presentes en este segundo servicio, y partieron rumbo a Nueva York para la Asamblea de las Naciones Unidas que comienza esta semana.

La ceremonia estuvo dirigida por el deán de Windsor, David Conner, que leyó versos del libro del Apocalipsis, como ocurrió en los funerales de los abuelos de la reina, el rey Jorge V y la reina María, en 1936 y 1953, respectivamente, y en el de su padre, el rey Jorge VI, en 1952.

Conner también fue el encargado de uno de los momentos más delicados del oficio, cuando tuvo que despojar a la reina de sus joyas. El deán quitó de lo alto del féretro la corona imperial, el orbe real y el cetro de oro, que han acompañado a la reina durante la capilla ardiente en Westminster Hall y durante el funeral de este lunes. Estos, una vez finalizado el oficio, volverán a su emplazamiento habitual en la Torre de Londres.

A las 16.49 hora local (15.49 GMT), el féretro fue bajado a la cripta, después de que el rey Carlos III colocara una bandera militar de la reina sobre él y el lord chambelán (el cargo de mayor rango en la residencia de la reina), Andrew Parker, rompiese simbólicamente el bastón de mando.

A continuación se entonó el “God Save the King” (Dios Salve al Rey), el nuevo himno nacional que sustituye al “God Save the Queen” (Dios Salve a la Reina).

Tras sonar “Preludio y Fuga en La Menor”, de Johann Sebastian Bach, el servicio llegó a su fin. El rey se despidió del arzobispo de Canterbury y salió de la capilla, entre los aplausos del público de Windsor y dando por cerrados los actos oficiales por la muerte de su madre.

A las 19.30 hora local (18.30 GMT), en una ceremonia íntima de la que el Palacio de Buckingham no desveló detalles, la reina Isabel II fue enterrada en la cámara real, al lado de su marido, el príncipe Felipe, que fue sepultado aquí en abril de 2021.

Vuelven las lluvias y prolongan el desastre por inundaciones en Brasil

Las lluvias volvieron a golpear este viernes Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul, mientras los pronósticos de más precipitaciones prolongan la situación ya crítica y sube el número de desalojados.

Las torrenciales lluvias que cayeron desde fines de abril provocaron crecidas de ríos en el estado del sur brasileño y afectaron a casi dos millones de personas, con un saldo de 126 fallecidos y 756 heridos, informó Defensa Civil.

Con 141 personas aún desaparecidas, las autoridades temen que el total de víctimas siga aumentando, mientras la región se prepara para precipitaciones “intensas” el fin de semana.

El número de personas obligadas a abandonar sus hogares por la catástrofe -que expertos y el gobierno brasileño vinculan al cambio climático y al fenómeno El Niño -, casi se duplicó en las últimas 24 horas.

Según el último balance de Defensa Civil, 411.000 personas salieron de sus hogares, de las cuales más de 71.000 están en centros de abrigo. En algunos de ellos, las autoridades tratan de instaurar el orden tras denuncias de robos y violencia.

Las autoridades temen lo que pueda ocurrir en los próximos días, luego de que las lluvias volvieron la mañana del viernes a la capital Porto Alegre y a otras áreas ya afectadas del estado, como el norte y los valles.

Para el fin de semana, la región espera precipitaciones “fuertes y persistentes”, que se extenderán incluso al inicio de la semana próxima, según el Instituto Nacional de Meteorología.

Varios ríos, como el Uruguay, Jacuí y Guaíba, además de la Laguna de los Patos, estaban desbordados, informó el gobierno del estado.

Choque de trenes en Argentina causa 30 heridos, dos de gravedad

Al menos 30 personas fueron hospitalizadas, dos de ellas con heridas graves trasladadas en helicóptero, por un choque de trenes ocurrido este viernes en Buenos Aires, reportaron autoridades del servicio de emergencias de la ciudad SAME.

Fuente: AFP

El accidente ocurrió a las 10H30 locales (13H30 GMT) cuando un tren urbano con pasajeros de la línea de ferrocarriles General San Martín colisionó con otro de mantenimiento que por razones que se investigan estaba detenido en el barrio de Palermo de la capital argentina, según las primeras pericias.

“No tenemos víctimas fatales, los perros han ‘peinado’ (revisado) los vagones, hemos asistido a 90 pasajeros, 30 de los cuales fueron traslados a hospitales, dos de ellos con traumatismo de cráneo que fueron evacuados en helicóptero”, precisó a la prensa en el lugar Alberto Crescenti, responsable del SAME.

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Los dos heridos graves son uno de los maquinistas y una pasajera, según reportes de la prensa local.

“Por ahora no hay información suficiente sobre la mecánica del accidente”, dijo el alcalde la Buenos Aires, Jorge Macri, también presente en el lugar.

Del operativo de evacuación participaron unas 60 ambulancias, seis motos y dos helicópteros, precisó el SAME.

“Cuando llegamos ya estaban trasladando a los heridos, estaban muy golpeados, los que no estaban heridos se fueron por sus propios medios”, dijo a la AFP Facundo Gómez, policía del operativo que debió contener una pérdida de combustible de una de los trenes.

