El nuevo Superman es bisexual y su novio será un reportero
DC Comics anunció que el nuevo Superman, Jon Kent, es bisexual. El joven entablará una relación sentimental con un amigo.
Se trata del hijo Clark Kent y Lois Lane, quien ya cuenta con su propio cómic. “Superman: Son of Kal-El. Luego de dejar atrás sus aventuras en los Super Sons con Damian Wayne y pasar un tiempo en el futuro junto a la Legión de Super-Héroes, Jon volvió a tomar un rol protagónico.
Este personaje tiene un tinte más social, el cuál se ha reflejado en los tres números que ya fueron publicados, en ellos Jon expresa su preocupación por temas como la migración y el medioambiente, mientras se posiciona como un héroe por derecho propio.
Pero definitivamente, lo más importante aparecerá en el volumen 5 del cómic, aún sin publicarse. Este lunes desde el sitio IGN se reveló en dicho número se se que Jon Kent es bisexual.
El mismo iniciará una relación sentimental con su amigo Jay Nakamura, a quien conoció en el volumen 2 del cómic. El joven ya conoció a Clark y Lois, cuando fue Jon fue encarcelado.
En las páginas de Superman: Son of Kal-El #5 se aclarará que Jon y Jay no son solo amigos y en un un panel donde ambos se besarán arrancará una relación que establecerá que el nuevo Superman de DC Comics es bisexual.
“Tras una escena en la que Superman está agotado mental y físicamente por tratar de librar muchas batallas, Jay está ahí para cuidar del hombre de acero”, diaseveró DC comics en un comunicado.
Jon Kent no será el primer superhéroe de DC que es confirmado como parte de la comunidad LGBTIQ+, sin embargo, de acuerdo al guionista Tom Taylor, posicionar al nuevo Superman como un joven bisexual es importante para la representación.
“A lo largo de los años en esta industria, probablemente no les sorprenderá saber que me han rechazado personajes e historias queer. Sentí que estaba decepcionando a las personas que amaba cada vez que esto sucedía”, dijo Taylor.
“Pero hoy estamos en un lugar muy diferente y mucho más acogedor de lo que era hace diez e incluso cinco años. Cuando me preguntaron si quería escribir un nuevo Superman con un nuevo #1 para el Universo DC, supe que reemplazar a Clark con otro salvador blanco heterosexual podría ser una verdadera oportunidad perdida. Siempre he dicho que todos necesitan héroes y todos merecen verse a sí mismos en sus héroes. Hoy, Superman, el superhéroe más fuerte del planeta, se está presentando (como bisexual)”.
Respecto a Jay Nakamura, es un hacker activista y un gran fan de Lois Lane. Pero el equipo creativo de Superman: Son of Kal-El sostiene que más allá de los paralelos que se podrían establecer entre Clark-Lois y Jon-Jay, el nuevo interés amoroso de Jon tendrá su propia caracterización e incluso se revelará que tiene poderes.
“Jay tiene su propia lucha”, advirtió Taylor. “Obviamente, es un periodista eficaz y Lois Lane es su héroe. Pero Jay también es un refugiado de Gamorra, por lo que su experiencia también refleja la de Clark. Si bien esto ha cambiado afortunadamente a lo largo de los años, históricamente, Lois a menudo ha cumplido un papel de damisela. Jay Nakamura nunca será eso. Él y Jon abordarán muchas cosas codo con codo“.
“Lo más importante era hacer que Jay Nakamura fuera formidable por derecho propio. Encontrar el equilibrio en su relación para que puedan ser iguales en lugar de que Jay dependa demasiado de Jon”, agregó el guionista. “Es por eso que los propios poderes de Jay se revelan en el número 4, y aprendemos que no puede ser lastimado. Eso significa que, de todos en la vida de Jon, Jay es la única persona que Jon no necesita proteger. Significa que su relación es igual y se basa en el apoyo mutuo”.
La salida del clóset de uno de los principales superhéroes estadounidenses se produce en momentos en que la diversidad toma cada vez más protagonismo.
Hace poco “Aquaman” presentó un superhéroe negro y gay mientras que el más reciente Robin de los comics de Batman se declaró bisexual en agosto pasado.
Corte suprema de Venezuela despenaliza homosexualidad dentro de Fuerza Armada
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela anuló este jueves un polémico artículo del Código de Justicia Militar que penalizaba la homosexualidad dentro de la Fuerza Armada hasta con tres años de cárcel.
