Huellas de la viruela del mono en la piel: cómo prevenir y tratar las cicatrices

Las pústulas típicas de la enfermedad pueden dejar lesiones cutáneas si no se tratan con el debido cuidado durante la etapa activa del brote. Qué recomiendan los especialistas.

Una característica definitoria de la afección son las lesiones cutáneas, típicas de la infección viral, que en un comienzo se asemejan a un grano y pueden verse como protuberancias llenas de pus (pústulas) con enrojecimiento alrededor. Después de eso, la erupción pasa por diferentes fases, incluidas las pústulas que progresan hasta convertirse en ampollas que eventualmente forman costras.

Los especialistas recomiendan cubrir estas lesiones en su fase activa, ya que al igual que ocurre con otras enfermedades eruptivas, son contagiosas hasta que la erupción se haya curado por completo.

Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EEUU (CDC por sus siglas en inglés) aseguran que las lesiones ya no son contagiosas cuando las costras se caen y se forma una nueva capa de piel.

Y si bien las lesiones de la viruela del mono inevitablemente formarán costras, ya que ese es un paso en la dirección correcta en términos de infección, las llagas debajo pueden tardar en cicatrizar. Así es que, una vez curadas, las lesiones a veces pueden dejar cicatrices y decoloración en la piel, que pueden ser duraderas o incluso permanentes.

“En algunos casos, los pacientes pueden desarrollar cicatrices deprimidas o atróficas que pueden parecerse a las observadas después de una infección de varicela o con acné severo”. La doctora Trisha Dasgupta es dermatóloga certificada por la junta de Dermatología de Filadelfia, y agregó que “estas cicatrices pueden tener diferentes apariencias y grados de gravedad”.

Según indican los especialistas, las lesiones en la cara, si bien son las que más preocupan a los pacientes, a menudo sanan mejor que las lesiones en otras partes del cuerpo, que pueden ser firmes, con picazón e incluso dolorosas.

Cuál es la mejor manera de cuidar el brote para evitar las cicatrices

Una de las mejores maneras de minimizar el problema es prevenir la cicatriz con un buen cuidado de la herida durante el proceso activo del virus y la curación.

“La mejor manera de prevenir las cicatrices es cuidar bien la piel. Hoy en día, creemos que sanar en condiciones húmedas es mejor que simplemente dejar que una costra se seque y se endurezca”, señaló la profesora de dermatología en la Universidad de Yale Christine Ko.

Con ella coincidió la médica dermatóloga Agustina Vila Echagüe, quien ante la consulta de Infobae sostuvo que “ahora se considera que la curación de heridas deja menos secuelas cuando cicatrizan con humedad”. “En el caso de la viruela del mono cuando las lesiones están activas se ven irritadas, coloradas y dan prurito -describió la especialista miembro de la Sociedad Americana de Medicina y Cirugía Láser (ASLMS por sus siglas en inglés) y de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD)-. La recomendación es utilizar jabones de limpieza neutros sin restregar y aplicar ungüentos vaselinados u otro tipo, y dependiendo de la picazón tal vez un corticoide tópico”.

“Considere usar un jabón o limpiador suave, sin fragancia y sin colorantes para evitar cualquier irritación adicional cuando limpie el área todos los días”, aportó la dermatóloga certificada por la junta de Dermatología de Filadelfia Shoshana Grossman.

Y tras asegurar que “este tipo de lesiones contagian por lo que no hay que rascarlas ni tocarlas”, Vila Echagüe aconsejó que “es mejor cubrirlas para no contagiar a otros o auto contagiarse”. “Si rascamos las lesiones es muy posible que queden cicatrices, desde lesiones hipopigmentadas a lesiones colorados eritematosos o deprimidas tipo en sacabocados”, agregó.

Así, según se ve, si bien es posible que las cicatrices de las lesiones de la viruela del mono no se pueden prevenir por completo, hay medidas que puede tomar para disminuir el riesgo de cicatrices, todas relacionadas con el cuidado de la piel.

