Caso Cambridge Analytica: claves para entender el escándalo que envuelve a Facebook

Desde hace unos días, Facebook está en boca de todos por un escándalo que desnuda las falencias de la red social en cuanto a políticas de privacidad y hasta qué punto puede utilizar los datos de sus usuarios: el caso Cambridge Analytica.

Esta historia, que fue dada a conocer a través de unas publicaciones periodísticas de The New York Times y The Guardian, inicia en el año 2014 cuando la consultora utilizó una aplicación en Facebook para obtener datos de 50 millones de personas, información posteriormente utilizada a favor de la campaña presidencial de Donald Trump.

Para comprender qué tan grave es el caso y cuáles son sus implicancias, preparamos un compendio de aquellos puntos claves sobre el escándalo de Facebook y Cambridge Analytica:

¿QUÉ ES CAMBRIDGE ANALYTICA?

Es una empresa de análisis de datos con sede en el Reino Unido. La misma había adquirido los datos de los usuarios de Facebook analizados por una aplicación especial creada por Aleksandr Kogan, un investigador de la Universidad de Cambridge.

La firma, fundada en el año 2013, se define como “proveedora de investigaciones de consumo, publicidad dirigida y otros servicios relacionados con datos”, aunque The New York Times afirma que fue creada por empresarios vinculados al Partido Republicano (del cual fue candidato Donald Trump) específicamente para las elecciones en EE.UU. del 2016.

¿CÓMO SE OBTUVIERON LOS DATOS DE LOS USUARIOS?

Cambridge Analytica se valió de una aplicación denominada “thisisyourdigitallife”, la cual solicitaba permisos para acceder a la información personal y la red de amigos de los usuarios, para obtener datos que posteriormente fueron utilizados en la campaña de Trump.

La mencionada aplicación consistía básicamente en un test de personalidad (tal y como las famosas “trivias” que abundan en Facebook) e incluía varias preguntas sobre cuán extrovertida es una persona, cuán vengativa puede ser, si termina proyectos, se preocupa mucho por las cosas, le gusta el arte o habla de forma animada.

Entre la información que recabó la app se encuentra la información personal de los perfiles, actualizaciones de estado, “me gusta” y “en algunos casos, mensajes privados”.

En principio, se recopilaron datos de 277.000 cuentas de forma directa, aunque mediante la “red de amigos” se llegó a alcanzar hasta 50 millones de personas en todo el mundo.

¿QUÉ SE HIZO CON LOS DATOS RECOGIDOS?

La información recogida por esta herramienta fue utilizada para crear perfiles de votantes y “personalizar” los contenidos que se les hacían llegar a través de internet, sobre todo a través de las redes sociales, tratando de esta manera de influir en su decisión a la hora de votar.

Christopher Wylie, creador del algoritmo y principal responsable de sacar a luz el escándalo, explicó que el funcionamiento de esta aplicación le permitió a Cambridge Analytica conocer a qué tipo de mensaje iba a ser susceptible cada usuario para tratar de influir en su forma de pensar, así como el contenido, el tema y el tono que debían usar en cada caso. Para ello, solo era necesario estudiar cada like, cada comentario o cada actividad hecha por los miembros de la red social para crear campañas de publicidad individuales.

¿CUÁL ES EL PRINCIPAL CUESTIONAMIENTO?

El profesor de la Universidad de Cambridge, Aleksandr Kogan, había solicitado a Facebook instalar su herramienta en el año 2014 para hacer un análisis del comportamiento de algunos usuarios y dedicarlo a tareas académicas. Por ello, la firma había dado su “visto bueno” ya que no interfería con sus políticas.

Posteriormente, Kogan vendió el paquete de datos a Cambridge Analytica por la suma de 800.000 dólares, permitiendo que la información pueda ser utilizada para otros fines distintos a los originales.

La única regla que Kogan violó, según Facebook, fue pasar la información de los usuarios a terceros (incluyendo la firma Cambridge Analytica), violando así las reglas que establecen que “los desarrolladores no pueden compartir la información que reciben con otras empresas”.

¿QUÉ RELACIÓN TIENE CON LA VICTORIA DE TRUMP?

En plena campaña, el entonces candidato a la presidencia de EE.UU. Donald Trump había adquirido los servicios de Cambridge Analytica, a la que pagó cerca de US$ 6 millones, según datos de la Comisión Electoral Federal.

Por su parte, Steve Bannon, ideólogo de la campaña de Trump y asesor de la Casa Blanca hasta agosto de 2017, también pertenecía al plantel directivo de Cambridge Analytica, teniendo una vinculación directa en este escándalo.

¿CUÁL ES LA POSICIÓN DE FACEBOOK?

