Benítez explicó, a manera de ejemplo, que los “soldados” del PCC son habitualmente internados en cárceles en donde no existe una alta población penal de miembros del clan Rotela, y viceversa.

El ministro reveló algunos detalles que habitualmente no se mencionan como tema de abordaje, como el hecho de que el PCC estipula una remuneración para sus integrantes presos, a fin de que estos puedan mantener a sus familias. Con esta movida, agrega, aseguran la fidelidad, por un lado, y que al recuperar su libertad (sea por compurgamiento o fuga) los “soldados” vuelvan a activar a disposición de la organización.

“Los que son soldados, ellos reciben una remuneración de la organización para el sostenimiento de sus familias, de manera que al salir estén dispuestos a activar de nuevo a favor de la agrupación. Tienen muy buena organización”, remarcó el ministro Benitez a la 730 AM.

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Puntualizó que en general, los del PCC y el clan Rotela mantienen una relación de conflicto constante y que la separación de los grupos rivales es clave para sostener el equilibrio en las cárceles. Sin embargo, las excepciones existen, apuntó, como el que se da en la cárcel de Coronel Oviedo, en donde ambas facciones se enfrentaron, pero en un amistoso partido de fútbol.

“Tenemos lugares donde sí conviven, nos tocó asistir, el mes pasado asistimos en el penal de Coronel Oviedo donde jugaron la final de futbol, internos del PCC y del clan Rotela“, significó el titular del ministerio de Justicia.

El funcionario también abordó algunos aspectos, como las diferenciaciones que hacen miembros de unas y otras facciones criminales.

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Citó que los del PCC se tatúan imágenes en las que siempre aparecen el “payaso” (que en la simbología de esa agrupación significa muerte a policías). Y el número 1533 (el 15 es por el número que ocupa la P en el alfabeto portugués, el 3, por la letra C).

El ministro Benitez abogó, finalmente, porque pronto se defina la construcción de un penal de máxima seguridad, teniendo en cuenta el crecimiento del número de presos de alto perfil que van ingresando al sistema.

El primer episodio de robo se verificó a las 20:30 de la noche del lunes, en el estacionamiento del Hospital de Clínicas, en la ciudad de San Lorenzo, departamento Central.

La víctima, la pareja de un policía que se hallaba en el nosocomio cuidando a un pariente reportó la sustracción de su vehículo. Dos horas después este fue recuperado en Loma Merlo, Luque. Allí fue interceptado el auto sustraído, que iba manejado por Carlos Andrés Bobadilla, quien al ser preguntado por agentes sobre el origen de la máquina, respondió que no sabia, que a él “le entregaron nomás para que lo traslade a Mariano Roque Alonso”, conforme al primer acta policial. El hombre fue detenido y puesto a disposición del Ministerio Publico.

Otro robo denunciado fue el ocurrido en el barrio Herrera de la capital, en donde una mujer reportó que le robaron un automóvil. Tres horas después, la policía recuperó el móvil que esta siendo “refrescado” (estacionado) por los ladrones en el barrio Santa Lucía de Asunción.

Los intervinientes, en ambos casos, resaltaron la gran efectividad de los dispositivos tecnológicos que permiten detector la ubicación de los vehículos robados.

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De frente y con las fuerzas de seguridad peleando la guerra. Así describe el comandante en jefe de Santiago Peña al modo de combate a las estructuras criminales en nuestro país.

La configuración utilizada es la del Consejo de Defensa Nacional, que reúne a todas las agencias de seguridad y no deja espacio para individualidades y ni conquistas personales.

La premisa parte de la base de que, la facilidad con que opera el crimen organizado se debe a que encuentra un Gobierno desorganizado. Por ejemplo, el problema penitenciario tuvo una primera ofensiva con el operativo Veneratio. Además, el tráfico de armas con la operación Dakovo, que permitió el desmantelamiento de una estructura.

Otra medida implementada en el marco de esta lucha fue la reglamentación de la ley de tráfico de armas, una legislación que llevaba 14 años sin este paso. “A nadie le llamó la atención que hace 14 años no se reglamenta, que se ingresaban armas con una facilidad tremenda”, expresó Peña, en una entrevista con Telefuturo.

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Como otra acción reciente mencionó la expulsión de 25 criminales buscado en el Brasil y pertenecientes a peligrosas facciones criminales del Comando Vermelho y del PCC y la proyección de enviar a más delincuentes.

A FUTURO

La próxima semana se prevé la inauguración de la cárcel de Minga Guazú en Alto Paraná y, en pocas semanas, otras dos en Emboscada. La idea es descomprimir a la población penitenciaria.

Consultado sobre cómo enfrentar la infiltración política en el crimen organizado, contestó: “Son pequeños actos de coraje, nombrar un comandante que es el primero de su promoción y tiene una foja impecable. Donde encontramos debilidad estamos haciendo los cambios”.

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El reporte policial señala que la víctima fue una joven comerciante y su acompañante, que llevaban dicha suma para depositarla en un banco de plaza. El dinero era la recaudación del negocio, propiedad de su padre, un supermercado ubicado en el centro de esa ciudad.

Una vez más, los atracadores desvelaron el detalle que manejaban información precisa de la operación que iban a realizar en la entidad bancaria.

“Lo que queda claro es que los delincuentes manejaban información privilegiada, porque se comprobó (por circuito de cámara) que ya estaban esperando la víctima”, dijo el Comisario Juan Ferreira a medios de comunicación.

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En las imágenes que se observa, se comprueba que el vehículo en el que iban los criminales, estuvo varios minutos estacionado, y, ni bien los que llevaban el dinero subieron a la camioneta, bajaron dos hombres que, armas en mano, intimaron a la entrega del bolso de plata. Incluso realizaron disparos intimidatorios.

Tras cometer el ilícito, los marginales huyeron en el mismo vehículo que después abandonaron totalmente incinerado.

“Se está levantando imágenes de circuitos para juntar elementos que puedan ayudar a llegar hasta estos delincuentes”, acotó el Comisario Ferreira.

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