El hecho fue denunciado el pasado 7 de mayo en la Unidad Fiscal de Caaguazú, por una mujer que dijo que su hija de 14 años fue abusada por su pareja.

La mujer señaló que el hombre desde que su hija tenía 7 años le sentaba en su regazo y ya la manoseaba, según le comentó la menor años después.

Ahora que la menor cumplió 14 años, le regaló un teléfono celular donde quedaron guardados todas las pistas del abuso que sufrió la niña.

Tras la detención del sospechoso la menor entregó el celular donde estaban los mensajes que el padrastro le enviaba a la adolescentes.

“Nde she amor. Nde pa she mbae”, decían algunos de los mensajes que el hombre le envió a la niña. “Cuando tu mamá se muera vos vas a ser para mi mujer”, era el tenor del acoso al que fue sometida la menor.

También la víctima comentó que el hombre la amenazaba de muerte si es que le contaba a su madre lo que estaba sucediendo.

Marcos Maidana, director de la Policía Municipal de Tránsito de Asunción, explicó que, si bien la avenida Eusebio Ayala está abierta a la circulación en este momento, ese periodo forma parte de un receso de las obras de desague pluvial

“Culminaron antes de los 45 días, pero a partir del 7 de enero vamos a volver a cerrar”, confirmó el director, en una entrevista radial con la 730 AM.

En los primeros días del 2025 iniciará la difusión masiva de las vías alternativas propuestas por la Dirección de Tránsito para la circulación vehicular mientras de desarrollan los trabajos.

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Esta pausa en curso es un compromiso asumido con las autoridades municipales con los comerciantes, a fin de evitar perjudicar sus ventas en el periodo de temporada alta, como lo son las fiestas de fin de año y el tiempo de muchas ventas que se extiende hasta el día de Reyes.

Los trabajos corresponden al megaproyecto de desagüe pluvial de la zona del Mercado de Abasto, con la cuenca del arroyo Itay, en su lote 1, y del barrio San Pablo, con la cuenca del arroyo Lambaré, en su lote 2, con una inversión prevista que alcanzará los 136.171.816.245 guaraníes.

El cierre que se había hecho desde el 16 de octubre hasta finales de noviembre fue el tramo comprendido entre la avenida Guido Boggiani y Adalberto Ramírez Franco..

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Un incidente que acabó con personas heridas se registró en la mañana del lunes en la comunidad indígena Avá Guaraní Arroyo Cartera, ubicada en el distrito de Corpus Christi.

Según informan medios locales, un grupo de personas armadas llegó al sitio y, luego de un conflicto con los nativos que residen allí, efectuaron algunos disparos.

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Dos hermanos de 10 y 13 años, respectivamente, sufrieron heridas de refilón de bala a la altura del codo y el hombro derecho, detalla el reporte.

Tras el hecho, los menores fueron trasladados al Hospital Regional de Salto del Guairá, donde actualmente permanecen internados y bajo observación médica.

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El ataque se habría producido a consecuencia de un conflicto de larga data, el cual está vinculado con la propiedad en que se encuentran asentados los indígenas de dicha comunidad.

El inmueble es reclamado por la empresa agroganadera Macort S.A., que habla de una supuesta invasión. Por su parte, los nativos afirman que se trata de sus tierras ancestrales, protegidas con el aval del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI).

El hecho ocurrió en la madrugada de este jueves, en una vivienda ubicada en el Kilómetro 9 Monday, Presidente Franco, Alto Paraná.

Datos proveídos por la Policía, consignan que los criminales irrumpieron en el lugar, y forzando la cerradura de la puerta principal ingresaron a la casa.

Los que sufrieron el ataque son técnicos de teléfonos celulares que estaban descansando, cuando escucharon el ruido de que hacían para el ingreso.

Tras ingresar, los delincuentes agredieron con culatas de arma de fuego a las víctimas e iniciaron la búsqueda de los objetos de valor.

El delincuente que finalmente cayó abatido, fue el que tomó G. 3.600.000 y un teléfono celular IPhone 16 Pro Max, y los embolilló.

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Los ruidos desatados en la vivienda, llamó la atención de un guardia de seguridad de un vecino, quien comenzó a realizar disparos intimidatorios desde afuera. Esto obligó a los delincuentes a huir, pero uno de ellos quedó adentro, y fue el momento en el que las víctimas comenzaron a forcejear con èl. En un momento, el arma del criminal se disparó y acabó por matarlo.

Cuando llegó la Policía, y a la espera de la Fiscalía para ordenar el levantamiento del cadáver, revisaron lo que cargaba el abatido, y encontraron el dinero y el celular robados.