Salario mínimo en Paraguay: ¿aumenta o descuenta?

Finalmente, el reajuste de salario básico fue aprobado por el Poder Ejecutivo y comenzará a regir desde este julio. Es casi un hecho que este aumento, que no fue el esperado por los trabajadores, produzca varios efectos que golpearán principalmente a los consumidores y, otra vez, nos lleva a cuestionar lo mismo de todos los años, ¿por qué sube el salario y tiene que subir todo?


Fuente: Silvia Aguilar

Por Silvia Aguilar (aguilar_silvii)

El presidente Mario Abdo Benítez decretó el reajuste del salario mínimo del 5,1% con relación al actual. Este porcentaje equivale a G. 130.000, por lo que, de los G. 2.550.000 el sueldo subirá a G.2.680.373, pero, ¿cuántos paraguayos accederán a este aumento?

De acuerdo con la última encuesta hogares del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) hay 1.833.434 paraguayos que trabajan en la informalidad, no perciben el salario mínimo y, por lo tanto, no serán beneficiados con el aumento.

Por otro lado, hay otras 340.000 personas que sí cobran el sueldo básico y tendrán este reajuste en sus ingresos. Estos, en su gran mayoría, trabajan en comercios, supermercados o tiendas de conveniencia. Cadenas formales que ahora deberán pagar G.130.000 más a sus empleados y no, ese incremento no saldrá de las ganancias de estas empresas.

Efecto boomerang 

El salario mínimo es un costo para las empresas, como lo son la luz y el agua. Si sube el “precio” del salario, sube también el “costo”, en este caso, pagar más a los trabajadores, con lo cual, se encarecen los costos de lo que se produzca, fabrique o venda.

El economista Pablo Herken mencionó, en conversación con HOY/Nación Media, que esta situación es una lógica natural, aunque golpee el bolsillo de muchos. “Las empresas deberían poder absorber una suba tan pequeña del salario, y no subir los precios. Hoy es un horrendo proceder comerle ese mejor poder de compra del nuevo salario. La gente tiene poca plata”, expresó Herken.

Efecto contagio

El economista hizo hincapié en algo que llamó “efecto contagio” y que resulta perjudicial para la economía. Ocurre cuando se maneja anticipadamente que todos los precios subirán, y quizás el empresario que no pensaba subir, lo hace también, por el temor de perder y de que gane más su competidor que sí subió los precios.

La histeria colectiva que producimos lo empeora todo. Hay que pedir a los empresarios, comerciantes, fabricantes, que no suban los precios porque les conviene tener más trabajadores convertidos en consumidores”, remarcó.

Efecto placebo

Hablemos de nuevo de los paraguayos que no perciben el salario mínimo. Los 1.833.434 trabajadores informales, lejos de recibir algún tipo de aumento, ahora recibirán menos. El poder adquisitivo de su dinero se verá impactado por la suba generalizada.

El economista José Luis Rodríguez Tornaco llamó a esta situación “efecto placebo” y se da cuando creemos que una determinada decisión nos beneficia o “cura” de algo, pero en realidad no es así.

“Esto es tratar de llevar las calles a las leyes, al final no se logra el impacto requerido y este aumento será devorado nuevamente por el incremento de los precios y servicios”, señaló.

El aumento del salario básico, si bien permite tener mayor poder adquisitivo que años anteriores, también podría causar impacto negativo en el hogar. La inminente suba en el precio de la canasta básica, en este momento pone en vilo a muchos paraguayos.

La inundación en Brasil, una imagen que duele y recuerda a históricas crecidas en Paraguay

El sur de Brasil atraviesa uno de los peores momentos de su historia, con una inundación sin precedentes, dejando cientos de fallecidos y desaparecidos. Imágenes muy parecidas también se vieron en Paraguay años atrás, sin llegar al mismo tenor del vecino país, pero también con pérdidas humanas y efectos devastadores.

Por Juan Riveros (@JuacitoRiveros)

Postales estremecedoras fueron vistas en los últimos días acerca de lo que sucede en varias ciudades de Río Grande do Sul, Brasil, donde miles de familias fueron desplazadas por una histórica inundación, la más grande en la era moderna. Además de las personas y animales fallecidos, hay todavía cientos de desaparecidos, que probablemente se encuentren ya sin vida.

