Hace 68 años, el amor de una mujer construyó su hoy reconocido nombre

Allá por el año 1936, los tiempos en Paraguay no eran los mejores. Acababa de terminar la hostil Guerra del Chaco y el militar Rafael Franco se hacía cargo de los destinos del país. Le tocaba recuperar a la devastada nación que estaba tratando de hacerlo de la guerra grande contra Argentina, Brasil y Uruguay cuando nuevamente Bolivia, solventada por Inglaterra y Estados Unidos atacaba en busca de apropiarse de la Región Occidental. Y en medio de los conflictos bélicos y políticos nacería un prócer. Pero de la cultura.

Fue un 3 de mayo, producto de la unión entre doña Alejandra y Serafín, quien fue excombatiente que vería la luz del mundo Alejandro Campos Alarcón, hace exactamente 85 años en las inmediaciones de donde hoy se asienta el Mercado 4.

Pero ni las ocho décadas y media que lleva sobre las espaldas parecen hacerle mella, porque recuerda cada episodio de su vida como si los estuviese viviendo mientras los narra, sentado en el acogedor corredor de su casa de la calle Marconi, donde mora hace 11 años.

Alejandro Campos Alarcón. Claro, así como así no suena para nadie. Mucho menos para la juventud millenial que sabe mucho hoy de tecnologías, artistas modernos, modas extravagantes y los últimos fichajes del fútbol mundial. Pero poco o nada de la cultura paraguaya, sus ricos anecdotarios y sucesos que dieron pie a magistrales composiciones como sí ocurre con este señor de kilates, quien en el ámbito de la radiofonía suena potente con su nombre reconocido: Serafín Francia Campos.

No estaba en sus planes ser un gran exponente y difusor de la cultura como lo es hoy y es ahí donde arremanga sus pantalones y se emociona con el primer recuerdo de los primeros pasos.

“Fue por culpa de una mujer”, cuenta y se ríe mientras mira a lo lejos, como si viera en la pantalla girar la cinta de celuloide con los fotogramas de sus años mozos mientras relata.

“Crecí en una familia de disciplina estricta. A las ocho de la noche era obligación estar en la mesa cenando con nuestros padres. Si salíamos, para esa hora debíamos estar de nuevo. Fijate cómo era la pauta de conducta de ese tiempo”, dice.

DETRÁS DE UN GRAN HOMBRE…

Con 17 años conoció a una bella chica, a la que naturalmente deseaba cortejarla. Por entonces no habían chulis, crushes o novios. La primera serie de llegadas a por la chica lo signaban como el festejante. Y obviamente, sin whatsapp y mensajes por DM, la meta era llegar por ella a su casa y sortear la bravura de sus eventuales suegros. Pero a cierta hora se le hacía difícil y el amor estaba dándole su primera oportunidad.

“Entonces hablé con el director de una radio de Encarnación para que me diera un espacio y así poder escaparme”, recuerda ya de manera pícara. Y así nació Noches del Paraguay, específicamente en ZP5 Encarnación, espacio que iba de 22:00 a 00:00 horas.

“Mientras mis hermanos cenaban, yo me despedía para ir a la radio”, dice y admite sin recelo alguno: “El amor lo hizo todo, fue el causante de lo que soy hoy”.

De todas formas, don Serafín se formó académicamente y fue uno de los normalistas como se los llamaba a los docentes de la época. Asimismo ingresó a la formación militar, obteniendo el grado de Sub Teniente de Infantería. Bien pudo seguir en ese rubro porque el vozarrón que se manda da para imponer orden, mando y disciplina.

“Y con estos estudios se me acabó la vida en Encarnación. Entonces me volví para Asunción”, recuerda y a partir de allí forjaría su dilatada carrera. “Trabajé en la Cancillería, ocupándome de la emisión de becas de estudio a los jóvenes, ingresé a la Facultad de Derecho y fui comentarista deportivo de Ovidio Javier Talavera”

Precisamente, Serafín fue parte de Panorama Deportivo, que en su momento fue palabra mayor de las programaciones deportivas en Paraguay. Cubría varias disciplinas, entre ellas el baloncesto, pero su nicho real estaba ahí esperando por él.

