Vivir en el refugio: un día con quienes están luchando contra la precariedad

El río Paraguay registra una de las mayores crecidas de su historia y desplazó a unas 65 mil familias en todo el país. Una parte de la realidad de los refugiados que viven día a día superando los conflictos internos propios y el prejuicio que desde afuera, soñando con una solución definitiva.

POR ALDO BENÍTEZ, aldo.benitez@gruponacion.com.py

FOTOS: FERNANDO RIVEROS

Sandra Alfonso busca una carpa negra que le sirva para usar como un improvisado techo para la gente que acudirá al velorio. Dos vecinos, mientras, montan una estructura de madera que pueda sostener la carpa. Es un miércoles lluvioso y en el corazón del refugio del Regimiento de Infantería 14 (RI 14), unos pocos vecinos esperan el cuerpo de Faustina Martínez. Falleció como consecuencia de un cáncer galopante. Tenía 55 años.

Uno de los hijos de Faustina no está de acuerdo con esta idea. Está enojado y visiblemente alterado. Después de discutir con todos en el lugar, finalmente accede. Pero antes le tuvieron que amenazar con la presencia de los militares del regimiento. El cuerpo de Faustina, tapada con una sábana amarillenta, llega cerca de las 11:00 en una ambulancia. La bajan en una camilla, ya que su familia no tenía para comprar un cajón fúnebre. Horas después se consigue el féretro gracias a una organización que trabaja en el refugio.

“Acá es así, tenemos que ayudarnos entre todos en lo que podemos y como podemos. Tratar de apaciguar cuando hay estos episodios. Es nuestro día a día”, dice Sandra Alfonso, la coordinadora de este sector del refugio.

Un joven disfruta de su tereré sin hielo y escucha música. Parece estar muy ajeno al drama que se tiene de este lado del pasillo. Unos metros más adelante otra vecina, con la camiseta de la selección paraguaya puesta, prepara su comida al brasero. Un perro blanco, carcomido por la sarna, busca comida en los restos de basura que se junta entre las casas.

El día a día en este refugio que alberga a unas 600 familias implica una serie de cuestiones, desde lo urgente hasta lo básico, sin dejar de mencionar lo necesario: Una verdadera política de Estado para ponerle fin a esta situación.

LA NIÑEZ, A PESAR DE LOS PESARES

Si bien el hacinamiento es un problema, hay otros lugares en peores condiciones porque cada vez llegan más familias. Cuando llueve, como este miércoles, se forman grandes charcos y el barro es el denominador común en toda la zona. También el desagüe de los baños móviles resulta algo necesario que se tiene que hacer casi a diario.

Quienes no le hacen drama al barro ni a los baños son los niños y niñas. Un grupo de ellos juega al trompo, un juego que parecía ya haberse extinguido, pero encuentra en estos tres pequeños la manera de ser un entretenimiento importante.

Del otro lado, un par de niños y niñas corren jugando al tuka’ê kañy entre las casas y los baños químicos que se colocan cada 15 o 20 metros, calculándose uno por cada 5 casitas, más o menos. Los más pequeños encuentran la manera alegre y divertida, desde la inocencia, de sobrellevar la difícil situación que les toca vivir.

Para los adultos, sin embargo, la cuestión es encontrar la manera de pasar el día con la alimentación, los gastos y de pelear por sacarse encima el rótulo de ser un “refugiado”. Una parte importante de los padres de familia se dedica a la venta callejera, a la recolección de objetos o al reciclaje. Esta gente va por el sustento familiar de acuerdo a lo que encuentran en sus recorridos diarios. Es la subsistencia diaria.

Hay otro grupo que sí tiene un empleo y depende de un sueldo mensual. A esta gente se le permite, por ejemplo, tener una libreta en las despensas que se abrieron dentro del refugio. El pago es por lo general algo seguro, por lo tanto, la libreta sirve y salva por estos lares.

La escuela se volvió también una cuestión que tiene sus complicaciones en estas condiciones. Si bien no quedan lejos de los refugios, hay instituciones educativas que tuvieron que cerrar sus puertas e ir a lugares más altos por culpa del agua. Es el caso, por ejemplo, de la escuela Sotero Colmán del bañado Tacumbú, que tuvo que cerrar por la inundación. Se instaló de manera provisoria en la zona del Club Puerto Sajonia.

