La fiscal Daisy Sánchez encabezó el operativo donde quedaron detenidos Jesús Irala Hermosilla y Joel Mancuello Ferreira.

Además, en el lugar se incautaron varias evidencias como armas, pasamontañas, documentos, celulares y un vehículo. El procedimiento se llevó a cabo en el marco de la investigación de un asalto ocurrido en diciembre del año pasado.

Joel Mancuello Ferreira – uno de los detenidos en el procedimiento en Luque – contaba con orden de detención en su contra, es sindicado de haber participado de al menos dos asaltos el año pasado, uno de ellos a un local de comidas de un shopping.

Cabe recordar que el 24 de diciembre del 2020, una familia de la ciudad Itá vivió momentos de terror, ya que un corte de luz imprevisto permitió a los delincuentes, entre ellos presuntamente Mancuello, tomar por sorpresa la casa e ingresar violentamente.

En dicha ocasión, además de despojar al dueño de casa unos G. 375 millones, también hirieron a uno de los hijos de la víctima.

Los agentes de la Senad, en coordinación con el fiscal Luis Said, se trasladaron hasta el kilómetro 82 de la Ruta PY-03, zona de Arroyos y Esteros, donde montaron vigilancia e interceptaron una carga de marihuana.

El alijo estaba siendo transportado por Francisco Eudaldo González, de 56 años, quien transitaba a bordo de un automóvil de la marca Toyota. Los antidrogas detuvieron el paso del rodado y al verificar hallaron unos 141 kilos de marihuana en capullos, envasados al vacío.

Según datos recabados, el cargamento tenía como destino final la capital del país, para su distribución luego en todo el Departamento Central a través de redes de tráfico. La droga, que tiene una alta concentración de THC (componente psicoactivo) tendría una valor superior a 300 millones de guaraníes.

El fiscal interviniente dispuso el traslado de la carga y el detenido a la Base de Operaciones de la SENAD.

Publicar en redes sociales lo que tenemos o hacemos es una costumbre que, para muchos, no tiene límites, ni siquiera para situaciones que podrían traer obvias consecuencias.

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En este error cayó una mujer de 19 años que trabajaba como empleada doméstica y que, luego de robarle 10 millones de guaraníes y 3.000 dólares a su jefa, no tuvo mejor idea que presumir el botín en su estado de Whatsapp.

La fotografía llamó la atención de la cocinera y del jardinero que también trabajan en la casa, por lo tanto, advirtieron a la patrona sobre la publicación.

La mujer quedó detenida.

Efectivos del Departamento de Investigación de Hechos Punibles aprehendieron a Jiceli Villalba en el barrio Itá Enramada de Asunción. En su poder recuperaron la totalidad del dinero.

El comisario Luis Méndez informó que la mujer llevaba 10 meses como empleada doméstica en ese lugar y que, tras caer en contradicciones alegando que la foto la descargó de internet, pese a que su mano aparecía en la imagen, finalmente reconoció lo que hizo, se arrepintió y devolvió el dinero.

No obstante, la joven quedó detenida y a la espera de lo que disponga el Ministerio Público y esperanzada en una salida menos gravosa por haber devuelto lo sustraído.

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El Crio. José Palacios, de la Comisaría 20 de Asunción, informó que el hecho sucedió a las 19:30 de ayer martes, cuando un automóvil Toyota Allion circulaba sobre la Avda. Brasilia con dirección a la Avda. Artigas.

Según el relato policial, al alcanzar una curva, el conductor perdió el control, debido a la velocidad que llevaba y al grado de ebriedad en el que se encontraba. Como consecuencia, chocó aparatosamente contra la fachada de la sede policial.

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“Traspasó ambos carriles, subió a la acera y el desnivel de 40 centímetros que conduce a la oficina de guardia de la Comisaría. Destrozó el blindex y derribó la parte frontal”, indicó el jefe policial, en un contacto con la emisora 1020AM.

Al conductor, identificado como Juan Godoy (31), se le practicó el alcotest y el resultado dio positivo con 1,84 mgl de alcohol en sangre. Debido a la graduación, el caso fue comunicado a la Fiscalía, desde donde se dispuso que el hombre quede en libertad. Lo recogieron sus padres.

Godoy o su familia tendrán que resarcir el daño material causado a la sede policial, donde los policías pasaron la noche entre los escombros.

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