NACE PAISAJE FOLKLÓRICO Y CON ÉL, UNA MARCA REGISTRADA

“Pasé a Radio Comuneros, luego a Radio Pilar, donde relaté baloncesto entre 1956 y 1959”, comenta. Y en ese ir y venir le tocaría ir a Radio Guaraní para 1970, año en que nacía Paisaje Folklórico, que hasta hoy sigue siendo marca registrada de las programaciones culturales como Noche y Folklore, que lleva casi medio siglo en Ysapy FM con José Tomás Cabriza.

Ese programa surgió el 1 de mayo. Duró un año y luego fue a Cordillera FM. “No me inspiraba mucho la frecuencia modulada pero cuando empecé, el sinfín de llamados telefónicos en las cuatro bases telefónicas de la sala de operaciones era increíble. Se marcó una tendencia en la audiencia”, narra.

Y ahí lo llama Humberto Rubín. ”Curioso fue porque mientras me ocupé de la dirección de la radio, en Ñandutí era conductor simplemente, pero no duré mucho ahí porque de a poco se convirtió en lo que es hoy. Una radio netamente hablada y sin espacios culturales como antes”.

La voz grave que lo caracteriza y su ya forjada relación con el folklore lo llevaron a los escenarios más concurridos del país a conducir fiestas con animadores de la época como Carlos Niz, Rafael Domínguez, Juan Carlos Galaverna, Miguel Angel Rodríguez, Rodolfo Schaerer Peralta, Enrique Lara entre otros pesos pesados de entonces. También condujo Feliz Domingo por Canal 9 durante 12 años.

Y ancla en Ysapy, donde tras doce años de acompañar los almuerzos familiares muda pasos a Radio Cámara, donde sigue hasta ahora, inquebrantable pese a los embates que le da la vida a nivel de salud.

Son 68 años de ininterrumpida labor difusoria y en los que vivió transiciones propias del tiempo y que se notan en las composiciones y arreglos orquestales.

“Seguimos teniendo compositores y muy buenos. Si no hay como las joyas que teníamos antes es porque la música es la relación hombre-tiempo y la música se adapta a cada época”, refiere al ser consultado por qué no surgen figuras de la talla de un Ortiz Guerrero o Flores.

Con lo que no está de acuerdo es con la expresión folklórica que expone una sub cultura como el “Chemo piri nde revi ro’o” y sus derivados. “Es puro negocio. No es de mi agrado” dice y justifica con que deplora el espíritu del arte nativo.

En todos estos años de trayectoria, don Serafín fue objeto de distinciones y reconocimientos, los que adornan el salón contiguo a su comedor y donde se ven los rostros perpetuados de eminencias como Mangoré, Demetrio Ortiz, Amambay Cardozo Ocampo y otros insignes cultores del folklore.

Tan emocionado se lo ve hablando de sus casi siete décadas de labor que en un momento, la charla parecía terminar pero continuaba. “¿Qué hacen los medios que no difunden nuestras canciones? ¿Qué hace el gobierno? Nada! Y así, jóvenes como vos mucho no saben de cómo se crearon las grandes obras”, lamenta.

Y tiene absoluta razón. Paraguay fomenta la cultura de lo inculto y arrincona a sus próceres artísticos, “porque para muchos, el folklore es cosa de viejos”.

Don Serafín Francia Campos. Finalmente acabó la charla así como en sus programas cuando truena la expresión “Por hoy, nada más amigos. Hasta la próxima”.

Esa tan fructífera charla acabó con el tarareo de “Ikatu jeyta ñaño añua” de Nelson Morínigo y Adrián Morínigo, cantada por Francis Leonor, ex Los Orrego.

