La orgía de sangre del clan Manson que conmovió a todo Hollywood

En una sola noche 1969 y por órdenes de Charles Manson, un grupo de sus seguidores -casi todas mujeres a las que sometía a la esclavitud y la prostitución- mataron a la actriz -pareja del director de cine Roman Polanski- a cinco amigos que estaban esa noche con ella y a un matrimonio vecino. Condenado a prisión perpetua, su vida de locura en la cárcel y el destino de su séquito

De un pantallazo, Charles Manson parecía un hombre insignificante. Medía apenas 1,57 y su cara no tenía ningún rasgo sobresaliente. Sin embargo, las mujeres que lo rodeaban -mucho más jóvenes que él- contaban proezas sexuales. Y un detalle: sus ojos tenían un brillo extraño, casi diabólico.

Hollywood, en la ciudad de Los Ángeles y en plena década del ‘60, era un mundo de mansiones y calles que parecían salidas de una escenografía: colinas verdes, piscinas celestes, palmeras y el glamour de sus estrellas y la ambición de quienes deseaban serlo.

El 8 de agosto de 1969, ambos mundos -el de Charles Manson y el de Hollywood- colisionaron de la peor manera. Sus seguidores -más bien esclavas, casi todas eran mujeres- dejaron al mundo conmocionado con un raid de sangre pocas veces visto. En la misma noche, masacraron a puñaladas y balazos a la actriz Sharon Tate, al bebé de ocho meses que llevaba en su vientre, a cinco de sus amigos y, unos momentos después, al matrimonio de Leno y Rosemary LaBianca.

Charles Milles Manson, se convirtió, así, en la bestia negra de los días del hippismo, la droga y la revolución sexual. Y esa orgía criminal que desató, el apocalipsis del sueño de paz y amor de una generación.

La escena del crimen. La casa que alquilaban Roman Polanski y la actriz Sharon Tate. El director de cine se salvó porque en esos días rodaba un film en Europa

Llegó a este mundo el 11 de noviembre de 1934 en Cincinnati, Ohio, de madre precoz (Kathleen Maddox tenía 16 años) y padre que no llegó a conocer: un matón, Walker Scott, que rápidamente huyó de la casa.

La madre –alcohólica y condenada a cinco años de cárcel en 1939 por asalto a una estación de servicio–tuvo un efímero matrimonio con un obrero de nombre William Manson: inocente portador de un apellido trágico.

De tal palo… Charles debutó en el delito en 1947, a sus 13 años: robo en un supermercado. Reformatorio. Fuga cuatro días después, con un amigo. De 1951 en adelante, más asaltos y robos de autos. Acumuló ocho cargos, lo liberaron en 1954 por buen comportamiento, se casó con la enfermera Rosalie Jean Williams, tuvo con ella su primer hijo, y hasta 1967 no hubo noticias de él… salvo su interés por el esoterismo y la filosofía oriental, acaso para matar el tedio carcelario.

Ese mismo año se mudó a San Francisco, recaló en un departamento prestado en Berkeley, un ladrón de bancos le enseñó a tocar la guitarra eléctrica –hay coincidencias acerca de su módico talento musical–, vivió como un indigente, y arrastró con él a la bibliotecaria Madison Brunner.

Y empezó entonces la verdadera historia del clan. De la Familia Manson. En poco tiempo, además de Madison, llegó a convivir con… dieciocho mujeres: un atleta del verano del amor del 67, que explotó en festivales y concentraciones hippies: para él, tan fácil como pescar en un barril…

Hacia el fin del verano consiguió –robado, posiblemente– un autobús escolar, lo inundó de alfombras y almohadones de colores, y con nueve de sus chicas recorrieron medio Estados Unidos.

Una fotografía de la boda entre Sharon Tate y Roman Polanski en Londres (Photo by Keystone/Getty Images)

¿De qué vivían? De la prostitución. Cuando llegaban las cuentas a las muchas casas que alquilaron o usurparon, las hacía pagar con sexo de sus adoratrices.

El 15 de abril de 1968, Brunner le dió un segundo hijo: Valentine Michael. De a poco, el monstruo que sería, pero todavía solo un marginal, un vagabundo, parecía destinado a la música, en especial cuando conoció a Dennis Wilson, el baterista de The Beach Boys, al que conquistó besándole los zapatos.

