Descifran poco a poco los misterios del cerebro

¿Cómo funciona esta colección de casi 100.000 millones de células nerviosas intercomunicadas por medio de circuitos que quizás comprenden 100 billones de conexiones para permitirnos pensar, sentir, actuar y percibir nuestro entorno? ¿Cómo es que esta maquinaria compleja se perturba y causa depresión, delirio o demencia? ¿Y qué se puede hacer al respecto?

Por MALCOLM RITTER, Associated Press

NEW HAVEN, Connecticut, EE.UU. (AP) — Esos interrogantes impulsaron al presidente Barack Obama a lanzar la iniciativa BRAIN (cerebro) en 2013. Su propósito es promover el desarrollo de nuevas herramientas para investigar el cerebro. Europa y Japón también desarrollan proyectos importantes para la investigación cerebral.

Los misterios de este órgano, que consume un 20% de la energía del organismo, son muchos y profundos, pero con una colección de artefactos avanzados, los científicos atisban en la actividad cerebral para tratar de descifrarlos.

En el laboratorio de Yale, Yahil y Bronner, dos investigadores en un laboratorio de Yale, demuestran una técnica utilizada para investigar el modo en que nuestros cerebros interactúan con los de otras personas. Es una de las cuestiones más básicas de la neurociencia, como también las deficiencias del autismo y la esquizofrenia, dijo la directora del laboratorio Joy Hirsch.

Para el experimento, los dos investigadores se encasquetaron cascos blanquinegros con 64 cables cada uno que caían hacia atrás a modo de trenzas. En el extremo de la mitad de esos cables de fibra óptica, débiles rayos láser penetraban el cráneo hasta unos dos centímetros y medio (una pulgada) dentro del cerebro. Allí, rebotaban en la sangre y emitían reflejos recogidos por la otra mitad del cablerío.

Esos reflejos revelaban la cantidad de oxígeno que había en la sangre y cómo los circuitos del cerebro utilizan más oxígeno cuando están activos, la medida suministraba un indicio indirecto de las pautas de actividad cerebral mientras tenía lugar la conversación.

Por otra parte, la técnica de cartografía cerebral más utilizada es la resonancia magnética funcional, o fMRI. Básicamente, la fMRI hace lo mismo que el sistema de láser de Hirsch: aprovecha los niveles de oxígeno en la sangre para rastrear la actividad de las células cerebrales, pero penetra mucho más profundamente en el cerebro por medio de campos magnéticos poderosos. Esto le permite buscar señales magnéticas sutiles para rastrear los niveles de oxígeno en la sangre en una escala más diminuta: un bulto en los niveles de oxígeno indica actividad celular activa.

La tecnología de fMRI puede detectar cambios minúsculos en la actividad cerebral vinculados con funciones particulares y además puede revelar la actividad de un cerebro no enfocado en una tarea particular. En este estado de reposo el cerebro sigue resonando y los científicos estudian qué puede revelar esto sobre sus funciones y sus deficiencias.

PENSANDO A FUTURO

Algunas de las investigaciones sobre el cerebro van desde la mera intención informativa hasta objetivos que parecen sugeridos por la ficción científica, como la descodificación, o sea, la observación de las pautas de actividad cerebral para determinar qué es lo que alguien está mirando, o incluso pensando.

En 2011, por ejemplo, los investigadores reportaron que podían reconstruir réplicas visuales en bruto de pasajes cinematográficos que los sujetos observaban mientras se sometían al escaneo cerebral y dos años después, científicos japoneses dijeron que podían tener cierta idea general de lo que la gente soñaba en condiciones altamente controladas.

Dichas conclusiones son valiosas para comprender cómo está organizado el cerebro y a corto plazo, la tecnología de descodificación podría ayudar a las personas cuya incapacitación les impide mantener una conversación normal, dijo Jack Gallant, de la Universidad de California en Berkeley.

Si se pudieran desarrollar artefactos portátiles que atisbaran minuciosamente la actividad cerebral, se abrirían nuevas perspectivas a la descodificación cerebral y no solo para los científicos.

Gallant prevé un futuro en el que los compositores podrían componer solo por medio de la imaginación o “uno podría pensar en la pintura que quisiera pintar” para dejar que una computadora la concretase en realidad.

Escribir una carta, dice, “sería como dictarla, excepto que uno se la estaría dictando a sí mismo”.

Y en el futuro, ¿por qué limitarse al idioma propio? “Puedo pensar en inglés y mi pequeño casco cerebral leerá mis pensamientos, los enviará a Google y podrían regresar en japonés”, conjeturó Gallant. “Estarías hablando por medio de un pequeño altavoz en tu sombrero”.

El mundo arácnido llega este sábado a la exhibición “Cháke Bicho” del Museo de Ciencias

El Museo de Ciencias MuCi trae una propuesta para todos los apasionados y curiosos del mundo arácnido. Se trata de “Encantadores de arañas”, el evento que este sábado 18 de mayo, de 16:00 a 18:00, animará la exhibición “Cháke Bicho”. La cita es en el espacio TatakuaLab del complejo Textilia (Av. Gral Santos 1030).

