Investigación científica sobre Pohã ñana en Paraguay, hace eco en España

La tradición paraguaya de recurrir a remedios naturales para afrontar enfermedades tiene una cara oculta, y es la investigación científica que sobre los "yuyos" curativos, llevan a cabo expertos paraguayos que, con mucho interés, pero con poco apoyo, intentan elevar a ciencia los conocimientos ancestrales sobre los pohã ñana.

Una nota publicada en el diario El País de España aborda un tema que es foco de debate a nivel mundial: la efectividad de las hierbas medicinales en el abordaje de determinadas dolencias. A continuación el material:

En Paraguay hay centenares de especies de plantas medicinales. Tienen menos efectos secundarios y son más económicas que los fármacos, por lo que la mayoría de la población las consume habitualmente, pero pocas están estudiadas.

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“La medicina tradicional tiene un gran impacto en la salud y no se valora lo suficiente. Estamos en pañales en reconocer propiedades, bondades o situaciones tóxicas”, explica en su despacho Derlis Ibarrola, jefe del departamento de Farmacología de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCQ-UNA). Hace más de 30 años que el biotecnólogo y doctor farmacéutico estudia las plantas medicinales del país. En 2022, recibió el Premio Nacional de Ciencia por la investigación sobre el efecto antihipertensivo y diurético de la raíz de una de las plantas medicinales del país: el ñuati pytã (Solanum sisymbriifolium), de la familia de las solanáceas, como los tomates.

“Tenemos una sociedad muy irreflexiva, se pierden tradiciones importantes. Por ejemplo, los médicos desacreditan el uso de las plantas de manera poco analítica”, piensa Ibarrola. Al lado de su despacho de la universidad está el laboratorio donde su equipo desarrolla los ensayos preclínicos con animales. La sala está en completo silencio mientras María del Carmen Hellión-Ibarrola, especialista en Neurociencias del comportamiento, analiza la conducta de una treintena de ratones blancos a los que se les han suministrado plantas medicinales.

“Trabajamos con animales siguiendo siempre protocolos establecidos y que el comité de ética tiene que aprobar”, explica Ana Velázquez, de 35 años, doctora en biomedicina y otra de las investigadoras del equipo. Ha publicado un estudio sobre una planta que está industrializada en Paraguay, el jaguareté ka’a (té del jaguar), también conocido como carqueja. “Popularmente se consume como digestivo, mi investigación era para saber por qué. Cuando hay una indigestión, el intestino se paraliza, y el ensayo con ratones demostró que al ingerir jaguarete ka’a, trabaja más rápido y se restablece el tránsito”, explica. Las supuestas propiedades hepatoprotectoras de la planta la impulsaron a estudiarla. “Un cuarto de la población tiene hígado graso, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es una enfermedad silenciosa que afecta a muchísimas personas. Es importante investigar las plantas medicinales porque pueden ser de ayuda y tienen menos efectos adversos que los fármacos”, concluye.

Las hierbas se venden en ramilletes a partir de unos 2.000 guaraníes (0,25 euros).
Hierbas vendidas en ramilletes en el mercado.

Ibarrola explica lo difícil que resulta sacar adelante los proyectos de investigación del departamento que dirige: “Durante 20 años trabajamos casi sin apoyo del Estado. El que recibimos era de Japón, que nos donó equipos y reactivos químicos”. Reconoce que la situación ha mejorado desde 2015, cuando empezaron a recibir fondos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), pero cree que la atención institucional al pohã ñana sigue siendo insuficiente. “Hay mucha burocracia, no son procesos ágiles. Y debería haber interés porque además es un negocio que puede funcionar y tener un buen impacto socioeconómico, pero no se le da la relevancia que debería. Por ejemplo, el manejo agronómico es muy deficiente”, añade.

Una de las mayores preocupaciones de los investigadores es que no haya una producción sostenible de plantas medicinales. “Se cultivan pocas especies, la mayoría son silvestres y algunas están en peligro de extinción. Es importante que se estudien antes de que se pierdan”, dice Olga Heinichen, doctora farmacéutica especializada en gastrointestinal y también miembro del departamento de Farmacología de la Universidad.

El paseo de los yuyos del Mercado 4
Claudia es una de esas miles de personas que se ganan la vida en Paraguay gracias al pohã ñana. Son las 4 de la mañana y acaba de plegar el colchón metido en una bolsa de plástico sobre el que ha dormido hoy en la acera. Tiene 44 años y aunque vive en Itá, un municipio cercano a Asunción, pasa muchas noches en el “paseo de los yuyos” del Mercado 4, el principal mercado municipal. Yuyos es como se llama a las hierbas. “Las recolecto por el campo, las lavamos y atamos en casa, vengo en autobús por la tarde para dormir aquí y las vendo de madrugada”, explica. Aún es de noche y las farolas iluminan las plantas frescas amontonadas por el suelo. Se venden en docenas hasta las seis de la mañana. “Hay que venir de madrugada, después es menudeo”, cuenta Zuni Ferreira, una mujer de 55 años cargada con tres bolsas en las que lleva lo que ha comprado para vender en Villa Elisa, un barrio a unos 20 minutos de aquí.

