Se trata del centro de recepción de emergencias 911 de la Policía Nacional, punto neurálgico de coordinación entre los ciudadanos y los cuerpos de seguridad, y el ojo que vigila una zona en la que viven unos dos millones y medio de personas.

Desde allí, 50 oficiales trabajan en tres turnos 24 horas cada día del año para disuadir a los delincuentes ante la presencia de las cámaras o para registrar hechos delictivos en caso de que se produzcan, según explicó a Efe el comisario principal Enrique Benítez, responsable del sistema.

Una gran pantalla divida en múltiples monitores muestra una radiografía visual a tiempo real de la capital y sus alrededores, mientras los agentes rastrean a través de las diferentes cámaras en busca de alguna situación delictiva.

En caso de una denuncia telefónica, el operativo se pone en marcha, se da prioridad sobre la gran pantalla a las cámaras más cercanas al lugar indicado por el ciudadano, se moviliza a los agentes sobre el terreno, y se coordina todo el operativo mirando a través de los ojos digitales.

Benítez dijo que cada una de las cámaras es como un oficial más en la calle, al servir de ayuda a la Policía Nacional a la hora de coordinar las actuaciones cuando se comete un delito.

“Consideramos (las cámaras) de gran ayuda. Nos sirve como una herramienta de prevención y le sirve al Ministerio Público para realizar sus imputaciones o presentación del delincuente ante el juez, y a este le sirve para determinar mejor la sentencia”, dijo Benítez.

Añadió que las cámaras comenzaron a ser ubicadas en 2012 y en función de los lugares donde se registraban más delitos y en aquellos con gran afluencia de gente.

En cuanto a su función disuasoria, Benítez aseguró que las cámaras han conseguido que desciendan los delitos en esos lugares específicos.

“El delincuente se da cuenta de que al haber un aparato disuasorio que es para la lucha contra la delincuencia no comente el hecho ahí”, dijo el comisario.

Sin embargo, reconoció que la delincuencia se ha trasladado a otros lugares donde no llega la vista de las cámaras.

“La delincuencia migra. Tenemos comprobado que donde está el personal policial y la cámara del sistema los hechos delictivos han bajado ostensiblemente, pero han aumentado en otras partes”, afirmó.

Pese a ello, Benítez señaló que el sistema de cámaras les ayuda a coordinar mejor las tareas de las patrullas sobre el terreno en el momento que se recibe una llamada, ya que pueden identificar a los delincuentes, mostrar la dirección en que vino o se marchó o crear un cuadrante de búsqueda en función de la localización.

Como mejoras a futuro, Benítez señaló que se busca que el tiempo de reacción promedio de los agentes sobre el terreno sea de 10 minutos, por debajo de los 16 minutos que emplean en intervenir tras los incidentes detectados por las cámaras.

“Es un porcentaje razonable en el sentido de dar respuesta con las herramientas que nosotros tenemos. Lo ideal sería una respuesta de 10 minutos, pero tenemos muchas falencias de medios y lugares”, dijo.

La autoridad explicó que la idea inició debido al estadio de reversión que tiene el norte argentino, ya que se abastece del gas de Bolivia, cuya producción va en declive, pero principalmente por la ventaja que ofrece el trazado por la Bioceánica. “Hemos hecho un trazado al lado de la ruta Bioceánica que atraviesa el Chaco paraguayo, que a las muy claras, es mejor por distancia y por otros factores que cualquier otro proyecto de gasoducto que está evaluando Argentina y Brasil directamente”, afirmó.

El viceministro sostuvo que la intención es hacer un emprendimiento trinacional, que una la producción de gas natural de Vaca Muerta con el consumo brasilero y, por supuesto, con la posibilidad de que Paraguay pueda utilizar un energético que hoy no tiene dentro de su matriz. “Entonces, la posibilidad que tendríamos nosotros de utilizar eso nos daría ventajas muy competitivas para la industria, incluso para la generación de energía eléctrica de base de la alternativa, como la solar fotovoltaica, que es la que planeamos implantar en muy poco tiempo”, aseveró.