El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, rompió el silencio y escribió una carta en su perfil en la que admite “errores” y asume la “responsabilidad” por lo ocurrido, además de anunciar medidas de seguridad para evitar la filtración de datos de los usuarios. “Si no podemos proteger los datos de los usuarios, no merecemos servirles”, afirmó en su post.

Desde la compañía aseguran que no se trató de una filtración, sino de un “uso fraudulento de datos”, considerando que se había dado la autorización a Aleksandr Kogan para instalar la aplicación en la red social. Tras conocerse esta situación en el 2015, se pidió a Cambridge Analytica que eliminara la información, afirma Facebook.

¿CUÁL ES LA POSTURA DE CAMBRIDGE ANALYTICA?

La firma de análisis de datos niega que haya utilizado la información recolectada para la campaña de Donald Trump y asegura que borró todo lo que había cuando Facebook se lo indicó hace varios años atrás.

¿CUÁL ES EL PELIGRO PARA LOS USUARIOS DE FACEBOOK?

El uso indebido de datos de los usuarios de Facebook es el tema central en este escándalo, sobre todo en lo que respecta a los permisos que son concedidos a las distintas aplicaciones y cuál es la información que puede ser recolectada.

En este caso en particular, si bien los usuarios otorgaron los permisos necesarios a través de las restricciones de seguridad que tiene en su cuenta, nunca dieron permiso para que sus datos fueran aplicados con fines comerciales o políticos.

Elon Musk oficializa el dominio “X.com”

El multimillonario estadounidense Elon Musk anunció el viernes en la red social X que “todos los sistemas de base” de su plataforma, antes Twitter, están “ahora activos” bajo el nombre de dominio “X.com”, oficializando su nueva identidad.

El logo X, negro y blanco, aparecía desde finales de julio al conectarse a la red social, pero su dominio seguía siendo “Twitter.com”.

X.com era el nombre y la página web del banco digital fundado por Elon Musk en 1999, que más tarde se convirtió en el servicio de pago en línea PayPal.

Musk recuperó igualmente este símbolo para la compañía aeroespacial SpaceX, la sociedad X Corp que adquirió Twitter, la empresa emergente dedicada a la inteligencia artificial (IA), presentada en julio, e incluso para el nombre de uno de sus hijos, un niño llamado X Æ A-12.

Grok, el primer modelo de IA generativa de su empresa xAI, es accesible desde el jueves en Europa “para los abonados Premium de X”, anunció el jueves la red social.

“Cuando acaben las elecciones europeas [6-9 de junio de 2024], continuaremos el despliegue de tendencias contextualizadas para todos los usuarios”, precisó.

Desde la compra de Twitter en 2022 por 44.000 millones de dólares, Musk habló a menudo de transformar su proyecto en una superaplicación con múltiples facetas, con servicios financieros, como WeChat en China.

Desde el lanzamiento de la interfaz de IA generativa ChatGPT (OpenAI), esta tecnología se encuentra en el centro de una feroz competencia entre los gigantes del sector, principalmente Microsoft y Google, pero también Meta (Facebook e Instagram) y empresas emergentes como Anthropic o Mistral AI.

Fuente: AFP

Profesores generados por IA dan clase en una universidad de Hong Kong

Con un casco de realidad virtual, unos estudiantes de una universidad de Hong Kong viajan a un pabellón en las nubes para seguir una clase de la teoría de juegos explicada por un Albert Einstein creado con inteligencia artificial (IA).

La experiencia forma parte de un curso piloto de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong (HKUST) para probar el uso de “profesores” generados por esta tecnología en auge en el mundo.

El profesor Pan Hui, responsable de este proyecto, considera que esta herramienta puede ser de gran ayuda para los centros educativos ante la falta de personal en muchos países del mundo.

“Los profesores generados por IA pueden aportar diversidad (...) e incluso una narración inmersiva”, explica Hui a la AFP.

La difusión de herramientas como ChatGPT generó esperanzas de mejoras en productividad y enseñanza, pero también temores sobre las posibilidades que ofrecían para el engaño y el plagio o la sustitución de profesores.

En este curso “Redes sociales para los creativos”, estos maestros digitales abordan con una treintena de estudiantes cuestiones relativos a las tecnologías inmersivas y el impacto de las plataformas digitales.

Una vez que se carga el contenido de la formación al programa, este genera automáticamente los profesores, cuya apariencia, voz y gesticulación son personalizables.

Los avatares pueden aparecer en una pantalla o a través de cascos de realidad virtual.

El curso es híbrido porque Hui interviene también en las clases. Pero la IA, asegura, le ha permitido librarse de sus tareas más “pesadas”.

