Las redes sociales como enemigos de la intimidad y el deseo genuino

En la era digital, las interacciones a menudo se despliegan a través de plataformas virtuales, donde las personas pueden compartir fragmentos de sus vidas, construir identidades y conectarse con otros, de maneras antes inimaginables. Sin embargo, hay quien sostiene que este paradigma erosiona la forma en que percibimos y nos relacionamos con nuestros semejantes. 

Por Gonzalo Cáceres – periodista

Si bien la tecnología puede ser un medio poderoso para conectar a las personas, también nos insta a la reflexión sobre cómo preservar la riqueza de la presencia real y la apreciación auténtica del otro, en un mundo cada vez más digitalizado.  A medida que las relaciones se construyen a través de puentes digitales, surge la pregunta crucial sobre cómo estos cambios afectan la autenticidad, la intimidad y el sentido de la alteridad en nuestras relaciones interpersonales.

El reconocido filósofo surcoreano Byung-Chul Han ofrece el concepto de la “desaparición del otro” como una preocupación central en su obra “La agonía de Eros (2014)”, supuesto que refleja la manera en que la tecnología y la hiperconectividad repercuten en “la percepción y la presencia” del “otro” en las relaciones humanas. 

Al explorar este tema, Han plantea preguntas cruciales sobre “cómo la interacción digital y la exposición constante a través de pantallas impactan la autenticidad, la intimidad y el sentido de la alteridad en las relaciones interpersonales”.

La idea de la “desaparición del otro” se desarrolla en varios aspectos, siempre en la visión de Han. En primer lugar, la pantalla, ya sea en computadoras, tabletas o teléfonos inteligentes, actúa como una interfaz que media nuestras interacciones. A través de esta, las personas pueden comunicarse, compartir experiencias e incluso establecer relaciones románticas. Sin embargo, Han argumenta que esta “mediación tecnológica” puede conducir a la desaparición del “otro” al convertir a las personas “en meros objetos de percepción visual y auditiva”. 

Es en este campo en que se deja ver que la riqueza de la presencia física, con todos sus matices emocionales y sensoriales, se pierde en el mundo digital”, donde la comunicación se reduce a texto, imágenes y emojis.

La “desaparición del otro” también se relaciona con la forma en que las redes sociales presentan identidades construidas, digitalmente. En plataformas como Facebook e Instagram, las personas tienen la capacidad de seleccionar cuidadosamente los aspectos de sus vidas que comparten, creando una versión idealizada de sí mismos. Esta “representación selectiva” puede llevar a la formación de una imagen “distorsionada del otro (solo vemos lo que la persona elige mostrar)”.

Es así que, en lugar de interactuar con individuos “completos y complejos”, y todo lo que ello encierra, nos encontramos con “proyecciones cuidadosamente curadas que pueden no reflejar la auténtica realidad”.

El fenómeno de la desaparición del “otro” también se manifiesta en la falta de empatía y conexión emocional en las interacciones en línea. La distancia física y la ausencia de señales no verbales pueden dificultar la comprensión de las emociones y experiencias del otro.

 Además, la rapidez con la que se pueden realizar conexiones y desconexiones en el mundo digital puede llevar a una disminución de la “inversión emocional” en las relaciones. 

La facilidad con la que podemos bloquear, dejar de seguir o eliminar contactos en línea puede contribuir a crear/alimentar una “actitud desechable” hacia los demás, donde la conexión puede ser “efímera y fácilmente reemplazable”.

La sobreexposición a imágenes y representaciones idealizadas en las redes también afecta el modo en que percibimos “el atractivo y el deseo en el ámbito sexual”. 

La constante comparación con estándares poco realistas puede influir en la autoestima y generar presiones de rendimiento (tensiones) en la esfera íntima. La búsqueda de validación en línea puede distorsionar la autenticidad de las relaciones al enfocarse en la presentación de uno mismo en lugar de en la conexión genuina con el otro.

La “desaparición del otro” también se vincula con la idea de la “sociedad del rendimiento” que Han desarrolla con especial atención. En esta sociedad, el valor de las personas se mide en términos de productividad, eficiencia y éxito; mentalidad que tiende a infiltrarse en las relaciones, donde el rendimiento y la presentación de uno mismo pueden volverse “más importantes que la autenticidad y la aceptación mutua, restando valor a la experiencia misma y al compromiso con el otro”.

La presión para mantener una imagen positiva puede inhibir la expresión honesta de deseos y necesidades en la esfera erótica, contribuyendo a una pérdida del “eros genuino”.

Para contrarrestar la “desaparición del otro”, Han sugiere la importancia de cultivar la presencia real en las interacciones. Esto implica estar plenamente presente en el momento, desarrollar empatía y reconocer la complejidad del otro como ser humano, con todos sus matices.