Sobre las facilidades que ofrece el trazado de la Bioceánica, agregó que la ruta está hecha, tiene una franja de dominio ya despejada y no tiene problemas medioambientales, geográficos o de comunidades.

“Paraguay impulsa este proyecto por dos razones fundamentales, la esencial para nuestro país es beneficiarnos mínimamente con un canon y una inversión billonaria. Al margen de eso, nosotros vamos a tener la posibilidad de verter las moléculas de gas natural en el caso de hallazgo comercial de nuestros concesionarios, con un mercado ya abierto”, especificó.

Capacidad ociosa para aprovechar

Por otro lado, Bejarano mencionó la posibilidad de hacer ese gasoducto con unas pulgadas suficientes para tener una ociosidad al comienzo “de forma a permitir verter esa nueva red y, o en caso de demanda paraguaya, se pueda meter más gas natural de Vaca Muerta y que podamos los paraguayos aprovechar ese energético”.

Dijo que la iniciativa tomó mucha fuerza a partir de las visitas efectuadas a representantes del sector público como privado, en Argentina y en Brasil, quienes han mostrado interés y mirado con muy buenos ojos la iniciativa.

“Queremos darle la mayor fuerza posible, que esto tome un tratamiento trinacional de integración energética, y que podamos impulsar rápidamente todo esto que implica inversiones billonarias, pero que teniendo en cuenta el volumen que movería, tendría un repago muy fácil a quien invierta en ese gasoducto, eso sin olvidar el derrame económico que significará para el Paraguay el pago de cánones”, finalizó.

Trazado

Hay que mencionar que la propuesta del gasoducto contempla una traza de 1050 kilómetros que abarcaría 110 kilómetros en territorio argentino, 530 kilómetros en Paraguay y 410 kilómetros en Brasil, con una capacidad de transporte de más de 30 millones de metros cúbicos por día. Nuestro país no solo busca satisfacer la demanda brasileña de gas, sino que también proyecta un aumento en la demanda interna, especialmente para generación eléctrica y abastecimiento industrial, en un contexto donde se vislumbra un renacimiento en la demanda de energía en la región.

Equipos del Distrito N.º 12 del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) estuvieron trabajando ayer en varios tramos rurales afectados por las últimas lluvias e inundaciones que dejaron a varias comunidades incomunicadas. La misión se cumple con el apoyo de la Gobernación de Ñeembucú, los municipios, el Comando de Ingeniería del Ejército y el sector privado.

Algunos de los lugares priorizados son Potrero Pirú, zona de Pilar – Mburicá y puente Yakaré, camino a San Juan de Ñeembucú. En este caso con una retroexcavadora de la empresa 8A que la Asociación Rural de Ñeembucú puso a disposición de la Gobernación.

Así también se hizo la limpieza en la zona de la ruta PY19 con una retroexcavadora del Comando de Ingeniería del Ejército, y se procedió a la colocación de tubos de un metro en el tramo: Tacuaras a Belén, para el rápido escurrimiento de las aguas, en un trabajo coordinado que se ejecutó con el municipio y el gobierno departamental.

Las tareas proseguirán hasta tanto se logre despejar toda el agua de los caminos, para luego proceder a su rehabilitación, una vez que las condiciones del terreno lo permitan.

La meteoróloga Ana Pereira informó que hoy se prevé un ambiente caluroso con temperaturas máximas que oscilarían entre 33 y 36 °C en la región Oriental, y entre 36 a 37 °C en la región Occidental, condición que se extendería hasta el lunes.

En cuanto a las lluvias, durante la jornada de hoy y para el lunes, las mismas se limitarían al sur del país, mientras que para el domingo se darían en el centro y sur de la región Oriental.

Para el domingo la mínima será de 25ºC y la máxima de 34ºC. En tanto que, el lunes y el martes, las temperaturas alcanzarán los 35ºC.