Encuentran estructuras “misteriosas” en el centro de la Vía Láctea

Varias características permiten diferenciar las poblaciones de hebras horizontales recientemente descubiertas con las poblaciones de hebras verticales halladas en estudios anteriores.

Un equipo internacional de astrofísicos ha descubierto recientemente una “misteriosa” población de cortos filamentos dispuestos de forma horizontal o radial, extendiéndose como los rayos de una rueda desde el agujero negro supermasivo central de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Sagitario A* (Sgr A*) está ubicado a 25.000 años luz de la Tierra.

Mediante observaciones en longitudes de onda de radio, Farhad Yusef-Zadeh, profesor de Física y Astronomía de la Universidad del Noroeste (EE.UU.), descubrió los filamentos magnéticos altamente organizados a principios de la década de 1980. A principios del pasado año, el equipo de investigación de Yusef-Zadeh reveló una imagen del centro de nuestra galaxia en la que se apreciaba casi un millar de hebras unidimensionales (o filamentos) inexplicablemente colgadas verticalmente en el espacio.

Con una longitud de hasta 150 años luz, estos ‘hilos’ se encuentran en pares y grupos, a menudo apilados a igual distancia, uno al lado del otro, como las cuerdas de un arpa. Las desconcertantes hebras se componen de electrones de rayos cósmicos que giran en el campo magnético a una velocidad cercana a la de la luz. Los filamentos horizontales, descubiertos ahora por Yusef-Zadeh y sus colaboradores, se parecen más a los puntos y rayas del código Morse, puntuando solo un lado de Sagitario A*.

Después de estudiar los filamentos verticales durante décadas, este experto en radioastronomía se sorprendió al descubrir sus contrapartes horizontales, que estima que tienen unos 6 millones de años. “Siempre hemos estado pensando en los filamentos verticales y su origen”, comentó. “Estoy acostumbrado a que sean verticales. Nunca consideré que podría haber otros a lo largo del plano”, agregó.

Panel superior: una imagen de mosaico MeerKAT del GC a 20 cm con una resolución de 4” (Heywood et al. 2022). Panel inferior: imagen similar a la superior pero filtrada con una resolución de 6farcs4 (Yusef-Zadeh et al. 2022a).

Diferencias entre las poblaciones de hebras

Varias características permiten diferenciar las poblaciones de hebras descubiertas. En primer lugar, los filamentos verticales son perpendiculares al plano galáctico, mientras que los horizontales son paralelos a este plano, pero apuntan radialmente hacia el centro de la galaxia donde se encuentra el agujero negro. Por otro lado, los filamentos verticales son magnéticos y relativistas (abarcan partículas que se mueven a velocidades cercanas a la de la luz), sin embargo, los horizontales parecen emitir radiación térmica producto de la aceleración térmica del material en una nube molecular.

Otro elemento que los diferencia tiene que ver con el número de elementos en las poblaciones, pues hay varios cientos de hebras verticales y solo unos pocos cientos horizontales. En cuanto al tamaño, los hilos verticales, que miden hasta 150 años luz de altura, superan con creces el tamaño de los filamentos horizontales, que miden entre 5 y 10 años luz de longitud. Así mismo, mientras los filamentos verticales también adornan el espacio alrededor del núcleo de la galaxia; los filamentos horizontales parecen extenderse hacia un solo lado, apuntando hacia el agujero negro.

Un hallazgo sorprendente y un trabajo no terminado

“Fue una sorpresa encontrar de repente una nueva población de estructuras que parecen apuntar en la dirección del agujero negro”, dijo Yusef-Zadeh. “Estaba realmente atónito cuando vi esto. Tuvimos que trabajar mucho para establecer que no nos estábamos engañando a nosotros mismos. Y descubrimos que estos filamentos no son aleatorios, sino que parecen estar vinculados a la salida de nuestro agujero negro. Al estudiarlos, podríamos aprender más sobre el giro del agujero negro y la orientación del disco de acreción. Es satisfactorio cuando uno encuentra orden en medio de un campo caótico del núcleo de nuestra galaxia”.

“Creemos que deben haberse originado con algún tipo de salida de una actividad que ocurrió hace unos millones de años”, dijo Yusef-Zadeh. “Parece ser el resultado de una interacción de ese material saliente con objetos cercanos. Nuestro trabajo nunca está completo. Siempre necesitamos hacer nuevas observaciones y desafiar continuamente nuestras ideas y reforzar nuestro análisis”. El estudio fue publicado este viernes en The Astrophysical Journal Letters.

Se muestran los ángulos de posición codificados por colores para todos los filamentos cortos y largos identificados en la imagen de mosaico. Panel superior: indicando una dirección preferida de filamentos cortos. Panel inferior: seleccionando solo filamentos largos.

 

Descubren fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años en Colombia

Paleontólogos descubrieron fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años de antigüedad en Colombia, informó este martes la universidad que lideró la exploración, cuyos resultados son clave para entender la geografía de Sudamérica en las épocas del Paleoceno y Eoceno.

Los fósiles de los reptiles Puentemys mushaisaensis, que se calcula medían cerca de 1,5 metros de largo, fueron hallados en el montañoso municipio de Socha (noreste), aseguró la Universidad del Rosario en un comunicado.

El descubrimiento es inédito en esta zona andina, pues los ejemplares de esta especie más cercanos están a cientos de kilómetros en El Cerrejón, una mina de carbón cercana al mar Caribe.

