Las 10 razones para vacunar contra el COVID a bebés a partir de los 6 meses

Expertos de la FDA y doctores que participaron de los ensayos clínicos de las vacunas explicaron la eficacia y la seguridad de las dosis para proteger a la población pediátrica.


Fuente: Infobae

A dos años y medio de la aparición del coronavirus que generó la actual pandemia por COVID-19 y a un año y medio del comienzo de la vacunación contra este patógeno, el mundo ya dispone de las primeras vacunas para la población pediátrica.

Esta mañana, la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó el uso de urgencia de las vacunas de Pfizer y Moderna contra el COVID-19 en bebés y niños a partir de los 6 meses, allanando el camino para que desde la semana próxima se pueda comenzar a aplicar las primeras inyecciones.

La vacuna de Moderna, en dos dosis, está autorizada con carácter de urgencia para niños de entre seis meses y cinco años. La de Pfizer, esta vez en tres dosis, lo será entre los seis meses y los 4 años. Este es el último grupo de edad que aún no había recibido protección en Estados Unidos.

Para la vacuna Moderna COVID-19, la FDA modificó la autorización de uso de emergencia (EUA, por sus siglas en inglés) para incluir el uso de la vacuna en personas de 6 meses a 17 años de edad. La vacuna había sido autorizada para su uso en adultos mayores de 18 años.

Para la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19, la FDA modificó la EUA para incluir el uso de la vacuna en personas de 6 meses a 4 años de edad. La vacuna había sido autorizada para su uso en personas de 5 años de edad y mayores.

Rodrigo Sini de Almeida, desde San Pablo, Brasil, director de asuntos médicos de vacunas para América Latina de Pfizer, en entrevista con Infobae brindó detalles sobre uno de los varios ensayos clínicos en Fase I/II/III para la vacunación anti COVID en la población pediátrica, trabajo que el experto lideró.

El médico pediatra especializado en enfermedades infecciosas pediátricas y miembro de la Sociedad Brasileña de Pediatría y de la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas Pediátricas, afirmó que los beneficios para la salud de la vacunación universal en niños y jóvenes menores de 18 años contra el COVID-19 no superan los riesgos potenciales.

10 razones para aprobar las vacunas COVID a partir de los 6 meses

1- La evaluación y el análisis de la FDA sobre la seguridad, la eficacia y los datos de fabricación de estas vacunas fueron rigurosos y completos, lo que respaldó estas autorizaciones de uso de emergencia.

2- La FDA determinó que los beneficios conocidos y potenciales de las vacunas Moderna y Pfizer-BioNTech contra el COVID-19 superan los riesgos conocidos y potenciales en las poblaciones pediátricas autorizadas para el uso de cada vacuna.

3- Antes de tomar la decisión de autorizar estas vacunas para las respectivas poblaciones pediátricas, se consultó al Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados de la FDA, que votó a favor de las autorizaciones.

4- Aunque únicamente cerca del 3% de los casos de COVID-19 en EEUU ocurren en niños de entre 6 meses y 4 años, las tasas de hospitalizaciones y decesos en ese grupo son mayores que en niños de más edad.

5- Los datos de efectividad y seguridad evaluados y analizados por la FDA para la vacuna Moderna COVID-19 para respaldar la EUA para estas poblaciones pediátricas se generaron en dos ensayos clínicos en curso, aleatorizados, ciegos, controlados con placebo en los Estados Unidos y Canadá que incluyeron bebés , niños y adolescentes.

6- La investigación realizada por Pfizer incluye a más de 5.400 participantes/voluntarios de diferentes partes del mundo que fueron divididos en tres grupos de edad: niños de 5 a 11 años, de 2 a 5 años y bebés de 6 meses a 2 años. Todos participantes niños de Estados Unidos, Finlandia, España y Polonia de 90 centros de salud.

7- La FDA, que analizó de forma independiente los datos de los ensayos clínicos realizados por Moderna, dio cuenta de una eficacia contra los casos sintomáticos del 51% en bebés de 6 meses a 2 años, y del 37% en niños de 2 a 5 años. Aunque la eficacia de la vacuna en niños de 6 meses a 5 años de edad es menor que la observada en estudios en adultos y niños mayores, es consistente con la eficacia observada contra la variante Ómicron en adultos.

Sin embargo, la vacuna de Moderna en adultos, incluso con una efectividad reducida contra Ómicron, sigue siendo muy eficaz para proteger contra los casos graves de la enfermedad.

8- Respecto a Pfizer, “los datos disponibles apoyan la eficacia de la serie primaria de tres dosis de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech para prevenir el COVID-19 en el grupo de edad de 6 meses a 4 años. La vacuna Pfizer-BioNTech cumplió con el principal requisito de eficacia, ya que generó una respuesta inmunitaria al menos tan fuerte como la protección que la vacuna brinda a los adultos jóvenes.

