Trump, suspendido “de por vida” en Twitter: ¿medida acertada o censura a la libertad de expresión?

Tras los últimos incidentes registrados en Estados Unidos, Twitter decidió suspender de manera permanente la cuenta del presidente Donald Trump. Este hecho generó un amplio debate en diversas esferas, planteando interrogantes como ¿qué implicancias tiene esta decisión?, ¿fue acertada la suspensión o puede considerarse como una censura?

Por Robert Bourgoing (@robertb_py)

La noticia principal del miércoles fue la toma del Capitolio por parte de cientos de simpatizantes del presidente Donald Trump, quienes se autoconvocaron en gran número para expresar su rechazo a la validación de las elecciones de noviembre por parte del Congreso estadounidense.

En aquella oportunidad, el mandatario norteamericano había salido a expresarse a través de la red social Twitter -como ya es habitual-, brindando un mensaje que, para algunos, fue considerado como un apoyo a sus seguidores que cometieron el atropello a la sede legislativa.

Horas después, Twitter tomó una drástica decisión que marcaría un precedente: decidió suspender de manera permanente la cuenta de @realDonalldTrump, impidiendo acceder a su contenido, esto debido a una supuesta “glorificación de la violencia” a través de sus tweets.

Esta determinación ha generado un amplio debate por parte de diversos actores de la esfera política, comunicacional y tecnológica, así como en el ámbito de la defensa de la libertad de expresión y los derechos humanos.

Para Silvia Páez, asesora política y especialista en TICs, este caso puede considerarse como una censura previa, dado que se coarta la libertad de expresión de Trump en uno de los canales con los que mayormente se dirigía a su público siendo presidente.

“El enemigo tiene derechos en un Estado de derecho, solamente en una dictadura se puede callar al enemigo. El enemigo tiene también garantías incluso en el derecho privado, en este caso es la empresa”, refirió.

Páez también mencionó que, si bien muchos dicen que Trump aceptó entrar a Twitter y con ello aceptó sus Condiciones de Uso, hay que considerar que dentro del Estado hay prelaciones de leyes y tratados. Por consiguiente, las empresas están obligadas como tal a cernirse a ello, teniendo que ser sometidas a regulaciones de derechos. “No es que pueden hacer lo que quieran”, agregó.

A su criterio, lo más grave no fue la censura a la cuenta personal de Donald Trump sino la intrusión a la cuenta del gobierno de los Estados Unidos (en este caso, @POTUS) ya que se trata de una cuenta del Estado propiamente y no de una persona particular.

Igualmente, indicó que cualquier cuenta del Estado en cualquier red social debe ser utilizada como un bien público, no teniendo que ser sometidas a censura alguna para que sigan cumpliendo con su rol de comunicar e informar a la ciudadanía.

Maricarmen Sequera, directora ejecutiva de la organización TEDIC, considera como de interés público el hecho de conocer la opinión de un presidente de los Estados Unidos, estemos de acuerdo o no con lo que diga.

Si bien la figura de Trump puede verse como la de un agitador con un discurso del odio y manipulador con algunos conceptos, finalmente son opiniones suyas y eso es algo que se veía reflejado a través de sus publicaciones, expresó.

Pese a que el derecho a la libertad de expresión tiene ciertas limitaciones en todas partes del mundo, Sequera admite que esta es una situación particular porque, además de tener como involucrado al mismísimo presidente de Estados Unidos, se trata de un usuario que ha generado mucho contenido en esa plataforma y que ahora ya no estará disponible de manera permanente.

Sequera se muestra a favor de que este tipo de medidas sean sometidas a un órgano jurisdiccional independiente que juzgue el actuar y las implicaciones de los tweets de Trump antes de tomar una determinación, como un tribunal o la misma Corte Suprema de EE.UU. Así también, considera necesario un derecho de apelación, así como cuando una red social baja un contenido y el usuario puede reclamar a la plataforma por ello.

Una posibilidad es la de plantear no solo una autorregulación de las plataformas como Twitter sino de una corregulación donde esté involucrado el sector público junto con otros actores para medir los posibles abusos que se pudieran producir.

“Ninguna plataforma debería decir y hacer lo que se le antoja donde cualquier medida pudiera afectar a los derechos humanos, sobre todo cuando tienen tantos usuarios, es diferente a un foro donde están 50 personas”, expresó la responsable de TEDIC.