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Con la histórica subida del río Paraguay, la situación de los desplazados derivó en algo sin precedentes en las últimas décadas en Asunción: casi 15.000 familias fueron desplazadas de diferentes barrios ribereños (Bañado, Tacumbú, Sajonia, Chacarita) según datos de la municipalidad local. Esto hizo que los 118 albergues o refugios transitorios habilitados queden, en muchos casos, colapsados por tanta gente.

En todo el país, la cuestión es más complicada. Según datos de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), hay unas 65.000 familias afectadas por las aguas en 14 de los 17 departamentos que tiene el país. Se trata de una de las peores situaciones que registra el Paraguay en su historia reciente.

LAS MUJERES MANDAN

En RI 14, el liderazgo tiene voz femenina. Los siete sectores del refugio tienen coordinadoras y vicecoordinadoras. Ellas llevan la difícil misión de atender lo que pasa en cada sector, agruparlos, trabajar para buscar soluciones comunitarias así como también soluciones individuales.

Tal es el caso de la familia de Faustina Martínez, cuyo cuerpo llegó sin cajón, pero gracias a las gestiones de las coordinadoras se pudo conseguir un cajón fúnebre. Este tipo de situaciones son constantes en esta comunidad.

“Es una lucha constante por todo lo que implica. Por lo menos, el tema de seguridad es tranquilo. Acá tenemos un trato con los militares y los pobladores saben que no se jode”, dice Lidia Pereira, una de las coordinadoras del sector.

El refugio de RI 14 se habilitó en noviembre del 2018 cuando unas pocas familias empezaron a ser ubicadas. Son las mismas que generalmente, cada año, hacen este periplo de abandonar sus casas que quedan bajo agua en cierta época del año y van a los sitios alternativos de albergue.

Sin embargo, esta vuelta, la situación se volvió dramática, principalmente por la subida imparable del río, que obligó a movilizarse a gente de otros barrios que nunca antes tuvo que abandonar sus casas. Quienes están en este refugio empezaron a llegar desde mediados de marzo. Muchos están por primera vez en una situación así y aguardan con esperanza que esto pase rápido.

Lo que no pasa, al menos con la frecuencia suficiente por este refugio, es el recolector de basura. Por la cantidad de personas, estos albergues generan miles de residuos en forma diaria que deben retirarse. Si bien todos los días llega hasta el lugar el camión recolector, la realidad es que no lleva toda la basura generada. Hay montículos que se pueden ver en algunas esquinas, en los pasillos. Los niños y niñas juegan con estos restos.

Como todo lugar hacinado, los conflictos internos y la violencia están presentes. Pero la presencia de los militares rondando siempre el lugar, ya que se trata de un predio militar, hace que el trabajo de las propias coordinadoras se desarrolle en un ambiente más favorable para ellas.

Para Sandra Alfonso, lo difícil es generalmente hacer que los vecinos se ayuden entre todos, pero dice que, cuando hay una situación difícil, la gente entiende que es el momento de mostrarse solidaria. Sandra es consciente además del prejuicio que se tiene con respecto a las familias que viven en los refugios y dice que mucha gente no se pone en el lugar de los que están aquí para imaginarse al menos, sentir lo que se siente estar bajo estas carpas y amontonados.

“Mucha gente dice que aquí la gente quiere vivir así y eso no es verdad. Nosotros lo que siempre pedimos es una solución final a nuestro problema, para la gente que viene cada tanto. Pero ahora tenés gente que nunca tuvo que ir a los albergues y, sin embargo, hoy está acá también. Entonces, se trata de un problema más amplio, más grande”, expone Sandra.

Pero no solamente en la organización de los sectores las mujeres tienen aquí preponderancia. Gloria Alfonso y Eugenia Denis son dos trabajadoras de la Unidad de Salud Familiar (USF) que todos los días, planillas y bolígrafos a cuestas, recorren este refugio para tener datos actualizados de la situación de salud de los habitantes del RI 14.

CUIDAR A LOS QUE NECESITAN

“Ahora una cuestión que está afectando a muchos niños y niñas de los refugios es la cantidad de conjuntivitis que hay. Esto es, obviamente, por el ambiente que se tiene acá, de mucha suciedad, contaminación. Por supuesto que no es lo ideal, pero es como están”, explica la mujer.

