El día que Estados Unidos dejó de confiar en sí mismo

Los Ángeles (EEUU.), 4 nov (EFE).- Comercios blindados, furgones del servicio postal depositando papeletas a última hora, un recuento lento y de infarto con los candidatos lanzando mensajes sin conocer al ganador... La ansiedad y el catastrofismo se apoderaron este martes de la jornada electoral en un país que perdió la fe en sí mismo.

Por Javier Romualdo

La polarización que vive la sociedad estadounidense, en un año marcado por una triple crisis sanitaria, económica y social, hizo que las emociones dominaran en estos comicios sin dejar espacio a la razón.

Desde críticas a la integridad de las elecciones sin base ni fundamento, hasta el temor de numerosos ciudadanos por una reacción violenta al resultado de las urnas. En estas elecciones, Estados Unidos no parecía la democracia consolidada que llegó a marcar la pauta a seguir en el resto del mundo occidental.

El viejo proceso electoral de Estados Unidos, curtido durante décadas e imitado por numerosos países, ha sido incapaz de contener el terremoto provocado por nuevos fenómenos como la desinformación en redes sociales o la injerencia extranjera a través de la tecnología.

Y en ese agitado escenario, la trágica pandemia mundial no hizo más que contribuir al ambiente de caos en el que votaron los estadounidenses.

MIEDO A UN ESTALLIDO DE VIOLENCIA

Estados Unidos llegó a confiar tan poco en si mismo que blindó sus ciudades ante posibles estallidos de violencia que no se produjeron.

El 44 % por ciento de los votantes de California esperaban disturbios en la noche electoral, aseguraba una encuesta previa de la Universidad de Berkeley. Por el momento no los hubo, pero por si acaso calles como la mítica Rodeo Drive de Beverly Hills cerraron sus accesos, se llenaron de policías y tapiaron los edificios de arriba a abajo.

La capital, Washington DC, parecía un búnker en el día que debía ser la gran fiesta de la democracia. Nueva York, San Francisco, Austin… las grandes ciudades repetían la misma estampa.

¿CONTARÁ MI VOTO?

El voto anticipado fue la opción preferida para más de 100 millones de estadounidenses. Cifra récord.

En su mayoría, las papeletas llegaron por correo, aunque el viaje desde los buzones hasta los centros de votación fue tortuoso. El Servicio Postal se comprometió a entregar los votos a tiempo después de exponer sus dudas por el enorme despliegue que requería.

Así, mientras los ciudadanos votaban, furgones cargados de sobres llegaban a los centros electorales y los representantes de la agencia iban actualizando las entregas con la intención de calmar los ánimos.

“Muchas personas llegan aquí para depositar su sobre porque no confían en que pueda llegar por correo”, aseguraba a Efe una voluntaria en un centro de votación de Los Ángeles.

Que el presidente del país, Donald Trump, señalara al voto por correo como la base del fraude electoral y que el FBI, una agencia gubernamental, desmintiera tal sospecha no hizo más que aumentar la paranoia.

Incluso el Tribunal Supremo tuvo que pronunciarse en varias ocasiones a favor de que se cuenten los votos por correo enviados a tiempo aunque lleguen tras el cierre de las urnas, algo fundamental para los estados del país donde entre casa y casa hay campo y las distancias son abismales.

UNA NOCHE DE PREGUNTAS Y NO DE RESULTADOS

Pasadas las 4 de la mañana en la costa este (09.00 GMT) ni los ciudadanos, ni los periodistas, ni los candidatos conocían al ganador. Un recuento ajustado, con diferencias de uno y dos puntos porcentuales, hizo que las televisiones alargaran la emisión hasta la madrugada especulando sobre resultados que no llegaban.

Bien pasada la medianoche, cuando Trump iba con ventaja, habló y se proclamó ganador con un discurso en el que a falta de contar millones de votos aseguró que si cambiaba la tendencia sería un fraude electoral.

Antes había salido su oponente, Joe Biden, para tranquilizar los nervios de sus seguidores y recordar que quedaban muchas papeleteas por contar.

El escenario más catastrófico llegó y los aspirantes a la Casa Blanca podrían irse a dormir sin saber quién es el presidente del país. Por si los tribunales acaban teniendo la última palabra, las donaciones a las campañas electorales continuaron a pesar del fin de una fase. Quieren estar prevenidos no sea que, terminado este proceso, empiece otro mucho más complejo y desgarrador para una sociedad que ya muestra rupturas. EFE

Inundaciones también castigan a Uruguay: más de 700 fueron desplazados de sus hogares

El Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) dijo que en el norte del país hay 763 personas desplazadas, de las cuales 199 fueron evacuadas a centros de acogida y 564 se fueron por sus propios medios a casas de familiares y amigos.

Fuente: AFP

Las inundaciones avanzaron luego de tormentas muy fuertes y precipitaciones copiosas, la mayoría en departamentos limítrofes con Brasil, informó el martes la agencia uruguaya de gestión de crisis.

Tres rutas nacionales permanecen cortadas y unos 3.200 clientes no cuentan con suministro de energía eléctrica.

Hasta el miércoles rige un aviso del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) emitido el domingo por “tormentas fuertes y muy fuertes acompañadas de precipitaciones puntualmente copiosas”, que ya generaron advertencias de nivel amarillo y naranja.

“Se espera que en total, durante todo el evento meteorológico adverso, los acumulados se sitúen entre los 150 – 250 mm”, indicó el reporte de Inumet.

En Treinta y Tres, el departamento más afectado, el río Olimar se ubica en los 8,20 m, más de un metro por encima de la cota de seguridad. En Salto y Paysandú, el río Uruguay, que nace en la Sierra Geral en Brasil, ya superó también la cota de seguridad.