Por otra parte, Ezequiel Santagada, director ejecutivo del Instituto de Derecho y Economía Ambiental (IDEA) y especialista en acceso a la información pública, ve como una decisión desacertada de Twitter la suspensión definitiva a la cuenta de Donald Trump.

A su parecer, las fundamentaciones que plantea la compañía para argumentar esta medida son “puramente especulativas”. “Están llevándolo a una censura previa porque no podrá hablar más en esta red social”.

“Nos guste o no nos guste, sigue siendo el presidente de EEUU y es una fuente de información”, expresó en relación al debate planteado sobre esta cuestión.

Santagada afirma que cuando nos suscribimos a Twitter estamos aceptando sus condiciones y firmando un contrato, pero pese a ello no podemos socavar los alcances de derechos fundamentales, lo cual -a su criterio- ha ocurrido ahora.

“Estar prohibiendo de antemano por meras especulaciones por lo que él pueda expresar es un abuso a la libertad de expresión”, afirmó.

La suspensión que ha sufrido el mandatario norteamericano podría dejar un precedente y facultar a que una empresa privada (en este caso, una red social) pueda dictar qué podemos decir y qué no, según considera el director ejecutivo de IDEA.

Al igual que Maricarmen Sequera, Santagada también es partidario de que los tribunales sean quienes decidan en este tipo de situaciones y no la propia empresa, dado que se trata de un órgano jurisdiccional, independiente y con criterio para dirimir en disputas de esta índole.

“Twitter incurrió en una censura previa”, puntualizó.

Alerta sobre explosiva mezcla: un cóctel muy riesgoso para la salud

La mezcla de bebidas alcohólicas con energizantes, muy popular entre los jóvenes, puede ser muy peligrosa, ya que aumenta el riesgo de intoxicación, comportamientos arriesgados y efectos negativos en la salud.

La combinación de alcohol con energizantes se convirtió en una tendencia entre los jóvenes, debido en parte a la percepción de que los energizantes pueden contrarrestar los efectos sedantes del alcohol, lo que lleva a una sensación de estar más alerta y en control. Esto, reforzado por la publicidad y el marketing.

En la búsqueda de experiencias intensas y emocionantes, los jóvenes creen que este cóctel permite disfrutar de la fiesta por más tiempo sin experimentar la fatiga asociada al consumo de alcohol. Sin embargo, muchos desconocen los peligros que hay detrás de esta riesgosa práctica.

Los estimulantes de la cafeína en los energizantes pueden enmascarar los efectos sedantes del alcohol, lo que lleva a una falsa sensación de sobriedad. Esto puede resultar en un consumo excesivo de alcohol y un mayor riesgo de intoxicación. Además, la combinación de alcohol y cafeína puede aumentar el riesgo de comportamientos arriesgados o impulsivos.

La doctora Nilda Villalba, directora del Centro Nacional de Toxicología, reconoció que la combinación de bebidas alcohólicas con energizantes es una mezcla explosiva. Esto, a raíz de que las personas pierden la noción de los síntomas depresivos que el alcohol normalmente ocasiona en el organismo. Se trata de un “cóctel riesgoso para la salud”.

La experta resaltó que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central y las bebidas energizantes, por el contrario, son estimulantes. Por ello es que, las bebidas energizantes enmascaran los síntomas depresores del alcohol y hacen que las personas consuman de una manera engañosa.

Dentro de los componentes que poseen los energizantes sobresalen la cafeína, vitaminas, guaraná y son varias sustancias que se van mezclando para brindar esa característica particular de dar energía al organismo, según detalló a la radio 650 AM.

“Debemos estar preparados para afrontar las complicaciones que pueden darse por esa mezcla. Se desaconseja el consumo de estos productos en personas que están con problemas cardíacos, que sufren de hipertensión, las embarazadas, los diabéticos y los menores de 16 años. Los adolescentes están en una etapa de reconocimiento de los límites que tienen, entonces esos límites fácilmente se van de un extremo a otro, es por eso que desaconsejamos el consumo de esta mezcla”, subrayó.

Por su parte, el médico pediatra Robert Núñez había mencionado que los energizantes son la segunda sustancia más consumida por la franja etaria de entre 13 y 17 años, después del alcohol. Mayormente, los adolescentes consumen por curiosidad, y tres de cada cuatro menores de edad hacen la peligrosa mezcla de ambas sustancias.