Pero la semilla del Mal empezó a germinar en su cabeza. Imaginó que los Estados Unidos estaban al borde de una eclosión devastadora: la batalla final entre negros y blancos –triunfantes los primeros–, preludio del Apocalipsis de San Juan… mezclado con música de The Beatles, esclavitud sexual, odio hacia los pigs (cerdos), drogas de todo tipo y color, y atracción –como imán– de chicas de buena posición social pero ávidas de aventuras, engañoso contraveneno de sus convencionales vidas.

En junio del 69, Manson reunió a sus esclavas sexuales y les dijo que estaban llamadas, con él, a señalarles a los negros su Helter Skelter (nombre tomado de un tema de The Beatles que alude a la escalera de caracol de un monumento londinense).

Leslie Van Houten, Susan Atkins y Patricia Krenwinkel caminan desde su celda hasta la corte el 8/7/70. Ellas tres participaron de los asesinatos

Y empezó a rondar el 10050 Cielo Drive, Beverly Hills, California, mansión alquilada por Roman Polanski y Sharon Tate…

En la mañana del 8 de agosto de 1969, Manson –totalmente desquiciado– les ordenó a sus esclavas y primeras amantes Susan Atkins, Linda Kasabian y Patricia Krenwinkel asaltar la casa y “acabar con ellos de la manera más horripilante posible”.

Como autómatas, las tres obedecieron la orden del amo.

Esas noche, en la casa, estaban Sharon Tate (Polanski filmaba en Londres), embarazada de ocho meses, su amigo Jay Sebring –el peluquero de las estrellas–, el guionista Wojciech Frykowski, y su novia, Abigail Folger (rica heredera de un emporio de café).

En la medianoche del 9 cortaron la línea telefónica. Susan, Linda y Patricia entraron con bolsas llenas de ropa limpia y afilados cuchillos. Tex Watson, el único hombre del grupo, iba armado con un revólver y, sobre su hombro, llevaba una cuerda de nylon de trece metros. En ese momento salía de la casa un auto manejado por Steven Parent (18) amigo del cuidador de la mansión. Watson no perdió tiempo: lo mató de cuatro balazos en el pecho. Y el resto fue el infierno en la tierra: Sharon Tate y sus amigos murieron asesinados a balazos y puñaladas. Tantas que, contadas por la policía, rompieron la barrera de las cuarenta…

Terminada la masacre, sobre una pared y con sangre, escribieron pig (cerdo).

Charles Manson, de 35 años cuando se cometieron los crímenes, señaló en el juicio: “Yo no soy culpable de nada”. Sin embargo, fue condenado a prisión perpetua

Y cebados de sangre, llegaron al 3301 de Waverly Drive, la casa de Leno LaBianca, ejecutivo de un supermercado, y de Rosemary, su mujer, y los cosieron a balazos y puñaladas: 41 de arma blanca solo en el cuerpo de Rosemary… Más de las 16 que terminaron con Sharon Tate y el hijo que latía en su vientre.

A ese crimen se sumó Leslie Van Houten, de una copetuda familia y princesa de su colegio secundario…

Por fortuna, la larga serie de crímenes programados se cortó pronto. Susan Atkins, detenida por un delito menor, se jactó entre rejas de la orgía de sangre de aquella noche, y la caída y prisión del clan, como piezas de dominó, fue cuestión de horas.

Manson fue condenado a muerte por instigador –no mató a nadie con sus manos–, pero en 1972 la sentencia fue reducida a prisión perpetua: la Corte Suprema anuló la pena capital en 1972.

Una vez en prisión, Manson se cortó el pelo y sólo salió de su celda para comprar chocolates

Leslie Van Houten, que creyó “ver en Manson a Jesucristo”, cumple cadena perpetua.

Susan Atkins, ex bailarina de topless y la más cercana esclava de Manson, murió en prisión en 2009, a los 61 años. Confesó haber matado a Sharon Tate. Luego de oír su sentencia a perpetua, se burló del tribunal y del jurado: “Mejor que cierren bien las puertas y cuiden a sus hijos”, amenazó.

Patricia Krenwinkel, culpable de siete homicidios, tiene 69 años, jura que está arrepentida, y batalla por su libertad condicional.