“Qué música tan bella. Difundan pues carajo!”, expresa con el puño crispado mientas deja sonar el tema desde su celular…

Alerta sobre explosiva mezcla: un cóctel muy riesgoso para la salud

La mezcla de bebidas alcohólicas con energizantes, muy popular entre los jóvenes, puede ser muy peligrosa, ya que aumenta el riesgo de intoxicación, comportamientos arriesgados y efectos negativos en la salud.

La combinación de alcohol con energizantes se convirtió en una tendencia entre los jóvenes, debido en parte a la percepción de que los energizantes pueden contrarrestar los efectos sedantes del alcohol, lo que lleva a una sensación de estar más alerta y en control. Esto, reforzado por la publicidad y el marketing.

En la búsqueda de experiencias intensas y emocionantes, los jóvenes creen que este cóctel permite disfrutar de la fiesta por más tiempo sin experimentar la fatiga asociada al consumo de alcohol. Sin embargo, muchos desconocen los peligros que hay detrás de esta riesgosa práctica.

Los estimulantes de la cafeína en los energizantes pueden enmascarar los efectos sedantes del alcohol, lo que lleva a una falsa sensación de sobriedad. Esto puede resultar en un consumo excesivo de alcohol y un mayor riesgo de intoxicación. Además, la combinación de alcohol y cafeína puede aumentar el riesgo de comportamientos arriesgados o impulsivos.

La doctora Nilda Villalba, directora del Centro Nacional de Toxicología, reconoció que la combinación de bebidas alcohólicas con energizantes es una mezcla explosiva. Esto, a raíz de que las personas pierden la noción de los síntomas depresivos que el alcohol normalmente ocasiona en el organismo. Se trata de un “cóctel riesgoso para la salud”.

La experta resaltó que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central y las bebidas energizantes, por el contrario, son estimulantes. Por ello es que, las bebidas energizantes enmascaran los síntomas depresores del alcohol y hacen que las personas consuman de una manera engañosa.

Dentro de los componentes que poseen los energizantes sobresalen la cafeína, vitaminas, guaraná y son varias sustancias que se van mezclando para brindar esa característica particular de dar energía al organismo, según detalló a la radio 650 AM.

“Debemos estar preparados para afrontar las complicaciones que pueden darse por esa mezcla. Se desaconseja el consumo de estos productos en personas que están con problemas cardíacos, que sufren de hipertensión, las embarazadas, los diabéticos y los menores de 16 años. Los adolescentes están en una etapa de reconocimiento de los límites que tienen, entonces esos límites fácilmente se van de un extremo a otro, es por eso que desaconsejamos el consumo de esta mezcla”, subrayó.

Por su parte, el médico pediatra Robert Núñez había mencionado que los energizantes son la segunda sustancia más consumida por la franja etaria de entre 13 y 17 años, después del alcohol. Mayormente, los adolescentes consumen por curiosidad, y tres de cada cuatro menores de edad hacen la peligrosa mezcla de ambas sustancias.

Si bien es importante resaltar que esta mezcla no está prohibida (consumo del alcohol solo en mayores de edad), se deben conocer cuáles son los efectos nocivos de la misma en el organismo, de modo a evitar alguna complicación y desgracia que lamentar.

Estrella Roja: el socialismo marciano de Bogdánov

Podemos decir que Aleksándr Bogdánov fue un adelantado a su tiempo. En 1908 publicó Estrella Roja, una entretenida novela de ciencia ficción de inspirada naturaleza marxista, con la que se adelantó casi una década a las traumáticas revoluciones de febrero y octubre de 1917; que desembocaron en la llegada del Partido Bolchevique al poder en Rusia, el fin de 300 años de gobierno de los Románov y el posterior nacimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Por Gonzalo Cáceres-periodista

Alexander Alexandrovich Bogdánov (1873-1928) fue un revolucionario comunista bielorruso de múltiples talentos: escritor, médico, economista, científico y filósofo, también se formó en psiquiatría. Fundador del Partido Bolchevique, y de influencia significativa en el desarrollo de la teoría marxista en Rusia, ostentó una reconocida militancia política y el estrecho contacto que tuvo con Vladimir Lenin, al tiempo de evidenciar su relación con los más radicales movimientos obreros.