La vacuna de Pfizer, aplicada en una serie de tres dosis, obtuvo una eficacia del 80,4% para evitar COVID-19 sintomático. La protección fue del 75,6% para bebés y niños pequeños de 6 a 23 meses, y del 82,4% para niños de 2 a 4 años. La cifra podría ajustarse en el futuro con los nuevos resultados del ensayo de Pfizer que está en curso.

9- Los efectos secundarios para la vacuna de Moderna informados con mayor frecuencia en los participantes del ensayo clínico tanto para el grupo de edad de 6 a 11 años como para el grupo de edad de 12 a 17 años que recibieron la vacuna, incluyen dolor, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos , dolor en las articulaciones, ganglios linfáticos inflamados en la axila en el mismo brazo que la inyección, náuseas y vómitos y fiebre.

10- Los efectos secundarios informados con mayor frecuencia en los participantes de ensayos clínicos de Pfizer de 6 a 23 meses de edad que recibieron la vacuna fueron irritabilidad, disminución del apetito, fiebre y dolor, sensibilidad, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección. Estos efectos secundarios también se informaron para los receptores de la vacuna de 2 a 4 años de edad.

Nace por primera vez un bebé en Reino Unido tras un trasplante de útero

Una niña nació en Reino Unido después de que su madre se sometiera a un trasplante de útero, que recibió de su hermana mayor, anunció este martes un hospital de Londres, en el primer nacimiento de este tipo en el país.

La pequeña Amy nació el 27 de febrero en el hospital Reina Carlota y Chelsea de Londres, dos años después de que su madre, Grace Davidson, se sometiera a una cirugía de trasplante de útero. Ambas gozan de buena salud.

“Hemos recibido el mayor don que pudimos haber pedido”, declaró Davidson, de 36 años. La mujer dijo esperar que “hacia adelante eso se convierta en una realidad y brinda una opción adicional para mujeres que de otra forma no podrían tener su propio hijo”.

“La habitación estaba llena de gente que nos ha ayudado en este viaje para poder tener a Amy”, declaró el padre, Angus Davidson, a la agencia noticiosa Press Association.

Grace Davidson sufre una enfermedad rara llamada síndrome Mayer-Rokitansky-Kuster-Hauser y nació sin un útero funcional, explicó el hospital en un comunicado.

Se convirtió en la primer mujer del país en recibir un trasplante de útero, el cual fue donado por su hermana Amy Purdie, de 42 años, quien tiene dos hijas de 10 y seis años.

El trasplante fue efectuado en febrero de 2023 en el Centro de Trasplantes de Oxford.

El profesor Richard Smith, un consultor de cirugía ginecológica que dirige el programa británico de donantes vivos, comentó que el nacimiento de Amy fue “la culminación de más de 25 años de investigación”.

Más de 100 trasplantes de útero se han realizado en el mundo desde 2013, cuando se efectuaron los primeros en Suecia. Y cerca de 50 bebés nacieron gracias a esta cirugía hasta ahora y gozan de buena salud.

Fuente: AFP

El curioso trastorno de los que no tienen una voz interior en su mente

¿Se puede vivir sin esa voz interior que nos ayuda a organizar las ideas? Algunas personas sufren anendofasia, un trastorno recientemente identificado por la ciencia que permite entender mejor cómo pensamos.

“No tengo una voz en mi cabeza” explica Mel May, una australiana de 30 años que vive en Nueva York y que descubrió que era una excepción después de leer un artículo sobre el tema.

Esta videasta tuvo que que enfrentarse a la incredulidad de sus familiares hasta que los psicólogos confirmaron su trastorno.

Es una de las pocas personas cuyo pensamiento no va acompañado por un monólogo interior.

El fenómeno era conocido pero no fue hasta el año pasado que un grupo de investigadores propusieron en la revista Psychological Science darle un nombre: anendofasia.

Este trastorno arroja luz sobre cómo formulamos nuestros pensamientos, algo particularmente difícil de estudiar porque no lo puede explicar un observador externo.

“La gente no se da cuenta de las características de su experiencia interior”, dice a la AFP el profesor de psicología Russell Hurlburt de la Universidad de Nevada.

Hurlburt ha realizado varios estudios sobre los procesos del pensamiento, centrándose entre otros en el caso de Mel May.

Uno de los experimentos consistía en pedir a los sujetos que leyeran “La Metamorfosis” de Franz Kafka.

Luego les interrumpían de manera abrupta y aleatoria y les pedían describir lo que pasaba por su cabeza.

En algunos casos, explicaban no tener las palabras del texto en sus cabezas sino solo imágenes, “su propio video” de la historia, según el profesor Hurlburt.

- “No estoy vacía” -

Aunque el caso de Mel May es excepcional por su total ausencia de voz interior, los investigadores subrayan que el monólogo interior no siempre está presente.