Linda Kasabian logró inmunidad al declarar contra el Clan Manson. Tiene cuatro hijos y se supone que vive en algún lugar de la Costa Este.

Charles Manson murió en un hospital de la localidad de Bakersfield. Vivió en la misma celda durante 46 años. Solo la abandonaba unos minutos para buscar papas fritas o chocolatines en una máquina. Se supone que ha matado a más gente, aunque solo se le probó instigación para nueve homicidios. En los últimos años abrazó la Causa Verde: defensa del planeta (¿?). Jura que vive “en el inframundo”. Recibe –believe it or not– cartas de admiradores. Y algo perverso se ha edificado en torno del espanto que aun imponen su vejez y el deterioro de su cuerpo: los envoltorios de sus chocolatines se venden a 750 dólares…, y sus trozos de papel higiénico -¡¡¡usado!!!, a 500.

Una foto del año 2009 de Charles Manson en la Prisión Estatal de Corcoran, cuando se había tatuado una cruz esvástica entre las cejas (Photo by California Department of Corrections and Rehabilitation via Getty Images)

Nueva York inundada por lluvias torrenciales; el metro parcialmente paralizado

Las fuertes lluvias que cayeron durante la noche del jueves al viernes en el noreste de Estados Unidos inundaron carreteras en Nueva York y paralizaron parcialmente el metro y los aeropuertos. 


Fuente: AFP

La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el “estado de emergencia” para Nueva York, Long Island, al este de la megaciudad, y el valle de Hudson, debido a “las precipitaciones extremas que se están observando”, según anunció en X (antes Twitter).

Imágenes difundidas por periodistas de la AFP, medios locales y redes sociales mostraban vehículos circulando con dificultad por carreteras inundadas o incluso completamente bloqueadas por el agua, que llegaba hasta el nivel de las ventanillas de los automóviles.

Numerosas estaciones de la gigantesca red de metro de la metrópolis han quedado parcialmente inundadas y varias líneas centrales están cerradas en Brooklyn.

“Seguimos evacuando el agua de las vías en estaciones de Brooklyn y Manhattan”, indicó en X la cuenta oficial del metro de Nueva York.

El aeropuerto de La Guardia anunció por su parte que todos los accesos a la Terminal A están “actualmente cerrados”.

La congresista demócrata de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez dijo en un correo electrónico que envió a sus electores que habían caído entre 5 y 12 cm de lluvia en los distritos de Manhattan, Queens y Brooklyn, y aún se esperan entre 2,5 y 7 cm, según las zonas.

De acuerdo al Servicio Meteorológico de Estados Unidos, las abundantes precipitaciones son causadas por un sistema de baja presión que se extiende a lo largo de la costa del Atlántico medio y atrae aire húmedo del océano, “produciendo áreas de fuertes lluvias sobre las regiones del norte y del este”.

En septiembre de 2021 el huracán Ida mató a 13 personas solo en la ciudad de Nueva York, la mayoría atrapadas en los sótanos de antiguas casas transformadas en apartamentos en una urbe que vive una grave crisis inmobiliaria.

París, la ciudad de la luz, la moda y los perfumes, azotada por chinches

Colchones de camas, asientos de salas de cines, de buses y de metro, la plaga de chinches que sufre París, se ha convertido en el tema recurrente en las conversaciones y quedas de ciudadanos de la capital francesa.

Estos parásitos de minúsculo tamaño  han generado una auténtica alarma entre los habitantes de la ciudad luz, tal y como es reflejada en portadas  de periódicos galos.

No hay datos actualizados sobre el alcance de la invasión de esta plaga, pero la magnitud del problema llega a extremos significativos, al punto que se convierte en  una agenda principal para las autoridades.

Entre las poblaciones más densas de Europa, París es presa de la preocupación por el alcance de los chinches, cuando todos palpitan que, en menos de un año se realicen los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en el verano de 2024 en París.

“Los chinches de cama son un problema de salud pública y tienen que ser declarados como tal. Es necesario que el Estado reúna de manera urgente a los actores implicados para poner en marcha un plan de acción a la altura de ese azote que afecta a la sociedad, que exige soluciones urgentes y de fondo”,  expresó el vicealcalde de París, Emmanuel Grégoire, al ser abordado sobre el tema.

