La misión espacial rusa Luna-25 entra en la órbita lunar

Se trata de la primera vez en la historia moderna de Rusia, en la que una estación automática entra en órbita de la Luna.


Fuente: Instituto Ruso de Investigación Espacial

El módulo Luna-25 ha entrado en la órbita del satélite natural de la Tierra, comunicó este miércoles el Instituto Ruso de Investigación Espacial.

La tarea se completó a las 12:03 (hora de Moscú). Se trata de la primera vez en la historia moderna de Rusia, en la que una estación automática entra en órbita de la Luna, señaló el organismo.

“Esto ha sido posible gracias a dos activaciones del sistema automático de propulsión de la estación. El primer encendido se realizó a las 11:57 (hora de Moscú) por parte el motor de frenado correctivo y duró 243 segundos, mientras que el segundo fue de los motores de alunizaje suave y duró 76 segundos”, precisó.

Además, el instituto informó que todos los sistemas del módulo espacial funcionan con normalidad y que la comunicación con él es “estable”. Ahora mismo, se están llevando a cabo sesiones de medición de los parámetros de navegación.

Luna-25 fue lanzado la mañana del pasado viernes desde el cosmódromo Vostochni, situado en el Lejano Oriente de Rusia. El objetivo de la misión pasa por comprobar la presencia de agua congelada que podría sustentar la vida en la superficie lunar. Está previsto que el módulo complete su alunizaje cerca del polo sur del satélite el próximo 21 de agosto.

Descubren cómo afecta al bebé lo que escucha durante el embarazo

Se demostró que los cerebros de los recién nacidos pueden recordar la lengua en la que se comunicaba su madre mientras estaban en el útero, lo que en últimas instancias los ayudaría a aprender hablar.

Un grupo de investigadores italianos concluyó que los bebés tienen cierta exposición al idioma hablado por su madre incluso antes de su nacimiento, tras observar cambios específicos en su actividad cerebral, informó el pasado jueves la Universidad de Padua (Italia).

Se tiene documentando que la adquisición del lenguaje empieza durante el embarazo, debido a que el feto comienza a escuchar los sonidos que se propagan en el útero materno entre las 24 y 28 semanas de gestación, aunque de manera distorsionada.

Por otro lado, se sabe también que los recién nacidos prefieren la voz de su madre sobre otras voces femeninas, además de que muestran preferencia por el idioma que hablaba su progenitora durante el embarazo. No obstante, se desconocían los procesos neuronales que permiten al cerebro en desarrollo aprender de la lengua escuchada prenatalmente.

“Nos preguntamos cómo cambia la actividad cerebral de los recién nacidos después de escuchar frases en su propia lengua o en otras lenguas y planteamos la hipótesis de que estos cambios son la base neuronal del aprendizaje de la lengua materna”, indicaron los científicos.

Los recién nacidos recuerdan el idioma de su madre

En un nuevo estudio publicado en la revista Science Advances, se reportaron las mediciones de la actividad neuronal, obtenidas mediante electroencefalograma, de 33 bebés que fueron sometidos en su gestación a estimulaciones del habla. Estos estímulos consistieron en grabaciones de oraciones en francés, su idioma materno, así como en español e inglés, lenguas desconocidas para ellos.

Los expertos descubrieron que los recién nacidos mostraban una alta actividad cerebral al momento de escuchar el francés, lo que no ocurrió con el español o el inglés. La profesora Judit Gervain explicó que la exposición a la lengua materna desencadena en el cerebro de los infantes complejos procesos cerebrales asociados con el aprendizaje de idiomas.

No obstante, destacó que estos procesos eran de menor intensidad cuando los recién nacidos escuchaban otra lengua, por lo que se llegó a la conclusión de que sus cerebros estarían estructurados para recordar y responder de forma diferente al idioma que escucharon antes de nacer. Esto los podría ayudar en sus primeras etapas de aprendizaje del habla.

Por último, los especialistas detallaron que, para futuras investigaciones, se deberá analizar si estos cambios neuronales ocurren solo en el lenguaje o también al escuchar música a la que estuvieron expuestos mientras estaban en el útero materno.

 

Obtienen las primeras fotos de una rarísima rata gigante que come cocos

La especie está al borde de la extinción debido a la tala de bosques en Vangunu, Islas Salomón, su hábitat natural.

Un equipo de biólogos australianos ha logrado fotografiar por primera vez en estado salvaje a la rata de Vangunu, un roedor gigante muy raro que mastica cocos y pertenece a una de las especies menos estudiadas del mundo, según un estudio publicado en la revista Ecology and Evolution.