Otras recomendaciones para tener en cuenta

– Protección solar: “El uso de protector solar una vez que no tenemos lesiones activas es lo principal para disminuir la posibilidad de manchas”, aseguró Vila Echagüe.

“Es una de las formas más simples y efectivas de minimizar la apariencia de las cicatrices después de que las lesiones de viruela símica hayan sanado”, agregó Grossman. Los dermatólogos recomiendan un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30 para reducir la posibilidad de oscurecimiento de la piel.

– Tratamientos tópicos: Para áreas completamente curadas, el uso de exfoliantes químicos como alfa-hidroxiácidos y retinoides tópicos puede ser útil para reducir la posibilidad de algunos tipos de cicatrices al aumentar la renovación de las células de la piel y estimular el crecimiento de colágeno saludable.

“El factor limitante de estos tratamientos es la tolerabilidad en términos de sequedad o irritación; no deben usarse en lesiones activas -explicó Grossman-. La clave de usar estos tratamientos tópicos es comenzar lentamente, solo un par de veces a la semana para comenzar, aumentando gradualmente al uso nocturno”.

– Inyecciones de esteroides: Para cicatrices hipertróficas o queloides más gruesas se puede inyectar un medicamento con esteroides directamente en las áreas problemáticas.

“El objetivo del esteroide es calmar cualquier inflamación residual y aplanar las áreas elevadas. Mientras que los esteroides sistémicos, como las píldoras, las inyecciones intravenosas o intramusculares, pueden tener efectos secundarios internos no deseados, los esteroides intralesionales permanecen localizados en la piel y se toleran muy bien”, sumó Grossmann.

– Tratamientos láser: Según la ubicación de la cicatriz y el tipo de piel del paciente, los láseres se pueden usar para ayudar a mejorar la apariencia de las cicatrices que son blancas o de apariencia más clara que la piel circundante. Los láseres deben usarse con cuidado en los tipos de piel más oscuros y los láseres fraccionados son un enfoque láser específico que disminuye el tiempo de inactividad después de los láseres y puede ser más seguro en pacientes con tonos de piel más oscuros.

“Pasada la infección y después de ver el tipo de cicatriz que quedó éstas se pueden tratar con equipos láser desde un colorante pulsado a un CO2 o Erbium fraccionado”, destacó Vila Echagüe.

Sin embargo, pese a éstas y otras alternativas de las que dispone la medicina, “la mayoría de las cicatrices mejoran por sí solas con el tiempo, especialmente con una buena protección solar”.

“Puede tomar de seis a 12 meses para la maduración completa de la cicatriz. Esto es especialmente para las cicatrices hiperpigmentadas, que pueden tardar muchos meses en desaparecer -explicó Ko-. Idealmente, una cicatriz se verá más cerca del color normal de la piel que la rodea dentro de cuatro a cinco semanas, pero a veces las cicatrices pueden tardar más en remodelarse y asentarse, incluso hasta un año”.

Impresionante ‘melena de caballo’ es captada con detalles sin precedentes por el James Webb

Se trata de la nebulosa Cabeza de Caballo, que se originó a partir del colapso de una nube interestelar de gas y polvo.

La NASA informó este lunes que la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) y el instrumento de infrarrojo medio (MIRI), a bordo del telescopio espacial James Webb, lograron captar por primera vez las estructuras a pequeña escala del borde iluminado de la nebulosa Cabeza de Caballo, ubicada a 1.300 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Orión.

Este objeto astronómico, también conocido como Barnard 33, forma parte del complejo de nubes moleculares de Orión. De acuerdo con el portal Space.com, esta nebulosa, que se originó a partir del colapso de una nube interestelar de gas y polvo, es iluminada por una estrella caliente situada en su borde superior izquierdo.

Asimismo, se menciona que la distintiva estructura de la nebulosa, que se asemeja a la figura de un caballo, se formó por la erosión del gas que la rodea, más ligero. Esto hace que sobresalga una espesa columna hecha de gas y polvo denso, que es más difícil de erosionar. No obstante, los científicos estiman que la nebulosa Cabeza de Caballo podría desintegrarse dentro de cinco millones de años, incluida su espesa columna.