“Tenemos muchos casos también de vómitos y diarreas, que también se da por las condiciones en las viven estas personas”, añade Denis.

Alfonso y Denis recorren desde hace tiempo en estos asentamientos provisorios. Conocen el manejo de la gente, las inquietudes y los problemas. Ambas son categóricas al afirmar que es imposible pensar en que no se desarrollen enfermedades en estas condiciones, ya que son lugares en donde las personas viven sin ningún tipo de elementos sanitarios, higiénicos o de control que pueda ayudarlos a tener una mejor calidad de vida.

“Muchas veces no tenemos médicos en la USF y entonces tenemos que ver la forma de trasladar al paciente al hospital más cercano”, dice Gloria Alfonso.

Los reportes diarios que hacen las profesionales son entregados al sistema de salud de la USF para así tener un reporte real de la situación. Estos informes se cruzan con los datos que maneja la Municipalidad de Asunción para tener una base de datos que sea la más actualizada posible.

El último informe de la municipalidad local indica, en ese sentido, que en los 118 refugios habilitados viven alrededor de 13.500 menores de 14 años y 778 mujeres embarazadas. Además, hay 1.000 adultos mayores y 1.100 personas con alguna discapacidad viviendo en estos albergues transitorios.

No pueden ser contabilizados, pero los mosquitos son alto motivo de preocupación para los habitantes de este refugio, ya que al caer la tarde se vuelven insoportables.

“Lo que podrían también vernos es el tema de la fumigación. Acá hay demasiados mosquitos y más que nada por los niños. Necesitamos que el Senepa haga eso, por lo menos una vez al día en las tardes”, dice Juan Carlos Vega, un poblador del Bañado que hace un mes llegó al refugio porque en su barrio ya todo quedó bajo agua.

Vega dice que el tema de la basura y de la fumigación son los dos únicos puntos que se pueden mencionar como algo a mejorar, pero que dentro de todo están bien. “Se vive como se puede, hermano. Pero dentro de lo que estamos pasando, estamos bien. Las casitas son buenas, nos llegan provistas, se trata de vivir en la normalidad”, dice Vega.

Hablar de normalidad parece no tener sentido en un refugio de 600 familias hacinadas y con el miedo de no saber si hay un proyecto definitivo para ellos.

A Faustina Martínez la están velando en su pequeña casa de madera y la carpa que armaron sus vecinos del refugio se mantuvo, a pesar de la protesta de uno de sus hijos, que sigue insultando desde el otro pasillo.

Unas vecinas se ponen de luto y se acercan para dar el pésame. Dos niños descalzos detienen su marcha y miran lo que ocurre. Una liviana lluvia acompaña los gritos y llantos de la familia.

Gloria Alfonso, mientras observa la escena y se prepara para seguir con sus anotaciones para la USF, dice: “Esto no es vida. Esto no es vivir para nadie”.

El escándalo Cambridge Analytica y cómo cambió la forma en que las redes sociales manejan nuestros datos

Hace unos años, el mundo de internet y las redes sociales se vio sacudido por el escándalo de Cambridge Analytica, un hecho que significó un antes y un después en la manera en que las grandes empresas tecnológicas como Facebook manejan nuestros datos.

Por Robert Bourgoing (@robertb_py)

Cambridge Analytica. Quizás ahora pase algo desapercibido y hasta sea desconocido por algunos, pero en su momento, este nombre estuvo en boca de todos por un escándalo de considerables proporciones.

Hay que retrotraernos al año 2018, cuando esta empresa de análisis de datos pasó a estar en el ojo de la tormenta tras descubrirse que había utilizado información personal de más de 87 millones de usuarios para presuntamente favorecer la campaña presidencial de Donald Trump.

LOS ANTECEDENTES

El periódico The Guardian se encargó de filtrar una serie de documentos confidenciales, a través de los cuales se pudo demostrar cómo Cambridge Analytica había fraguado un ingenioso plan para permitir a Trump ganarse a la opinión pública y con ello llegar a la Casa Blanca.