Pese a sus grandes aportes filosóficos, científicos y a las letras, Bogdánov no tuvo la misma repercusión en Occidente que la que sí vieron los monstruos de la literatura rusa como León Tolstói y/o Fiódor Dostoyevski, a razón -principalmente- de las escasas traducciones de sus novelas y otros escritos.

Pero hablemos de Estrella Roja, su principal y más conocido trabajo.

MARCIANOS COMUNISTAS

Estrella Roja aborda una serie de cuestiones políticas que reflejan los debates de la convulsa época en que fue escrita. El libro abraza al socialismo como ideal utópico, la lucha de clases y la revolución como temas de fondo, y una crítica al capitalismo y al papel del individuo en la sociedad socialista.

Precursora de la ciencia-ficción soviética, Estrella Roja se erige como una suerte de ventana por dónde observar el idealismo de la entonces incipiente era de las revoluciones industriales en la lúgubre Rusia de los zares que, tras la eclosión de las revueltas incitadas por los soviets, dio lugar a la redefinición de las clases sociales, lo que concibió una nueva relación con los medios de producción, la ciencia, la tecnología y la literatura.

El libro conjuga dos rasgos fundamentales y necesarios para la literatura de su época y de nuestros días: la imaginación y la utopía, porque además de fungir de testimonio político de su autor, también es considerada por los críticos como una de las primeras novelas sobre exploración espacial.

Bogdánov plasmó su visión de un futuro basado en la concepción de la igualdad social.

La trama se desarrolla en un futuro distante donde la humanidad pegó el salto tecnológico y emprendió la colonización de Marte. La historia sigue el viaje del ingeniero Leonid, quien llega al ‘planeta rojo’ y se sumerge en la sociedad marciana, que difiere significativamente de la que continúa en la Tierra.

La civilización humana en Marte alcanzó un estadio sin división de clases, donde todos sus miembros contribuyen según su capacidad, y reciben según necesiten; un sistema de características propias como ser, la economía planificada, el unipartidismo y la férrea dirección de las relaciones interplanetarias, lo que en la actualidad podemos interpretar como socialismo en la más exorbitante fase.

De forma intrínseca, Bogdánov reflexiona sobre la naturaleza de los humanos y el progreso social, y expone la forma -idealista- en que el socialismo puede transformar las relaciones y crear un mundo sin abusos de las clases dominantes, a priori más justo y equitativo, sin la odiosa brecha económica.

A través de Leonid, el lector atestigua una civilización humana harta de innovaciones con repercusión en el transporte, la generación y suministro de energía (ya trata, por ejemplo, la idea de sustituir los combustibles fósiles por fuentes renovables) y las comunicaciones, y con una medicina tan avanzada que las enfermedades graves son de extrema rareza y la longevidad moneda corriente, con novedosos procedimientos quirúrgicos y de diagnóstico.

Estrella Roja gozó de popularidad luego de plasmarse la Revolución Rusa y con la llegada de las generaciones soviéticas que vivieron los insistentes intentos de la URSS por desarrollarse como potencia mundial (la afamada carrera armamentista y espacial).

A Bogdánov se le reconoce explotar ideas hasta exageradas para su contexto, de ahí su importancia para la literatura universal. Estrella Roja permeó en menor o mayor medida en grandes novelas posteriores como Marte Rojo (1992) de Kim Stanley Robinson, Los Desposeídos (1974) de Ursula K. Le Guin, el Hombre de Marte (1946) de Stanislaw Lem y hasta hay quien asegura que el mismísimo Isaac Asimov se vio influenciado para la serie de la Fundación (1961-1993).