La consecuencia principal de esta histórica inundación es la cantidad de lluvia que cayó en pocos días en dicha región, ocasionando el desborde del río Guaíba. Varias ciudades fueron totalmente rebasadas por el paso del agua.

¿Es posible un escenario similar en otras zonas e incluso nuestro país? Los expertos indican que es poco probable que Paraguay tenga una situación de la magnitud de Brasil. Sin embargo, todavía es reciente la memoria sobre lo sucedido en la ciudad de Limpio semanas atrás, donde barrios enteros quedaron bajo agua.

Las intensas lluvias registradas a finales de abril y el taponamiento del arroyo Damián, fueron la “mezcla perfecta” para que los barrios de la zona queden inundados. Caminos intransitables, familias desplazadas y problemas en el tránsito, fueron las postales dejadas por este hecho reciente.

En departamentos del sur del país, como Ñeembucú, Itapúa, Misiones y otros, también son frecuentes las inundaciones. Sin embargo, existen antecedentes históricos registrados en Paraguay con la problemática de la suba del agua y sus respectivas consecuencias.

Respecto a los datos históricos, la Dirección de Planificación y Evaluación de Documentación Histórica del Ministerio de Salud expone que grandes crecidas azotaron desde siempre al territorio nacional. Recién en la década del 70, las inundaciones se relacionaron a El Niño, fenómeno de calentamiento de las aguas del Océano Pacífico que provoca inundaciones cíclicas, cada 8 a 10 años, afectando principalmente las cuencas de los ríos Paraguay y Paraná, específicamente en las localidades de Bahía Negra, Concepción, Asunción, Alberdi, Pilar y Encarnación.

Como primer antecedente, se tiene registro de lo ocurrido entre los años 1547 y 1774, cuando los indios revelaron que las “inundaciones solían durar 4 meses y que eran seguidas de gran corrupción del aire por los muchos peces que las aguas dejaban en seco al retirarse y que hacía pudrir muy pronto la gran actividad del sol.”(sic).

Los registros dan cuenta también de inundaciones relacionadas al río Paraná en los años 1612, 1748, 1812, aunque sin datos suficientes como para reconstruir los valores de alturas y caudales.

Históricas inundaciones en Paraguay. Foto: Gentileza.Históricas inundaciones en Paraguay. Foto: Gentileza.

El informe presenta además una “extraordinaria crecida del río Paraguay, tan grande que poco faltó para que las aguas cubrieran por completo la cima de la roca llamada El Peñón, que se halla en el medio del río, un poco más arriba de la Villa Occidental (Villa Hayes). Este evento fue registrado por un juez de Paz de Limpio, quien tuvo la buena idea de señalar el punto culminante de la creciente con letras grabadas en la roca, con estos términos: “Creciente de 1833″.

Durante los años 1838, 1894 y 1905 también se dieron históricas inundaciones, esta última es conocida como “La crecida del siglo”. Este año se registró la mayor crecida en el mes de junio y alcanzó 8,80 m, según registros obrantes en la Estación Hidrométrica del Río Paraguay, en el Puerto de Asunción.

Las inundaciones estacionales de las riberas obligan residentes desplazados a buscar refugio temporal hasta que las aguas recuperen su nivel normal.

Años posteriores como 1909, 1914, 1940, 1953 y 1954, Asunción fue la víctima constante de las inundaciones, donde la zona mayormente afectada era la hoy conocida como “Chacarita”. Incluso los registros dan cuenta de que las estructuras del gobierno se veían en peligro ante el incesante paso del agua.

En 1966 en la ciudad de Pilar, el río volvió a castigar sin piedad a la población de Ñeembucú, superando los niveles críticos y dejando a miles de desplazados.

En cuanto a las inundaciones urbanas, en la década del 70 se dieron con mayor intensificación, donde nuevamente Asunción fue la más afectada en cuanto al nivel del agua y la cantidad de pobladores desplazados, sumados a los daños materiales.