“Encontrarlas 500 kilómetros al sur (...) nos permite reconstruir y entender cómo eran los paisajes” del norte de Sudamérica, pues en lugar de las actuales montañas andinas de hasta más de 5.000 msnm allí había “lagos conectados y cordilleras de muy baja altitud”, explicó Edwin Cadena, el paleontólogo a cargo de la investigación.

El estudio “permite conocer mejor la conectividad de los ambientes acuáticos del norte de Sudamérica durante una parte del tiempo geológico conocido como el Paleoceno y Eoceno”, añade el comunicado.

Ambas épocas hacen parte del Paleógeno (66 a 23 millones de años atrás), el primer período geológico después de la extinción de los dinosaurios.

Fuente: AFP

Verse a uno mismo durante videollamadas causa cansancio mental, según estudio

La sensación de agotamiento afecta tanto a hombres como a mujeres de manera similar, lo que contradice los resultados de investigaciones previas.

Verse a uno mismo en la pantalla durante videollamadas en plataformas como Zoom o Teams causa cansancio mental, según en un estudio publicado recientemente en la revista científica Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking.

Los investigadores de la Universidad de Galway (Irlanda) evaluaron la actividad cerebral de 32 personas (16 hombres y 16 mujeres) mediante electroencefalogramas mientras estaban en una videollamada en Zoom, y en distintos momentos de la comunicación se mostraban o se ocultaban en su propia pantalla.

Los resultados revelaron que los niveles de cansancio fueron mayores cuando los participantes podían verse a sí mismos, y esto afectaba tanto a hombres como a mujeres de manera similar. Esta conclusión contradice las deducciones de investigaciones previas que afirman que las mujeres experimentan más cansancio que los hombres dado que tendrían “la mayor conciencia de sí mismas generada al verse en una pantalla”, señala el estudio.

“Nuestro estudio demuestra que la sensación de cansancio que surge durante las videollamadas es real y el hecho de ver nuestro propio reflejo lo hace aún más agotador”, indicó Eoin Whelan, quien dirigió la investigación. “Desactivar la imagen en espejo puede ayudar a compensar la sensación de cansancio en las reuniones virtuales”, agregó.

Demasiada comida chatarra podría causar daños duraderos al cerebro

Investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y otras funciones.

Neurocientíficos de la Universidad del Sur de California (USC) en EE.UU. descubrieron que la ingesta abundante de una dieta occidental, alta en grasas y azúcar, desde la temprana edad, puede provocar problemas duraderos de memoria en animales de laboratorio.

“Lo que vemos […] es que, si estas ratas crecieron con esta dieta de comida chatarra, entonces tienen problemas de memoria que no desaparecen”, explica Scott Kanoski, profesor de la USC. “Si simplemente los sometes a una dieta saludable, estos efectos lamentablemente duran hasta la edad adulta”, agregó.

La concepción de la investigación

Al desarrollar el estudio, Kanoski y su estudiante de postdoctorado, Anna Hayes, tuvieron en cuenta el antecedente de que las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer tienden a tener niveles más bajos de acetilcolina en el cerebro. Los investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran la acetilcolina, un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y funciones como el aprendizaje, la atención, la excitación y el movimiento muscular involuntario.

Los científicos se cuestionaron sobre el impacto que podrían tener estas dietas occidentales para las personas más jóvenes que pueden seguir una dieta similar, particularmente durante la adolescencia, cuando su cerebro está experimentando un desarrollo significativo.

Los experimentos

Los investigadores rastrearon los niveles de acetilcolina de un grupo de ratas con una dieta grasosa y azucarada y en un grupo de control de ratas analizando sus respuestas cerebrales a ciertas tareas diseñadas para probar su memoria.

La prueba implicó dejar que las ratas exploraran nuevos objetos en diferentes lugares. Días después, los investigadores reintrodujeron a las ratas en la escena, que era casi idéntica, excepto por la adición de un objeto nuevo. Las ratas que siguieron la dieta de comida chatarra mostraron signos de que no podían recordar qué objeto habían visto anteriormente ni dónde, mientras que las del grupo de control mostraron familiaridad.

Conclusiones

Según los científicos, su estudio refuerza el importante vínculo entre el intestino y el cerebro. “La señalización de acetilcolina es un mecanismo para ayudarles a codificar y recordar esos eventos, análogo a la ‘memoria episódica’ en los humanos, que nos permite recordar eventos de nuestro pasado”, subrayó Hayes. “Esa señal parece no ocurrir en los animales que crecieron con una dieta grasosa y azucarada”, añadió. La investigación se publicó recientemente en la revista científica revisada por pares Brain, Behavior, and Immunity.

Kanoski enfatizó que la adolescencia es un período muy sensible para el cerebro cuando se están produciendo cambios importantes en el desarrollo. “No sé cómo decir esto sin sonar como Casandra y pesimismo”, apuntó, “pero desafortunadamente, algunas cosas que pueden ser más fácilmente reversibles durante la edad adulta son menos reversibles cuando ocurren durante la niñez”, agregó.

Finalmente, los investigadores lograron revertir la capacidad de memoria en las ratas experimentales con medicamentos que inducen la liberación de acetilcolina, inyectada directamente en el hipocampo cerebral. Sin embargo, Kanoski señala que se necesita una investigación más amplia para saber cómo se pueden revertir los problemas de memoria, causados por una dieta de comida chatarra durante la adolescencia, sin necesidad de una intervención médica tan especial.