Carlos Cardozo (54) fue sentenciado a 10 años de pena privativa de libertad, al ser encontrado culpable, en juicio oral y público, del tráfico de estupefacientes. El mismo transportaba 830 kilos de marihuana prensada, en el espacio oculto o doble fondo de un camión.

El sujeto cayó el 18 de abril de 2009, en el paraje denominado Yuquerí, Loma Guazú Distrito de General Díaz.

La agente fiscal acusadora fue Ana Luz Franco. El órgano juzgador estuvo presidido por la magistrada Viviana Portillo e integrado por los jueces Elvis Antonio Ayala y Charles Duré Verza.

Otro ciudadano, Lucio Morínigo Ríos, también fue condenado a 10 años de cárcel. Él cayó detenido en un procedimiento llevado a cabo por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) el 15 de setiembre de 2015, cuando se logró la incautación de 650 kilos y 400 gramos de marihuana prensada.

El allanamiento se desarrolló en una vivienda ubicada en el Km. 252 de la Ruta X, Las Residentas. La carga estuvo en su propiedad, aunque él siempre negó que fuera el dueño de la sustancia narcótica.

El fiscal antidroga Vicente Rodríguez sostuvo la acusación contra el encausado. El Tribunal juzgador estuvo presidido por la magistrada Yanina Ríos e integrado por los jueces Benito González y Sofía Jiménez.

Por otra parte, a Ernesto Fabián Soto Molinas le aplicaron 5 años de pena privativa de libertad, que deberá purgar en la Penitenciaría Regional de Misiones.

En el debate público quedó demostrado que el 12 de noviembre de 2016, en las inmediaciones de la plaza Central de la localidad de Gral. Díaz, departamento de Ñeembucú, Soto fue detenido por agentes de la Senad en una verificación, estando en posesión de un pan de marihuana, con un peso de un kilo, que estuvo oculto entre sus prendas de vestir, específicamente en la cintura de su pantalón.

La agente fiscal Ana Luz Franco llevó adelante la investigación. El órgano judicial estuvo presidido por la jueza Viviana Portillo y conformado por los magistrados Elvis Antonio Ayala y Mirian Rivas Cáceres.

Hilario Osmar Riquelme de 52 años de edad, chofer del transporte de ómnibus de la Empresa Ciudad de Villeta es el trabajador que falleció de forma súbita esta mañana, cuando estaba al mando del volante.

El bus realizaba su itinerario habitual, cuando el conductor comenzó a sentirse mal, se desvaneció y lastimosamente falleció.

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Efectivos de la Comisaría 10ª Central recibieron el aviso y se constituyeron sobre la ruta Transchaco casi Zenteno, ciudad de Mariano Roque Alonso.

El intento de feminicidio ocurrió el sábado pasado en una vivienda ubicada en el barrio San Miguel de la ciudad de Presidente Franco. Involucra a un suboficial de la Policía Nacional que agredió y luego disparó a su pareja, posteriormente, fue detenido por sus camaradas.

Se trata del suboficial segundo Esteban Damián Benítez Aquino (28), personal de la Comisaría 3ra de CDE, de cuyo poder fue incautada su arma reglamentaria, una pistola calibre 9mm con la que hirió de refilón en la pierna derecha a su concubina Zulma Elizabeth Villalba Osorio (26), quien también presentaba hematomas y rastros de violencia en el cuello, presumiblemente hechos por el uniformado, que estaba en su día libre.

Según los datos, el oficial mantuvo una discusión con la mujer por cuestiones particulares y la agredió físicamente, luego utilizó su arma de fuego y efectuó el disparo que la hirió en la pierna. Los vecinos escucharon los disparos y el pedido de auxilio del hijo de la pareja, quien gritaba a Esteban Damián para que pare.

Los agentes de la subcomisaria 12° llegaron al lugar a los pocos minutos y aprehendieron a Benítez, incautando de su poder su arma reglamentaria. La mujer se presentó en la recinto policial, pero formuló ninguna denuncia por temor al hombre.

De igual manera la Policía Nacional informó lo ocurrido a la Fiscalía y el fiscal de turno Edgar Benítez, que tomó intervención de oficio. El Ministerio de la Mujer también tomó parte del caso, para ofrecer contención psicológica a la víctima.

Esta mañana se concretó el arribo de un importante contingente policial en el distrito de Natalio, sitio elegido por una gavilla de delincuentes para perpetrar un asalto tipo comando al BNF.

La finalidad con este despliegue es reforzar la seguridad tanto en esta ciudad como así también en otros puntos del departamento de Itapúa, teniendo en cuenta el más reciente hecho de inseguridad.

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De acuerdo al informe de la corresponsal de Nación Media, Rocío Gómez, un total de 7 comisarías del nordeste de Itapúa serán reforzadas con 5 fusileros y 3 agentes de prevención.

Se prevé un servicio permanente con relevos, fijándose la distribución de agentes de la siguiente manera: San Rafael del Paraná (25), Natalio (17), Edelira (22), Capitán Meza (113), María Auxiliadora (16), Mayor Otaño (19) y Naranjito (95).

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Según explicaron las autoridades policiales, la finalidad es dar respuesta inmediata ante cualquier situación que pudiera presentarse, además de volver a brindar tranquilidad a la población itapuense.

El de esta mañana fue el primer contigente de uniformados y se espera que en el transcurso del día sigan llegando más efectivos para redoblar la seguridad en esta región del país.