Científicos idean un método para controlar poblaciones bacterianas

Un grupo de científicos de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona y de la Universidad de San Diego, en California (Estados Unidos), ha desarrollado un método para controlar mediante el uso de descargas eléctricas la composición de unas poblaciones de bacterias microscópicas invisibles llamadas biofilms.

Un grupo de científicos de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona y de la Universidad de San Diego, en California (Estados Unidos), ha desarrollado un método para controlar mediante el uso de descargas eléctricas la composición de unas poblaciones de bacterias microscópicas invisibles llamadas biofilms.

Según ha informado la UPF, los biofilms se encuentran en hábitats que van desde la superficie de la piel hasta las tuberías de alcantarillado, y desempeñan un papel fundamental en campos como la medicina y la agricultura.

Asimismo, este tipo de bacterias se organizan en comunidades muy resistentes que pueden provocar infecciones crónicas, especialmente en sitios como los hospitales, donde la resistencia a los antibióticos es una gran amenaza para la salud.

El hallazgo, desarrollado con electrodos que permiten aplicar descargas eléctricas localizadas en un biofilm en crecimiento, provoca un equilibrio en la proporción de células móviles, encargadas de propagar el biofilm, y de matrices extracelulares, que une a la comunidad bacteriana.

“Aunque se sabe que las descargas eléctricas pueden matar a las células, aquí mostramos que pueden provocar el crecimiento de un subtipo específico de ellas”, ha explicado el profesor del Departamento de Biología Molecular de la Universidad de San Diego Gürol Süel.

Ahora, los científicos estudian por qué la estimulación eléctrica aumenta la población de un tipo de célula en vez de otro, una influencia que proporciona una forma de controlar la composición y el desarrollo del biofilm, y puede desestabilizarlos y eliminar así su gran resistencia, según los investigadores.

Un desfile de planetas tendrá lugar el próximo lunes ¿Cómo verlo?

El evento podrá apreciarse desde cualquier parte del hemisferio norte justo antes del amanecer, pero no todos los planetas serán visibles a simple vista.

Los aficionados a la astronomía tendrán pronto la oportunidad de observar un asombroso evento celeste cuando en la madrugada del próximo lunes seis planetas de nuestro sistema solar se alineen en el cielo.

¿Por qué ocurren las alineaciones?

Los distintos planetas orbitan alrededor del Sol a diferentes distancias y velocidades, lo que significa que se mueven entre sí en el cielo nocturno. No obstante, en algunas ocasiones da la impresión de que se cruzan, dando lugar a un fenómeno conocido como alineación planetaria.

A pesar de que no es inusual que se vean varios planetas en el cielo al mismo tiempo, es menos común que se alineen más de dos a la vez. Durante esos eventos, desde algunos ángulos de la Tierra parece que los planetas estén en fila, aunque en realidad no forman una línea recta en el espacio, ya que sus órbitas tienen formas elípticas.

¿Qué planetas se alinearán el lunes?

En esta ocasión, los participantes en el ‘desfile de planetas’ serán Mercurio, Marte, Júpiter, Saturno, Neptuno y Urano. El evento podrá ser apreciado desde cualquier parte del hemisferio norte justo antes del amanecer.

No obstante, no todos los planetas serán visibles, ya que lo impedirá el brillo de los rayos solares. Según el especialista Jamie Carter, solo Marte y Saturno se podrán ver a simple vista, aunque de manera muy tenue. Al mismo tiempo, para observar Neptuno y Urano será necesario utilizar un telescopio grande, mientras que Mercurio y Júpiter no serán visibles en absoluto.

Carter añade que podrá apreciarse otro espectáculo astronómico, la Luna creciente menguante, que estará cerca de Marte. De acuerdo con la NASA, la luna creciente menguante es la última fase por la que pasa nuestro satélite. El próximo jueves, la luna entrará en una fase nueva, marcando el inicio del ciclo lunar de junio.

¿Cuándo volverá a ocurrir otra alineación?

En el caso de que no logre observar la alineación del próximo lunes, tendrá la oportunidad de ver otras más el 28 de agosto de este año y el 18 de enero de 2025, teniendo como participantes a los mismo seis planetas.

Algo misterioso ocurre en la cola del escudo protector de la Tierra

Una misión de la NASA descubrió que el proceso físico conocido como 'reconexión magnética' no estaba asociado con una subtormenta geomagnética, lo que desconcertó a los científicos.

El Instituto de Investigación del Suroeste (EE.UU.) informó recientemente que un inusual evento está sucediendo en la cola del campo magnético de la Tierra, después de analizar los datos recopilados por la misión Magnetosférica Multiescala (MMS, por sus siglas en inglés) de la NASA.

La conocida como ‘cola magnética’ es una sección extendida de la magnetosfera, la capa más exterior y grande de la atmósfera de nuestro planeta, que tiende alejarse del Sol, explica el portal Interesting Enginering.

Esta estela se origina por la influencia del campo magnético terrestre y el viento solar, por lo que contiene partículas energéticas que ocasionalmente se descargan a través de un evento turbulento denominado subtormenta geomagnética.

En 2015, la NASA lanzó la misión MMS, que consta de cuatro naves espaciales en formación tetraédrica, con el objetivo de estudiar la reconexión magnética, un proceso físico fundamental del plasma en el que la energía almacenada en un campo magnético se convierte en calor y energía cinética.