“La Sala Constitucional del máximo tribunal de la República anuló, a solicitud del Defensor del Pueblo, ciudadano Alfredo Ruiz Angulo, la disposición contenida en el único aparte del artículo 565 del Código Orgánico de Justicia Militar, por carecer de suficiente claridad y precisión jurídica en lo que respecta a la conducta que pretendía sancionar“, indicó el TSJ en su sitio web.
“La referida norma, cuya existencia fue cuestionada por organismos internacionales, imponía pena de 1 a tres 3 años de prisión, al militar que cometiera ‘actos sexuales contra natura’, sin definir qué debe entenderse por tales actos”, añadió la nota.
La máxima corte consideró además que “dicha interpretación, a la luz de las concepciones científicas, sociales y jurídicas actuales, no resulta compatible con la Constitución ni con instrumentos internacionales (…) por ser contraria al postulado fundamental de progresividad en materia de garantía de los derechos humanos“.
Tras varias reformas, la más reciente en septiembre de 2021, el artículo 565 del Código de Justicia Militar se había mantenido inamovible, pese a pedidos de derogación de activistas ante el Parlamento, de mayoría oficialista.
La decisión de la máxima corte, sobre la que recaía declarar o no la inconstitucionalidad de este artículo, es considerada una “victoria” por miembros del movimiento LGBTI en Venezuela, un país eminentemente conservador.
“Después de tantos años de lucha hemos logrado la nulidad del artículo del código de justicia militar”, dijo a la AFP el activista Leandro Viloria, uno de los promotores de la abolición del artículo que derivó en la expulsión de un número no precisado de oficiales.
Un militar expulsado tras descubrirse que era homosexual señaló a la AFP que la anulación del artículo le abre la posibilidad a pedir su reenganche dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
“Ahora es cuestión de evaluar si dada esa situación mi reenganche procede, al menos con esto desaparecerá el temor”, señaló bajo anonimato.
La comunidad LGTB+ de África del Este, víctima de una violenta represión
Arnold asumió su homosexualidad hace varios años, pero en febrero, el guitarrista keniano suprimió la bandera arco iris de su perfil de Twitter, temiendo por su seguridad, en medio de una ola de homofobia en África del Este.
Fuente: AFP
El músico, de 35 años, que aceptó hablar con la AFP a condición de mantenerse en el anonimato, teme que el gobierno utilice las redes sociales para identificar a los ciudadanos del colectivo LGTB+ (lesbianas, gays, trans, bisexuales y otros).
“Los lugares seguros desaparecen cada día”, señaló. “Pronto no tendremos ningún lugar en el que escondernos”, agregó.
Kenia, como sus vecinos, se está viendo azotado por una inflación galopante y también enfrenta su peor sequía en cuatro décadas.
Pero los dirigentes políticos relegaron esos problemas a un segundo plano, al lanzar una campaña “de homofobia apadrinada por el Estado”, según denuncian los activistas.
“Hay un esfuerzo concertado para divulgar la desinformación”, declaró a la AFP Njeri Gateru, directora ejecutiva de la National Gay and Lesbian Human Rights Commission (NGLHRC), une oenegé con sede en Nairobi, capital de Kenia.
Los discursos de esa campaña “inspiran y justifican al violencia contra los LGTB+”, añadió.
La homosexualidad es ilegal en muchos países de África del Este. Esas campañas suelen estar alentadas por los conservadores religiosos musulmanes y cristianos.
En Kenia y en Tanzania, la homosexualidad es un delito recogido en leyes que datan de la época colonial, que contemplan penas de hasta 14 años de cárcel.
Con todo, no suelen pronunciarse condenas y, a pesar de todo, los grupos de defensa de los derechos de las personas homosexuales están autorizados a operar en Kenia, pero no en países vecinos como Somalia.
La legislación actual apunta contra la comunidad LGTB+, a menudo víctima de acosos, tanto por parte de la policía como en las redes sociales.
En los últimos meses, la situación se ha agravado.
La oenegé NGLHRC registró 117 ataques en Kenia contra personas percibidas como LGTB+ en febrero, más que los 78 reportados en enero.
