Mi tío el secuestrador y su perfecto plan (I Parte)

En el 2004, el hijo de 10 años de un empresario tabacalero fue secuestrado cuando intentaba llegar a su práctica de baloncesto. Una banda de inexpertos criminales puso en marcha un plan parido en el fracaso.

  • Por Óscar Lovera Vera
  • Peridosta

Rodaba detenidamente con el dedo índice la ruedilla del ratón de su computadora. Una página de internet daba la descripción técnica de la sustancia que lo mató. El brillo de la pantalla iluminaba sus pupilas, pero su mente aún permanecía a oscuras por la confusión.

Luego buscó en el expediente del caso: unas líneas decían: 68 unidades de medida, litro–sangre. La cantidad de la sustancia que llevaba el niño en la sangre. Entre 30 y 50 litros de unidad de medida ya es considerada de alto riesgo en adultos, mencionaba otra estrofa. Leía detenidamente el informe del forense.

El investigador observaba con detenimiento cada párrafo, buscaba una explicación a la muerte del pequeño. Para él, la conclusión de aquel homicidio podría arrimarse a una ambición desmedida que no encontró final, en lo moral.

En lo técnico, miró su lista de evidencias probatorias y se sentía listo, solo faltaba firmar la acusación sobre los responsables.

Una lámpara encendida sobre su hombro alumbraba fijamente su puño, y con excesivo calor lo obligaba a mover la mano derecha sobre el cúmulo de papeles, para de una vez dibujar su rubrica en los documentos.

La suerte de aquella improvisada banda de secuestradores estaba echada. Debían ser juzgados por el crimen que cometieron.

LA CALLE MONTEVIDEO

Amín Riquelme salió como disparado en dirección a la puerta, llevaba prisa. En pocos minutos el timbre -del colegio Cristo Rey- daría la orden para comenzar las primeras clases de la semana. Pero su arremetida sería interrumpida por una melodiosa, pero enfadada voz: ¡¿Eh, eh, eh y mi beso?! Preguntó imperativamente Yamili –la madre de Amín- a su inquieto hijo.

No solo las clases apuraban a ese chico de 10 años. Era lunes, día de práctica de baloncesto, y estaba ansioso de comenzar la jornada. Amaba el deporte, se destacaba en la selección de su colegio y en paralelo practicaba para ser cada vez más bueno. Tomó su mochila.

UN PRESENTIMIENTO

Yamili lo miraba fijamente mientras terminaba de alistarse. Le inquietaba el comportamiento de Amín en los últimos días. El fin de semana durmió en la cama matrimonial, en medio de papá y mamá. Su recuerdo remoto de esa misma escena la remonta a su hijo de pequeño, cuando aún no dejaba los pañales. Ese análisis también la llevó a un comentario de la niñera. Comentó que Amín andaba con miedo, pero que no podía explicar porqué. Yamili se angustiaba aún más. Sabía que su hijo tenía un presentimiento y ello lo dejaba inseguro.

¡Chau mami! Esa vocecita interrumpió su imaginación mortificante. La puerta se cerró detrás de él, sería la ultima vez.

18:00. El timbre de salida del colegio Cristo Rey al fin repicó. A las corridas fue hasta una salida lateral. Le dio la espalda al portón de metal sobre la calle Montevideo, aquel gigante de acero siempre rechinaba al cerrarse. A cualquiera eso le molestaría, a él no.

A sus diez años no había mucho que lo irrite, salvo la cena si no estaba lista al volver de cada práctica de baloncesto en el club Colón.

En la mochila cargaba su ropa de muda y en la cabeza cómo debía moverse en la cancha para lograr anotar más canastas que cualquiera. Cada paso que daba era una jugada más que retrataba en su memoria. Iba en dirección a la avenida Ygatimí, en el centro de la capital. Al llegar ahí tomaría la calle Colón para luego llegar al club, esa rutina ya la conocía.

