La terapia hormonal transgénero aumenta el riesgo de cáncer

Un informe que contiene correspondencia de médicos miembros de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero, proporciona pruebas de los peligros de los tratamientos de reasignación de sexo y revela que muchos pacientes no son conscientes de sus consecuencias.

Los tratamientos hormonales para personas transgénero* pueden provocar cáncer y otras enfermedades graves, mientras que muchos pacientes, sobre todo menores, no se dan cuenta de los efectos secundarios devastadores e irreversibles que pueden tener los procedimientos de reasignación de sexo. Así lo demuestran correos electrónicos filtrados de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH), que elabora directrices para los tratamientos de reasignación de sexo.

Un informe, publicado el lunes por Environmental Progress, subraya que tales tratamientos utilizan “potentes fármacos que tienen un profundo impacto en la salud futura y la función reproductiva, y que en muchos casos conlleva la extirpación quirúrgica de partes del cuerpo”. Según la organización, aunque tales medios pueden ser necesarios si la vida del paciente corre peligro, “la ética de esterilizar a un joven que sufre el mal definido trastorno psiquiátrico llamado disforia de género, o amputar partes sanas de su cuerpo, es mucho más cuestionable”.

Las capturas de pantalla de mensajes del foro interno de WPATH, que datan de 2021 al 2024, presentadas al final del documento, proporcionan pruebas de los peligros de tales métodos.

Riesgos de cáncer

Así, en diciembre de 2021, un médico informó de una paciente de 16 años que desarrolló tumores hepáticos después de tomar acetato de noretindrona para suprimir la menstruación durante varios años y testosterona durante un año. “A la paciente se le encontraron dos masas hepáticas (adenomas hepáticos) –de 11x11cm y 7x7cm– y tanto el oncólogo como el cirujano especializado han indicado que el agente (agentes) causante son las hormonas”, escribió.

Otro médico señaló que un colega suyo desarrolló un hepatocarcinoma tras 8 o 10 años tomando testosterona. “Por lo que sé, estaba relacionado con su tratamiento hormonal”, compartió, añadiendo que el cáncer estaba tan avanzado que la persona trans murió unos meses más tarde.

¿No hay edad mínima de consentimiento?

Los datos facilitados muestran que los médicos son conscientes de que los pacientes menores de edad son incapaces de comprender todos los riesgos de los procedimientos de reasignación de sexo. Aunque se habla de que los bloqueadores de la pubertad, las hormonas y la cirugía pueden provocar infertilidad, cáncer y otras complicaciones, las intervenciones médicas como la vaginoplastia o las hormonas se siguen ofreciendo a menores de 13 y 14 años.

Un médico pidió la opinión de la comunidad sobre el inicio de la testosterona para una paciente de 13 años, expresando su preocupación por una edad tan temprana, y recibió la siguiente respuesta: el reglamento actualmente “elimina el requisito de la edad y recomienda no empezar hasta que el adolescente sea razonablemente capaz de dar su consentimiento informado, edad que variará de una persona a otra”.

Descubren fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años en Colombia

Paleontólogos descubrieron fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años de antigüedad en Colombia, informó este martes la universidad que lideró la exploración, cuyos resultados son clave para entender la geografía de Sudamérica en las épocas del Paleoceno y Eoceno.

Los fósiles de los reptiles Puentemys mushaisaensis, que se calcula medían cerca de 1,5 metros de largo, fueron hallados en el montañoso municipio de Socha (noreste), aseguró la Universidad del Rosario en un comunicado.

El descubrimiento es inédito en esta zona andina, pues los ejemplares de esta especie más cercanos están a cientos de kilómetros en El Cerrejón, una mina de carbón cercana al mar Caribe.

“Encontrarlas 500 kilómetros al sur (...) nos permite reconstruir y entender cómo eran los paisajes” del norte de Sudamérica, pues en lugar de las actuales montañas andinas de hasta más de 5.000 msnm allí había “lagos conectados y cordilleras de muy baja altitud”, explicó Edwin Cadena, el paleontólogo a cargo de la investigación.

El estudio “permite conocer mejor la conectividad de los ambientes acuáticos del norte de Sudamérica durante una parte del tiempo geológico conocido como el Paleoceno y Eoceno”, añade el comunicado.

Ambas épocas hacen parte del Paleógeno (66 a 23 millones de años atrás), el primer período geológico después de la extinción de los dinosaurios.

Fuente: AFP

Verse a uno mismo durante videollamadas causa cansancio mental, según estudio

La sensación de agotamiento afecta tanto a hombres como a mujeres de manera similar, lo que contradice los resultados de investigaciones previas.