¿Cómo evadir este paradigma? Pues, para Han, resulta imposible; pero sí capaz de volverse tolerable, ¿cómo? desarrollando la habilidad de resistir la lógica de la sobreexposición y la sobreexigencia en la esfera digital, fomentando un enfoque más reflexivo y auténtico hacia las relaciones y la necesidad de las personas.

En consecuencia, Han insta a sus lectores a considerar “cómo podemos preservar la autenticidad, la intimidad y la conexión humana”. La “desaparición del otro”, según Han, “no es inevitable”, y la conciencia y la resistencia pueden allanar el camino hacia relaciones más significativas y satisfactorias.

 

Registro del “guaraní oral”, un proyecto que busca preservar nuestra riqueza lingüística

Desde la Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL) impulsan un interesante proyecto que tiene como finalidad el registro y la documentación del guaraní oral, a partir de relatos con hablantes nativos de la lengua.

Por Robert Bourgoing (@robertb_py)

Conocer la profundidad del guaraní y sus orígenes necesariamente nos remonta a nuestros ancestros, aquellos primeros aborígenes que poblaron estas tierras y nos dejaron como legado imperecedero este dulce idioma que, con el paso de los siglos, sigue más vigente que nunca.

Para cualquier idioma en el mundo, la conservación va relacionada directamente con la transmisión oral de la misma, puesto que, si no existen hablantes de una lengua, la misma va perdiendo fuerza hasta acabar muriendo con el paso del tiempo.

Buscando documentar ese “guaraní oral”, la Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL) impulsa un ambicioso proyecto que abarca entrevistas a personas de diferentes puntos del país y que tienen un rasgo en común: son hablantes nativos de la lengua.

Para lograrlo, se llevan a cabo entrevistas con personas mayores de 60 años, de modo a registrar y documentar el “guaraní oral” y con ello gestionar la recopilación de relatos que luego permitirán preservar esta lengua ancestral, que constituye un pilar fundamental de la identidad cultural del país.

A través de grabaciones en audio y video, se busca construir un corpus lingüístico que abarque diversos aspectos de la vida y cultura paraguaya, incluyendo la vida en el campo, sabiduría popular, costumbres, creencias, tradiciones, agricultura y gastronomía.

La iniciativa, liderada por la Dirección General de Investigación Lingüística de la SPL, se ha desplegado en múltiples departamentos de la región Oriental. En una etapa reciente, los técnicos de la institución visitaron el departamento de Guairá, donde trabajaron con informantes de los distritos de Borja, Iturbe e Itapé. Anteriormente, se realizaron registros en el departamento de Caaguazú, ampliando así la diversidad de relatos y experiencias recopiladas.

El director general de la Dirección General de Investigación Lingüística, Arnaldo Casco Villalba, junto con los jefes de departamento Biera Cubilla y Christian Ojeda, y el director de Tecnología de la Información y Comunicación, Moisés Olmedo, han liderado estas expediciones, asegurando la calidad y autenticidad de los registros obtenidos.

La importancia de este proyecto radica en la preservación del guaraní en su forma más pura y auténtica, tal como es hablado por las generaciones mayores. Al documentar estos relatos, la SPL no solo conserva una parte esencial del patrimonio cultural inmaterial de Paraguay, sino que también proporciona recursos valiosos para futuras investigaciones lingüísticas y educativas.

Además, este esfuerzo contribuye al cumplimiento de la Ley de Lenguas de Paraguay, que establece la promoción y desarrollo de las lenguas oficiales y la preservación de las lenguas indígenas. La creación de un corpus del guaraní oral facilitará la implementación de políticas lingüísticas más efectivas y la promoción del bilingüismo en el país.

La SPL planea continuar con este proyecto en otros departamentos, ampliando la base de datos y asegurando que las futuras generaciones tengan acceso a la riqueza lingüística y cultural que el guaraní representa. Este esfuerzo es un testimonio del compromiso de Paraguay con la preservación de su identidad cultural y la promoción de la diversidad lingüística.

Impuesto a servicios digitales: en qué casos se aplican y cuál es el porcentaje de cobro

En redes sociales, muchas personas expresaron sorpresa ante el cobro del 10 % “extra” del IVA ante la compra de una entrada para un concierto musical en el extranjero. Sin embargo, existe una ley vigente desde el 2021 que establece dicho porcentaje a favor del fisco. Netflix, Spotify, YouTube y ¿hasta entradas para conciertos en el exterior?

Por @JuancitoRiveros

“Increíble cómo los bancos te cobran por un impuesto sobre una entrada a un show que ni siquiera es en Paraguay”, fue una de las quejas de los usuarios en redes sociales días atrás.

Ante esta situación, Óscar Orué, director nacional de Ingresos Tributarios, explicó que existe una ley vigente desde enero del 2021, específicamente la 6.380 del “Impuesto a la Renta de No Residentes (INR)”, conocida como la Ley de Servicios Digitales.

“Nosotros aplazamos la implementación en el 2020 por la pandemia y entró en vigencia desde el 2021”, señaló Orué, afirmando al mismo tiempo que, en el caso expuesto inicialmente, corresponde el pago del 10 % del IVA.

