Pedro Halley, gerente de Prestaciones Económicas del IPS, se encuentra en el ojo de la tormenta al mencionarse la supuesta intención de subir a los 75 años la edad para jubilarse. Es por ese motivo que fue visitado en su vivienda por algunos sindicalistas que repudian esa posibilidad.

“Es un un disparate la jubilación a los 75 años, se entendió mal lo que dije. Todos somos viejos a los 60 años, según la ley. Debemos analizar por caso la jubilación. Uno puede retirarse a los 48 o a los 80 años”, refirió sobre el planteamiento que hará para que la edad para el retiro sea diferenciado dependiendo del deterioro de la salud de los trabajadores.

En charla con radio Nacional, Halley indicó que los riesgos laborales crecieron considerablemente y por lo tanto se deben actualizar las normativas. “Muchos de los albañiles sufren más problemas pulmonares y de piel, por el cemento y la pintura, también sufren el deterioro de la salud los trabajadores de los frigoríficos, por el frío y el uso de las maquinarias; los conductores de ómnibus, que al estar sentados muchas horas tienen los riñones fundidos y de seguro requerirán diálisis, y los trabajadores de las empresas que usan agrotóxicos”, añadió.

Así también dijo que fue una distorsión mediática la realizada en su contra y señaló que mediante un consenso social se debe cambiar el paradigma incrustado en la mente del paraguayo, de que sí o sí hay que jubilarse a los 60 años.

En conversación con la 970 AM, resaltó que los expertos alertan que se tendrán problemas económicos en el 2040 y por lo tanto aun hay tiempo para analizar la cuestión y encontrar las soluciones antes de que ocurra lo pronosticado.

Por otra parte, Halley indicó que en el mundo existen dos sistemas de pensión: la de capitalización de ahorro individual, que se realiza al colocar el dinero en una cuenta personal para utilizar a futuro, y la del reparto de capitalización colectiva, que se consigue al colocar un porcentaje del sueldo en una caja común y deja de ser del trabajador, pasando a ser de todos los integrantes. Este último se implementa en Paraguay.

Un operativo de la Dirección de Operaciones Urbanas de la SENAD, en el marco del Plan SUMAR, fue ejecutado para detener a un joven de 26 años, quien manejaba un punto de distribución de drogas, unido una serie de acontecimientos delictivos, frente a un centro educativo en el barrio María Auxiliadora.

La comitiva ingresó a la vivienda en compañía del fiscal Marco Amarilla y detuvo a Ronaldo Silva Sandoval de 26 años. Tras un registro del todo el lugar fueron confiscados 24 dosis de crack junto con porciones de cocaína y marihuana. Del lugar también colectaron un arma de fuego.

El hombre cuenta antecedentes por reducción y hurto, con prohibición de salida del país y portación de armas.

Los datos colectados apuntan al joven como responsable de venta de drogas incluso a alumnos de centros educativos. Se expone a pena carcelaria de entre 5 y 15 años.

El implicado ya fue derivado a la Base de Operaciones de la SENAD por disposición del Ministerio Público.

En el transcurso de la tarde del martes se registró un voraz incendio en una vivienda ubicada en el barrio La Amistad de la ciudad de Capitán Miranda.

La propiedad pertenece a Lorena Mabel Osorio de Araujo, quien se encontraba en el lugar en compañía de su familia al momento de iniciar las llamas.

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La edificación -de unos 6x8 metros y con techo de chapa- acabó siendo reducida a cenizas a causa del siniestro, que pudo ser controlado tras la intervención de bomberos voluntarios.

Afortunadamente, Osorio y los demás miembros de su familia resultaron ilesos luego del incendio, por lo que solo se reportan daños materiales.

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Hasta el momento, las autoridades no han logrado determinar las causas del incidente, menciona el portal Más Encarnación.

La idea es extender réplicas de la exitosa sociedad policial-militar que logró reducir a la mínima expresión al EPP y la extinción de la ACA, así como a asestar fuertes golpes a organizaciones criminales en Canindeyú.

El plan, barajado en los Ministerios de Defensa y del Interior, contempla el establecimiento de puestos fijos de comandos, con puntos de conexiones para reacciones rápidas ante eventos que perpetran grupos de delincuentes.

El proyecto en cuestión surge a partir de la necesidad que tiene la Policía Nacional, de reforzar áreas de cobertura, ante la emergencia de pandillas bien organizadas, que cuentan con fuerte capacidad de fuego.

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Producción y tránsito de drogas, atracos a camiones de caudales, cajeros y bancos, ataques piratas en rutas, entre otros rubros delincuenciales, se han acrecentado de manera significativa desde hace unos años.

El plan de seguridad que maneja el gobierno central implica también inversión en tecnología para detección y ataques a agrupaciones ilícitas, que cada vez evidencian mayor capacidad de operaciones, utilizando herramientas de la tecnología.