Verse a uno mismo en la pantalla durante videollamadas en plataformas como Zoom o Teams causa cansancio mental, según en un estudio publicado recientemente en la revista científica Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking.

Los investigadores de la Universidad de Galway (Irlanda) evaluaron la actividad cerebral de 32 personas (16 hombres y 16 mujeres) mediante electroencefalogramas mientras estaban en una videollamada en Zoom, y en distintos momentos de la comunicación se mostraban o se ocultaban en su propia pantalla.

Los resultados revelaron que los niveles de cansancio fueron mayores cuando los participantes podían verse a sí mismos, y esto afectaba tanto a hombres como a mujeres de manera similar. Esta conclusión contradice las deducciones de investigaciones previas que afirman que las mujeres experimentan más cansancio que los hombres dado que tendrían “la mayor conciencia de sí mismas generada al verse en una pantalla”, señala el estudio.

“Nuestro estudio demuestra que la sensación de cansancio que surge durante las videollamadas es real y el hecho de ver nuestro propio reflejo lo hace aún más agotador”, indicó Eoin Whelan, quien dirigió la investigación. “Desactivar la imagen en espejo puede ayudar a compensar la sensación de cansancio en las reuniones virtuales”, agregó.

Demasiada comida chatarra podría causar daños duraderos al cerebro

Investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y otras funciones.

Neurocientíficos de la Universidad del Sur de California (USC) en EE.UU. descubrieron que la ingesta abundante de una dieta occidental, alta en grasas y azúcar, desde la temprana edad, puede provocar problemas duraderos de memoria en animales de laboratorio.

“Lo que vemos […] es que, si estas ratas crecieron con esta dieta de comida chatarra, entonces tienen problemas de memoria que no desaparecen”, explica Scott Kanoski, profesor de la USC. “Si simplemente los sometes a una dieta saludable, estos efectos lamentablemente duran hasta la edad adulta”, agregó.

La concepción de la investigación

Al desarrollar el estudio, Kanoski y su estudiante de postdoctorado, Anna Hayes, tuvieron en cuenta el antecedente de que las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer tienden a tener niveles más bajos de acetilcolina en el cerebro. Los investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran la acetilcolina, un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y funciones como el aprendizaje, la atención, la excitación y el movimiento muscular involuntario.

Los científicos se cuestionaron sobre el impacto que podrían tener estas dietas occidentales para las personas más jóvenes que pueden seguir una dieta similar, particularmente durante la adolescencia, cuando su cerebro está experimentando un desarrollo significativo.

Los experimentos

Los investigadores rastrearon los niveles de acetilcolina de un grupo de ratas con una dieta grasosa y azucarada y en un grupo de control de ratas analizando sus respuestas cerebrales a ciertas tareas diseñadas para probar su memoria.

La prueba implicó dejar que las ratas exploraran nuevos objetos en diferentes lugares. Días después, los investigadores reintrodujeron a las ratas en la escena, que era casi idéntica, excepto por la adición de un objeto nuevo. Las ratas que siguieron la dieta de comida chatarra mostraron signos de que no podían recordar qué objeto habían visto anteriormente ni dónde, mientras que las del grupo de control mostraron familiaridad.

Conclusiones

Según los científicos, su estudio refuerza el importante vínculo entre el intestino y el cerebro. “La señalización de acetilcolina es un mecanismo para ayudarles a codificar y recordar esos eventos, análogo a la ‘memoria episódica’ en los humanos, que nos permite recordar eventos de nuestro pasado”, subrayó Hayes. “Esa señal parece no ocurrir en los animales que crecieron con una dieta grasosa y azucarada”, añadió. La investigación se publicó recientemente en la revista científica revisada por pares Brain, Behavior, and Immunity.

Kanoski enfatizó que la adolescencia es un período muy sensible para el cerebro cuando se están produciendo cambios importantes en el desarrollo. “No sé cómo decir esto sin sonar como Casandra y pesimismo”, apuntó, “pero desafortunadamente, algunas cosas que pueden ser más fácilmente reversibles durante la edad adulta son menos reversibles cuando ocurren durante la niñez”, agregó.

Finalmente, los investigadores lograron revertir la capacidad de memoria en las ratas experimentales con medicamentos que inducen la liberación de acetilcolina, inyectada directamente en el hipocampo cerebral. Sin embargo, Kanoski señala que se necesita una investigación más amplia para saber cómo se pueden revertir los problemas de memoria, causados por una dieta de comida chatarra durante la adolescencia, sin necesidad de una intervención médica tan especial.