Pero algo interrumpió la profundidad de su imaginación. Alguien lo tomó por detrás y lo atenazó con sus brazos, sin que pudiera zafar aunque lo intentaba sacudiéndose por instinto, Amín aún no lograba decidir en esa fracción de segundos si era una broma de algún compañero del colegio o algo más. Apenas lograba martillar la vereda con los pies, pero de nada le servía. Lo que lo sostenía elevaba su cuerpo al aire.

Ese desconocido tenía más fuerza, pensó. Intentaba gritar, pero una mano le cubría la boca, y aunque lograba emitir un opaco sonido, solo se convertía en un ruido sordo. Las vibraciones de sus cuerdas vocales no lograban dispararse con la intensidad necesaria para que alguien lo ayude, y el incesante tráfico de automóviles mitigaba aún más lo que representaba su ÚLTIMA DEFENSA

Finalmente, ese hombre dejó verse cuando lo obligó a subir a un automóvil. Lo puso entre la abertura del auto y su mano –abierta- la sostenía contra el delgado pecho de Amín. Era alto, la piel morena y tenía una mirada profunda. Le dijo que se quedara y si no se movía, no le ocurriría nada. Otro hombre lo acompañaba, ya casi no alcanzó a verlo, solo sintió su voz.

Amín estaba aterrado, no entendía lo que ocurría. Segundos después sintió una tela que cubrió parte de su nariz y la boca. Un fuerte olor lo asfixiaba y lentamente sintió desvanecerse. El secuestrador lo durmió con cloroformo.

Vamos al trasbordo -ahí nos esperan- dijo él, tras recibir la confirmación de que el objetivo estaba inconsciente en el asiento trasero.

Pusieron en marcha el automóvil y lo condujeron hasta la calle 1811, en el barrio Dos Bocas. Ahí subieron a otro, un Volkswagen gol de color rojo. Otro integrante de la banda aguardaba al volante. ¡Vamos a la casa! Otra vez se escuchó la misma voz de mando. Esta vez saldrían de la capital, alejándose lo necesario para no ser descubiertos.

UNA CASA EN YPANÉ

Tras varios minutos que conducir y atravesar semáforos, llegaron a la casa en la ciudad de Ypané, a unos 27 kilómetros al suroeste de la capital. La vivienda estaba en un camino vecinal de terraplenado, algo alejada de la urbe. El lugar estaba preparado para tenerlo al niño en cautiverio.

Aparcaron el auto en la parte de atrás del escondite, mientras la oscuridad iba apoderándose de todo el cielo. En un vecindario como este, la poca luz se complotaba para no delatarlos.

Entre los tres lo cargaron, lo tomaron de las piernas y los brazos para llevarlo del auto a una habitación. A partir de ahí, un hombre y una mujer -dos integrantes más del grupo- se encargarían del cuidado, de acuerdo a lo pactado.

La pareja lo acostó en una cama. Amín aún seguía bajo los efectos del cloroformo. El plan estaba en marcha, todo lo que sabían lo aprendieron al ver una película de ficción.

En la casa, una mujer y un hombre se encargarían del niño. La negociación estaría a cargo del camillero y tío Pote, así los conocían. El resto se encargaría de continuar normal sus vidas para no despertar sospechas. Era una banda compuesta por diez personas. En su mayoría agentes de tránsito de la Municipalidad de Asunción.

El secuestro estaba en curso. Ahora todo era cuestión de jugar con la angustia de sus padres…

EL CAMILLERO Y EL TÍO POTE

Ambos se conocían por la proximidad de sus puestos de trabajo. El camillero prestaba sus servicios en el Hospital de Trauma, en aquel entonces Emergencias Médicas, y “tío Pote” era un agente con mucha experiencia en la Policía Municipal de Tránsito. Un mes antes de ejecutar el secuestro, la propuesta surgió bajo el viaducto de la avenida Eusebio Ayala y General Santos, de la capital.