Analizando las nuevas imágenes

En la nueva imagen tomada por la NIRCam, se aprecia una sección de la ‘melena del caballo’ que mide aproximadamente 0,8 años luz de ancho. También se pueden observar las nubes compuestas de hidrógeno molecular frío, ubicadas en la parte inferior de la imagen, así como el gas hidrógeno atómico, que se extiende por encima de la nebulosa.

En la fotografía captada por el MIRI también se observa una parte de la melena del caballo. Allí, la luz infrarroja media del MIRI permite ver los silicatos polvorientos y moléculas parecidas al hollín, denominadas hidrocarburos aromáticos policíclicos.

Según la NASA, el área de la melena del caballo es una región de fotodisociación (PDR, por sus siglas en inglés), puesto que la luz ultravioleta de las estrellas jóvenes y masivas calienta el gas y el polvo completamente ionizado que rodea a las estrellas masivas y a las nubes recién formadas.

La radiación que emiten las estrellas jóvenes impacta en la química del gas y el polvo, además de que actúa como una importante fuente de calor. Por otro lado, el estudio de la luz de los PDR permite a los científicos analizar cómo evoluciona el material interestelar (gas y polvo), así como los procesos químicos involucrados.

Estudio relaciona el vapeo frecuente con el deterioro cognitivo en adolescentes

Un estudio sugiere que el vapeo frecuente expone a quienes lo practican a niveles altos de cadmio, plomo y uranio.

Los adolescentes que vapean con frecuencia presentan más uranio y plomo en la orina que los fumadores ocasionales, según un estudio basado en los datos de una encuesta realizada con adolescentes de entre 13 y 17 años que incluye a 200 que solo fuman cigarrillos electrónicos.

El estudio recuerda que, tal y como han demostrado investigaciones previas, la exposición a ciertos metales de los aerosoles y los líquidos de los cigarrillos electrónicos es especialmente perjudicial durante el desarrollo. Está probado que la exposición a estas sustancias está relacionada con el deterioro cognitivo, los trastornos de comportamiento, las complicaciones respiratorias, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Aunque se trata de un estudio observacional -por lo que no pueden extraerse conclusiones definitivas sobre los niveles de metales tóxicos-, los investigadores aseguran que los resultados prueban que urge aplicar normativas y medidas de prevención específicas para adolescentes.

En este estudio, publicado este martes en la revista Tobacco Control, los investigadores querían averiguar si los niveles de metales potencialmente tóxicos podían estar asociados a la frecuencia de vapeo y si el sabor influye.

Para eso, se basaron en las respuestas del Estudio de la Juventud PATH, uno de los estudios de salud a nivel nacional más importantes de EEUU- realizado entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019- que contó con 1607 adolescentes de entre 13 y 17 años, doscientos de ellos fumadores exclusivos de cigarrillos electrónicos.

Se analizaron muestras de orina para detectar la presencia de cadmio, plomo y uranio, y la frecuencia de consumo se clasificó en ocasional (1-5 días al mes), intermitente (6-19 días) y frecuente (más de 20 días). Los sabores se agruparon en cuatro categorías mutuamente excluyentes: mentol o menta; fruta; dulce, como chocolate o postres; y otros, como tabaco, clavo o especias, y bebidas alcohólicas o no alcohólicas.

De los 200 consumidores exclusivos (63 % mujeres), 65 declararon un consumo ocasional, 45 intermitente y 81 frecuente; faltaba información sobre la frecuencia de consumo de 9 de ellos.

El número medio de caladas recientes al día aumentó con la frecuencia de consumo: ocasional (0,9 caladas), intermitente (7,9 caladas), frecuente (27). En los 30 días anteriores, 1 de cada 3 consumidores (33%) declaró haber consumido sabores mentolados; la mitad (50%), sabores afrutados; algo más del 15%, sabores dulces; y el 2%, otros sabores.

Más plomo y uranio en vapeadores frecuentes

El análisis de las muestras de orina mostró que los niveles de plomo eran un 40 % más altos entre los fumadores intermitentes y un 30 % más altos entre los fumadores frecuentes que entre los ocasionales.

