Frases con historia: “Cruyff será mejor jugador, pero yo soy campeón del mundo” (Beckenbauer)

Había ganado el Mundial en su país y era reconocido como el líder indiscutible de la selección alemana, el "kaiser" capaz de dirigir a su equipo a la victoria desde su posición de líbero. Y aun así, a Beckenbauer, le quedaba la espina clavada del reconocimiento unánime a John Cruyff como el mejor jugador.

Porque el fútbol de los 70 no se puede entender sin el antagonismo entre los dos genios.

Beckenbauer redifinió la figura del líbero, aquel jugador que, en la década de los 30, el austriaco Karl Rappan situó por detrás de la defensa en la selección suiza para evitar goleadas.

“El kaiser”, sin embargo, era un líbero que sacaba el balón jugado desde atrás y llegaba a ser el primer eslabón en el juego de ataque.

Cruyff, directamente, reinventó el fútbol. “El flaco” podía ser un delantero, jugar por ambas bandas, regatear o asistir en la mejor posición. Hizo del “14” -el dorsal que tomó al azar antes de un partido contra el PSV y que mantuvo por superstición- un número mítico, siempre asociado a su figura.

Ambos pusieron cara a una de las grandes rivalidades del fútbol europeo, que se dirimió en una final mundialista, hace 44 años.

Todo empezó en 1965, cuando Rinus Míchels se hizo cargo de un Ajax que coqueteaba con el descenso. Míchels se había ganado el apodo de “El general” por la disciplina que imponía a sus plantilla. “En el momento en el que entráis en el campo sois futbolistas con números. Cuando salís de él volvéis a ser personas”, había dicho en el vestuario.

Ese mismo año, el Bayern asciende a la Bundesliga y se plantea reforzar el equipo sobre la base de un joven centrocampista que había llegado al club casi por casualidad. Beckenbauer era seguidor del 1860, el club grande en Múnich en aquella época, pero tras ser aboteado por un defensa de ese equipo en su etapa juvenil, decidió fichar por el máximo rival.

Por el contrario, hijo de una limpiadora de las instalaciones del viejo estadio de De Meer, a Cruyff no le quedaba otra que ser del Ajax. Y cuando llega Rinus Michels, le identificó de inmediato como un genio.

A Míchels se le asocia con el “fútbol total” porque desmonta todos los sistemas tácticos. Convierte a su equipo en un grupo solidario en el que cada jugador puede ocupar varias posiciones, siempre en pos de una idea: el fútbol ofensivo.

Cuando llegue a la selección, Míchels juntará el gen ganador del Ajax (tricampeón europeo con Cruyff, Neeskens, Krol, Suurbier, Haan, Rep y Keizer), con sus rivales del Feyenoord (Van Hanegen, Jensen, De Jong, Rigsberger). Reclutará al portero del modesto Amsterdam (Jongbloed) y al extremo del Anderlecht (Resenbrink), entre otros.

Alemania también encontró su propia generación ganadora.

Contaba con el Bayern, que tomaría el relevo del Ajax como dominador de Europa y le daría su columna vertebral; Sepp Maier -el portero de los guantes gigantes- Beckenbauer y Gerd Müller, un delantero inusual, sin grandes cualidades pero con un olfato que le permitió marcar 14 goles repartidos en dos Mundiales, todos desde dentro del área.

Y estaba el Borussia Moenchengladbach. Jóvenes y atrevidos, “los potros” representaban lo contrario del Bayern, con Vogts, Netzer o, Heynckes.

Al frente, estaba Helmut Schön, un germano oriental que había huído al oeste para forjar su carrera como jugador y entrenador. Tras ser ayudante de Sepp Herberger, asumió la dirección de la Mannschaft en 1964.

Diez años después, el Mundial de Alemania le ofreció el día más triste de su carrera (la derrota por 0-1 contra la RDA el 22 de junio en Hamburgo), y el más alegre; la conquista del título mundial, en Múnich, dos semanas después.

Y eso que Holanda llegaba como gran favorita. Era la “naranja mecánica”, el perfecto engranaje liderado por Cruyff que había asombrado, sobre todo en la segunda fase.

En esta segunda ronda de grupos, en la que los primeros se clasificaban directamente a la final, los holandeses aplastaron a Argentina (4-0) y se deshicieron, con goles de Neskeens y Cruyff, de Brasil, una campeona del mundo irreconocible (no estaban Pelé, Gerson ni Tostao) .

Luiz Pereira, el malabarista que sacaba el balón jugado desde su área, no se reconoce en aquel partido y no sólo por el bigote que lucía, sino por la durísima entrada que le hizo a Neskeens, fruto de la desesperación, que le valió la expulsión. Como él, el argentino Cacho Heredia, compañero de Pereira en el Atlético, aún admite que aquella selección era imparable.

Por eso, cuando al minuto de comenzar la final, con 14 pases y sin que ningún alemán hubiese tocado el balón, Berti Vogts derribó a Cruyff dentro del área, parecía que no habría más color en la final que el naranja.