El 1 de agosto, el paseo de los yuyos está especialmente concurrido. Es el día nacional del pohã ñana y este es su epicentro. Antes de las seis de la mañana ya están montadas todas las mesas, alineadas a lo largo de la avenida Silvio Pettirossi. Esperan a las centenas de conductores que pasarán por allí y podrán comprar desde sus ventanillas sin bajar del coche. Hoy venden productos especiales para la celebración, como el tradicional carrulim, una bebida de caña -aguardiente-, ruda y limón, de la que dicen hay que beber siete tragos para espantar los males del mes de agosto, un mes de invierno que, para los guaraníes, se lleva a las vacas flacas y a los ancianos.

Dos mujeres vendiendo hierbas y fruta en el Mercado 4 de Asunción.
Dos mujeres venden hierbas y fruta en el Mercado 4 de Asunción.

PAULA LÓPEZ BARBA

Patricia, de 37 años, ha pasado la noche en vela para conseguir un buen lugar. “Llegué ayer a las siete de la tarde”, dice tras la mesa que ha adornado con esmero. Enseña las bolsitas “Mix supermate”, que ha preparado para añadir al mate. Contienen una mezcla de cáscara de naranja, manzanilla, siempre viva, azafrán, cedrón, py, burrito y boldo. En un rato llegarán sus sobrinas y su hija, de 11 años, que hoy la ayudará a vender. La mayoría de quienes comercializan las plantas medicinales y refrescantes por la calle son mujeres y se las conoce como yuyeras. “Empecé a vender hierbas en esta calle con mi mamá hace 55 años, fuimos pioneras aquí”, dice Simona, una mujer de 73 años llena de energía para afrontar el día. Ella confía en la medicina natural: “Cuando me siento con gripe cocino un puñado de agrial -begonia cucullata- con mucho limón, le añado miel de abeja y lo bebo caliente”. Si hace falta, se toma una pastilla antiinflamatoria de farmacia. “Pero sólo una”, recalca.

“La medicina sintética te cura una cosa, pero te estropea tres”, reflexiona Eva, de 65 años, hija de agricultores de Piribebuy. Su tienda Los Pequeños está enfrente del puesto de Simona. Ha conseguido montarla después de pasar años en esta calle. “Es una lucha, vivimos al día. El alquiler son 2,5 millones de guaraníes (unos 300 euros). Si hace falta, dejamos de comer para pagar”, dice, mientras toma su mate con remedios naturales para los bronquios. “Tuve una neumonía bipulmonar hace diez años, después me preparé este compuesto bronquial que tomo todos los días y no volví a tener problemas”, explica sentada frente a su local de la calle República Francesa. Leticia y Verónica, de menos de 30 años, están en el puesto de al lado y son de las más jóvenes de la calle. Ayudan a su madre y quieren seguir el negocio. “Es lindo cuando una persona viene con dolor y la puedes ayudar”, dicen sonrientes.

La cultura del tereré paraguayo
A dos calles está el Tereré Literario, un espacio cultural para difundir la cultura del pohã ñana y tomar tereré, la tradicional bebida paraguaya de mate con hierbas medicinales machacadas y hielo para sobrellevar las altas temperaturas. Lo montó hace seis años Javier Torres, quien fue presidente de la Comisión de Vendedores y Productores del Paseo de los Yuyos. “Al extranjero que llega al Paraguay se le invita a tereré. Tereré es compartir, intercambiar, comunidad”, dice exultante. Acaba de reunirse con Santiago Peña, presidente de Paraguay. “Vengo directo de la casa del presidente, hemos hablado del fortalecimiento del sector cultural y compartido carrulim y tereré de las siete hierbas, que se bebe el 1 de agosto para depurar la sangre y ahuyentar las malas energías”, cuenta en la terraza repleta de vegetación que ha montado frente a su local. “Las plantas dan oxígeno y mejoran la temperatura”, dice su sobrina Kenia, de 7 años y que hoy celebra el día del pohã ñana ataviada con una falda roja, blanca y azul, los colores de la bandera paraguaya.

Torres es la tercera generación de una familia que se dedica a la venta de hierbas desde hace décadas: “Unas 50 familias trabajamos con yuyos en el Mercado 4. Gracias a eso estudié Derecho”, dice. Cree que el comercio de pohã ñana debe ser un proyecto social. “A través de la venta de los yuyos se puede combatir la pobreza de nuestro país, que es rico en plantas medicinales. Queremos permisos para exportar más. Tenemos que trabajar en conjunto con el Estado, con los ministerios de agricultura, industria y comercio”, afirma Torres. Está montando una nueva sucursal en uno de los abundantes centros comerciales de Asunción, para introducir la cultura del tereré en espacios donde todavía no está presente y también piensa desarrollar proyectos en el extranjero.