Los informes revelados por el medio británico -obtenidos gracias a un exempleado de la firma, de nombre Christopher Wylie- muestran que la consultora con sede en Londres fue capaz de recopilar datos de millones de usuarios de Facebook sin su consentimiento.

Dichos datos fueron obtenidos a través de la aplicación “This Is My Digital Life”. Su funcionamiento era muy simple: la plataforma exhibía una serie de preguntas para así elaborar perfiles psicológicos de usuarios de Facebook. De esta forma, obtuvo actualizaciones de estado, “me gusta” y mensajes privados.

Esa aplicación pedía permiso para acceder a los respectivos perfiles como así también a los contactos agregados en la red social, lo cual a su vez ayudó que la consultora acceda a información personal de millones de personas.

La persona detrás de esta idea fue Aleksandr Kogan, profesor de la Universidad de Cambridge, quien en el año 2013 había desarrollado un test de personalidad a través de una app de Facebook, la cual posteriormente fue replicada para una nueva campaña.

CÓMO USARON LOS DATOS

Los datos de los millones de usuarios afectados fueron recopilados con un solo fin: utilizarlos para favorecer la campaña electoral de Trump, influenciando a los potenciales votantes en su intención de sufragio.

Gracias a los perfiles psicológicos obtenidos por medio de Cambridge Analytica, se pudieron diseñar estrategias y propagandas electorales para los usuarios y así lograr persuadirlos en favor del magnate norteamericano, quien finalmente acabó ganando aquellas elecciones del 2016.

En este caso, se trata de mensajes específicamente diseñados para ciertas audiencias que apuntan a influir en su opinión y, con ello, en el voto final.

Dentro de esto se incluyeron no solo publicidades hechas “a medida” para los usuarios, sino también “fake news” que luego fueron replicadas a través de redes sociales, blogs y medios de comunicación.

EL CAMBIO EN EL MANEJO DE DATOS

Además de Facebook, principal involucrada en este escándalo, lo ocurrido con Cambridge Analytica también puso en el tapete a las demás empresas tecnológicas que manejaban datos de usuarios a nivel masivo.

WhatsApp e Instagram (ya para entonces propiedad de lo que ahora se conoce como Meta, cuyo CEO es Mark Zuckerberg), al igual que Twitter fueron los que resintieron en mayor medida el impacto de este incidente, siendo cuestionadas sobre cómo manejaban la información proveída por sus usuarios.

A raíz de ello, Facebook anunció una serie de reformas en sus políticas de privacidad y el manejo de datos de sus usuarios, brindándoles mayores facilidades para encontrar la información personal que posee la red social.

Fue así como se incluyó un nuevo apartado en la plataforma para poder “descargar” la información personal de cada usuario, lo cual rige para esta red social y también para sus “hermanos” WhatsApp e Instagram.

Esta herramienta permite que cada usuario sea capaz de revisar sus interacciones pasadas (incluidos los “me gusta”, comentarios y publicaciones), así como también las fotografías y videos subidos, pudiendo seleccionar un período específico si así lo desea.

Así también, se simplificaron varios menús de acceso con el propósito de que las personas identifiquen más fácilmente para qué sirve cada función, priorizando el aspecto de la privacidad y seguridad.

REGLAMENTO EUROPEO

La medida adoptada por Facebook como resultado del escándalo se dio poco antes de la entrada en vigencia del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), una normativa aprobada por la Unión Europa que tiene como objetivo principal salvaguardar los datos de los usuarios.

Esta normativa -cuya vigencia luego trascendió el territorio europeo y se extendió al resto del mundo- obliga a las empresas digitales que manejan datos personales a cumplir con una serie de disposiciones, entre ellas informar sobre cualquier tipo de violación o uso indebido de datos.

Retribución por la Medicina en Paraguay: la historia solidaria de una estudiante brasileña

En los últimos años, miles de estudiantes brasileños llegaron al país para seguir la carrera de Medicina, principalmente en ciudades fronterizas y otras localidades del departamento Central. Esta es la historia de una de ellas, que pretende dejar una huella en su paso por Paraguay, con actividades solidarias a favor de los pacientes.