“Encantadores de arañas” es una atracción ideal para jóvenes, niños y adultos interesados en la naturaleza y los arácnidos en particular. Contará con la presencia de John A. Kochalka, el mayor experto en arañas del Paraguay, y Dominic Oviedo, un joven prodigio de 14 años, autor y observador apasionado de la naturaleza. Ambos compartirán sus experiencias en la crianza de arañas y realizarán demostraciones en vivo.

El Dr. John A. Kochalka, nacido en los Estados Unidos, llegó al Paraguay en el año 1981 como voluntario del Cuerpo de Paz. Desde entonces, ha participado en la elaboración del Inventario Biológico Nacional, con énfasis en el estudio de las arañas y otros invertebrados. Actualmente, trabaja en el Museo Nacional de Historia Natural del Paraguay y continúa investigando sobre arañas y entomología.

Sobre “Cháke Bicho”

La exhibición “Cháke Bicho” continúa abierta de manera continua desde inicios de marzo hasta finales de julio del 2024, en el TatakuaLab. Se puede visitar de martes a domingo, en los siguientes horarios: de 10:00 a 17:00, los martes y miércoles (con preferencia a grupos escolares y universitarios); y de 14:00 a 20:00, de jueves a domingo.

“Cháke bicho” presenta el gran mundo de la entomología y da relevancia a los insectos autóctonos de nuestro país, los verdaderos protagonistas del espacio. Los visitantes podrán apreciarlos en fotografías de gran tamaño, con el fin de conocerlos más de cerca y valorar su importancia.

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Planetario San Cosmos

El planetario San Cosmos, ubicado a pasos del TatakuaLab, también permanece abierto de manera continua, con distintos shows en cartelera para disfrutar en familia o con amigos, en el mismo horario y días de apertura que “Chake Bicho”.

El show más destacado es “Nuestro vecindario interestelar, el sistema solar”, una propuesta que consiste en un relato en tiempo real e interactivo sobre los misterios y curiosidades de cada planeta, luna y cometa que conforman el sistema solar. Es un relato en vivo narrado por un guía, que propone a los visitantes hacer un viaje imaginario a través del universo. Los otros shows que se proyectan cada hora: “¡Somos aliens!”, “Namoo + Supernovas”, “Al filo de la oscuridad” y “Los secretos del Sol”.

Antes de ingresar al domo para disfrutar del espectáculo sobre el sistema solar o cualquier otro que se elija, el público tendrá la oportunidad de apreciar un videomapping que se proyecta en la pared externa, de más de tres metros de altura.

Cómo adquirir las entradas

Las entradas para visitar los distintos espacios del MuCi se pueden comprar de manera virtual en muci.org/entradas o en puerta. A través de la web, los precios para el TatakuaLab son de G. 20 000 y de San Cosmos, G. 35 000. Mientras que en puerta, el TatakuaLab cuesta G. 25 000, y San Cosmos, G. 40 000.

Descubren rara enfermedad potencialmente mortal relacionada con el COVID

Los investigadores advierten de que es poco probable que el nuevo síndrome se localice únicamente en el Reino Unido.

Investigadores de la Universidad de California en San Diego (UC San Diego), en EE.UU., asociados con colegas de la Universidad de Leeds, del Reino Unido, descubrieron un síndrome completamente nuevo, relacionado con el covid-19. Esta enfermedad, denominada Mip-C, es similar a otra patología autoinmune, la dermatomiositis anti-Mda5 positiva, que puede causar una neumonía de evolución rápida y potencialmente mortal.

“Progresando rápidamente hacia la muerte”

Pradipta Ghosh, profesora de la UC San Diego, recibió una invitación del profesor Dennis McGonagle, de la Universidad de Leeds, para investigar en conjunto un misterio relacionado con el covid-19. “Me dijo que estaban viendo casos leves de covid”, señaló Ghosh. “Habían vacunado alrededor del 90 % de la población de Yorkshire, pero ahora estaban viendo esta enfermedad autoinmune muy rara llamada MDA5: dermatomiositis (DM) asociada a autoanticuerpos en pacientes que pueden haber contraído o no covid-19″, agregó.

Ghosh recuerda que McGonagle le habló de pacientes con lesiones pulmonares graves, algunos de los cuales presentaban síntomas reumatológicos (erupciones cutáneas, artritis, dolor muscular) que, a menudo, acompañan la enfermedad pulmonar intersticial. McGonagle tenía curiosidad por saber si existía una conexión entre la dermatomiositis positiva para MDA5 y el covid-19.

“La DM es más común en personas de ascendencia asiática, particularmente japoneses y chinos”, explica Ghosh. “Sin embargo, McGonagle estaba notando esta tendencia explosiva de casos en caucásicos”, añade la experta. También le confió que algunos de estos pacientes estaban progresando rápidamente hacia la muerte, lo que constituía una clara señal de alarma.

