La superluna de fresa ilumina el firmamento este martes: ¿qué es y cómo verla?

La de este año será también la luna llena más baja del año.


Fuente: RT en español

Los aficionados a la astronomía podrán disfrutar este martes de la superluna llena conocida como ‘luna de fresa’. Para verla será necesario mirar en dirección sureste después de la puesta de sol, cuando la luna se eleva sobre el horizonte.

La luna llena empezó a aparecer frente al sol en longitud terrestre a las 11:51 GMT del 14 de junio. En la mayoría de las zonas horarias de la Tierra será visible desde este martes, aunque en el Pacífico, en la zona comprendida entre la isla neozelandesa de Chatham y el este de la línea internacional de cambio de fecha, aparecerá en la madrugada del miércoles, informa la NASA.

La superluna de fresa de este año será además la luna llena más baja del año, ya que se levantará solo 23,3 grados por encima del horizonte en la madrugada de este miércoles, a las 05:56 GMT, indica la agencia espacial.

¿Qué es la superluna de fresa?

Las superlunas se definen normalmente como cualquier luna llena situada a una distancia de al menos el 90 % del perigeo, que es el punto en el que la Luna está más cerca de la Tierra. La luna llena de este junio se encuentra a 357.658 kilómetros de nuestro planeta cuando sale al anochecer, informa el portal Space.com.

Este tipo de lunas son hasta un 30 % más brillantes que una luna llena normal y un 17 % más grandes, pero desde la Tierra tienen un aspecto no muy distinto al de una luna llena habitual.

Por su parte, la luna llena de fresa debe su nombre a la tradición de varias culturas nativas norteamericanas, que la llaman así porque el fenómeno tiene lugar durante el breve periodo de tiempo en que las fresas ya están maduras para cosecharlas.

Los microplásticos, preocupantes para la salud humana, según estudio

Desde los pulmones hasta los riñones, incluso en la sangre, los microplásticos se encuentran en casi todas las partes del cuerpo humano.

Aunque los científicos no saben de forma certera, de momento, cuál es el impacto real que tienen en la salud, numerosos especialistas han dado la voz de alarma.

Se han detectado micropartículas de plástico (de menos de 5 milímetros) en el aire, el agua, en los alimentos, los envoltorios, los textiles sintéticos, las llantas y los cosméticos.

Cada día, los humanos los ingieren por inhalación o por contacto con la piel.

“El hombre de 2024 contiene plásticos en prácticamente todos los órganos de su cuerpo (...) y probablemente será aún peor para los niños nacidos en 2040″, afirmó Fabienne Lagarde, investigadora del Instituto de Moléculas y Materiales de Le Mans, en Francia, durante una audiencia reciente con legisladores franceses.

En los últimos años, los científicos los han encontrado en pulmones, corazón, hígado, riñones y también en la placenta y en la sangre.

Además, diversos estudios señalan la correlación entre los microplásticos -incluso los nanoplásticos, 1.000 veces menores- y problemas de salud.

Entre los más recientes, uno publicado en marzo en el New England Journal of Medicine, que demuestra una asociación entre la acumulación de esas partículas en los vasos sanguíneos y un mayor riesgo de infarto y  de muerte entre determinadas personas con arteriosclerosis.

- Desconocidos y peligrosos -

“Las investigaciones sobre los microplásticos se multiplican e identifican efectos muy preocupantes para la salud. Un reciente metaanálisis de 2.000 estudios animales demostró que los microplásticos parecen afectar a la fertilidad, estar ligados a un mayor riesgo de cáncer o afectar a la salud respiratoria”, explicó a AFP la profesora Tracey Woodruff, de la Universidad de California.

Para Woodruff, directora de un programa sobre salud reproductiva y medio ambiente, esos datos, sumados al “descubrimiento de microplásticos en numerosas partes del cuerpo, incluido el cerebro, los testículos e incluso el feto a través de la placenta”, constituyen una “señal de alarma”.

Hasta la fecha no se ha podido establecer una relación de causa y efecto entre la exposición humana a esos cócteles complejos de polímeros y aditivos químicos, a los cuales se pueden sumar otros contaminantes mediante un efecto de “caballo de Troya”.

La mayoría de los estudios se han realizado en laboratorio, a veces en células humanas o con modelos animales.

Algunos observadores ven en eso una limitación. Pero los estudios con animales examinan “sistemas biológicos muy similares a los humanos” y “los datos sobre animales se utilizan desde hace décadas para identificar las sustancias cancerígenas o reprotóxicas”, señaló Woodruff.

