El Central Park que prometió Ferreiro: Hoy el parque Caballero es un sitio abandonado e inseguro

En noviembre de 2015 Mario Ferreiro fue electo como intendente de la capital y al siguiente año anunció un ambicioso proyecto de restauración del parque Bernardino Caballero, en el que se hablaba de reverdecer los años de gloria del lugar, incluso Ferreiro dijo que iba a transformar el sitio en el “Central Park” de Asunción. Sin embargo el espacio verde sigue cada vez más abandonado, el ex intendente no sólo no cumplió con esta promesa y otras más, sino que tuvo que renunciar apresuradamente a su cargo acorralado por hechos de corrupción que hoy están siendo juzgados en el fuero penal.

Bernardino Caballero militar y político paraguayo tenía su quinta ubicada en Asunción a orillas del río Paraguay, después de 1811 la extensión de tierra de unas 19 hectáreas pasa a manos de Caballero. En este sitio vivió desde 1880 hasta su muerte en 1912, por eso se llamó al lugar quinta Caballero, en honor a su ilustre propietario. Según los historiadores el deseo de Bernardino era que luego de su muerte el lugar se transforme en un parque para la gente y para honrar su memoria la viuda de Caballero en 1925 donó esas tierras a la municipalidad de Asunción y se transformó en parque que en la actualidad cuenta con 13 hectáreas.

A casi 100 años del traspaso de la quinta a los dominios municipales, el sitio tuvo sus años buenos, donde la gente usó el gran espacio verde para lo que su antiguo dueño lo quería, el esparcimiento sano de la familia.

En el lugar se hicieron senderos para caminatas, se armó un espacio de recreación para niños y adultos, con canchas de fútbol y ​​vóley. Incluso se construyeron las primeras piletas públicas donde la gente acudía en familia a aplacar el calor. Existen fotografías donde se muestra la piscina del parque Caballero colmada de gente de todas las edades disfrutando del agua.

Pero todo esto fue cambiando cuando comenzaron a darse las grandes crecidas del río Paraguay y los moradores del bajo subían a ocupar el predio del parque, muchas de estas personas se adueñaron prácticamente de una parte del lugar. Ante la desidia de las autoridades por darle una solución definitiva los damnificados cíclicamente ocupaban el parque.

Poco a poco la comuna de la capital dejó olvidado al parque que se convirtió en un albergue de damnificados por la creciente. Fue así que en el 2016 Mario Ferreiro lanzó su plan de recuperar ese pulmón en el centro de Asunción. Para lograr su objetivo el intendente convocó a técnicos del Ministerio de Obras Públicas, la Secretaría de la Vivienda y el Hábitat, Secretaría Nacional de Cultura y de la Secretaría de Emergencias Nacional, para hacer un trabajo en conjunto.

El trabajo demandaría un costo superior a los cuatro millones de dólares y se iba a financiar en gran medida con el apoyo de Itaipú, el ambicioso proyecto iba a llevar un año de duración, aproximadamente para inicios del año 2018 los asuncenos ya no iban a tener por qué enviar a los neoyorquinos y su Central Park. Hasta ahí en los papeles todo era maravilloso, incluso el entusiasmo de la gente subió al saber que el parque Caballero podría volver a sus años dorados, ya que actualmente es utilizado como basurero de la gente que tira sus desperdicios en el lugar y otro sector está ocupado por los damnificados quienes pese a la bajante del río nunca más volvieron a sus casas y una pequeña parte seguía siendo utilizada para caminatas y otros deportes, pero con el riesgo que eso acarrea ya los asaltos son moneda corriente en el sitio.

La Policía Nacional tuvo que montar un puesto de control en el parque para ir frenando estos asaltos y que la gente pueda hacer sus ejercicios en el lugar, sin embargo cuando ya va cayendo la tarde el sitio se torna muy inseguro.

Actualmente el parque está un poco mejor iluminado, se arreglaron algunos senderos con recapado de asfalto, pero solo en ciertos sectores, la gran extensión del parque sigue en ruinas, las piletas que eran un gran atractivo, allá por la década del 80, hoy solo son sitios abandonados llenos de basura. Los baños están todos destruidos, los bancos mutilados por doquier, todo lo que puede ser saqueado se lo llevan

La promesa de restauración del parque Bernardino Caballero solo fue una estrategia de Mario Ferreiro, para tratar de ganar popularidad o por lo menos no perderla tan rápidamente. Lo real y concreto fue que nunca se llevaron a cabo las mejoras dentro del espacio verde, solo después que Ferreiro acorralado por denuncias de corrupción tuvo que prácticamente huir de la municipalidad el entonces intendente interino Óscar Rodríguez impulsó un proyecto con otras instituciones para tratar de hacer un poco más seguro el lugar.

