Estado, ¿en qué caso va en mayúscula?

A menudo surge la duda sobre la correcta escritura de la palabra “estado”, principalmente sobre la mayúscula y la minúscula. Entérese de las normas.

La Fundación Español Urgente de la Real Academia Española explicó en qué casos se debe escribir con mayúsculas y minúsculas el vocablo estado.

Escritura con mayúscula

Cuando alude a un ‘país soberano, reconocido como tal en el orden internacional, asentado en un territorio determinado y dotado de órganos de gobierno propios’ o al ‘conjunto de los poderes y órganos de gobierno de un país soberano’, tal como recoge el diccionario académico.

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De esta forma, se escribe con mayúscula en construcciones como Estado de derecho, jefe de Estado, golpe de Estado, Estado chileno, hombre o mujer de Estado, abogado del Estado o secreto de Estado. Se aplica también la mayúscula cuando se utiliza en plural: «Los Estados acordaron una tregua».

Cuando forma parte de los nombres de entidades o instituciones: Estado Mayor, Estado Mayor Central, Estado Mayor General.

Escritura con minúscula

Cuando se refiere a una entidad política no independiente, como son los territorios que componen un Estado federal: el estado de Oklahoma.

En los casos en los que equivale a ‘situación’, como ocurre en expresiones como estado de la cuestión, estado de emergencia, estado de alarma, estado de excepción, estado de sitio o estado de guerra.

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Motu proprio, sus usos y errores habituales

La locución latina motu proprio es a veces utilizada de manera incorrecta, empujada por una costumbre del lenguaje hablado o por la escasa difusión de información al respecto. En Hoy Digital rompemos con ese esquema y le informamos cuáles son las indicaciones del español al respecto.

El diccionario de la máxima autoridad de la lengua castellana indica que, el significado literal motu proprio es ‘con movimiento propio’. Sin embargo, el sentido que se le da es el de ‘voluntariamente o por propia iniciativa’.

Agregar la preposición “de” a motu proprio, escribir propio en vez de proprio, decir motus en vez de motu son formas equivocadas de utilizar la locución latina motu proprio, según explica la Real Academia Española en su espacio de consultas semanales.

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Debe respetarse la forma latina proprio para el segundo elemento, y no sustituirla por el adjetivo español propio, advierten los académicos.

También recuerdan que es incorrecto su empleo con preposición antepuesta: como de o por “de motu proprio” o “por motu proprio”.

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“Mijo”, ¿válido para acortar ‘mi hijo’?

Las expresiones utilizadas coloquialmente para recortar ciertas frases, entre ellas, “mi hijo”, están sujetas a reglas del español, aunque la RAE viene mostrando mucha flexibilidad en sus adaptaciones. Entérese lo que dice respecto a este caso.

Las amalgamas son una confluencia de varias informaciones morfológicas o sintácticas en un solo segmento, según la definición del diccionario de la RAE.

La Real Academia Española señala que las formas: «m’hijo», «m’hija» son las válidas para este tipo de amalgamas, es decir, el acortamiento coloquial que se le hace a la frase “mi hijo”.

Sin embargo, el diccionario de americanismos registra las formas «mijo» y «mija» y las define como las que se usan para dirigirse a los hijos, a los amigos o compañeros y hasta los esposos o novios, según el contexto o el lugar.

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Estas formas aparecen como las más utilizadas en países de todo el continente americano. De hecho, la RAE reconoce que esas versiones circulan en esta zona y, con esta admisión, nuevamente aplica una flexibilización a las reglas originales, como ya lo hizo en cuantiosos otros casos, en los que termina cediendo bajo el concepto de “adaptación”.

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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El uso de la “y” en vez de la “i” en apodos: ¿por qué es incorrecto escribir Mary?

Las designaciones cariñosas o abreviadas de los nombres propios, en ocasiones utilizan la “y” al final, como una cuestión de estilo y elección personal, ejemplo, Dany para Daniel. Sin embargo, el empleo de esta letra está sujeto a una regla del español. Sepa por qué está mal escribir “Dany”.

Lo que coloquialmente conocemos como apodo, lingüísticamente recibe el nombre de hipocorístico, definido por el diccionario de la RAE como: dicho de un nombre que, en forma diminutiva, abreviada o infantil se usa como designación cariñosa, familiar o eufemística.

Para la escritura de ciertos hipocorísticos, muchos optan por utilizar la “y” al final, como por ejemplo en: Gaby, Mary, Yany, Dany y un sinfín de casos. Esta forma de utilizar la y es incorrecta.

En español, la letra «y» solo ocupa la posición final cuando va precedida de vocal: «rey», «Uruguay», «hoy». Por esta sencilla explicación, los hipocorísticos como «Dani», «Ceci», «Susi» o «Gabi» deben escribirse con «-i».

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En esos casos y en todos en los que el fonema «-i» vaya precedido de una consonante, siempre deberá escribirse con «-i» o lo que conocemos como “i latina”. La regla la expuso la Real Academia Española ante una consulta específica al respecto.

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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