- Profesores de dibujos manga -

La estudiante de doctorado Lerry Yang considera que esta mezcla de universos reales y virtuales y la personalización de los profesores digitales mejora su aprendizaje.

Si un profesor digital “me hace más receptiva a nivel mental o me parece más accesible y amable, esto borra la sensación de distancia entre el profesor y yo”, asegura a la AFP esta joven que dedica su doctorado al metaverso.

Abordar el auge de la IA es un desafío común para el profesorado. Algunos deciden limitar su uso o intentan encontrar identificar de forma fiable los plagios.

Aunque al principio se mostraron dubitativas, la mayoría de universidades de Hong Kong autorizaron el año pasado a sus estudiantes usarla con condiciones variables.

En su curso piloto, Hui experimenta con avatares de género y orígenes étnicos distintos o con apariencia de figuras célebres del mundo académico como el economista John Nash o el mismo Einstein.

“Hasta ahora, el tipo de profesores [generados por IA] más populares son mujeres jóvenes y bellas”, dice.

Los personajes de dibujos animados japoneses, con los que también han experimentado, no generan unanimidad, explica la estudiante de doctorado Christie Pang, que colabora con Hui.

“Algunos estudiantes sentían que no podían confiar en lo que decía” el avatar digital, afirma.

- Mejor el real -

Para Pan Hui, la fiabilidad de los profesores generados por IA puede superar en el futuro la de los seres humanos reales. Pero es preferible que ambos tipos de maestros convivan, considera.

“Como profesores universitarios, nosotros nos ocuparemos mejor de nuestros estudiantes en lo que afecta, por ejemplo, a su inteligencia emocional, su creatividad y su pensamiento crítico”, explica.

Por ahora, esta tecnología está lejos de representar una amenaza seria para el personal académico.

Los avatares no pueden interactuar con los alumnos y, como todos los contenidos creados por la IA, pueden ofrecer respuestas falsas o extrañas, lo que algunos llaman “alucinaciones”.

Cecilia Chan, profesora de la Universidad de Hong Kong (KHU), sondeó el año pasado a más de 400 estudiantes: una mayoría de ellos prefería los tutores de carne y hueso.

Los alumnos “prefieren todavía hablar con una persona real porque un profesor de verdad puede compartir su experiencia, dar comentarios y demostrar empatía”, afirma Chan, cuyos trabajos se centran en el uso de la IA en la educación.

“¿Preferirías escuchar un ‘bravo’ de parte de un ordenador?”, pregunta la investigadora.

Sin embargo, los estudiantes ya recurren a herramientas basadas en la IA en su aprendizaje, como “hace todo el mundo”, dice Chan.

En la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, uno de los alumnos de Hui, Yang, lo confirma: “No se puede ir en contra del desarrollo de esta tecnología”.

© Agence France-Presse


Ya se puede escribir con letras de colores y diferentes estilos en WhatsApp: este es el truco

A través de apps de terceros, es posible instalar una serie de herramientas de personalización para darle un nuevo look a tus chats.

Con más de 2 mil millones de usuarios activos en todo el mundo, WhatsApp es el rey indiscutible de las apps de mensajería instantánea. Sin embargo, a pesar de su popularidad, WhatsApp carece de una función muy pedida por los usuarios: la posibilidad de cambiar el color y estilo de la letra en los mensajes.

Por ahora, el texto de los chats solo se puede enviar en negrita, itálica o tachado. Pero existe un truco para hacer más divertidos tus mensajes.

A través de apps de terceros, es posible instalar una serie de herramientas de personalización para darle un nuevo estilo a tus chats.

Es importante aclarar que estas apps no forman parte de WhatApp ni son desarrolladas por Meta. Y aunque en teoría no ocasionan ningún perjuicio en tu cuenta, ni te piden claves de acceso, cualquier problema que pueda ocasionar su uso, no será atendido por el soporte oficial de la plataforma de mensajería.

Paso a paso: cómo cambiar el color de la letra en WhatsApp

El truco para cambiar el estilo de la letra en WhatsApp es utilizar aplicaciones externas, como Stylish Text, BlueWords o Fancy Text Generator. Estas apps te permiten escribir mensajes con una amplia gama de colores, estilos de fuente e incluso agregar decoraciones a las conversaciones.

Usar estas aplicaciones es muy fácil. Solo tendrás que descargarlas desde el App Store de Apple o Google Play Store y comenzar a usarlos. Cada una de ella tiene una interfaz diferente, pero todas funcionan igual: escribís el texto, le cambiás el estilo, copiás, y luego en WhatsApp, lo pegás. ¡Y listo!