En cuanto al impacto de los microplásticos, persisten varias incógnitas sobre el papel de la forma, el tamaño, el tipo de plástico o el aditivo.

- “Principio de precaución” -

De las más de 16.000 sustancias químicas utilizadas o encontradas en los plásticos comercializados, más de un cuarto presentan riesgos conocidos, según una “coalición de científicos por un tratamiento eficaz de los plásticos”.

Entre ellos figuran “la infertilidad, la obesidad y las patologías no transmisibles como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y numerosos cánceres”, detalla una nota que publicaron este año.

Pero el nivel de exposición a los microplásticos sigue siendo incierto.

Un impactante informe de la oenegé Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) calculó en 2019 que una persona ingiere e inhala hasta 5 gramos de plásticos por semana, el equivalente a una tarjeta de crédito.

Sin embargo, hubo quien rebatió los resultados y la metodología de ese estudio, y varios trabajos científicos citan cifras menores o muy distintas, según las regiones del mundo.

Las investigaciones sobre microplásticos y salud, que comenzaron a inicios de los años 2000, deben continuar, aunque ya está dando lugar a medidas de acción, según expertos.

“Pese a ser un tema reciente y a las limitaciones identificadas, los peligros ligados a la exposición oral y a la inhalación existen”, destacó Muriel Mercier-Bonin, directora de investigación del Instituto Nacional de Investigación en Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de Francia, durante la audiencia ante el Parlamento francés.

Gobiernos, reguladores y fabricantes son clave, porque “lo más importante es reforzar las medidas para limitar la producción y la contaminación plásticas”, según Woodruff.

Individualmente, reducir su exposición es un “principio de precaución”, indican varios especialistas, que recomiendan evitar las botellas de plástico, no calentar los alimentos en recipientes de plástico, privilegiar la ropa de fibras naturales o ventilar la casa.

Fuente: AFP

La NASA investiga la posible existencia de vida en una luna de Júpiter

La sonda de la NASA Europa Clipper despegó este lunes desde Estados Unidos rumbo a una luna del planeta Júpiter para investigar si su composición permite albergar vida, un descubrimiento que tendría implicaciones vertiginosas.

Fuente: AFP

La sonda despegó acoplada a un cohete Falcon Heavy de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida. La misión llegará a Europa, uno de los satélites de Júpiter, en abril de 2030.

Se trata de un mundo que la agencia espacial estadounidense no ha observado aún de una forma tan detallada. Bajo su superficie de hielo hay un océano de agua líquida, estiman los científicos.

“Europa es uno de los lugares más prometedores para la búsqueda de vida más allá de la Tierra”, aseguró en rueda de prensa previa al lanzamiento Gina DiBraccio, funcionaria de la NASA.

La misión no buscará directamente señales de vida pero tratará de dar respuesta a la cuestión de su habitabilidad: ¿Europa tiene las condiciones que permiten que exista la vida?

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De ser así, entonces otra misión deberá ir para tratar de detectarla.

“Es una oportunidad para nosotros de explorar no un mundo que pudo haber sido habitable miles de millones de años atrás”, como Marte, “sino uno que podría ser habitable justo ahora”, dijo Curt Niebur, a cargo de la parte científica de la misión.

La sonda es la más grande diseñada por la NASA para la exploración interplanetaria, llega a 30 metros de largo con sus paneles solares extendidos, diseñados para captar la débil luz en el camino a Júpiter.

- ¿Vida primitiva? -

Las primeras imágenes cercanas de Europa, cuya existencia se conoce desde 1610, fueron hechas por la sonda Voyager en 1979, que revelaron las misteriosas líneas rojizas sobre su superficie.

En la década de 1990, la sonda Galileo confirmó la muy probable presencia de un océano.

Esta vez, Europa Clipper lleva varios instrumentos ultrasofisticados entre ellos cámaras, espectrógrafo, radares o un magnetómetro.

La misión debe permitir determinar la estructura y composición de su superficie congelada, la profundidad e incluso la salinidad del eventual océano.

Todo con el fin de comprender si los tres ingredientes necesarios para la vida se encuentran allí: el agua, la energía y algunos compuestos químicos.

Si existen, la vida podría estar en el océano bajo la forma de bacterias primitivas, explicó Bonnie Buratti, responsable científico adjunto de la misión. Aunque demasiado en lo profundo como para que Europa Clipper pueda verla.

¿Y si Europa finalmente no fuera habitable? “Eso también abriría la vía a una serie de cuestiones: ¿Por qué pensamos eso y por qué no está ahí?”, indicó Nikki Fox, administradora asociada de la NASA.