En el norte del país, es recordada la inundación en Concepción y parte del Chaco en 1982, debido al exceso de agua en el Pantanal y a las lluvias anormalmente altas de febrero y marzo de ese año. Este eventó marcó el verdadero inicio de las lluvias del fenómeno de El Niño, que también se extendió a otras partes del país. Nuevamente la situación llegó a Pilar en 1983, que quedó bajo agua el 24 de marzo, considerándose como la peor inundación que se haya registrado en dicho lugar.

En la década del 90 e inicios del 2000, las mismas ciudades mencionadas eran las más afectadas. En el 2012, el Chaco paraguayo sufrió la peor de las inundaciones en toda su historia. Las constantes e intensas lluvias del mes de febrero y marzo, y el suelo árido y nada permeable ocasionaron que gran parte de la Región Occiental, desde Chaco’i hasta Mariscal Estigarribia y un poco más cerca de la frontera con Bolivia, el agua se acumulara.

A partir del 2015, se vieron graves inundaciones, sin llegar al nivel de “históricas” en ciudades como Pilar, Ayolas, Villa Florida, Encarnación, Asunción y localidades del Chaco. Estas situaciones fueron obligando a las autoridades a gestionar mecanismos de prevención, mejorando la infraestructura a través de muros de contención y franjas costeras.

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Duelo vs. Divorcio: cómo sobrellevar la ruptura y el torbellino emocional después del ‘adiós’

Una separación o un divorcio puede ser una de las experiencias más estresantes y dolorosas de la vida. Independientemente al motivo, o si era algo deseado o no, la ruptura de una relación puede poner el mundo de cabeza y desencadenar todo tipo de emociones difíciles e inquietantes.

Un divorcio o una separación es una situación difícil para la pareja que toma la decisión de terminar, más cuando ya estuvieron tantos años juntos y con hijos de por medio. En ese momento, enfrentan un proceso donde ambos tienen un mundo interno de torbellino emocional, una mezcla de rabia, frustración, odio, ansiedad y mucha incertidumbre sobre el futuro.

Sin embargo, hay ocasiones en las que, para algunos, el terminar una relación es lo mejor que pudieron hacer, incluso, es consensuado. En este caso el proceso de separación tiene otra forma de presentarse y es menos doloroso, ya que como hay divorcios que pueden generar tumultos, están los que generan una liberación.

“Es importante tener en cuenta también los motivos de un divorcio. No es lo mismo un divorcio por incompatibilidad de caracteres, que, por ejemplo, por infidelidad, o si hubo violencia y malos tratos. De este modo, según sea la causa de la ruptura, será el grado de estrés emocional que se viva”, explicó la psicóloga Paola Zapata en diálogo con HOY/Nación Media.

En ese contexto, la profesional indicó que se puede presentar en estos casos también como un duelo, ya que es el final de una etapa y es sinónimo de cambios y el principio de una nueva etapa. “El duelo es una reacción natural ante una pérdida y la separación o el divorcio de una relación amorosa involucra múltiples pérdidas”, apuntó.

En ese concepto, la profesional sostuvo que, permitirse sentir el dolor del duelo puede generar miedo, debido a que puede que las emociones sean demasiado intensas como para soportarlas, además del temor de quedar atrapado en un lugar oscuro para siempre. No obstante, resaltó la entrevistada, el duelo es esencial para el proceso de recuperación.

“El dolor del duelo es precisamente lo que ayuda a una persona dejar atrás la antigua relación y seguir adelante. Y por muy fuerte que sea el dolor, no durará para siempre”, afirmó.

Etapas del duelo

La primera etapa del duelo es la negación

Estar desganado y deprimido por una separación es normal, ya que esto hace sentir a la persona un poco frustrada por el tiempo invertido y por los planes que con esa persona no se pudieron cumplir. El o la afectada intentará negociar con la pareja para no llegar al divorcio.

La segunda etapa es el enojo

En esta fase la persona se siente con mucha rabia y enojo, es donde sobreanaliza sus errores, como también los de la pareja, incluso, se puede perder el control y, en algunas ocasiones, buscar venganza por el dolor causado.

Negociación

Después del enojo y la rabia, aparecerá la necesidad de negociar y poder restaurar el matrimonio para que este no llegue a su fin. Podrían aparecer promesas de cambios, solicitud de una nueva oportunidad, buscarán alternativas de convencer a la pareja que no es buena idea el separarse.