Todos hemos visto en películas lo que es el Central Park, otros tuvieron la dicha de conocerlo personalmente, es un espacio verde que se despliega a los pies de la ciudad de Nueva York, un lugar cuidado todo el años y donde las personas van a pasar el día en medio de la ciudad, pero a la vez lejos de ella.

A decir de Ferreiro eso iba a ser el parque Caballero, pero nada más alejado de la realidad, si bien el sitio es una privilegiada área verde en el corazón de Asunción, está totalmente abandonado desde hace décadas.

No sabemos si la municipalidad recibió el dinero para restaurar el parque, pero lo que queda claro es que Mario Ferreiro, uno de los peores intendentes municipales que tuvo la capital, nunca cumplió ni mínimamente con su promesa de darle a los asuncenos el “Central Park ”. Por eso Ferreiro pasará a la historia como él único intendente de Asunción, que no pudo concluir su mandato y hoy se pasea por los tribunales chicaneando sus procesos por corrupción para evitar ser condenado, luego que se descubriera que dentro de la Municipalidad de Asunción funcionaba una caja de recaudación paralela que era manejada por sus dos sobrinos, también procesados.

Alerta sobre explosiva mezcla: un cóctel muy riesgoso para la salud

La mezcla de bebidas alcohólicas con energizantes, muy popular entre los jóvenes, puede ser muy peligrosa, ya que aumenta el riesgo de intoxicación, comportamientos arriesgados y efectos negativos en la salud.

La combinación de alcohol con energizantes se convirtió en una tendencia entre los jóvenes, debido en parte a la percepción de que los energizantes pueden contrarrestar los efectos sedantes del alcohol, lo que lleva a una sensación de estar más alerta y en control. Esto, reforzado por la publicidad y el marketing.

En la búsqueda de experiencias intensas y emocionantes, los jóvenes creen que este cóctel permite disfrutar de la fiesta por más tiempo sin experimentar la fatiga asociada al consumo de alcohol. Sin embargo, muchos desconocen los peligros que hay detrás de esta riesgosa práctica.

Los estimulantes de la cafeína en los energizantes pueden enmascarar los efectos sedantes del alcohol, lo que lleva a una falsa sensación de sobriedad. Esto puede resultar en un consumo excesivo de alcohol y un mayor riesgo de intoxicación. Además, la combinación de alcohol y cafeína puede aumentar el riesgo de comportamientos arriesgados o impulsivos.

La doctora Nilda Villalba, directora del Centro Nacional de Toxicología, reconoció que la combinación de bebidas alcohólicas con energizantes es una mezcla explosiva. Esto, a raíz de que las personas pierden la noción de los síntomas depresivos que el alcohol normalmente ocasiona en el organismo. Se trata de un “cóctel riesgoso para la salud”.

La experta resaltó que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central y las bebidas energizantes, por el contrario, son estimulantes. Por ello es que, las bebidas energizantes enmascaran los síntomas depresores del alcohol y hacen que las personas consuman de una manera engañosa.

Dentro de los componentes que poseen los energizantes sobresalen la cafeína, vitaminas, guaraná y son varias sustancias que se van mezclando para brindar esa característica particular de dar energía al organismo, según detalló a la radio 650 AM.

“Debemos estar preparados para afrontar las complicaciones que pueden darse por esa mezcla. Se desaconseja el consumo de estos productos en personas que están con problemas cardíacos, que sufren de hipertensión, las embarazadas, los diabéticos y los menores de 16 años. Los adolescentes están en una etapa de reconocimiento de los límites que tienen, entonces esos límites fácilmente se van de un extremo a otro, es por eso que desaconsejamos el consumo de esta mezcla”, subrayó.

Por su parte, el médico pediatra Robert Núñez había mencionado que los energizantes son la segunda sustancia más consumida por la franja etaria de entre 13 y 17 años, después del alcohol. Mayormente, los adolescentes consumen por curiosidad, y tres de cada cuatro menores de edad hacen la peligrosa mezcla de ambas sustancias.