El camillero fue hasta ese destacamento de los policías y se encontró con “tío Pote”, conversaron y la propuesta salió a la luz. El negocio le interesó y aquel zorro gris se sintió con la capacidad de reunir a un grupo de sus comandados para llevar a cabo el plagio.

El cerebro de aquella operativa era Luis Fernández Giménez, el camillero y tío político de Amín Riquelme. Todo lo que sabía de la víctima era gracias a su esposa –y también integrante de la banda- Mirian Riquelme Ramírez, hermana adoptiva del papá del pequeño.

Óscar Báez Benítez -conocido como “tío Pote”- veía una prometedora forma de conseguir dinero rápido y en una gran cantidad.

El tío de Amín le dio coordenadas exactas de los lugares que frecuentaba el chico, su rutina de horarios del colegio, las prácticas de baloncesto, y los caminos alternativos que tomaba para llegar a su casa en el barrio Sajonia de Asunción. Todo estaba trazado para que el golpe sea un éxito. Por sobre todo, lo que más retumbaba en su mente era la tentadora oferta de sacarle dinero al empresario tabacalero Pedro Riquelme, el padre de Amín.

Tío Pote tenía cierta instrucción militar. Las nociones básicas que da la academia que prepara al llamado “zorro gris”. Esto lo llevaría a ponerse a cargo de reclutar al resto del grupo, ya que los cerebros y negociadores serían los tíos y padrinos de Amín.

ÑANDE RÍCOTA”

Para buscar a los mejores hombres fue hasta el Corralón Municipal, un predio donde los agentes llevaban los automóviles con infracciones de tránsito. El lugar era en las calles 14 de Mayo y Playa, del barrio Ricardo Brugada o, como era común llamarlo: “la Chacarita”. Ahí conversó con Arnaldo Cabrera Arévalos, Luis Adolfo Martínez, Julio César Samudio, Óscar Daniel Galeano, Luis Roa Ferreira y Cynthia Rolón Ruiz Díaz. Todos jóvenes agentes que no superaban los 40 años de edad. Con sueños y grandes ambiciones que el sueldo mínimo no los haría alcanzar ni en dos vidas.

Tal vez, su viveza sabía de esto, y la aprovechó para pintarles un panorama irresistible. Mucha plata y un trabajo sencillo, que solo necesitaba de coordinación y disciplina. Algo que ellos también conocían desde su etapa como reclutas.

Una voz firme e imperante les dijo: “¡Bueno señores, esto es lo que harán!”, ordenó a los elegidos. Todos lo miraban fijamente y luego se miraban entre sí. Báez señaló con el dedo a quienes iba nombrando: “Luis Martínez y Cynthia Rolón se encargarán del mita’i (niño), Julio Samudio, Óscar Galeano y Luis Roa encárguense ustedes de agarrarle al salir del colegio, después les paso las coordenadas. Arnaldo Cabrera estará en la casa segura. Si todo sale como lo planeado ñande rícota… (seremos ricos)”.

Después de eso, tío Pote les pasó un frasco de cloroformo. El camillero les proporcionó la sustancia para que se familiaricen con ella y practiquen, dándole algunas pocas instrucciones para su uso. Luis y Cynthia –los cuidadores- aprovecharon su estadía para probarlo en una persona y ver los efectos. Encontraron a una mujer adicta a las drogas deambulando por las calles del barrio. A ella le prometieron dinero a cambio de acercar la nariz al pañuelo que traía uno de los agentes, en la mano. Esto lo repitieron una y otra vez por varios días. Hasta que ellos creyeron que estaban seguros de cómo utilizar el químico.

Los días pasaron, el camillero y tío Pote estaban seguros del plan, el grupo estaba preparado. Obtuvieron teléfonos celulares de un hombre al que conocían como Zacarías Rojas, un funcionario de la Dirección de Aseo Urbano de la Municipalidad. Los equipos de comunicación fueron asignados para la negociación y para hablar entre ellos.