Tristeza

Nadie se compromete o se casa pensando que se va divorciar y esto genera una mezcla de resignación con dolor, es una etapa donde se corre el riesgo de entrar en una depresión.

Aceptación

Luego del torbellino emocional que lleva todo este doloroso proceso de separación, llega la calma gradualmente y con ella, la aceptación de asimilar la realidad. Esto ayuda a tener una nueva percepción de la situación actual.

Superación

Esta es sin duda la etapa más esperada y la más difícil de llegar, pero llega. Es donde somos conscientes de nuestra nueva realidad, esto no significa que ya no se sienta dolor, sino que ya se habrá pasado página y esa relación ya quedó en el pasado definitivamente.

“Aprendemos a vivir con ella (ruptura) sin que afecte negativamente nuestra vida”, destacó la psicóloga.

Indicadores de duelo y su experiencia

El duelo también se presenta de manera física, emocional y mental.

-Físicos: Ataques de pánico, fatiga, apatía, sequedad en la boca, debilidad, llanto, insomnio.

-Emocionales: Culpa, ansiedad, desamparo, enfado, tristeza, dolor, depresión, rabia, angustia.

-Cognitivos: Autoreproche, inseguridad, indiferencia ante la vida, confusión, desilusión.

Cómo sobrellevar una separación o divorcio

Relacionarse con amigos y familiares de confianza: Las personas que han pasado por separaciones o divorcios dolorosos pueden ser especialmente valiosas.

Pasar tiempo con personas que le apoyan, valoran y dan energía: cuando piense a quién acudir, elija sabiamente. Lo importante es rodearse de personas positivas y que realmente lo escuchen.

Buscar ayuda externa si la necesita. Si acudir a familiares y amigos no da resultado, se debe considerar ir a un psicólogo que le ayude a comprender sus emociones.

El divorcio es un evento muy estresante que cambia la vida de cualquier persona. Mientras se atraviesa esta experiencia emocional difícil, además de afrontar grandes cambios en su vida, es más importante que nunca, cuidarse a uno mismo. “La tensión y el malestar de una separación importante pueden dejarle psicológica y físicamente vulnerable”, detalló Zapata.

Finalmente, la profesional aconsejó que toda persona que esté atravesando una ruptura amorosa, se dé un tiempo de descansar y reflexionar, minimizando otras fuentes de estrés, reducir la carga de trabajo y no abrirse rápidamente a una nueva relación. Además de evitar consumir alcohol, drogas o comidas para sobrellevar la situación.

Aprender a cuidarse puede ser una de las lecciones más valiosas que se aprenden tras una separación. A medida que va sintiendo las emociones de su pérdida y empieza a aprender de su experiencia, puede decidirse a cuidarse mejor y tomar decisiones positivas en el futuro”, puntualizó.

Día del Abuelo: el tesoro más preciado de la sociedad

Cada 5 de mayo, en Paraguay se celebra el Día del Abuelo, una franja etaria de la población que muchas veces cae en el olvido y sufre a causa del abandono de su familia.

En Paraguay, al igual que en muchos otros países, los adultos mayores enfrentan diversos desafíos que afectan su calidad de vida, como la soledad, el abandono y las dificultades económicas, como aquellos que no cuentan con una pensión o un ingreso estable.

Aproximadamente, la población de los abuelitos está compuesta por 754.283 habitantes en el Paraguay, de los cuales, 361.221 son hombres y 393.062, mujeres. Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares Continua 2021, en el área urbana se encuentran unos 470.646 adultos, mientras que, en el área rural, viven aproximadamente 283.637 personas de más de 60 años de edad.

La mitad de estos abuelos están casados, el 9,8% se encuentra unido en concubinato, el 13,6% es soltero y el 26,4% está separado, viudo o divorciado. El seguro médico llega al 33% de los hombres y al 35% de las mujeres.

El Estado paraguayo brinda el derecho a la pensión alimentaria, que consiste en una asistencia monetaria mensual, equivalente al 25% del salario mínimo vigente, es decir, poco más de 500.000 guaraníes, a 311.167 personas mayores de 65 años, que viven en situación de pobreza y no reciben otro tipo de sueldo, pensión o jubilación.