El mismo  remitió una carta a la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, para pedirle la organización de un congreso nacional respecto a las plagas y solicitó que la agencia regional de salud asuma el costo financiero de las desinfecciones, para acabar con la invasión de los parásitos.

“Estamos preocupados porque es una especie invasiva. Si no abordamos el problema desde la raíz, podemos resultar desbordados”, advirtió, y propuso que en los seguros de las viviendas -que son obligatorios en Francia- se incluya también una cláusula sobre el riesgo de chinches.

El Ayuntamiento de izquierdas de París por su parte, reclama una respuesta del Gobierno francés, de signo liberal y con el que tiene relaciones tirantes.

“Tenemos que actuar en favor de un mejor servicio para los usuarios, para proteger y tranquilizar”, acotó el funcionario.

Además de los chinches,  la invasión de roedores, convirtió a París en un extenso mercado para las empresas de desinfección. En el caso de los chinches pueden llegar a cobrar 250 euros por un pequeño apartamento.

El último conteo oficial que data de junio de 2023, señala que  el 11 % de los hogares franceses estaban afectados por los chinches de cama.

“La limpieza no evita por sí sola una primera infección, pero sí que es cierto que una buena higiene y una detección rápida evitan las grandes infecciones”, señala el Ministerio de Sanidad de Francia, que actualizó esta semana una guía sobre cómo actuar en caso de infección de chinches.

Estos insectos,  tienen costumbre nocturnas para alimentarse de la sangre de las personas y se reproducen fácilmente, estuvieron erradicados a mediados del siglo XX, hasta que, a finales de los 90 regresaron al país.

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Bárbara acción en Inglaterra: taló el árbol de Robin Hood, de más de 300 años 

Funcionarios del Parque Nacional de Northumberland, Inglaterra, quedaron estupefactos al comprobar que el árbol de Robin Hood, de más de 300 años, fue talado deliberadamente por un joven que desató el repudio general contra su criminal acción.


Fuente: BBC/AFP

El árbol solitario en el norte de Inglaterra había sobrevivido a todo tipo de inclemencias, incluso a las amenazas más extremas que azotaron su entorno campestre. 

Un adolescente de 16 años fue arrestado por ser el sospechoso  de haber perpetrado el delito de daños a la propiedad de uno de los símbolos de la campiña anglosajona. 

“El árbol es un ícono de renombre mundial y su pérdida ha causado una gran conmoción, tristeza e ira en toda la comunidad local y más allá”,  dijo el jefe de policía Kevin Waring a periodistas que concurrieron a ver lo que dejó el criminal hecho vandálico.

En el año 2016  fue nombrado Árbol del Año en un concurso organizado por Woodland Trust, una organización benéfica de conservación de bosques en Reino Unido.

Mientras tanto, la Fundación Nacional para Lugares de Interés Histórico o Belleza Natural dijo que estaba “conmocionada y entristecida” por la pérdida de este árbol del tipo sicomoro, “una característica importante e icónica del paisaje durante casi 200 años”.

Alison Hawkins, que vive en Liverpool, fue una de las primeras en llegar al lugar este jueves, mientras caminaba junto a los restos de la famosa muralla romana.

Le contó a la BBC que se puso a llorar cuando un guardaparque nacional le dijo que el árbol había sido talado.

“Fue un auténtico shock. Es básicamente la imagen icónica que todo el mundo quiere ver”, dijo la lugareña.

Catherine Cape vive a pocos minutos de donde estaba el árbol y es propietaria de una posada donde los huéspedes a menudo se quedaban para visitarlo.

“Ni siquiera puedo describir lo angustiados que están todos aquí”, dijo. “Aquí en Tynedale, cuando llegamos a Military Road, buscamos el árbol y sabemos que estamos en casa”, agregó.

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“Se convirtió en un rayo de esperanza para todos por haber crecido en un lugar tan frío y expuesto”, señaló.

Ella y su marido caminaron hasta el árbol en sus primeras citas y su hija dio allí algunos de sus primeros pasos.

Cuando la pandemia de covid impidió juntarse en sitios cerrados, se reunían con la familia en caminatas hasta el árbol.

“Le dio mucho consuelo a mucha gente. Sé que nuestra familia no está sola en eso. Mucha gente encontró consuelo en el árbol”, dijo.

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