La empresa Trenes Argentinos informó en un comunicado que el accidente ocurrió cuando un tren de pasajeros con siete coches “colisionó con una locomotora y un coche furgón vacío” en el viaducto Palermo.

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“El accidente se produjo por causas que son motivo de investigación y a raíz del mismo descarriló el furgón de la formación vacía y la locomotora y el primer coche de pasajeros”, agregó.

El impacto ocurrió en un estrecho viaducto próximo a avenidas de gran circulación rodeadas de parques, lo que facilitó la evacuación aérea de los dos pasajeros que presentaban heridas de gravedad.

“Hay diez hospitales que recibieron a los heridos”, indicó el secretario de Transportes, Franco Mogetta sobre el operativo.

Las autoridades indicaron que no hay niños entre los heridos.

- “VIVOS DE MILAGRO” -

“Estamos vivos de milagro”, expresó uno de los pasajeros que asomado por la ventanilla de un tren registró imágenes poco después del impacto, luego divulgadas por redes sociales.

El tren había partido desde Pilar, en la periferia norte de la capital argentina y llevaba pasajeros hacia la cabecera en la terminal de Retiro de Buenos Aires.

“Fue muy fuerte, imaginate que en el último vagón una persona se golpeó contra la puerta. Quedó mucha gente tirada en el piso. Escuché el estruendo de los dos vagones chocando, había muchos heridos”, relató al canal de televisión TN otra de las pasajeras que no se identificó.

Una de las hipótesis que se investiga sobre las causas de lo ocurrido es un fallo en el sistema de señalización eléctrica.

“Hay múltiples hipótesis sobre cómo se produjo el accidente, hay denuncias de robos de cables, pero queremos ser prudentes, estamos investigando los avisos y las señales”, declaró al respecto Mogetta.

El robo de cables de alta tensión para la venta del cobre que llevan en su interior es una problemática frecuente en Argentina, con casos de muertes y heridos graves por electrocución.

El titular de La Fraternidad, el sindicato que nuclea a maquinistas, Omar Maturano, denunció a Radio 10 no solo el robo de cables sino también el deterioro de locomotoras y vagones.

“Se roban los cables de señalización, hace diez días que estamos reclamando que los reparen pero no hay repuestos, hay una degradación total de la empresa, no solo de repuestos para señalamientos, sino de trenes y coches porque no hay presupuesto”, dijo.

Según Maturano, se trata de una desfinanciación de la compañía estatal Trenes Argentinos que persigue “que venga una empresa (privada) y la compre a menor valor”.

“No estamos a favor de la privatización pero sí de que se concesione al capital privado y que pongan plata en la infraestructura para que los trenes funcionen como deben funcionar y con los empleados que deba tener”, dijo.

El accidente rememoró el ocurrido 12 años en la terminal de Once, el mayor registrado en la capital argentina, que dejó un saldo de 52 pasajeros muertos y cientos de heridos cuando una formación no logró frenar en su ingreso a la estación.

“No faltan perritos, faltan niños”: El papa Francisco insta a invertir en natalidad

El pontífice también consideró un “suicidio cultural” abandonar a los abuelos en residencias.

El papa Francisco pidió este viernes poner en marcha opciones “eficaces” a favor de la familia para que, por ejemplo, una madre no tenga que elegir “entre el trabajo y el cuidado de los hijos” o para no “descartar” a los abuelos, algo que consideró “un suicido cultural”.

En la cuarta edición de los Estados Generales de la Natalidad, un evento que se realiza en Roma, Italia, el pontífice dijo que urgen “opciones valientes, concretas y a largo plazo” y “un mayor compromiso por parte de todos los gobiernos” a favor de la familia.

Francisco aseveró que el problema del mundo “no es que nazcan niños” porque “no son ellos la raíz de la contaminación, del hambre, de la falta de recursos”.

Bajo su punto de vista, los problema son “las opciones de quienes solo piensan en sí mismos, el delirio de un materialismo desenfrenado, ciego y rampante, de un consumismo que, como un virus maligno, erosiona de raíz la existencia de las personas y de la sociedad”.

“No faltan perritos, gatos, faltan niños”

El pontífice lamentó que en la actualidad “las inversiones que dan más ingresos son la fábrica de armas y los anticonceptivos”. “Una destruye la vida, la otra impide la vida”, subrayó.

“No son los niños, sino el egoísmo que crea injusticias y estructuras de pecado, hasta tejer interdependencias malsanas entre los sistemas sociales, económicos y políticos”, reiteró.

Francisco comentó que “los hogares se llenan de objetos y se vacían de niños, convirtiéndose en lugares muy tristes”. “No faltan perritos, gatos. Estos no faltan. Faltan niños”, deploró.

Por último, consideró que la “otra parte muy importante” en la construcción del futuro son los abuelos. “Hoy hay una cultura de esconder a los abuelos, de mandarlos a la residencia”, condenó.

“Abuelos solos. Abuelos descartados. Esto es un suicidio cultural”, precisó, mientras matizó que “el futuro lo hacen los jóvenes y los viejos, juntos”.