“La ley no habla de actividad, sino de la característica del servicio. Si una plataforma o sistema intermedia en la compra de algo, sea lo que sea, se paga el IVA”, agregó Orué, en conversación con Universo 970 AM de Nación Media.

Al respecto, cabe mencionar que, la ley de Servicios Digitales es aplicada a aquellas operaciones efectuadas por las entidades bancarias, financieras, casas de cambio, cooperativas, procesadoras de pago o entidades similares, al momento de la adquisición desde el territorio nacional de servicios digitales de personas domiciliadas o entidades constituidas en el exterior del país, prevista en el Artículo 4° del Decreto N° 3107/2019 “Por el cual se reglamenta el Impuesto al Valor Agregado (IVA) establecido en la Ley N° 6380/2019 “De Modernización y Simplificación del Sistema Tributario Nacional”.

Para la DNIT, se consideran servicios digitales a efectos impositivos, los que se proporcionen mediante aplicaciones, plataformas de intermediación o contenidos en formato digital a través de internet, o cualquier otra red o sistema, esencialmente automatizados, pudiendo o no requerir una intervención humana mínima, siempre que por los servicios mencionados se cobre una contraprestación.

Los servicios digitales estarán gravados por el IVA y el INR cuando son UTILIZADOS Y APROVECHADOS EN EL PAÍS, a dicho efecto se considerará las siguientes situaciones, cuando:

- La dirección IP del dispositivo utilizado por el cliente o código país de la tarjeta SIM;

- La dirección de facturación del cliente;

- La cuenta bancaria utilizada para la remisión del pago;

- La dirección de facturación del cliente de la que disponga el banco;

- La entidad financiera emisora de la tarjeta de crédito o de débito con que se realice el pago.

Padres exigentes vs. niños felices: malas notas no significan fracaso

La vuelta a clases no solo implica retomar los estudios, sino también adaptarse a nuevos ritmos y exigencias. Un pediatra advierte que la presión por las calificaciones puede generar ansiedad en los niños, afectando su bienestar emocional y su aprendizaje.

Con el inicio del año escolar, muchos niños y niñas enfrentan no solo el desafío de volver a las aulas, sino también la presión de cumplir con altas expectativas académicas de parte de sus padres.

En ese sentido, especialistas advierten que exigir calificaciones perfectas sin priorizar el bienestar emocional puede generar estrés y ansiedad en los estudiantes, afectando su desarrollo integral.

Al respecto, el pediatra Robert Núñez explicó que el regreso a clases representa un proceso de adaptación tanto física como emocional para los niños.

“Deben dejar atrás la rutina de las vacaciones y ajustarse nuevamente a horarios, reglas y la convivencia con otros. Esto no siempre es fácil y puede generar ansiedad si no se maneja correctamente”, señaló.

Más que notas, el aprendizaje

Uno de los principales errores que cometen algunos padres es enfocarse únicamente en las calificaciones, sin considerar el proceso de aprendizaje y la salud emocional de sus hijos.

“Las notas no son el objetivo final. Lo importante es que el niño adquiera conocimientos y habilidades para su futuro. Una mala calificación no significa que no esté aprendiendo, pero una presión excesiva sí puede generar frustración y afectar su autoestima”, explicó Núñez en entrevista con la 680 AM.

El especialista también mencionó que muchos niños enfrentan estándares superficiales impuestos por la sociedad, donde se valora más el rendimiento numérico que el desarrollo integral.

“Es fundamental que los padres promuevan una formación equilibrada, donde el arte, el deporte y el desarrollo personal sean tan importantes como las materias escolares”, agregó.

Acompañamiento y diálogo en casa

Para evitar que la escuela se convierta en una fuente de estrés, Núñez recomienda fomentar el diálogo en casa.

“Los niños de hoy tienen más herramientas para expresarse, debaten, cuestionan y buscan comprender su entorno. Es clave que los padres los escuchen, los orienten y los ayuden a manejar la ansiedad de forma saludable”, explicó.

También destacó la importancia de establecer hábitos que faciliten la adaptación al año escolar, como mantener horarios de sueño adecuados, reducir el tiempo frente a pantallas y organizar el tiempo de estudio sin dejar de lado el descanso y la recreación.

Preparar a los niños para la vida, no solo para los exámenes

Finalmente, Núñez enfatizó que la manera en que los niños gestionen sus emociones durante la etapa escolar marcará su desarrollo en el futuro.

“Un niño que aprende a manejar la presión y la frustración con el apoyo de su familia tendrá más herramientas para afrontar los desafíos de la vida adulta. El objetivo no es solo que aprueben exámenes, sino que crezcan seguros y emocionalmente fuertes”, concluyó.

El regreso a clases debe ser un proceso acompañado de comprensión y equilibrio. Más allá de las calificaciones, lo esencial es que los niños se sientan apoyados en su aprendizaje y desarrollo.