TRÁGICO FINAL

Después de la revolución, Bogdánov se centró en el trabajo en biología y medicina. En 1926 encabezó el primer instituto en el mundo de transfusión de sangre, lo que terminó en su trágico y evitable final.

Bogdánov falleció el 7 de abril de 1928 a raíz de una infección que contrajo tras un fallido experimento médico con transfusiones de sangre (dicen que recibió volúmenes de diferentes jóvenes en un intento de dar pie a su teoría del ‘colectivismo fisiológico’), lo que generó interés y debate a lo largo del tiempo (terminó como ejemplo en las grandes universidades).

Aunque su obra literaria y científica sigue siendo relevante, aquel experimento final y su resultado fatal marcaron su legado.

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Bolardos en San Lorenzo: protección para ciclistas, dolor de cabeza para automovilistas

San Lorenzo fue escenario de llamativos percances automovilísticos semanas atrás, específicamente en la avenida Victorio Curiel, donde los protagonistas no fueron precisamente los conductores, sino unos bloques de cemento conocidos como “bolardos”, colocados para dividir la bicisenda, pero ¿para qué realmente sirven?

Imprudencia, falta de atención y alta velocidad, los factores que, sobre esta avenida situada en Capilla del Monte causaron los reiterados accidentes donde los bolardos provocaron graves daños materiales.

Los bolardos se encuadran dentro del mobiliario urbano, y son los elementos que sirven para realizar delimitaciones de espacios, ya sean fijos o temporales. Muy útiles para limitar el acceso de vehículos y que los conductores sepan cuando se están aproximando a algo con lo cual, si colisionan, podrían generar accidentes.

Accidente con bolardos en Vittorio Curiel.Accidente con bolardos en Vittorio Curiel.

La Arq. Evelyn Madelaire de la Municipalidad de San Lorenzo explicó que estos delineadores tubulares, bolardos, fueron instalados en esa avenida para lograr una mayor seguridad vial, a fin de que los conductores puedan captar los obstáculos que tienen para circular, en este caso, una bicisenda.

“Los bolardos por definición son elementos que cumplen dos objetivos, en primer lugar, segregar, es decir, dividir lo que es el tránsito vehicular de la bicisenda. Y en segunda instancia, proteger, dar seguridad a los usuarios en mayor situación de vulnerabilidad, en este caso, el ciclista”, expresó durante una entrevista en el canal GEN/Nación Media.

Bolardos de cemento. Foto: Nación MediaBolardos de cemento. Foto: Nación Media

Vittorio Curiel es una avenida urbana que pasa por una zona residencial y una mixta, no es una autopista. La arquitecta indicó que, en ese trayecto, los vehículos circulaban a 80 km/h e incluso más, cuando deberían ir a 40km/h. Ante esto, se colocaron los bolardos.

Sin embargo, la alta velocidad todavía juega una mala pasada a los conductores que circulan por esa zona.

Apenas días después de que se colocaran estas barreras de cemento, dos automóviles atropellaron y destruyeron, no solo sus vehículos, sino también los bolardos hechos de hormigón. Uno circulaba a alta velocidad, el otro intentó adelantarse.

Cabe recordar que, la avenida Vittorio Curiel no es precisamente un trayecto en el que se pueda circular en doble fila, por lo que, insisten en respetar los límites de velocidad permitidos.

Sobre Vittorio Curiel no se puede circular en doble fila. Foto: Nación MediaSobre Vittorio Curiel no se puede circular en doble fila. Foto: Nación Media

¿Cumple o no cumple su función?, estamos viendo que sí cumple su función. Lamentablemente, para ciertos automovilistas, con perjuicio material. Cumple la función de proteger, nosotros no inventamos, no son precisamente necesarios para hacer funcionar una bicisenda, pero se usa”, finalizó Madelaire.

La Municipalidad de San Lorenzo está trabajando en un plan de educación y seguridad vial para que la ciudadanía pueda entender la funcionalidad de los bolardos. Así se buscará evitar que más conductores tengan que lamentar el perjuicio inmenso a sus rodados.