Por Juan Riveros (@JuancitoRiveros)

En el 2019, Stela Mendes Queiroz, oriunda de Paranaíba - Mato Grosso do Sul, Brasil, llegó a la ciudad de Pedro Juan Caballero en busca de sus sueños, seguir la carrera de Medicina, como miles de estudiantes brasileños que se encuentran en nuestro país.

En la localidad fronteriza y lejos de su familia, culminó parte de sus estudios en el 2023. El siguiente paso fue continuar con el sueño como médica interna en uno de los hospitales públicos de nuestro país. El destino quiso que sea en el Hospital General de Barrio Obrero.

La Medicina le esperaba un nuevo desafío, que implicaba trasladarse desde Pedro Juan Caballero hasta Asunción en febrero de este año, en lo que será su nueva casa de aprendizaje por el período de un año.

Tal como se esperaba, los primeros meses fueron desafiantes, según contó Stela en base a su experiencia en el Hospital de Barrio Obrero, conocido por recibir a cientos de pacientes a diario, en su mayoría de escasos recursos, por su cercanía con la zona de los bañados de la capital. “Lo idealicé similar a lo que realmente encontré. La salud pública en el ámbito general necesita de una mirada más cercana, tanto aquí en Paraguay como en Brasil, pero si sabemos superar algunas dificultades cotidianas, con certeza el éxito en la realización del trabajo se producirá”, expresó.


En medio de todas estas situaciones, en la estudiante brasileña nació la idea de ayudar a las personas, consiguiendo insumos médicos.

“La idea surgió por la escasez de materiales básicos y la intención de ayudar a suplir esa realidad. La aceptación en Brasil fue extremadamente satisfactoria, superando las expectativas. Se creó una red de apoyo que nos bendijo con un resultado exitoso”, comentó.

Primeramente, recurrió a sus amistades en redes sociales, realizando una campaña de recaudación de fondos para la compra de insumos y elementos que puedan ayudar a una buena estadía de los pacientes en el hospital, como frazadas, almohadas, sábanas y pintura para las ventanas.

Su iniciativa tuvo una amplia repercusión, especialmente en sus amistades en Brasil y compañeros que también abrazan la Medicina como profesión. Rápidamente logró conseguir fondos para las primeras compras, con el aval de la Dirección del hospital en este gesto solidario emprendido por la estudiante.

Stela señaló que la vocación misma es la que le llevó a emprender este gesto solidario, además de una forma de retribución hacia nuestro país y a la Medicina paraguaya, de la cual fue aprendiendo en todos estos años.

Sobre la diferencia entre la salud pública entre Paraguay y Brasil, dijo que en su país existe el Sistema Único de Salud (SUS), que tiene un porcentaje muy grande de demanda de atención, que en gran medida se realiza con excelencia. Mientras que aquí, en la red pública no se cuenta con este “complemento”, que podría ayudar bastante.

La iniciativa altruista no queda ahí, ya que para las próximas semanas se prevé realizar una campaña de solidaridad aún más grande y con el involucramiento de más personas, atendiendo a la buena recepción de su iniciativa personal. “La participación, compromiso, dedicación y trabajo realizado fueron unánimes. Nuestro grupo está muy unido y deseamos continuar con esta acción que benefició enormemente a los pacientes que estuvieron aquí”, resaltó. Con estas acciones de gratitud y de retribución, Stela deja su huella en nuestro país y se lleva el aprendizaje y la experiencia de por vida.

Lucha contra la depresión en adolescentes: ¿Cómo ayudan las mascotas a combatirla?

Los perros y gatos, además de ser mascotas fieles que nos acompañan en el día, también pueden ser grandes aliados para la lucha contra la depresión, gracias a los beneficios que bridan su compañía.

Al respecto, el Dr. Robert Núñez explicó que existen numerosos estudios que respaldan la hipótesis de que las mascotas, especialmente los perros y gatos, son grandes aliados a la hora de contribuir en el bienestar emocional y la salud mental de las personas, en especial aquellas que sufren de depresión.

“La depresión se ha entendido como un trastorno del estado de ánimo y, por lo tanto, de la salud mental, que afecta a una gran cantidad de personas en el mundo hoy”, describió el profesional.