Si bien es importante resaltar que esta mezcla no está prohibida (consumo del alcohol solo en mayores de edad), se deben conocer cuáles son los efectos nocivos de la misma en el organismo, de modo a evitar alguna complicación y desgracia que lamentar.

Estrella Roja: el socialismo marciano de Bogdánov

Podemos decir que Aleksándr Bogdánov fue un adelantado a su tiempo. En 1908 publicó Estrella Roja, una entretenida novela de ciencia ficción de inspirada naturaleza marxista, con la que se adelantó casi una década a las traumáticas revoluciones de febrero y octubre de 1917; que desembocaron en la llegada del Partido Bolchevique al poder en Rusia, el fin de 300 años de gobierno de los Románov y el posterior nacimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Por Gonzalo Cáceres-periodista

Alexander Alexandrovich Bogdánov (1873-1928) fue un revolucionario comunista bielorruso de múltiples talentos: escritor, médico, economista, científico y filósofo, también se formó en psiquiatría. Fundador del Partido Bolchevique, y de influencia significativa en el desarrollo de la teoría marxista en Rusia, ostentó una reconocida militancia política y el estrecho contacto que tuvo con Vladimir Lenin, al tiempo de evidenciar su relación con los más radicales movimientos obreros.

Pese a sus grandes aportes filosóficos, científicos y a las letras, Bogdánov no tuvo la misma repercusión en Occidente que la que sí vieron los monstruos de la literatura rusa como León Tolstói y/o Fiódor Dostoyevski, a razón -principalmente- de las escasas traducciones de sus novelas y otros escritos.

Pero hablemos de Estrella Roja, su principal y más conocido trabajo.

MARCIANOS COMUNISTAS

Estrella Roja aborda una serie de cuestiones políticas que reflejan los debates de la convulsa época en que fue escrita. El libro abraza al socialismo como ideal utópico, la lucha de clases y la revolución como temas de fondo, y una crítica al capitalismo y al papel del individuo en la sociedad socialista.

Precursora de la ciencia-ficción soviética, Estrella Roja se erige como una suerte de ventana por dónde observar el idealismo de la entonces incipiente era de las revoluciones industriales en la lúgubre Rusia de los zares que, tras la eclosión de las revueltas incitadas por los soviets, dio lugar a la redefinición de las clases sociales, lo que concibió una nueva relación con los medios de producción, la ciencia, la tecnología y la literatura.

El libro conjuga dos rasgos fundamentales y necesarios para la literatura de su época y de nuestros días: la imaginación y la utopía, porque además de fungir de testimonio político de su autor, también es considerada por los críticos como una de las primeras novelas sobre exploración espacial.

Bogdánov plasmó su visión de un futuro basado en la concepción de la igualdad social.

La trama se desarrolla en un futuro distante donde la humanidad pegó el salto tecnológico y emprendió la colonización de Marte. La historia sigue el viaje del ingeniero Leonid, quien llega al ‘planeta rojo’ y se sumerge en la sociedad marciana, que difiere significativamente de la que continúa en la Tierra.

La civilización humana en Marte alcanzó un estadio sin división de clases, donde todos sus miembros contribuyen según su capacidad, y reciben según necesiten; un sistema de características propias como ser, la economía planificada, el unipartidismo y la férrea dirección de las relaciones interplanetarias, lo que en la actualidad podemos interpretar como socialismo en la más exorbitante fase.

De forma intrínseca, Bogdánov reflexiona sobre la naturaleza de los humanos y el progreso social, y expone la forma -idealista- en que el socialismo puede transformar las relaciones y crear un mundo sin abusos de las clases dominantes, a priori más justo y equitativo, sin la odiosa brecha económica.

A través de Leonid, el lector atestigua una civilización humana harta de innovaciones con repercusión en el transporte, la generación y suministro de energía (ya trata, por ejemplo, la idea de sustituir los combustibles fósiles por fuentes renovables) y las comunicaciones, y con una medicina tan avanzada que las enfermedades graves son de extrema rareza y la longevidad moneda corriente, con novedosos procedimientos quirúrgicos y de diagnóstico.

Estrella Roja gozó de popularidad luego de plasmarse la Revolución Rusa y con la llegada de las generaciones soviéticas que vivieron los insistentes intentos de la URSS por desarrollarse como potencia mundial (la afamada carrera armamentista y espacial).

