Desfile de moda en el Museo Británico de Londres molesta a Grecia

La ministra griega de Cultura, Lina Mendoni, expresó a última hora del sábado su enfado tras un desfile de la Semana de la Moda de Londres que se llevó a cabo entre los frisos del Partenón en el Museo Británico.

El diseñador Erdem Moralioglu escogió el impresionante marco de la sala de exposición de las esculturas del Partenón de Atenas para presentar la colección otoño/invierno 2024 de su marca homónima, Erdem, inspirada por la cantante griega María Callas y su interpretación de la ópera Medea en 1953.

“Al organizar un desfile de moda en los pasillos donde se exhiben las esculturas del Partenón, el Museo Británico demuestra de nuevo su falta total de respeto hacia las obras maestras de Fidias”, indicó Mendoni en un comunicado.

“Los directores del Museo Británico trivializan e insultan no sólo al monumento, sino también los valores universales que transmite. Las condiciones de exposición y almacenaje de las esculturas, en la Galería Duveen, se deterioran constantemente. Es hora de que las obras maestras escultóricas robadas y maltratadas brillen a la luz del Ática”, añadió.

Las esculturas fueron tomadas del templo del Partenón de la Acrópolis griega a principios del siglo XIX por el diplomático británico Thomas Bruce, conde de Elgin.

Grecia lleva décadas exigiendo la devolución de los frisos, argumentando que fueron “saqueados”, mientras Reino Unido dice que fueron adquiridos legalmente.

La Ley del Museo Británico de 1963 prohíbe retirar objetos de la colección de la institución.

Pero los responsables del museo, que se encuentra bajo presión para repatriar otras antigüedades extranjeras, no descartan un posible acuerdo de préstamo.

A finales de noviembre, el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis expresó su “molestia” tras la decisión de su homólogo británico Rishi Sunak de anular un encuentro en el que debían abordar el diferendo en torno a los frisos del Partenón.

El gobierno británico se habría molestado por unas declaraciones de Mitsotakis en la BBC un día antes de la reunión, en las que afirmó que conservar una parte de los frisos del Partenón fuera de Grecia equivale a “cortar la Mona Lisa (la Gioconda) en dos”.

© Agence France-Presse

El papa insta a acabar de inmediato la “barbarie” de la guerra en Gaza

El papa León XIV condenó este domingo la “barbarie” de la guerra en Gaza y pidió el fin del “uso indiscriminado de la fuerza”, pocos días después de un ataque mortal israelí contra una iglesia católica en el enclave.

Fuente: AFP

“Una vez más pido el fin inmediato de la barbarie de la guerra y una resolución pacífica del conflicto”, dijo el pontífice al final de la oración del Ángelus.

“Por desgracia, este acto se suma a los continuos ataques militares contra civiles y lugares de culto en Gaza”, subrayó.

El ataque del ejército israelí contra la única iglesia católica de la Franja de Gaza causó el jueves la muerte de tres personas y varios heridos, entre ellos el párroco argentino Gabriel Romanelli.

Desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, miembros de la comunidad católica se han refugiado en el templo, al igual que algunos cristianos ortodoxos.

Durante su sermón, León XIV hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que “respete el derecho humanitario y la obligación de proteger a los civiles”, así como la “prohibición de los castigos colectivos, el uso indiscriminado de la fuerza y el desplazamiento forzado de poblaciones”.

Un día después del ataque, el papa recibió el viernes una llamada del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien “reafirmó la urgente necesidad de proteger los lugares de culto y, sobre todo, a los fieles y a todas las personas en Palestina e Israel”, según un comunicado del Vaticano.

Ese mismo día, Netanyahu dijo “lamentar profundamente” el ataque y reconoció un “error”, al anunciar que Israel llevaría a cabo una “investigación sobre este incidente”.

En Canadá, la epidemia de sarampión reaviva las tensiones en torno a las vacunas

En la tranquila ciudad canadiense de Aylmer, donde menonitas con trajes tradicionales conviven con los residentes laicos, las divisiones en torno a las vacunas, surgidas durante la pandemia de covid-19, se reavivaron con la epidemia de sarampión que afecta al país.

Canadá erradicó oficialmente esta grave enfermedad altamente contagiosa en 1998.

Pero con 3.500 casos confirmados este año, este país de 40 millones de habitantes tiene ahora más contagios que su vecino Estados Unidos -que vive su peor epidemia de sarampión en más de 30 años- y que cualquier otro país occidental, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualizadas el 9 de julio.

Hay diferentes comunidades afectadas, pero los expertos creen que los grupos anabaptistas antivacunas de las provincias de Ontario (sureste) y Alberta (oeste) son los que más están contribuyendo a la epidemia.

Brett Hueston, que se crió en Aylmer, confiesa a la AFP que antes del covid no prestaba atención a las dos visiones del mundo de los habitantes de esta ciudad bucólica rodeada de tierras agrícolas en el suroeste de Ontario. Pero eso cambió.

“Crecí pensando, quizá ingenuamente, que todos estábamos en la misma sintonía como comunidad”, dice este hombre de 40 años, cuya familia publica el periódico local Aylmer Express, de 145 años de antigüedad.

“El covid realmente disparó las diferencias que existían”, añade.

Aylmer y sus 13 iglesias -para una población de 8.000 habitantes- fueron un auténtico hervidero de pólvora durante la pandemia.

Una de las principales congregaciones, la Iglesia de Dios de Aylmer, situada en un amplio y cuidado predio, desafió las restricciones de confinamiento y su pastor, Henry Hildebrandt, pagó una multa de 65.000 dólares canadienses (unos 47.000 dólares estadounidenses) por reunir fieles.

“Obedecí a Dios antes que a los hombres”, dijo entonces Hildebrandt, al reconocer que había infringido la ley a sabiendas.

Fuente: AFP

EEUU rechaza las reformas de la OMS para combatir las pandemias

El gobierno del presidente Donald Trump informó este viernes que Estados Unidos rechaza los cambios acordados en 2024 por los países de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las medidas para combatir las pandemias por considerar que violan su soberanía.

En cuanto regresó al poder el pasado 20 de enero, Trump decidió retirar a Estados Unidos de este organismo de la ONU, pero el Departamento de Estado precisó que las enmiendas a los reglamentos del año pasado todavía eran vinculantes para el país.

El jefe de la diplomacia, Marco Rubio, y el secretario de Salud, Robert F. Kennedy, muy crítico con las vacunas, arremetieron en un comunicado contra esos cambios.

“Corren el riesgo de una interferencia injustificada” en el “derecho soberano nacional a elaborar nuestra política sanitaria”, dicen.

“Anteponemos a los estadounidenses en todas nuestras acciones y no toleraremos políticas internacionales que infrinjan la libertad de expresión, la privacidad o las libertades personales de los estadounidenses”, añaden.

Rubio y Kennedy desvincularon a Estados Unidos de una serie de enmiendas a los reglamentos sanitarios internacionales que proporcionan un marco legal para combatir enfermedades, acordadas el año pasado en la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra.

Las enmiendas introducen la noción de “urgencia pandémica” y más “solidaridad y equidad”, según la OMS.

En su oposición a las enmiendas, Rubio y Kennedy también estiman que los cambios “no abordan adecuadamente la susceptibilidad de la OMS a la influencia política y la censura, especialmente de China, durante los brotes”.

“Lamentamos la decisión de Estados Unidos de rechazar las enmiendas”, dijo en una declaración en X el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Expresó que las enmiendas “son claras sobre la soberanía de los Estados miembros” al precisar que la OMS no puede imponer confinamientos o medidas similares.

Fuente: AFP