En ese sentido, el doctor indicó que la depresión puede manifestarse de distintas maneras e incluye síntomas variados, como el estado de ánimo triste y sostenido en el tiempo, el déficit o exceso en el tiempo de sueño o alimentación, la falta de concentración crónica, los pensamientos de culpa, los pensamientos de muerte o de suicidio.

La soledad también es un factor desencadenante de la depresión. En el caso de las personas mayores, este hecho puede ser un tormento, pero las mascotas ofrecen compañía constante y cariño, además de que requieren actividades como sacarlos a pasear o jugar con ellos, hecho que los hacen sentir ocupados.

“Por ello el tipo de vínculo emocional que aporta un perro o un gato provee importantes beneficios desde el punto de vista psicológico. Dicha aparición de un vínculo afectivo con el perro o con el gato facilita condiciones favorables al tratamiento por depresión o por algún otro tipo de malestar emocional asociado”, expresó.

Algunos beneficios emocionales de las mascotas

-Brindan compañía: esta es, quizás, la más evidente de las ventajas de tener un perro en casa, sin embargo, no siempre somos conscientes de la inmensa cantidad de beneficios que tiene sentirnos acompañados, puesto que esto implica una percepción mayor de seguridad, de disposición a la afectividad, de comunicación y de relajación.

-Proporcionan sentido de la responsabilidad: estar a cargo de un ser vivo tan complejo como un perro o un gato puede motivarnos no solo a cumplir con su alimentación, sino también a dedicarnos constantemente a su cuidado integral, ejercitarlo, tener una rutina sistemática de salidas, educarlo, enseñarle habilidades y comportamientos, prácticas en las que sentirnos útiles e importantes para ese ser que hemos decidido acompañar y él a nosotros.

-Reduce el estrés: los mimos y caricias a las mascotas en general estimulan la liberación de oxitocina, hormona relacionada con la vinculación emocional. Esto ayuda a disminuir el cortisol, cuyo exceso es el causante del estrés. También el juego con nuestros perros o gatos de compañía favorecen la producción de serotonina y dopamina, importantes neurotransmisores que regulan el estado de ánimo.

-Aumentan la esperanza de vida: según se ha analizado, tener perros aumenta la disposición hacia tener un estilo de vida más saludable y a ser más feliz. Dicho estado de bienestar aumenta la expectativa de vida de las personas.

“La presencia de una mascota en el hogar puede reducir los niveles de estrés y ansiedad en las personas. El simple acto de acariciar a un animal puede liberar endorfinas y aumentar la sensación de calma”.

Cómo está la salud mental en Paraguay

Entre mayo y junio del 2021, el Banco Mundial llevó a cabo Encuestas de Alta Frecuencia (EAF) en varios países de Latinoamérica y el Caribe con el objetivo de evaluar el impacto de la pandemia sobre la población.

Entre sus resultados se puede observar que, con un puntaje de 0,28, Paraguay se posicionó en cuarto lugar (empatando con Ecuador y Bolivia) entre los países con resultados más preocupantes dentro del Índice de Vulnerabilidad de la Salud Mental , por detrás de Chile, Perú y Haití.

No obstante, de entre todos los indicadores de vulnerabilidad de la salud mental, el que presentó mayor incidencia en Paraguay fue el de ansiedad, nerviosismo o preocupación. Con tres de cada cinco personas reportando haberse sentido ansiosos en el último mes, el país se ubica en primer lugar en Latinoamérica con esta medida. Y son de nuevo las mujeres, con el 70,4%, quienes encabezan la tabla por encima de los varones (53,5%).

Por otra parte, el estudio de Carga de Enfermedad revela que en Paraguay se perdieron más de 1.700.000 años de vida saludables por diversas enfermedades, de los cuales, 322.000 son por trastornos mentales y del comportamiento. La depresión severa es la que aporta la mayor carga de años de vida saludables perdidos, junto con los ataques de pánico.

Dicho estudio fue presentado por las direcciones de Vigilancia de la Salud y de programas de Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles en agosto del 2023.

El Ministerio de Salud cuenta con el directorio de Salud Mental, con la base de datos de profesionales psicólogos y psiquiatras de las diferentes regiones sanitarias del país.

Para acceder a atención especializada, el Ministerio de Salud dispone de un directorio online con profesionales de la salud mental en diferentes regiones del país. El enlace al directorio se encuentra disponible aquí.