A Bogdánov se le reconoce explotar ideas hasta exageradas para su contexto, de ahí su importancia para la literatura universal. Estrella Roja permeó en menor o mayor medida en grandes novelas posteriores como Marte Rojo (1992) de Kim Stanley Robinson, Los Desposeídos (1974) de Ursula K. Le Guin, el Hombre de Marte (1946) de Stanislaw Lem y hasta hay quien asegura que el mismísimo Isaac Asimov se vio influenciado para la serie de la Fundación (1961-1993).

TRÁGICO FINAL

Después de la revolución, Bogdánov se centró en el trabajo en biología y medicina. En 1926 encabezó el primer instituto en el mundo de transfusión de sangre, lo que terminó en su trágico y evitable final.

Bogdánov falleció el 7 de abril de 1928 a raíz de una infección que contrajo tras un fallido experimento médico con transfusiones de sangre (dicen que recibió volúmenes de diferentes jóvenes en un intento de dar pie a su teoría del ‘colectivismo fisiológico’), lo que generó interés y debate a lo largo del tiempo (terminó como ejemplo en las grandes universidades).

Aunque su obra literaria y científica sigue siendo relevante, aquel experimento final y su resultado fatal marcaron su legado.

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Bolardos en San Lorenzo: protección para ciclistas, dolor de cabeza para automovilistas

San Lorenzo fue escenario de llamativos percances automovilísticos semanas atrás, específicamente en la avenida Victorio Curiel, donde los protagonistas no fueron precisamente los conductores, sino unos bloques de cemento conocidos como “bolardos”, colocados para dividir la bicisenda, pero ¿para qué realmente sirven?

Imprudencia, falta de atención y alta velocidad, los factores que, sobre esta avenida situada en Capilla del Monte causaron los reiterados accidentes donde los bolardos provocaron graves daños materiales.

Los bolardos se encuadran dentro del mobiliario urbano, y son los elementos que sirven para realizar delimitaciones de espacios, ya sean fijos o temporales. Muy útiles para limitar el acceso de vehículos y que los conductores sepan cuando se están aproximando a algo con lo cual, si colisionan, podrían generar accidentes.

Accidente con bolardos en Vittorio Curiel.Accidente con bolardos en Vittorio Curiel.

La Arq. Evelyn Madelaire de la Municipalidad de San Lorenzo explicó que estos delineadores tubulares, bolardos, fueron instalados en esa avenida para lograr una mayor seguridad vial, a fin de que los conductores puedan captar los obstáculos que tienen para circular, en este caso, una bicisenda.

“Los bolardos por definición son elementos que cumplen dos objetivos, en primer lugar, segregar, es decir, dividir lo que es el tránsito vehicular de la bicisenda. Y en segunda instancia, proteger, dar seguridad a los usuarios en mayor situación de vulnerabilidad, en este caso, el ciclista”, expresó durante una entrevista en el canal GEN/Nación Media.

Bolardos de cemento. Foto: Nación MediaBolardos de cemento. Foto: Nación Media

Vittorio Curiel es una avenida urbana que pasa por una zona residencial y una mixta, no es una autopista. La arquitecta indicó que, en ese trayecto, los vehículos circulaban a 80 km/h e incluso más, cuando deberían ir a 40km/h. Ante esto, se colocaron los bolardos.

Sin embargo, la alta velocidad todavía juega una mala pasada a los conductores que circulan por esa zona.

Apenas días después de que se colocaran estas barreras de cemento, dos automóviles atropellaron y destruyeron, no solo sus vehículos, sino también los bolardos hechos de hormigón. Uno circulaba a alta velocidad, el otro intentó adelantarse.

Cabe recordar que, la avenida Vittorio Curiel no es precisamente un trayecto en el que se pueda circular en doble fila, por lo que, insisten en respetar los límites de velocidad permitidos.

Sobre Vittorio Curiel no se puede circular en doble fila. Foto: Nación MediaSobre Vittorio Curiel no se puede circular en doble fila. Foto: Nación Media

¿Cumple o no cumple su función?, estamos viendo que sí cumple su función. Lamentablemente, para ciertos automovilistas, con perjuicio material. Cumple la función de proteger, nosotros no inventamos, no son precisamente necesarios para hacer funcionar una bicisenda, pero se usa”, finalizó Madelaire.

La Municipalidad de San Lorenzo está trabajando en un plan de educación y seguridad vial para que la ciudadanía pueda entender la funcionalidad de los bolardos. Así se buscará evitar que más conductores tengan que lamentar el perjuicio inmenso a sus rodados.