Si bien es importante resaltar que esta mezcla no está prohibida (consumo del alcohol solo en mayores de edad), se deben conocer cuáles son los efectos nocivos de la misma en el organismo, de modo a evitar alguna complicación y desgracia que lamentar.

Estrella Roja: el socialismo marciano de Bogdánov

Podemos decir que Aleksándr Bogdánov fue un adelantado a su tiempo. En 1908 publicó Estrella Roja, una entretenida novela de ciencia ficción de inspirada naturaleza marxista, con la que se adelantó casi una década a las traumáticas revoluciones de febrero y octubre de 1917; que desembocaron en la llegada del Partido Bolchevique al poder en Rusia, el fin de 300 años de gobierno de los Románov y el posterior nacimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Por Gonzalo Cáceres-periodista

Alexander Alexandrovich Bogdánov (1873-1928) fue un revolucionario comunista bielorruso de múltiples talentos: escritor, médico, economista, científico y filósofo, también se formó en psiquiatría. Fundador del Partido Bolchevique, y de influencia significativa en el desarrollo de la teoría marxista en Rusia, ostentó una reconocida militancia política y el estrecho contacto que tuvo con Vladimir Lenin, al tiempo de evidenciar su relación con los más radicales movimientos obreros.

Pese a sus grandes aportes filosóficos, científicos y a las letras, Bogdánov no tuvo la misma repercusión en Occidente que la que sí vieron los monstruos de la literatura rusa como León Tolstói y/o Fiódor Dostoyevski, a razón -principalmente- de las escasas traducciones de sus novelas y otros escritos.

Pero hablemos de Estrella Roja, su principal y más conocido trabajo.

MARCIANOS COMUNISTAS

Estrella Roja aborda una serie de cuestiones políticas que reflejan los debates de la convulsa época en que fue escrita. El libro abraza al socialismo como ideal utópico, la lucha de clases y la revolución como temas de fondo, y una crítica al capitalismo y al papel del individuo en la sociedad socialista.

Precursora de la ciencia-ficción soviética, Estrella Roja se erige como una suerte de ventana por dónde observar el idealismo de la entonces incipiente era de las revoluciones industriales en la lúgubre Rusia de los zares que, tras la eclosión de las revueltas incitadas por los soviets, dio lugar a la redefinición de las clases sociales, lo que concibió una nueva relación con los medios de producción, la ciencia, la tecnología y la literatura.

El libro conjuga dos rasgos fundamentales y necesarios para la literatura de su época y de nuestros días: la imaginación y la utopía, porque además de fungir de testimonio político de su autor, también es considerada por los críticos como una de las primeras novelas sobre exploración espacial.

Bogdánov plasmó su visión de un futuro basado en la concepción de la igualdad social.

La trama se desarrolla en un futuro distante donde la humanidad pegó el salto tecnológico y emprendió la colonización de Marte. La historia sigue el viaje del ingeniero Leonid, quien llega al ‘planeta rojo’ y se sumerge en la sociedad marciana, que difiere significativamente de la que continúa en la Tierra.

La civilización humana en Marte alcanzó un estadio sin división de clases, donde todos sus miembros contribuyen según su capacidad, y reciben según necesiten; un sistema de características propias como ser, la economía planificada, el unipartidismo y la férrea dirección de las relaciones interplanetarias, lo que en la actualidad podemos interpretar como socialismo en la más exorbitante fase.

De forma intrínseca, Bogdánov reflexiona sobre la naturaleza de los humanos y el progreso social, y expone la forma -idealista- en que el socialismo puede transformar las relaciones y crear un mundo sin abusos de las clases dominantes, a priori más justo y equitativo, sin la odiosa brecha económica.

A través de Leonid, el lector atestigua una civilización humana harta de innovaciones con repercusión en el transporte, la generación y suministro de energía (ya trata, por ejemplo, la idea de sustituir los combustibles fósiles por fuentes renovables) y las comunicaciones, y con una medicina tan avanzada que las enfermedades graves son de extrema rareza y la longevidad moneda corriente, con novedosos procedimientos quirúrgicos y de diagnóstico.

Estrella Roja gozó de popularidad luego de plasmarse la Revolución Rusa y con la llegada de las generaciones soviéticas que vivieron los insistentes intentos de la URSS por desarrollarse como potencia mundial (la afamada carrera armamentista y espacial).