Todo estaba listo. La hora y fecha elegida para el rapto sería: a las dieciocho horas del día once de octubre…

Continuará…

Día del Abuelo: el tesoro más preciado de la sociedad

Cada 5 de mayo, en Paraguay se celebra el Día del Abuelo, una franja etaria de la población que muchas veces cae en el olvido y sufre a causa del abandono de su familia.

En Paraguay, al igual que en muchos otros países, los adultos mayores enfrentan diversos desafíos que afectan su calidad de vida, como la soledad, el abandono y las dificultades económicas, como aquellos que no cuentan con una pensión o un ingreso estable.

Aproximadamente, la población de los abuelitos está compuesta por 754.283 habitantes en el Paraguay, de los cuales, 361.221 son hombres y 393.062, mujeres. Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares Continua 2021, en el área urbana se encuentran unos 470.646 adultos, mientras que, en el área rural, viven aproximadamente 283.637 personas de más de 60 años de edad.

La mitad de estos abuelos están casados, el 9,8% se encuentra unido en concubinato, el 13,6% es soltero y el 26,4% está separado, viudo o divorciado. El seguro médico llega al 33% de los hombres y al 35% de las mujeres.

El Estado paraguayo brinda el derecho a la pensión alimentaria, que consiste en una asistencia monetaria mensual, equivalente al 25% del salario mínimo vigente, es decir, poco más de 500.000 guaraníes, a 311.167 personas mayores de 65 años, que viven en situación de pobreza y no reciben otro tipo de sueldo, pensión o jubilación.

El ministro de Desarrollo social, Tadeo Rojas, señaló que el acceso y la permanencia en este programa son completamente gratuitos, por lo que, solicitó denunciar aquellos pedidos de dinero de gestores que piden una contraprestación monetaria para supuestamente ingresar a la persona al programa o impedir su exclusión si ya se encuentra en la nómina de Adultos Mayores.

Respecto a esta Pensión de Adultos Mayores, la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (ANIVID) presentó recientemente una propuesta de modificación a la Ley ante la Comisión de Pueblos Indígenas del Senado. La intención es que la pensión alimentaria para adultos mayores en situación de pobreza sea otorgada a la población indígena a partir de los 50 años de edad, en lugar de 65 años. El argumento esgrimido es que la esperanza de vida para los indígenas es mucho menor que para la población paraguaya en general, ante la falta de una buena alimentación, salud, educación y trabajo digno.

Por otro lado, con relación a la ayuda estatal, hay otros 300 beneficiarios de pensiones graciables, que son otorgadas exclusivamente por ley a personas de 70 años para arriba, que prestaron servicios significativos y perdurables al país. El monto de las pensiones graciables no debe ser superior a un salario mínimo legal vigente ni inferior al 70% del mismo. A esto se suma el Programa Tekoporâ que se otorga a las familias vulnerables y en el cual figuran también las personas adultas.

SOLEDAD, ABANDONO Y DISCRIMINACIÓN

Pese a estos beneficios, muchos adultos mayores se enfrentan a varios desafíos, tales como la discriminación por edad, el aislamiento social, lo cual impacta negativamente en su bienestar emocional y mental, y la falta de infraestructuras adaptadas a sus necesidades específicas, como espacios públicos accesibles y transporte adecuado, lo cual representa un impedimento importante para su movilidad y autonomía.

El Día del Abuelo, que se recuerda este domingo, es una oportunidad para reflexionar sobre esta situación y tomar acciones concretas para mejorar la calidad de vida de quienes tanto aportaron a la sociedad. Resulta fundamental tomar conciencia y brindar un apoyo integral a nuestros abuelos y abuelas, con la contención familiar y con políticas públicas que garanticen su atención.

