La escritura correcta de Nochebuena y otras palabras de fin de año

Ciertas palabras compuestas generan confusión en cuanto a su redacción, entre ellas, las de las fiestas de fin de año. En esta nota se exponen las dudas más frecuentes.

Por tratarse de nombres de festividades, los términos Navidad, Año Nuevo, Reyes, Nochevieja y Nochebuena se escriben en mayúscula, en el último ejemplo, en una sola palabra.

En el caso de Año Nuevo, cuando se hace alusión a todo el año siguiente, y no solamente al 1 de enero, la escritura correcta es con minúscula, por ejemplo: ¡Que el año nuevo sea mejor para todos!

El belén, referido a la representación de la escena del nacimiento de Jesús se escribe con minúscula, por tratarse de un sustantivo común. La mayúscula se aplica solamente cuando se trata de la ciudad.

En cuanto a Niño Jesús y Papá Noel también van en mayúsculas y, como plurales, se aconsejan las formas: Niños Jesús y Papás Noel, según la Fundación Español Urgente de la Real Academia Española.

A propósito de escrituras en una sola palabra, lo que sucede con Nochebuena y Nochevieja también se aplica a mediodía, término que muchos acostumbran a separar (medio día), cuando en realidad, al referirse al horario en sí, es mediodía. En cambio, cuando se hace alusión a una parte del día, es medio día. Por ejemplo: Selena trabaja medio día, el resto del tiempo estudia.

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La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el bueno uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

Los alumnos y las alumnas: el argumento que refuta la doble mención

En un mundo donde los discursos de género e inclusión de pronto adquieren ribetes hostiles que rozan lo bélico, la Real Academia Española ratifica la vigencia del plural masculino para incluir al varón y la mujer. Vea los argumentos.

Si bien con el paso de los años, algunas reglas gramaticales cambiaron, además de que el diccionario admitió e incorporó muchas palabras, algo que nunca se modificó es la regla del poderoso y práctico plural masculino que simplifica la expresión e incluye a ambos géneros.

Ejemplo: Los ciudadanos de 18 años serán inscriptos al padrón de forma automática

¿De qué manera podría alguien pensar que esta oración se refiere únicamente a los hombres? Decir que para la comprensión correcta se necesitaría incluir a la par, las palabras “y las ciudadanas”, sería como negar la existencia del sentido común.

Desde el punto de vista lingüístico, los desdoblamientos como: “niños y niñas”, “ciudadanos y ciudadanas”, son totalmente artificiosos e innecesarios, pues, el plural masculino actúa en este caso en su condición de genérico.

Según la Real Academia Española, la actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas.

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Se olvida que en la lengua está prevista la posibilidad de referirse a colectivos mixtos a través del género gramatical masculino, posibilidad en la que no debe verse intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva, explica el diccionario panhispánico de dudas.

La recomendación de la máxima autoridad de la lengua española es evitar estas repeticiones que no hacen más que causar dificultades sintácticas y de concordancia, además de complicar la redacción y lectura de textos.

A esto se suma el singular masculino. En los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: El hombre es el único animal racional; El gato es un buen animal de compañía.

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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Me fui “en” lo de mi mamá y otros errores locales muy frecuentes

El uso correcto de preposiciones como: a, en, para, entre otras, es algo que se enseña en la escuela, pese a lo cual, genera confusión en muchos hablantes. El típico ejemplo de “me fui en lo de mi mamá”, en lugar de “a”, fue lo que motivó a una lectora a solicitar que abordemos esta dificultad. Decidimos cumplir su pedido con esta nota.

Al igual que ayer, hoy nos tomamos el tiempo de seguir las sugerencias de los seguidores de nuestra sección RAE. Esta vez fue el turno de Pilar Decoud, quien en nuestra publicación titulada “‘Se compró para su auto”, un error común con influencia del guaraní', pidió desarrollar la explicación de este ejemplo.

El pedido de nuestra lectora.El pedido de nuestra lectora.

Frases como: me fui en lo de mi mamá, vamos en el parque, me voy en la peluquería, se fue en su trabajo, son casos en los que se utiliza incorrectamente la preposición en.

Lo correcto en todos esos ejemplos es el uso de la preposición a: me fui a lo de mi mamá, vamos al parte, me voy a la peluquería, se fue a su trabajo.

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Como todo tiene un porqué (se escribe en una sola palabra al actuar de sustantivo), veamos las razones que justifican la a y excluyen a en de esas situaciones:

El diccionario de la lengua española explica que:

En: es una preposición que denota en qué lugar, tiempo o modo se realiza lo expresado por el verbo a que se refiere. Ejemplo: estoy almorzando en mi casa.

A: indica la dirección que lleva o el término a que se encamina alguien o algo. Voy al súper, vamos a casa.

Ambas preposiciones son amplísimas y tienen muchos otros usos, sin embargo, los que atañen al ejemplo abordado son estos.

En esa misma línea y aprovechando el oportuno pedido de nuestra querida lectora, mostramos otros ejemplos similares, pues, no solamente se dan casos de usos inapropiados de una preposición, sino la omisión de ellas, lo cual, también conduce a errores.

¿Dónde vas?: aquí se omitió la preposición a y lo correcto es: ¿a dónde vas?

¿Qué hora tenemos que irnos?: otra omisión de la a, donde lo que corresponde es: ¿a qué hora tenemos que irnos?

Las omisiones no se limitan a las preposiciones, sino también a los verbos. Ejemplo:

Visto que te fuiste de vacaciones. Aquí, el participio visto omite el verbo haber.

Lo correcto es: he visto que te fuiste de vacaciones

Un caso en el que visto es válido sin el verbo haber es el de los documentos jurídicos en los que se utiliza mucho el “visto y considerando que”. Otro ejemplo válido es el visto de Whatsapp y el típico reclamo de “me dejó en visto”.

Esperamos que este artículo llegue a nuestra seguidora Pilar Decoud y que sea de utilidad de todos nuestros lectores, cuyas sugerencias seguiremos tomando en cuenta.

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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Narcisista y egocéntrico: ¿son sinónimos?

Para describir a personas que se dan demasiada importancia a sí mismas, muchas veces utilizamos las palabras narcisista y egocéntrica. Sin duda hay similitud entre ambas, sin embargo, ¿existen diferencias o son aplicables indistintamente?

Como a nuestros lectores nos debemos, esta nota nace en respuesta al pedido de un seguidor de la sección RAE, quien en nuestra publicación titulada: “Ironía y sarcasmo: dos burlas parecidas, pero diferentes”, dejó un comentario en el que pidió hablar del narcisismo y el egocentrismo.

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Estimado Pablo Pico, esperamos que esta publicación llegue a sus manos. Recurrimos al libro madre, el diccionario de la lengua española, a fin de contestar con exactitud:

Narcisista:

m. y f. Persona que cuida en exceso de su aspecto físico o que tiene un alto concepto de sí misma.

Egocentrismo:

m. Exagerada exaltación de la propia personalidad, hasta considerarla como centro de la atención y actividad generales.

Egolatría:

f. Culto, adoración o amor excesivo de sí mismo.

Es decir, un narcisista no solamente tiene un alto concepto de sí mismo, sino que también le dedica un cuidado excesivo a su persona.

En tanto, el egocéntrico directamente se considera el centro de atención, sin que ello implique el cuidado de sí mismo.

Efectivamente, ambas palabras tienen un factor en común, que es el alto concepto propio, pero difieren en la dedicación que una persona se da a sí misma.

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