– “Vivir con miedo” –
Todo empezó con una decisión del Tribunal Supremo de Kenia. En febrero, esa corte se pronunció en contra de una petición para prohibir que la comunidad LGTB+ forme grupos de presión, lo cual desató una ola de críticas, sobre todo del fiscal general, que prometió que contestaría el fallo.
El jefe de Estado, William Ruto, muy beato, declaró que los matrimonios homosexuales podían “tener lugar en otros países pero no en Kenia”.
Para Ruto, la homosexualidad es una importación occidental que “las costumbres, las tradiciones, el cristianismo y el islam de Kenia no pueden autorizar”.
El vicepresidente, Rigathi Gachagua, fue todavía más lejos, al tachar el veredicto del Tribunal Supremo de ejemplo de “moralidad repugnante […] en nuestro modo de vida”.
Una opinión que llega prácticamente de todos los partidos.
Raila Odinga, jefe de la oposición, acusó al tribunal de haberse extralimitado en sus competencias.
Al oeste de Kenia, una nueva ley presentada la semana pasada en el Parlamento ugandés podría acarrear penas de hasta 10 años de cárcel para cualquier persona homosexual.
En 2014, un tribunal invalidó un proyecto de ley adoptado por los diputados y ratificado por el presidente, Yoweri Museveni, que buscaba castigar las relaciones homosexuales con la cadena perpetua.
Frank Mugisha, director de Sexual Minorities Uganda, la principal organización de defensa de los derechos de las personas homosexuales (suspendida el año pasado por las autoridades), declaró a la AFP que, a raíz del nuevo proyecto de ley, se vio inundado de llamadas de personas LGTB+ porque “viven con miedo”.
– “Blancos fáciles” –
Estas campañas son “deliberadas y coordinadas”, señaló Oryem Nyeko, investigador de Human Rights Watch (HRW), afirmando a la AFP que los homosexuales son “blancos fáciles”.
“Son un grupo vulnerable, son una minoría, son incomprendidos”, explicó.
En Burundi, donde la homosexualidad está criminalizada desde 2009, 24 personas fueron inculpadas por “prácticas homosexuales” la semana pasada, tras haber participado en un seminario organizado por una organización sin ánimo de lucro sobre el VIH/sida.
A principios de marzo, el presidente, Evariste Ndayishimiye, instó a los ciudadanos a “maldecir a quienes practican la homosexualidad porque Dios no puede soportarlo”.
“Deben ser vetados, tratados como parias en nuestro país”, dijo.
La represión se extendió a las escuelas, con los gobiernos de Kenia, Uganda y Tanzania prometiendo detener la supuesta propagación de la sensibilización con estas cuestiones entre los alumnos.
“Es triste […], quieren utilizar a este grupo minoritario para distraer a la gente”, declaró a la AFP la activista tanzana Fatma Karume, asegurando que los dirigentes, al no lograr solucionar las crisis económicas, utilizan a las personas LGTB+ como chivos expiatorios.
Sean cuales sean las razones de los gobiernos, “ser una persona LGTB+ es ser un ciudadano de segunda clase”, denunció Njeri Gateru.
Biden tilda de “vergonzosa” la política de Florida sobre menores trans
El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó el lunes de "vergonzosa" y "cruel" la política de limitaciones hacia los niños trans que impera en Florida, un estado gobernado por el republicano Ron DeSantis.
Fuente: AFP
“Mi mamá diría que lo que está pasando en Florida es por lo menos vergonzoso. Lo que están haciendo es simplemente terrible“, dijo Biden, según un extracto de una entrevista en “The Daily Show”.
“No es como si un niño se despertara un día y dijera ‘¿Sabes qué? He decidido convertirme en hombre o mujer'”, afirmó.
“Son seres humanos. Tienen sentimientos. Tienen emociones (…) me parece una crueldad“, dijo el demócrata de 80 años, que cada vez da más señales de que aspirará a la reelección en 2024.
DeSantis, que se perfila como posible candidato republicano a las presidenciales, defiende posiciones ultraconservadoras en temas morales.
El gobernador fue el impulsor de una ley fuertemente criticada y apodada “Don’t say gay” (“No hables de gays”), que restringe fuertemente o la enseñanza en las escuelas de materias relacionadas con la orientación sexual y el género.
Además, el Colegio de Médicos de Florida ha decidido prohibir que los menores trans accedan a tratamientos con bloqueadores de pubertad, administración de hormonas y cirugía.