Se pueden producir auroras boreales en caso de que la reconexión magnética ocurra en la atmósfera terrestre. Desde su lanzamiento, la MMS ha estado investigado la magnetopausa, el límite entre la magnetosfera y el plasma, para identificar signos de reconexión magnética que desencadenan subtormentas geomagnéticas.

El misterioso evento en la cola magnética

En 2017, las sondas de la MMS detectaron signos de reconexión magnética en la cola del campo magnético terrestre, que son característicos de una subtormenta. Sin embargo, la evidencia de esta reconexión magnética no estaba asociada con el evento esperado.

Los indicadores normales de una subtormenta que acompañan a la reconexión son fuertes corrientes eléctricas y perturbaciones en el campo magnético. “No hemos observado el movimiento de las líneas del campo magnético a escala global, por lo que podría ser que esta inusual subtormenta fuera un suceso muy localizado que MMS observó por casualidad”, señaló el investigador Andy Marshall, quien recalcó que el suceso podría “cambiar” como está asociada “la reconexión en la cola y las subtormentas”.

En este contexto, se tiene previsto que, durante el próximo año, la MMS mida ‘in situ’ las reconexiones magnéticas de la Tierra, mientras los especialistas llevan a cabo simulaciones del campo magnético para comprender su comportamiento. Se espera que la comparación de las mediciones y las simulaciones ayuden a resolver la relación entre la reconexión y los eventos que causan.

Descubren nuevos planetas que podrían albergar “formas de vida”

El telescopio espacial europeo Euclid descubrió siete nuevos planetas huérfanos, mundos solitarios que vagan por el espacio interestelar sin vínculo con ninguna estrella, pero que podrían albergar formas de vida.

A diferencia de la Tierra, estos astros no tienen día o noche, ni meses y años. Sin embargo, algunos científicos creen que podría haber billones y billones de ellos en la galaxia y que algunos podrían albergar formas de vida.

El descubrimiento de los nuevos planetas huérfanos se dio a conocer el pasado viernes, en un estudio científico prepublicado en arXiv.org, un día después del anuncio de una nueva cosecha de imágenes y datos de Euclid.

Estos planetas errantes, gigantes gaseosos con una masa al menos cuatro veces mayor a la de Júpiter, se descubrieron en la nebulosa de Orión, una región en la que se forman estrellas situada a unos 1.500 años luz de la Tierra.

Y son solo “la punta del iceberg”, declaró a la AFP el astrónomo español Eduardo Martín, principal autor del estudio. Pero encontrarlos es como “buscar una aguja en un pajar”, explicó, ya que no reflejan la luz de una estrella cercana.

Los siete planetas observados por Euclid tenían la ventaja de ser bastante calientes, y por lo tanto de producir una radiación que facilitó su descubrimiento.

- No tan solitarias -

Euclid, lanzado al espacio el año pasado, también confirmó la existencia de decenas de planetas huérfanos más, que habían sido detectados anteriormente.

Investigaciones sugieren que por cada estrella habría unos veinte planetas errantes, que no pertenecerían a ningún sistema estelar. Esto significaría que habría trillones en la Vía Láctea, y un número incalculable en el universo.

El lanzamiento de Roman, el telescopio espacial de la NASA, en 2027 podría ayudar a precisar la cifra.

Estos mundos extraños despiertan en Gavin Coleman, astrónomo de la Universidad Queen Mary de Londres, un “sentimiento de asombro y misterio”.

“Todos crecimos con la visión del Sol en el cielo, lo que hace que sea fascinante pensar en un planeta que flota en el espacio sin estrella en el horizonte”, indicó a la AFP.

No obstante, algunas no están tan solas. De los más de 20 planetas huérfanos confirmados por Euclid, al menos cuatro serían planetas binarios, es decir que orbitan el uno junto al otro.

Según Eduardo Martín, “algunos de nuestros vecinos más cercanos son sin duda planetas huérfanos”.

Sin los rayos de un sol cercano, se cree que estos astros son extremadamente fríos y que tienen sin duda una superficie helada.

- ¿Formas de vida? -

Por tanto, el calor necesario para mantener una forma de vida debería emanar de sus entrañas. Un buen ejemplo es Neptuno, gigante de hielo cuya temperatura de superficie proviene principalmente de la energía de su núcleo.

Pero incluso en las mejores condiciones Gavin Coleman estima que este aislamiento extremo solo permitiría formas de vida bacterianas o microbianas, como las que florecen en el fondo de los océanos terrestres cerca de eventos geotérmicos, en la más absoluta oscuridad.

Puede que esta existencia solitaria no sea tan nociva, ya que “la cercanía de una estrella tiene sus inconvenientes”, constató el coautor del estudio Christopher Conselice, profesor de astronomía extragaláctica en la Universidad británica de Mánchester.

Como el que le espera a la Tierra, que será calcinada o absorbida dentro de 7.600 millones de años por un Sol que se habrá convertido en una gigante roja.

Los planetas huérfanos no tienen esa preocupación. “Estos objetos vivirán por siempre”, afirmó Conselice a la AFP. “Si no te molestan las temperaturas heladas, allí puedes sobrevivir eternamente”.

El estudio realizado gracias a los datos de Euclid sugirió pistas sobre la formación de los planetas huérfanos.

Algunos podrían formarse en las fronteras de un sistema estelar antes de desprenderse para flotar en solitario. Pero el estudio predice que muchos de ellos aparecerían como “subproductos naturales” de la formación de estrellas, indicó Conselice.

Según el, podría existir “una conexión muy fuerte entre estrellas y planetas a través del proceso de su formación”.

Fuente: AFP