Los niveles de uranio en la orina también eran el doble entre los fumadores frecuentes que entre los ocasionales.

Al comparar entre sabores, el estudio mostró niveles de uranio un 90% más elevados entre los vapeadores que preferían sabores dulces a los que optaban por mentol/menta.

No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los niveles urinarios de cadmio entre la frecuencia de vapeo o los tipos de sabor.

Al ser un estudio observacional, no pudieron extraer conclusiones definitivas sobre los niveles de metales tóxicos y la frecuencia o los sabores del vapeo. Además, los niveles de metales tóxicos en los vapeadores variarán según la marca y el tipo de vaporizador utilizado, puntualiza el estudio.

Pero el estudio avisa sobre un dato especialmente preocupante: el aumento de los niveles de uranio en la categoría de sabores dulces.

“El sabor dulce de los cigarrillos electrónicos puede suprimir los efectos nocivos de la nicotina y potenciar sus efectos reforzadores, lo que da lugar a una mayor reactividad cerebral”, advierten.

AstraZeneca admite que su vacuna COVID puede tener efecto secundario raro y potencialmente letal

Se trata de una dolencia que hace que las personas tengan coágulos en los vasos sanguíneos de diferentes partes del cuerpo y presenten un recuento bajo de plaquetas.

La farmacéutica AstraZeneca admitió que su vacuna contra el coronavirus puede provocar un inusual efecto secundario relacionado con una irregularidad en la coagulación de la sangre, informó este domingo The Telegraph, citando un documento judicial.

Se trata del síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS, por sus siglas en ingles), que ocasiona que las personas presenten coágulos en los vasos sanguíneos del cerebro u otras partes del cuerpo, junto con un recuento bajo de plaquetas. Esta mortal afección también es conocida como ‘trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por vacunas’ (VITT, por sus siglas en inglés).

El TTS se observó en algunas personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca, desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford para hacer frente al covid-19. En el Reino Unido, la Unión Europea y los países escandinavos se reportaron extraños casos de trombosis del seno venoso cerebral, así como trombocitopenia, en pacientes a los que se les administró esa vacuna.

Reconociendo el extraño efecto secundario

En un documento judicial, que fue presentado el pasado mes de febrero ante el Tribunal Superior de Justicia de Londres, AstraZeneca reconoció que su vacuna “puede, en casos muy raros, causar TTS”. Sin embargo, dijo que desconocía el mecanismo biológico que causa el síndrome.

De acuerdo con The Telegraph, el reconocimiento del efecto secundario se produce cuando la compañía británica enfrenta una serie de demandas por lesiones y muertes vinculadas con la aplicación de su vacuna. Hasta el momento se han presentado 51 libelos contra AstraZeneca, en los que las víctimas o sus familiares piden indemnizaciones de hasta 126 millones de dólares.

Jamie Scott, uno de los demandantes, argumentó que sufrió una lesión cerebral permanente como resultado de un coágulo en la sangre, luego de recibir la vacuna en abril de 2021. En mayo del año pasado, los abogados de Scott recibieron una carta de AstraZeneca en la que el laboratorio negaba que “el TTS sea causado por la vacuna a nivel genérico”. A su vez, la parte acusadora aseveró que la vacuna de la farmacéutica británica es “defectuosa” y que su eficacia ha sido “muy exagerada”.

Apoyo a las víctimas de la vacuna

AstraZeneca afirmó en un comunicado, citado por New York Post, que apoya a cualquier persona que haya resultado afectada por su vacuna, aunque defendió su eficacia. También alegó que las complicaciones secundarias causadas por la aplicación de la vacuna son inusuales. Actualmente, el medicamento en cuestión ya no se aplica en Reino Unido ni en Australia.

Se estima que las probabilidades de que una persona desarrolle TTS después de recibir la vacuna de AstraZeneca es de una entre 50.000. Por otro lado, la Universidad de Oxford argumentó que la vacuna salvó a cerca de seis millones de personas durante la pandemia.