La agente fiscal Carolina Rosa Gadea, titular de la Unidad N° 5 de Alto Paraná, imputó a un hombre que está sospechado de haber cometido un abuso sexual contra su hija.

Desde el Ministerio Público solicitan la prisión preventiva del acusado, quien ya se encuentra guardando reclusión en la Dirección de la Policía Nacional de dicha zona del país.

Según los antecedentes del caso, el pasado 7 de julio el presunto agresor llegó a su vivienda en estado de ebriedad y posteriormente decidió encerrarse con su hija de 11 años en la habitación para luego someterla sexualmente.

Los abusos habrían ocurrido en varias oportunidades, de acuerdo al reporte que se encuentra asentado en la carpeta fiscal.

Luego de ser evaluada por un médico, se constató que la víctima efectivamente había sido abusada. Con base a estos elementos de sospecha, la fiscal ordenó la detención preventiva del presunto autor del hecho, quien fue capturado y puesto a disposición de la justicia.

Conforme a la complejidad de la investigación, la representante del Ministerio Público solicitó 4 meses de plazo a los efectos de formular acusación u otro requerimiento fiscal que corresponda.

La fiscal Cinthia Leiva Cardozo acusó a Fabio Martín Bravo González, quien en su calidad de vicedirector de operaciones del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ciudad del Este, habría acosado sistemáticamente a dos subalternas. El requerimiento conclusivo, por acoso sexual y coacción, fue presentado en el Juzgado de Garantías Nº 4, a cargo de la magistrada Alba Meza.

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Según la investigación, los acosos ocurrieron de manera sistemática entre los años 2012 y 2020 en el interior del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la capital del Alto Paraná. El imputado supuestamente acosaba y exigía a las víctimas mantener relaciones sexuales con él a cambio de seguir en la institución y obtener varios beneficios (dinero, regalos y teléfonos celulares) si accedían a sus pretensiones.

Ante la negativa, el acusado manoseaba a la fuerza a las jóvenes, a quienes además sometía a maltratos verbales y las obligaba a realizar ejercicios físicos como castigo. Igualmente, utilizaba un lenguaje soez para referirse a ellas, señalando incluso las posiciones sexuales a las que querría someterlas.

Las víctimas incluso se vieron obligadas a renunciar quedando con secuelas psicológicas debido a los constantes hostigamientos, según el dictamen de una profesional del Centro de Atención a Víctimas.

Las afectadas decidieron denunciar el caso inicialmente ante los directivos del Cuerpo de Bomberos y luego oficializaron la acción ante el Ministerio Público, que inició la investigación contra el presunto responsable.

Finalmente, la fiscal Cinthia Leiva acusó a Bravo González y solicitó la elevación de la causa para ser debatida en juicio oral.

Amambay, y específicamente su capital Pedro Juan Caballero, se han caracterizado por la fuerte presencia de capos mafiosos que operan en la zona.

Similar a lo que sucede con grupos terroristas, a cada capo abatido o preso, automáticamente se activa la sucesión, y asume un nuevo hombre fuerte que toma o disputa la hegemonía territorial.

“Una característica de los jefes criminales de la zona es que la mayoría de ellos no sobreviven más allá de los 55 años, porque son asesinados o atrapados. Por eso es llamativo el caso de Gringo González (64 años) que sobrevivió mucho tiempo”, señala a la emisora 800 AM el periodista Aníbal Gómez, de largo historial profesional en medios de Asunción y de la capital amambaiense.

El mismo refiere que la rutina de los que manejan negocios narco de la zona, no es de lo más cómodo, ya que la disputa contra bandas contrincantes, por un lado, y la policía, por el otro, convertía sus rutinas en constante peligro.

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“Son personas que no pueden pegarse el lujo que tenemos nosotros, personas comunes, como sentarse en a disfrutar en un restaurant y otro lugar público, porque viven con el temor de ser asesinados en cualquier parte”, acota Gómez.

Subrayo que los poderosos jefes de la mafia fronteriza, viven en “cápsulas” (refugios) que deben tener para no estar siempre afincados en un solo lugar, ya que están con el temor y posibilidad permanente de sufrir ataques o tradiciones que son aprovechados por el enemigo.

La agente fiscal de Filadelfia, Soledad Quiñónez, coordina con las autoridades de la Policía Nacional los trabajos de búsqueda y localización de Adam Ramón Collante.

La investigadora explicó que Collante fija domicilio en esa localidad y fue contratado por el ciudadano Damián Villalba para hacer limpieza de campo en la estancia denominada “Palo Santo Distonw S.A.”, ubicada a unos 40 kilómetros de la comisaría local. La denuncia sobre la desaparición del obrero fue presentada ante las autoridades el 2 de mayo de este año.

Villalba declaró que, el 29 de abril a las 17.00 horas se apersonó Collante en la estancia, donde fue recibido por el denunciante, y le comentó que estaba buscando trabajo, ocasión en que lo contrató para hacer las labores de limpieza del campo. Al día siguiente, Villalba se apersonó en el rancho, momento en que se percató que Collante ya no se encontraba, aunque sí estaba sus pertenencias personales.

En los últimos días los agentes policiales se han dedicado a la búsqueda y localización de Collante, realizando un rastrillaje por toda la zona considerando la gran extensión que la misma abarca. Personal de Inteligencia de la Policía Nacional de la zona de Neuland se ha sumado a la búsqueda, con el apoyo de drones.

Cualquier información se puede suministrar al 0984 254868 o al 911.