Descrita recién en 2017 y conocida solo por su holotipo (un único espécimen), esta rata, que lleva el nombre científico ‘Uromys vika’, enfrenta un peligro crítico de extinción en rápido aumento, debido a la destrucción de su hábitat forestal en la única isla en la que se encuentra: Vangunu, Islas Salomón, según un comunicado de la Universidad de Melbourne, Australia.

Los habitantes de la zona contaban historias de enormes ratas que correteaban entre los árboles y que podían masticar los frutos del cocotero.

Sin embargo, la existencia de estos roedores fue un misterio hasta 2017, año en que un equipo de científicos del Museo Field de Chicago encontró un espécimen vivo durante una expedición y confirmó, mediante análisis de ADN, que pertenecía a una especie completamente nueva.

Esos animales pueden pesar hasta un kilo y alcanzar los 45,7 centímetros de largo, es decir, tienen un tamaño tres o cuatro veces mayor al de una típica rata negra o marrón.

Antes la ‘Uromys vika’ solo podía representarse en dibujos, pues recientemente lograron fotografiarla por primera vez.

Las 95 imágenes obtenidas pertenecen a cuatro individuos diferentes encontrados en los bosques de Zaira, cuya tala podría suponer la extinción de la especie, sugieren los investigadores.

 

Estudio revela por qué a veces nos duele la cabeza al tomar una copa de vino tinto

Curiosamente, los más propensos a causar ese efecto son los vinos más caros y de regiones más soleadas, ya que pueden contener cantidades mayores de quercetina, un antioxidante que, aunque saludable, genera dolores de cabeza.


Fuente: Nature.com

Algunos de nosotros, al beber vino tinto, incluso en pequeñas cantidades, sufrimos de dolor de cabeza, mientras que otras bebidas alcohólicas no nos provocan ese efecto.

Antes, se estimaba que el culpable era el alto nivel de componentes fenólicos, aunque no estaba del todo claro cómo funcionaba ese mecanismo. Ahora, han descubierto que el causante del dolor es una sustancia llamada quercetina, un antioxidante saludable y tipo de flavanol, pigmento vegetal que da color a las frutas y verduras, incluidas las uvas, tal como detalla un nuevo estudio de la Universidad de California en Davis publicado en la revista Scientific Reports.

La quercetina es considerada un antioxidante saludable, que, además, se vende en forma de suplemento. Sin embargo, también puede alterar el metabolismo del alcohol.

“Cuando llega al torrente sanguíneo, el cuerpo la convierte [la quercetina] en una forma diferente llamada glucurónido de quercetina”, explicó uno de los autores del trabajo, Andrew Waterhouse, citado por Medical Xpress.

“De esa forma, bloquea el metabolismo del alcohol“, agregó.

El vino tinto contiene niveles mucho más altos de quercetina y glucurónidos que el vino blanco u otras bebidas alcohólicas, indica la investigación.

Para comprobar su hipótesis, los científicos simularon un proceso biológico fuera del cuerpo humano en condiciones de laboratorio. Resultó que el quercetin-3-glucurónido, un metabolito típico de la quercetina, inhibe, es decir, ralentiza la acción del aldehído deshidrogenasa.

Esta enzima hepática juega un papel importante en la eliminación del alcohol del cuerpo al oxidar la toxina acetaldehído (un producto de la degradación incompleta del etanol). Tal alteración metabólica aumenta el nivel de acetaldehído, lo que puede provocar dolores de cabeza.

No todos los vinos tintos producen el mismo efecto, sugiere el análisis, ya que la luz solar, la edad y el proceso de elaboración de la bebida influyen en el hecho de que una sola copa provoque dolor de cabeza.

Los vinos de regiones más soleadas tienen mayores probabilidades de contener altas cantidades de quercetina, lo que los hace más propensos a provocar dolores de cabeza casi de inmediato.

El estudio detalla que las prácticas de viñedo en zonas que producen vinos ultraprémium suponen una mayor exposición al sol, lo que, a su vez, genera una mayor producción de quercetina.

Las variaciones en los niveles de quercetina surgen no solo de las diferencias en la composición de la uva inducidas por la exposición al sol, sino también de las técnicas de elaboración del vino, incluidos el contacto con la piel durante la fermentación, los procedimientos de estabilización/clarificación y los métodos de envejecimiento.