- 49 sobrevuelos -

En cinco años y medio de viaje para llegar a Júpiter la sonda recorrerá 2.900 millones de kilómetros y a partir de su llegada la misión principal durará cuatro años.

La sonda hará 49 sobrevuelos a Europa, a unos 25 kilómetros de la superficie.

Unas 4.000 personas trabajaron desde hace aproximadamente una década en esta misión cuyo costo es 5.200 millones de dólares.

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Una inversión justificada por la importancia de los datos que se van a recopilar, según la Nasa.

Si nuestro sistema solar revela que hay dos mundos habitables (Europa y la Tierra), “piensen en lo que esto significa al extender este resultado a los miles de millones de otros sistemas solares en esta galaxia”, dijo Curt Niebur.

“Incluso dejando de lado la cuestión de saber si hay vida en Europa, la sola cuestión de la habitabilidad abre un nuevo paradigma para la búsqueda de vida en la galaxia”, agregó.

Europa Clipper operará al mismo tiempo que la sonda Juice de la agencia espacial europea (ESA), que estudiará otras dos lunas de Júpiter, Ganímedes y Calisto, además de Europa.

Disfunción eréctil y su vínculo con medicamentos: lo que todo hombre debe saber

La disfunción eréctil es un problema común que puede afectar a hombres de todas las edades. Varios medicamentos, desde antidepresivos hasta analgésicos, pueden contribuir a este trastorno. Es crucial que los hombres comprendan los riesgos asociados con estos fármacos y busquen información y apoyo para gestionar su salud.

La disfunción eréctil, incapacidad para mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales, podría ser causada, entre otras razones, por algunos medicamentos, incluidos fármacos relativamente comunes. Si bien son efectivos en el tratamiento de enfermedades, los medicamentos en cuestión pueden influir en las hormonas masculinas, así como afectar a los nervios o la circulación sanguínea, provocando impotencia o, al menos, incrementando posibles riesgos de su desarrollo.

La incidencia de casos de disfunción eréctil aumenta con la edad. Así, entre los hombres de más de 70 años, la prevalencia se estima entre el 50 y el 100 %, mientras que para el año 2025, se prevé que alrededor de 322 millones de hombres sufran esta condición.

Betabloqueantes

Estos medicamentos suelen utilizarse para tratar la presión arterial alta cuando otros fármacos no han surtido el efecto deseado. Los betabloqueantes hacen que el corazón lata más lento y con menos intensidad, lo que conduce a la reducción de la presión arterial. Al mismo tiempo, al igual que el resto de medicamentos utilizados para la hipertensión, los betabloqueantes pueden causar la disfunción eréctil.

No obstante, comentan los expertos, la vinculación entre el tratamiento con betabloqueantes y el desarrollo de la impotencia es menos común de lo que se puede pensar. Según los recientes estudios, este efecto secundario se registra solamente en menos del 1 % de los pacientes.

Antidepresivos

Los efectos secundarios de los antidepresivos también incluyen cambios en los deseos sexuales, problemas de erección y la disminución de la libido. Así, los antidepresivos serotonérgicos, que tratan la depresión aumentando los niveles de serotonina en el cerebro, se asocian frecuentemente con la aparición de disfunción sexual en varones sexualmente activos, alcanzando el 80 % de los casos analizados.

A su vez, la disfunción eréctil, igual que la lubricación vaginal, se encuentra entre los efectos de tratamiento con antidepresivos a medio plazo (de 2 a 8 semanas) en el 30 % de los datos clínicos evaluados.

Esto pasa porque la mayoría de los antidepresivos pueden influir en los niveles de testosterona y estrógeno.

Analgésicos opiáceos

Este tipo de medicamentos afectan los receptores dentro del cerebro. En este sentido, algunas investigaciones indican que la disfunción eréctil se encuentra entre los efectos negativos más comunes entre aquellos que recurren a su uso. Sin embargo, hay que precisar que solamente los analgésicos opiáceos están vinculados a tales riesgos, mientras que los estudios no lograron asociar el desarrollo de la disfunción eréctil con el tratamiento con analgésicos no opiáceos que son capaces de solamente aliviar el dolor leve y reducir la fiebre.

Medicamentos antihistamínicos

Ciertos antihistamínicos usados para tratar alergias y rinitis pueden mermar el deseo sexual y afectar a la función reproductiva masculina a través de su impacto en la histamina, que también desempeña un papel positivo en el proceso de mantener la erección.