Marcó Neskeens el penalti y Holanda lo tuvo todo a favor, pero pecó de soberbia. “Queríamos dejar en ridículo a los alemanes y nos pusimos a tocar el balón, en vez de marcar el segundo”, reconocería Johnny Rep.

Un error grave, porque el orgullo alemán -como 20 años antes frente a Hungría-, fue suficiente para no sólo equilibrar el duelo, con un penalti ejecutado por Paul Breitner (m.25), sino para llegar al descanso con ventaja gracias, otra vez, a la habilidad de Müller para encontrar su sitio en el área rival.

Sorprendida, Holanda se descompuso en la segunda mitad. “El Terrier” Vogts ahogó a Cruyff y Beckenbauer se mostró imperial frente a la acometidas de la “naranja mecánica”.

Alemania no sólo ganó la final, acabó con una idea que había encandilado al mundo.

Hubo más “naranja mecánica”, pero ya no fue lo mismo. Dos años después, cayó en semifinales de la Eurocopa contra Checoslovaquia (3-1) y, en Argentina’78 -ya sin Cruyff- cedió en la prórroga de la final ante los anfitriones.

Cruyff y Beckenbauer proseguirán haciendo historia. Formarán parte del fallido proyecto para relanzar el soccer estadounidense y, años después, seguirán siendo grandes desde el banquillo. “El kaiser” conquistará otro título mundial en 1990, “el flaco” cambiará la historia del Barcelona, le dotará de un estilo y una mentalidad ganadora.

Trinidense quiere volver a Encarnación con Olimpia

El Sportivo Trinidense y la manifiesta intención de jugar otra vez con Olimpia en el coqueto estadio de Encarnación. 

El equipo de la populosa Santísima Trinidad solicitó alquilar el Villa Alegre para hacer de local ante Olimpia por la fecha 4 del torneo Clausura venidero. 

Hemos enviado ayer la nota a la APF. La intención es repetir eso allá. Estamos esperando el ok de la APF, con el apoyo del club Olimpia“, confirmó Norman Rieder, presidente del Sportivo, hoy en charla con Versus radio. 

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Auriazules y franjeados ya se midieron en Encarnación en febrero pasado, por la cuarta fecha del Apertura 2023, partido que contó con un imponente marco de público y acabó en victoria 3-1 a favor del ‘Triki’. 

La pelota está en cancha de la Asociación Paraguaya de Fútbol. 

River toma medidas contra Robert Rojas

Las declaraciones del representante de Robert Rojas cayeron pesado en River Plate. Consecuentemente, el entrenador Martín Demichelis borró al jugador paraguayo de sus planes.

El defensor compatriota no figura en la convocatoria de River para medir esta noche a Instituto de Córdoba por la fecha 21 de la Liga Profesional del fútbol argentino. 

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En este sentido, la prensa vecina asume que Martín Demichelis marginó a Rojas luego de las declaraciones de su agente, Diego Serrati, ayer a medios locales.

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“Creemos que Robert Rojas ya cumplió un ciclo en River y estamos buscando que dé otro salto en su carrera, algo que convenga a todas las partes”, manifestó Serrati. 

Estas palabras repercutieron en la dirigencia ‘millonaria’, que reaccionó inmediatamente. “(Robert Rojas) quiere hacer una diferencia económica y creo que es el momento. Me gustaría Brasil como lugar para que tenga continuidad”, alegó el empresario. 

Independiente de Argentina y Cruzeiro de Brasil serían los clubes más interesados en fichar al concepcionero.

Se definen los dos últimos boletos a la Fase 3

La Fase 2 de la Copa Paraguay se despide hoy con la disputa de dos compromisos en la ciudad de Pedro Juan Caballero. 

La octava semana de competencia cierra en el estadio Río Parapití.

En este sentido, Atlético Amambay mide al 12 de Octubre de Itauguá desde las 16:00 y, a las 18:30, se enfrentan General Díaz y el anfitrión, 2 de Mayo. 

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Los vencedores avanzan a la Fase 3, donde ya se encuentran Rubio Ñu, Deportivo Santaní, 24 de Septiembre, Valois Rivarola, Cristóbal Colón JAS, Deportivo Recoleta, Sportivo San Lorenzo, Silvio Pettirossi, 3 de Febrero (CDE), Oriental, 3 de Noviembre, Sportivo Carapeguá, Sol de América, Atlético Colegiales, Independiente de Campo Grande, Fernando de la Mora, Atyrá y General Martín Ledesma, más los 12 equipos de Primera División.

 

GRILLA

-Jueves 22 de junio 

Estadio Río Parapití (Pedro Juan Caballero)

*Atlético Amambay vs. 12 de Octubre de Itauguá

Hora: 16:00.

Árbitro: Luis Trinidad.

Asistentes: Juan Cristaldo y Fernando Escurra.

Cuarto árbitro: José Cuenca.

 

*General Díaz vs. Sportivo 2 de Mayo

Hora: 18:30.

Árbitro: Marcos Galeano.

Asistentes: Aníbal Esteche y Carlos Cáceres.

Cuarto árbitro: Juan Franco.