Una persona mayor de 60 años y más es capaz de tener una vida propia e independiente, si posee los recursos para ello. Valorar el legado de sabiduría que ofrecen con todo el conocimiento y experiencia que fueron acumulando a lo largo de sus vidas es una retribución a tantos años de dedicación a la familia, según lo señala la Dra. Lisa Barreto, directora del Complejo Santo Domingo dependiente de la Dirección General de Desarrollo de Servicios y Redes de Salud, que desde salud pública es uno de los espacios que ofrece estadía permanente y alberga a 95 usuarios rescatados de situaciones vulnerables diversas.

Por su parte, la directora general del Instituto de Bienestar Social, Sara Bogarín, resalta la importancia de abordar el envejecimiento desde una perspectiva de derechos y destaca la ley que protege los derechos de las personas mayores. Reconoce, además, la responsabilidad del gobierno y del Ministerio de Salud de garantizar la salud y el bienestar social de este sector de la población.

SALUD DEL ADULTO MAYOR

Otro aspecto clave es la salud del adulto mayor. En esta etapa de la vida se dan cambios relacionados al envejecimiento; tienen disminuido el sentido del gusto, dificultad para masticar (falta de piezas dentarias) y el tránsito intestinal se vuelve más lento, por lo que es recomendable tener en cuenta ciertas pautas para cuidar la salud.

El Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) recomienda que el adulto mayor realice las cinco comidas al día, siendo la última comida entre las 19:00 y 20:00 para facilitar la digestión. Debe consumir verduras, frutas, carnes blancas, comidas saborizadas con especias y hierbas, en vez de sal y condimentos; y tomar ocho vasos de agua potable.

Para que la persona se mantenga saludable, también es importante que realice alguna actividad física, acorde a la edad y el estado de salud, utilice calzados cerrados y cómodos, igualmente, ropa adecuada de algodón, y se realice un chequeo médico antes de iniciar una rutina de actividad física.




Mijaíl Bakunin: el rival anarquista de Karl Marx

"Si hay un Estado, necesariamente hay dominación y, consecuentemente, esclavitud. Un Estado sin esclavitud, declarada o encubierta, es inconcebible”. Con esta frase se podría resumir la línea filosófica de Mijaíl Bakunin, quien hizo una fuerte crítica al Estado como forma de organización social, al tiempo de renegar de Karl Marx, convencido de que el proyecto comunista podría ser tan opresivo como los modelos que -en teoría- debía combatir.

Por Gonzalo Cáceres - periodista

Nacido en el seno de una familia de raíces aristócratas, al ruso Bakunin (1814-1876) se lo considera como el primer gran impulsor del anarquismo como movimiento político y popular, por lo que forma parte de la primera generación de pensadores de esta corriente, junto con personalidades del calibre del también ruso Piotr Kropotkin, el francés Pierre-Joseph Proudhon y los italianos Carlo Cafiero y Errico Malatesta.

ANARQUISMO

El anarquismo es una filosofía política y social que se opone a cualquier forma de autoridad coercitiva, ya sea estatal, económica o religiosa. Entiende que las estructuras jerárquicas conducen a la opresión y la explotación, por lo que sus principios se extienden a otros ámbitos de la vida, como la economía, las instituciones religiosas, la educación y las relaciones humanas en general.

Ya en un aspecto utópico, los anarquistas promueven la cooperación voluntaria y la solidaridad entre las personas y las comunidades, al basarse en la creencia de que las personas pueden colaborar y trabajar juntas sin necesidad de coerción externa.

BAKUNIN

La influencia de Bakunin permeó a través del tiempo con su denominado ‘anarquismo colectivista’ (propone la propiedad colectiva de los medios de producción y la distribución de la riqueza según el trabajo), gracias al cual se hizo indispensable en la formación intelectual de los movimientos sociales que buscan emancipación e igualdad sin el apoyo de las estructuras del poder estatal, con un enfoque ético que sigue relevante en discusiones sobre democracia, derechos humanos y equidad económica.