A Bogdánov se le reconoce explotar ideas hasta exageradas para su contexto, de ahí su importancia para la literatura universal. Estrella Roja permeó en menor o mayor medida en grandes novelas posteriores como Marte Rojo (1992) de Kim Stanley Robinson, Los Desposeídos (1974) de Ursula K. Le Guin, el Hombre de Marte (1946) de Stanislaw Lem y hasta hay quien asegura que el mismísimo Isaac Asimov se vio influenciado para la serie de la Fundación (1961-1993).

TRÁGICO FINAL

Después de la revolución, Bogdánov se centró en el trabajo en biología y medicina. En 1926 encabezó el primer instituto en el mundo de transfusión de sangre, lo que terminó en su trágico y evitable final.

Bogdánov falleció el 7 de abril de 1928 a raíz de una infección que contrajo tras un fallido experimento médico con transfusiones de sangre (dicen que recibió volúmenes de diferentes jóvenes en un intento de dar pie a su teoría del ‘colectivismo fisiológico’), lo que generó interés y debate a lo largo del tiempo (terminó como ejemplo en las grandes universidades).

Aunque su obra literaria y científica sigue siendo relevante, aquel experimento final y su resultado fatal marcaron su legado.

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Bolardos en San Lorenzo: protección para ciclistas, dolor de cabeza para automovilistas

San Lorenzo fue escenario de llamativos percances automovilísticos semanas atrás, específicamente en la avenida Victorio Curiel, donde los protagonistas no fueron precisamente los conductores, sino unos bloques de cemento conocidos como “bolardos”, colocados para dividir la bicisenda, pero ¿para qué realmente sirven?

Imprudencia, falta de atención y alta velocidad, los factores que, sobre esta avenida situada en Capilla del Monte causaron los reiterados accidentes donde los bolardos provocaron graves daños materiales.

Los bolardos se encuadran dentro del mobiliario urbano, y son los elementos que sirven para realizar delimitaciones de espacios, ya sean fijos o temporales. Muy útiles para limitar el acceso de vehículos y que los conductores sepan cuando se están aproximando a algo con lo cual, si colisionan, podrían generar accidentes.

Accidente con bolardos en Vittorio Curiel.Accidente con bolardos en Vittorio Curiel.

La Arq. Evelyn Madelaire de la Municipalidad de San Lorenzo explicó que estos delineadores tubulares, bolardos, fueron instalados en esa avenida para lograr una mayor seguridad vial, a fin de que los conductores puedan captar los obstáculos que tienen para circular, en este caso, una bicisenda.

“Los bolardos por definición son elementos que cumplen dos objetivos, en primer lugar, segregar, es decir, dividir lo que es el tránsito vehicular de la bicisenda. Y en segunda instancia, proteger, dar seguridad a los usuarios en mayor situación de vulnerabilidad, en este caso, el ciclista”, expresó durante una entrevista en el canal GEN/Nación Media.

Bolardos de cemento. Foto: Nación MediaBolardos de cemento. Foto: Nación Media

Vittorio Curiel es una avenida urbana que pasa por una zona residencial y una mixta, no es una autopista. La arquitecta indicó que, en ese trayecto, los vehículos circulaban a 80 km/h e incluso más, cuando deberían ir a 40km/h. Ante esto, se colocaron los bolardos.

Sin embargo, la alta velocidad todavía juega una mala pasada a los conductores que circulan por esa zona.

Apenas días después de que se colocaran estas barreras de cemento, dos automóviles atropellaron y destruyeron, no solo sus vehículos, sino también los bolardos hechos de hormigón. Uno circulaba a alta velocidad, el otro intentó adelantarse.

Cabe recordar que, la avenida Vittorio Curiel no es precisamente un trayecto en el que se pueda circular en doble fila, por lo que, insisten en respetar los límites de velocidad permitidos.

Sobre Vittorio Curiel no se puede circular en doble fila. Foto: Nación MediaSobre Vittorio Curiel no se puede circular en doble fila. Foto: Nación Media

¿Cumple o no cumple su función?, estamos viendo que sí cumple su función. Lamentablemente, para ciertos automovilistas, con perjuicio material. Cumple la función de proteger, nosotros no inventamos, no son precisamente necesarios para hacer funcionar una bicisenda, pero se usa”, finalizó Madelaire.

La Municipalidad de San Lorenzo está trabajando en un plan de educación y seguridad vial para que la ciudadanía pueda entender la funcionalidad de los bolardos. Así se buscará evitar que más conductores tengan que lamentar el perjuicio inmenso a sus rodados.