El ministro de Desarrollo social, Tadeo Rojas, señaló que el acceso y la permanencia en este programa son completamente gratuitos, por lo que, solicitó denunciar aquellos pedidos de dinero de gestores que piden una contraprestación monetaria para supuestamente ingresar a la persona al programa o impedir su exclusión si ya se encuentra en la nómina de Adultos Mayores.

Respecto a esta Pensión de Adultos Mayores, la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (ANIVID) presentó recientemente una propuesta de modificación a la Ley ante la Comisión de Pueblos Indígenas del Senado. La intención es que la pensión alimentaria para adultos mayores en situación de pobreza sea otorgada a la población indígena a partir de los 50 años de edad, en lugar de 65 años. El argumento esgrimido es que la esperanza de vida para los indígenas es mucho menor que para la población paraguaya en general, ante la falta de una buena alimentación, salud, educación y trabajo digno.

Por otro lado, con relación a la ayuda estatal, hay otros 300 beneficiarios de pensiones graciables, que son otorgadas exclusivamente por ley a personas de 70 años para arriba, que prestaron servicios significativos y perdurables al país. El monto de las pensiones graciables no debe ser superior a un salario mínimo legal vigente ni inferior al 70% del mismo. A esto se suma el Programa Tekoporâ que se otorga a las familias vulnerables y en el cual figuran también las personas adultas.

SOLEDAD, ABANDONO Y DISCRIMINACIÓN

Pese a estos beneficios, muchos adultos mayores se enfrentan a varios desafíos, tales como la discriminación por edad, el aislamiento social, lo cual impacta negativamente en su bienestar emocional y mental, y la falta de infraestructuras adaptadas a sus necesidades específicas, como espacios públicos accesibles y transporte adecuado, lo cual representa un impedimento importante para su movilidad y autonomía.

El Día del Abuelo, que se recuerda este domingo, es una oportunidad para reflexionar sobre esta situación y tomar acciones concretas para mejorar la calidad de vida de quienes tanto aportaron a la sociedad. Resulta fundamental tomar conciencia y brindar un apoyo integral a nuestros abuelos y abuelas, con la contención familiar y con políticas públicas que garanticen su atención.

Una persona mayor de 60 años y más es capaz de tener una vida propia e independiente, si posee los recursos para ello. Valorar el legado de sabiduría que ofrecen con todo el conocimiento y experiencia que fueron acumulando a lo largo de sus vidas es una retribución a tantos años de dedicación a la familia, según lo señala la Dra. Lisa Barreto, directora del Complejo Santo Domingo dependiente de la Dirección General de Desarrollo de Servicios y Redes de Salud, que desde salud pública es uno de los espacios que ofrece estadía permanente y alberga a 95 usuarios rescatados de situaciones vulnerables diversas.

Por su parte, la directora general del Instituto de Bienestar Social, Sara Bogarín, resalta la importancia de abordar el envejecimiento desde una perspectiva de derechos y destaca la ley que protege los derechos de las personas mayores. Reconoce, además, la responsabilidad del gobierno y del Ministerio de Salud de garantizar la salud y el bienestar social de este sector de la población.

SALUD DEL ADULTO MAYOR

Otro aspecto clave es la salud del adulto mayor. En esta etapa de la vida se dan cambios relacionados al envejecimiento; tienen disminuido el sentido del gusto, dificultad para masticar (falta de piezas dentarias) y el tránsito intestinal se vuelve más lento, por lo que es recomendable tener en cuenta ciertas pautas para cuidar la salud.

El Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) recomienda que el adulto mayor realice las cinco comidas al día, siendo la última comida entre las 19:00 y 20:00 para facilitar la digestión. Debe consumir verduras, frutas, carnes blancas, comidas saborizadas con especias y hierbas, en vez de sal y condimentos; y tomar ocho vasos de agua potable.

Para que la persona se mantenga saludable, también es importante que realice alguna actividad física, acorde a la edad y el estado de salud, utilice calzados cerrados y cómodos, igualmente, ropa adecuada de algodón, y se realice un chequeo médico antes de iniciar una rutina de actividad física.