Bakunin fue reconocido por su papel en el desarrollo de la crítica con énfasis en la relación del autoritarismo estatal con el capitalismo, abogando durante su activa militancia política por una sociedad sin Estado ni autoridad, basada en la cooperación voluntaria y la propiedad colectiva de los medios de producción; y en la adopción de un modelo de organización de abajo hacia arriba, con comunidades autónomas federadas.

Este teórico entiende al Estado como una estructura coercitiva (en pro de mantener el ‘orden’)- que era intrínsecamente opresivo y debía ser abolido, por lo que argumentó que el Estado y el capitalismo se conjugan para perpetuar la explotación de los trabajadores. “La libertad política sin igualdad económica es una pretensión, un fraude, una mentira; y los trabajadores no quieren mentiras”, escribió.

Aunque sus ideas eran en gran medida idealistas, Bakunin se inclinó hacia la defensa de la solidaridad internacional de los trabajadores y los oprimidos a través de la acción directa y prolongada (como ser participación en revueltas y levantamiento para desafiar al poder establecido), por la innegociable “necesidad de derribar las fronteras nacionales y las divisiones étnicas para lograr la emancipación humana”.

CONTRA MARX

Como no podía ser en una esfera de posiciones tan variadas como cambiantes, la conflictiva relación entre Karl Marx y Mijaíl Bakunin originó las diferencias fundamentales en cuanto al estudio de la naturaleza del Estado y la revolución obrera, lo que desembocó en divisiones dentro del movimiento socialista.

A pesar de coincidir en ciertos pasajes, Bakunin se cansó de reiterar que “el poder concentrado inevitablemente lleva a la opresión y la explotación”, sea cual fuere el actor, por lo que no se alineó a los postulados de Karl Marx y su célebre dictadura del proletariado.

Los círculos de intelectuales socialistas de la época tacharon a Bakunin de crítico “del autoritarismo inherente al modelo marxista”, por lo que los desacuerdos con Marx -principalmente durante la Primera Internacional, a la que ambos pertenecían- ilustraron sus preocupaciones sobre cómo el poder podría ser usado para reprimir la libertad, incluso en nombre de la defensa de los desfavorecidos.

“Los socialistas autoritarios mantienen que la libertad no puede ser establecida sin el Estado, mientras que, los socialistas revolucionarios, nosotros, decimos que el Estado es incompatible con la libertad. Quiero destruir el poder y las posiciones políticas para siempre; quiero que todos los individuos, asociaciones, comunas, regiones y naciones disfruten de la más absoluta libertad, siempre y cuando esta libertad no amenace la libertad de otros. Este es el deseo de todos los anarquistas y el deseo de todos los verdaderos socialistas.”, alegó sobre esta situación.

La cosa entre ambos escaló a tal punto que, en 1868, Bakunin fue acusado por Marx de ser un agente ruso y le pidió que se disculpara públicamente. En 1869, fue acusado por el revolucionario marxista Wilhelm Liebknecht de los mismos cargos, librándose una feroz batalla ideológica entre los adeptos a uno u otro.

“Soy profundamente hostil al comunismo porque éste es la negación de la libertad y no puedo concebir nada humano sin libertad. No soy comunista porque el comunismo concentra y absorbe toda la fuerza vital de la sociedad en el Estado”, justificó en sus cartas.

CONTRA LA RELIGIÓN

Bakunin creía en la posibilidad de concebir una libertad basada en la razón, el humanismo y la autonomía, por lo que era contrario a cualquier forma de dogmatismo que restringiera el pensamiento crítico. Es así que apuntó contra el cristianismo institucionalizado, al que veía como una herramienta utilizada por las clases dominantes para controlar y someter a las personas.