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Transporte público incompleto y desfasado: anuncian proyecto para cambiar el sistema

El Poder Ejecutivo presentará un proyecto de ley, por el cual planteará la modificación del sistema de transporte público al que lo cataloga de desfasado. Los detalles todavía se desconocen, pero el presidente Peña dio algunas pistas.

El transporte público vigente en nuestro país fue diseñado para un Paraguay de hace 30 años, con una población más pequeña, con una movilidad diferente, en la que los usuarios se desplazaban a ciertas horas del día, mientras que hoy, requieren del servicio todo el tiempo, a criterio del presidente Santiago Peña.

“Tenemos un sistema que funciona de manera parcial hasta las 11 de la noche y esto no responde a la necesidad que tiene la ciudadanía. El sistema quedó desfasado y necesitamos actualizar”, reconoció Peña, durante una entrevista con la vocera presidencial, Paula Carro.

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Sobre el punto, confirmó que su entorno está trabajando en un proyecto de ley que será presentado en los próximos días al Congreso, en busca de mejorar el servicio y colocarlo a la altura de las exigencias.

“Queremos tener un nuevo sistema, donde el Estado tenga que reconocer la importancia de este servicio público, donde el Estado tenga que poner recursos, invertir en este sistema”, expresó Peña.

Para el mandatario, los recursos destinados al transporte público no están arrojando los resultados más eficientes, por lo cual, es momento de un cambio.

A propósito de movilidad, la reunión tripartita realizada ayer entre el Ministerio del Trabajo, el Viceministerio del Transporte y los empresarios del rubro, fue declarada en cuarto intermedio hasta el próximo jueves 16 de mayo, y, de momento, el paro de 3 días que iniciará el lunes 20, se mantiene.

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Medicamentos e insumos por G. 7.500 millones llegaron al Hospital de Itauguá

Según comunicó el Ministerio de Salud, solamente esta semana, el Hospital Nacional de Itauguá recibió medicamentos e insumos para diversas patologías, por valor de 7.500 millones de guaraníes.

Antibióticos, analgésicos, antihipertensivos, sueros, anestésicos, IOP, jeringas de 5ml y 10 ml, antimicóticos sistémicos, medicación del programa de psiquiatría y medicamentos para pacientes con afecciones reumatológicas integran la lista de lo que recibió el Hospital Nacional de Itauguá entre el 6 al 10 de mayo.

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También llegaron fármacos para pacientes renales y diabéticos, insumos para diálisis y paquetes quirúrgicos, guantes, gasas, tapabocas y electrodos. Todo esto permitirá dar cobertura suficiente y necesaria para la demanda de atención.

Según Salud Pública, esta entrega forma parte de una distribución que realiza de manera semanal en dicho hospital, por tratarse de un centro de referencia al que acuden y derivan a pacientes de diferentes puntos del país.

Provisiones como estas, también se realizan en las demás regiones sanitarias, a fin de abastecer las farmacias y los servicios.

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Desbaratan narcodespensa y bodega, cerca de tres colegios de Asunción

De fachada una inofensiva despensa, bodega y heladería, pero por dentro, un foco de distribución de drogas, muy próximo a tres centros educativos en la zona del Puerto Botánico. Este negocio fue desbaratado ayer por la Senad, que detuvo a un implicado.

Un allanamiento se realizó este viernes en Asunción, dentro de un local comercial que funcionaba como despensa, bodega y heladería, pero cuyo rubro verdadero y principal era la droga.

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Del lugar se incautaron 116 gramos de cocaína, equivalentes a casi 300 dosis y 147 gramos de “chespi” suficiente para la venta de unas 1.000 dosis, según los intervinientes.

También incautaron un arma de fuego, dinero en efectivo en billetes de baja denominación y un automóvil.

En el sitio detuvieron a Juan Andrés Aquino, de 35 años, alias Cafú, quien tenía consigo las evidencias mencionadas. La Policía lo trasladó a él, junto con las sustancias, a la base de operaciones de la Senad.

El detenido es Juan Andrés Aquino alias “Cafú”.El detenido es Juan Andrés Aquino alias “Cafú”.

El caso está a cargo de la fiscal María Irene Álvarez, quien encabezó el operativo con la Senad y la Dirección de Operaciones Urbanas.

Lo preocupante del caso es la ubicación de este foco de distribución de drogas, muy próximo a tres instituciones: Centro Educativo La Amistad, Escuela Solar de Artigas y Escuela Sagrada Familia.

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