“Él tenía que venir a casa hoy, iba a tener un mes de vacaciones. Estuvo tres meses en la zona”, indicó la señora de Fernández. El atentado tuvo lugar el sábado en Arroyito, Concepción, cuando ocho miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) realizaba una patrulla.

El grupo criminal neutralizó al pesado camión y sus ocupantes con una bomba casera, detonada desde una cierta distancia. Luego, rodearon al objetivo y empezaron a efectuar disparos. Algunos de los militares intentaron reaccionar, pero fue en vano.

Daniela Acosta comentó que la última vez que habló con el subteniente Félix Fernando Fernández fue el viernes. “Estuvimos hablando largo rato del cumpleaños de la nena, que falta un mes”, sostuvo la licenciada en Enfermería a la 730 AM.

Dijo que la mayor parte, la conversación se daba a través de WhatsApp. Acotó que nunca le confesó nada raro pero que en cada incursión al monte le avisaba y decía: “yo no sé si voy a volver”.

Refirió que una compañera de trabajo (cumple labores en IPS Central) le llamó a contar del ataque. Desde ahí intentó comunicarse con su marido pero nunca más contestó sus llamadas. Tras la masacre, el EPP robó los equipos que tenían los fallecidos (fusiles, chalecos, proyectiles y celulares).

“Hasta ayer seguía sonando su teléfono”, declaró la mujer al tiempo de pedir justicia para su marido. “Una nena quedó huérfana. Teníamos planes para el futuro. Dios mío, pedimos al Gobierno que haga algo, presidente haz algo por favor, señor presidente pido justicia”, lamentó.

En diciembre, Fernández debía ascender al rango de teniente. Su salario era poco más de 3.000.000 y cobraba un sobresueldo de 1.500.000 por ser de la FTC. Hace un año se mudo a su casa propia, en el departamento de Concepción. Su padre y hermano también son integrantes de las Fuerzas Armadas de la Nación (FF.AA.). Además estaba preparando el festejo de primer cumpleaños de su beba.

ATENTADO MÁS CRUEL DEL EPP

Ocho militares de la Fuerza de Tarea Conjunta fallecieron tras explotar un artefacto al paso de un vehículo que patrullaba en un camino rural de Arroyito, en Horqueta departamento de Concepción.

Las víctimas fueron identificadas como subteniente de Caballería Félix Fernando Fernández Duarte, vicesargento primero Genaro Dejesús Arias Palacios, sargento primero de Infantería Rober Fabián Cañete Pereira, Dejesús Torrasca Galván, sargento segundo Sergio Daniel López, sargento primero de Infantería Eder Arias, sargento primero Hugo Candia, vicesargento primero de Infantería Pablo Farias.

El informe del médico forense confirmó que de los 8 uniformados, 7 recibieron impactos de bala a la altura de cabeza, dos de ellos presentan heridas de arma blanca y el chofer murió por las heridas producidas por el estallido de la bomba.

Los disparos fueron efectuados a corta distancia y las armas utilizadas por los criminales corresponden a calibres 9 milímetros, 7,62 y 5,56. “Todos fueron ajusticiados”, expresó el fiscal adjunto Alejo vera.

El nuevo ataque de los criminales se dio en el momento en que están secuestrados el policía Edelio Morínigo (787 días) y los menonitas Abrahan Fehr (388 días) y Franz Wiebe (34 días).

En juicio oral fue probado que el hombre había falsificado y utilizado facturas de ventas de la firma Mar & Mar Group, sin autorización de ésta, favoreciendo a una empresa de maletín, denominada Company Electronics S.A.

Estos hechos se produjeron en el 2014, cuando se desempeñaba como contador de la firma, con el propósito de permitir y mantener el esquema de uso de facturas emitidas por algunas empresas a favor de otras, simulando operaciones comerciales con el fin de pagar menos impuestos ante la Sub-Secretaría de Estado de Tributación.

Se probó además que las personas que figuraban como accionistas y representantes de la firma Company Electronics; en realidad nunca tuvieron la capacidad económica e incluso, algunas de ellas, ya habían fallecido.

Además, se acreditó que el estudio contable del condenado Ignacio Urbieta tenía acceso absoluto al perfil de la firma Mar & Mar Group; disponiendo de la clave de acceso principal, cargándose las facturas desde dicho estudio contable tanto de la empresa legalmente constituida, como de la de maletín.

Una de las pruebas fundamentales fueron los registros de IPs que se utilizaron para la carga de las declaraciones ante la SET que en 26 casos fueron coincidentes entre Mar & Mar Group y Company Electronics.

Las lluvias, de manera dispersa, se limitarían en el centro y sur de la región Oriental, durante las primeras horas de la presente jornada, para un mejoramiento en el transcurso del día.

Ambiente caluroso, con escasa nubosidad y vientos moderados del sector norte serían las características predominantes durante los próximos días, con temperaturas mínimas entre 23 y 28 °C, mientras que las máximas entre 31 y 37 °C en todo el territorio nacional.

Se prevé baja probabilidad de lluvias hasta el martes.

La entrega se realizó a través de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y autoridades de la Gobernación con recursos propios.

Este sábado, la asistencia se extendió a la comunidad de Potrero González, distrito de Tacuaras, donde unas 28 familias recibieron ayuda inmediata, incluyendo la entrega de una canoa a remo para uso comunitario, facilitando así el acceso a sus hogares en medio de las inundaciones.

El despliegue de asistencia se extendió a lo largo y ancho del departamento, abarcando comunidades en Pilar, Tacuaras, Guazucuá y San Juan de Ñeembucú. En Pilar, se brindó ayuda a 510 familias, en Tacuaras a 649 familias, en Guazucuá a 575 familias, y en San Juan de Ñeembucú a 961 familias. Además, se prestó atención específica a grupos vulnerables como la comisión de chatarreros y la comisión de yuyeros ambulantes.

Los datos preliminares de la Secretaría Departamental de Gestión y Riesgos resaltan la magnitud de las lluvias registradas en el departamento de Ñeembucú en los primeros cuatro meses del año. Distritos como Guazucuá y Tacuaras experimentaron niveles alarmantes de precipitación, alcanzando el 76% y el 60%, respectivamente, de la media anual de lluvias. En Pilar, la situación no es menos preocupante, con el registro del 45,3% de la media anual en tan solo cuatro meses.