Para él, la religión predicaba la obediencia y la sumisión a una autoridad superior, tanto divina como terrenal, y esto limitaba la capacidad de las personas para pensar y actuar por sí mismas, al imponer creencias y sistemas de reglas incuestionables que impiden el desarrollo intelectual.

En este punto, sostuvo que el Estado y la religión estaban interconectados, trabajando a la par para mantener el statu quo y reprimir toda resistencia, con ideas basadas en la superstición y el mito. El vínculo entre la autoridad religiosa y la autoridad estatal reforzaba la estructura de poder que Bakunin quería destruir.

“La religión es un insulto a la dignidad humana. Con o sin ella, tendrías buenas personas haciendo cosas buenas y malas personas haciendo cosas malas. Pero para que una buena persona haga cosas malas, se necesita la religión”.

FIEL A SU LÍNEA

Siempre en concordancia con su filosofía de acción directa, Bakunin se unió a la revuelta polaca contra el dominio ruso y fue encarcelado en 1849, pero, tras su liberación, continuó defendiendo el anarquismo y participando en actividades revolucionarias hasta su muerte en 1876.

Sus ideas y su legado son un testimonio de la lucha frente a la opresión y de la búsqueda de una sociedad más justa y libre.

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Vaciamiento de cuentas: guardar el PIN en sitios vulnerables, el error más grave

La exposición innecesaria de datos confidenciales se convirtió en una amenaza a la seguridad bancaria, y esto ocurre por el desconocimiento o la mala utilización de las herramientas digitales. Guardar pines en bloc de notas, como contacto o ingresar a enlaces misteriosos, son algunos de los problemas más graves.

Por Silvia Aguilar

Hace unos días fue noticia el caso en el que una mujer denunció ser víctima del robo de su celular en una tienda en Asunción, pero lo más grave de la situación no se resumió solo al hurto, sino que los delincuentes vaciaron su cuenta bancaria y solicitaron un préstamo por 53 millones de guaraníes. Todo a través de la aplicación del banco.

Para el experto en ciberseguridad, Miguel Ángel Gaspar, este caso es conocido como ataque ransomware o secuestro de datos. Ocurre todos los días en el país y se da, la mayoría de las veces, porque son las propias personas quienes exponen innecesariamente sus datos.

Durante una entrevista en el canal GEN/Nación Media, mencionó los casos más frecuentes en los que la gente expone información confidencial. Un ejemplo es cuando se guarda como un contacto las contraseñas de los sitios bancarios o se anota en bloc de notas, y otros errores comúnmente cometidos.

“Hay personas que se quejan porque le vaciaron sus cuentas, pero cuando vamos a hacer la forensia encontramos que, dos semanas atrás le dieron click a un enlace donde no debían y terminan comprometiendo el dispositivo porque le instalaron en el celular una herramienta de acceso remoto y con eso ya nadie necesita saber tu contraseña, acceden”, expresó Gaspar.

El experto en ciberseguridad sostuvo que hay aplicaciones que merecen ser cuidadas porque no son seguras, e hizo hincapié en aquellas que aparecen como sugerencia en cualquier red social y que, posteriormente se descargan, es una estrategia que utilizan los hackers para vulnerar los datos.

En los últimos tiempos, el Token digital se hace presente en transacciones y operaciones bancarias. Según Gaspar, es fiable y se utiliza para evitar tener un solo pin transaccional, pero hay mecanismos que se deben usar para que sea aún más seguro.

“Dejen de usar el SMS como Token. Es vulnerable, entonces debemos tener otras aplicaciones que reemplacen al SMS como llaveros digitales y que nos permitan tener un Token más seguro”, agregó.

De acuerdo a sus declaraciones, el 90% de las víctimas de vaciamiento de sus cuentas perdió el control sobre sus claves o contraseñas, por lo que, la sugerencia es que, si se van a guardar como contacto, se utilicen nombres propios o, la mejor opción, utilizar el mismo pin para todas las operaciones, así se maneja una sola información.