Los inéditos y explosivos detalles del encuentro sexual de Trump y exactriz porno

La exactriz de cine porno Stormy Daniels, en el centro del caso que ha sentado en el banquillo de la justicia a Donald Trump, describió este martes su encuentro sexual de 2006 que precipitó el juicio al expresidente.

Trump, de 77 años, está acusado de falsificar 34 documentos contables para ocultar el pago de 130.000 dólares destinado a comprar el silencio de Daniels, en plena recta final de las elecciones de 2016, que el magnate republicano ganó frente a Hillary Clinton.

Trump hizo pasar el pago a la exactriz, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, como gastos legales de su entonces abogado personal Michael Cohen, que había adelantado el dinero de su bolsillo, a través de la empresa familiar Trump Organization.

El testimonio de Daniels era uno de los momentos más esperados de este juicio que ha entrado en la tercera semana y que ha arrojado luz sobre las bambalinas de su campaña de 2016 cuando le acechaban pasados escándalos sexuales.

“La fiscalía llama a Stormy Daniels”, dijo la fiscal Susan Hoffinger, ante la impasible mirada del magnate, vestido con traje azul y corbata dorada, flanqueado por sus abogados en la vetusta sala del tribunal de Manhattan.

Daniels, de 45 años, con traje negro, empezó a desgranar su difícil infancia y su participación en la industria del porno.

- “Pijama de seda” -

Nerviosa, la testigo contó cómo conoció a Trump en un torneo de golf cuando tenía 27 años y trabajaba en relaciones públicas de la empresa de cine porno Wicked Entertainment.

“Sabía que era mayor, probablemente mayor que mi padre”, dijo Daniels a escasos metros del magnate.

La fiscalía muestra una foto de los dos en el golf, Trump con camisa amarilla y sombrero y ella con un top negro abrazándose.

“El Sr. Trump dijo que quería cenar conmigo”, refirió la testigo que relató cómo llegó a la suite del hotel, “tres veces más grande que mi apartamento”, donde en una de las habitaciones la esperaba el magnate con flores y en pijama de seda que después cambió por una camisa y un pantalón de calle.

Daniels contó que fue al baño y que cuando regresó a la habitación Trump “estaba en la cama” en calzoncillos y una camiseta.

“Me sorprendió”, dijo. “No esperaba que hubiera nadie allí, especialmente sin mucha ropa”.

“La intención era bastante clara”, sostuvo, antes de agregar que se preguntó a sí misma cómo se había “puesto en esta comprometida situación”.

“No estuve amenazada ni verbal ni físicamente” aunque había un “desequilibrio de poder”.

Dijo que tuvieron sexo en la cama, “en la posición del misionero”, y que Trump no utilizó  preservativo.

“Sentí vergüenza por no pararlo, por no decir que no”, confesó Daniels, quien aseguró que habló de ello a “muy poca gente”.

Trump ha negado que tuviera relaciones sexuales con Daniels.

Esta es la primera vez que Daniels se encuentra cara a cara con el magnate que durante años la ha denigrado, incluso cuando estaba en la Casa Blanca.

El juez Juan Merchan, que preside el juicio, ha prohibido al republicano hablar de los testigos en sus redes sociales, así como del jurado y del personal de la corte y sus familiares. Tras imponerle multas por 10.000 dólares, le ha amenazado con la cárcel en caso de que siga desacatando sus órdenes.

De ser declarado culpable por el jurado popular que sellará su suerte, el republicano podría ser condenado incluso a la cárcel, aunque ello no impedirá que asuma la presidencia si gana en noviembre a su actual rival, el presidente Joe Biden, a quien culpa por estar sentado en el tribunal de Manhattan en lugar de haciendo campaña.

Además del caso de Nueva York, Trump ha sido acusado en Washington y Georgia de conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020 que ganó Biden, y de llevarse a su casa de Florida documentos altamente secretos que podían comprometer la seguridad del Estado al terminar su presidencia en 2021.

© Agence France-Presse

VIDEO| Hombre intentó disparar a pastor porque “Dios se lo pidió”, pero “atascó el arma”

La pistola del sospechoso se encasquilló cuando apuntó a Glenn Germany, que achaca su salvación a una intervención divina.

El pastor Glenn Germany, de la iglesia Jesus’ Dwelling Place en North Braddock, en Pensilvania (EE.UU.) pronunciaba su sermón dominical el pasado 5 de mayo, cuando un hombre armado se acercó a pocos metros de distancia y le apuntó con una pistola, recogen medios locales.

Al ver al sospechoso, identificado como Bernard Junior Polite, Germany rápidamente corrió a esconderse tras el púlpito, mientras el diácono de la iglesia, Clarence McCallister, que se encontraba grabando la misa a unos metros de distancia, derribó al atacante por la espalda. Finalmente, los dos hombres lograron desarmar a Polite y reducirlo, mientras llegaba la Policía.

Posteriormente, se supo que el arma se había encasquillado cuando el agresor disparó a Germany, quien aseguró que nunca antes había visto a Polite en la iglesia. “Dios atascó el arma para que la bala no saliera”, afirmó, añadiendo que no le guarda ningún rencor a Polite y que ya lo había perdonado.

Por su parte, Polite declaró a la Policía que tenía la intención de matar al pastor, ya que “Dios le pidió que lo hiciera” y que quería ir a la cárcel para poder “aclarar su mente”. Según los registros judiciales, Polite, de 26 años, se enfrenta a cargos de intento de homicidio y agresión con agravantes. Deberá comparecer ante un tribunal el próximo 13 de mayo.

Horas más tarde, la Policía del condado encontró un familiar de Polite herido mortalmente de bala en su casa, por lo que abrió una nueva investigación al respecto.