Un total de 25 pacientes desarrollaron cicatrices pulmonares (enfermedad pulmonar intersticial) y 8 personas del grupo mostraron un cuadro lo suficientemente grave como para provocar la muerte debido a la fibrosis progresiva. Ghosh señaló que existían perfiles clínicos establecidos de enfermedades autoinmunes MDA5. “Pero esto fue diferente”, advirtió. “Fue diferente en el comportamiento y la tasa de progresión, y en el número de muertes”, expuso.

El desarrollo del estudio

Ghosh y el equipo de UC San Diego exploraron los datos de McGonagle con BoNE, el explorador de red booleano, un poderoso marco computacional para extraer información procesable de cualquier forma de ‘big data’. “El BoNE está diseñado para ignorar los factores que diferencian a los pacientes en un grupo mientras identifica selectivamente lo que es común (compartido) entre todos los miembros del grupo”, explicó Ghosh. Anteriormente, BoNE permitió a la científica y su equipo identificar otros síndromes pulmonares y cardíacos relacionados con el covid-19 en adultos y niños.

Los investigadores descubrieron que los pacientes que mostraban el nivel más alto de respuesta MDA5 también mostraban niveles altos de interleucina-15. “La interleucina-15 es una citoquina que puede causar dos tipos principales de células inmunes”, puntualizó la especialista. “Estos pueden llevar a las células al borde del agotamiento y crear un fenotipo inmunológico que muy muy a menudo se ve como un sello distintivo de la enfermedad pulmonar intersticial progresiva o fibrosis pulmonar”, sostuvo Ghosh.

Por derecho de descubrimiento, el grupo pudo dar un nombre a la enfermedad. Mip-C fue acuñado para establecer una conexión con MIS-C, una afección infantil deferente, pero relacionada con el covid-19. Ghosh aseveró que es extremadamente improbable que MIP-C se limite al Reino Unido. El estudio fue publicado la semana pasada en eBioMedicine.

“No tenemos que preocuparnos”

Matteo Bassetti, director de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Policlínico San Martino de Génova (Italia) afirmó este jueves a Corriere della Sera: “No tenemos que preocuparnos por el Mip-C”. Asimismo, declaró que es la primera vez que oye “hablar de él en cuatro años de covid”. Él considera que covid-19 puede haber exacerbado algunas enfermedades, puede haber ‘encendido’ algunas patologías autoinmunes en los pulmones que ya se conocían, pero no cree que “Mip-C sea un gran problema”.

Descubrimiento de un ‘fallo cósmico’ en la gravedad desafía la mayor teoría de Einstein

Las inconsistencias detectadas en la teoría de la relatividad general a distancias cósmicas podrían ser resultado de un 'fallo cósmico' en la gravedad.

Investigadores canadienses revelaron que la teoría más importante de Albert Einstein todavía presenta inconsistencias al momento de calcular el efecto de la gravedad a grandes distancias, lo que podría cambiar la compresión del comportamiento de las fuerzas gravitacionales del universo, informó la Universidad de Waterloo, en Ontario.

El físico alemán Albert Einstein propuso en 1915 la teoría de la relatividad general, en la que explicó cómo funciona la gravedad en escalas medianas y grandes. Este modelo también precisa que la gravedad influye no solo en las tres dimensiones espaciales, sino también en el tiempo.

El científico Robin Wen señala que la teoría de la relatividad ha permitido entender algunos de los fenómenos del universo, desde la dinámica del Big Bang hasta la complejidad de los agujeros negros.

Un ‘fallo cósmico’ en la relatividad

Sin embargo, Wen afirma que surgen algunas discrepancias con las “predicciones de la relatividad general” cuando se intenta comprender la gravedad a grandes escalas de cúmulos de galaxias y más allá de estos objetos astronómicos. “Es casi como si la gravedad misma dejara de coincidir perfectamente con la teoría de Einstein”, indica.

Un estudio recientemente publicado en Journal of Cosmology and Astroparticle Physics sugiere que estas inconsistencias podrían ser el resultado de un ‘fallo cósmico’ en la gravedad por el que este fenómeno podría volverse ligeramente débil a distancias de miles de millones de años luz.

Los especialistas ajustaron la teoría de la relatividad a diferentes escalas, en un intento por encontrar una solución a las inconsistencias de algunas mediciones cosmológicas sin llegar a afectar los usos existentes de la misma. Esto se logró mediante la modificación y ampliación de las fórmulas matemáticas de Einstein.

“La modificación es muy simple: asumimos que la constante universal de gravitación es diferente en escalas cosmológicas, en comparación con escalas más pequeñas (como las del sistema solar o la galáctica)”, asevera el profesor Niayesh Afshordi, que explica que esta modificación se denominó “fallo cósmico”.

La existencia de esta discrepancia podría confirmarse en próximos estudios de galaxias a través del telescopio espacial Euclid y el observatorio Simons. Estos dispositivos deberían proporcionar mediciones del fallo cuatro veces más precisas de lo que es posible con los dispositivos actuales.