Hurlburt estima que solo entre el 20 y el 25% de las veces pensamos en forma de monólogo interior, aunque admite que serían necesarios más estudios para confirmar esa cifra.

Cuando pensamos hay otros procesos en marcha, como las imágenes visuales, las emociones o el llamado pensamiento no simbólico.

El estudio de la anendofasia ha puesto en entredicho algunas certezas. La investigadora francesa Hélène Loevenbruck, una especialista del monólogo interior, admite haber cambiado de opinión.

“Hasta hace poco, pensaba que todos teníamos una voz interior”, dice a la AFP.

Las investigaciones de Loevenbruck apuntan a que este tipo de monólogo mental sirve de “simulación interna” y es esencial para poder luego traducir los pensamientos en palabras.

Sin embargo es difícil evaluar las consecuencias concretas de la ausencia de una voz interior o de otros fenómenos, como la afantasia, la ausencia de imágenes mentales.

Según Daniel Gregory, un filósofo especializado en esta cuestión de la Universidad de Barcelona, la voz interior nos hace “vulnerables a los patrones de pensamiento negativos, a los pensamientos obsesivos”.

Pero también se puede utilizar “para animarse, para enviarse mensajes positivos a uno mismo”, apunta.

Mel May sabe que no tener voz interior tiene “pros y contras” y reconoce que le cuesta evocar recuerdos del pasado.

Pero sí está segura de una cosa: “No estoy vacía por dentro: sé y siento cosas”.

Fuente: AFP

El asteroide que se temió podía impactar la Tierra amenaza ahora a la Luna

Un asteroide que durante algunas semanas se temió que impactara contra la Tierra tiene ahora casi un 4% de probabilidades de chocar contra la Luna, según nuevos datos del telescopio espacial James Webb.

Fuente: AFP

Se estima que el asteroide, de unos 60 metros y capaz de destruir una ciudad, estableció un nuevo récord en febrero al tener la mayor probabilidad que los científicos jamás habían medido —3,1%— de impactar la Tierra.

Una serie de observaciones posteriores acabaron por descartar que el asteroide —denominado 2024 YR4— impacte contra la Tierra el 22 de diciembre de 2032.

Sin embargo, las probabilidades de que se estrelle contra el satélite terrestre han estado aumentando constantemente.

Después de que el telescopio Webb dirigiera su potente mirada hacia el asteroide el mes pasado, la probabilidad de un impacto contra la Luna es ahora de 3,8%, dijo la NASA.

“Aún queda un 96,2% de probabilidades de que el asteroide no impacte contra la Luna”, precisó la NASA en un comunicado este jueves.

Richard Moissl, director de la oficina de defensa planetaria de la Agencia Espacial Europea, dijo a AFP que esto coincidía con sus estimaciones internas de alrededor de un 4%.

Los nuevos datos de Webb también arrojan luz sobre el tamaño de la roca espacial, que anteriormente había sido estimado entre 40 y 90 metros.

Ahora se cree que mide entre 53 y 67 metros, aproximadamente la altura de un edificio de 15 pisos. Esto es significativo porque supera el umbral de 50 metros necesario para activar planes de defensa planetaria.

Si el asteroide aún tuviera más de un 1% de probabilidades de impactar contra la Tierra, “los preparativos para una o más misiones para desviarlo ya estarían comenzando ahora mismo”, dijo Moissl.

Existen una variedad de ideas sobre cómo la Tierra podría defenderse de asteroides en curso de colisión, incluyendo armas nucleares y láseres. Pero solo una se ha probado en un asteroide real.

En 2022, la misión DART de la NASA logró alterar la trayectoria de un asteroide inofensivo tras estrellar una sonda espacial contra él.

Muchos científicos esperan que el 2024 YR4 impacte contra la Luna.

- “Un gran experimento” -

“La posibilidad de observar el impacto de tamaño considerable en la Luna es efectivamente un escenario interesante desde un punto de vista científico”, dijo Moissl.

El fenómeno ofrecería una variedad de información que sería “valiosa para propósitos de defensa planetaria”, añadió.

Mark Burchell, científico espacial de la Universidad de Kent en Reino Unido, dijo a New Scientist que un impacto lunar sería “un gran experimento y una oportunidad perfecta”.

Y en la Tierra, “los telescopios ciertamente lo verían, diría yo, y hasta binoculares podrían observarlo”, añadió.

“Ojalá sea un impacto lunar”, dijo Alan Fitzsimmons de la Queen’s University Belfast de Reino Unido, en declaraciones recogidas por New Scientist.

“No tendría ningún efecto en la Tierra, pero nos permitiría estudiar por primera vez la formación de un cráter lunar provocado por un asteroide conocido”, explicó.

El asteroide 2024 YR4 es el objeto más pequeño jamás observado por el telescopio Webb, que el mes que viene volverá a ofrecer a los expertos nuevos datos para calcular la probabilidad de impacto.