El Prof. Dr. Julio Torales, jefe del Departamento de Salud Mental del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas UNA, mencionó que los antecedentes personales de la madre cobran relevancia en esta etapa de mayor vulnerabilidad a la hora de interrogar acerca de trastornos mentales que se exacerban o inician en el periodo periparto.

“Existen factores de riesgo comunes, como la exposición a eventos traumáticos, el ser madre soltera o haber enviudado, falta de apoyo por parte de la pareja o no contar con soporte social adecuado, así como las complicaciones durante el embarazo y la historia previa de un trastorno mental”, puntualizó el Prof. Dr. Julio Torales.

Los trastornos mentales más frecuentes luego del parto es la depresión postparto, la “baby blues” o “maternity blues” y la psicosis postparto, pero también se deben tener en cuenta otros trastornos como el estrés postraumático, la ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo.

Depresión postparto

La depresión en el periodo de postparto es una grave condición que afecta a aproximadamente el 10-20% de las madres. “Este cuadro se inicia de manera general en las cuatro siguientes semanas al parto y el riesgo de presentarla se mantiene alto hasta al año posterior al mismo. Es considerada la principal complicación del postparto”, afirmó el Prof. Torales.

Los síntomas más frecuentes son: estado de ánimo decaído (tristeza), incapacidad de sentir placer, fatiga cambio en los patrones del sueño (insomnio o hipersomnia), cambios en el peso corporal (disminución o aumento), disminución de la concentración, sentimientos de culpa o inutilidad, agitación o retraso psicomotor e ideación suicida o ideación pasiva de muerte. Es importante destacar que la fatiga, las alteraciones del sueño, del peso y de la concentración son síntomas que suelen aparecer en la evolución normal del posparto.

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El diagnóstico de la depresión postparto se hace en la consulta con el especialista, a través de la entrevista, la historia clínica y la aplicación de ciertas escalas específicas.

Un punto importante para tener en cuenta en el diagnóstico de la depresión postparto es la presencia, muy frecuente en las nuevas madres, de la llamada tristeza postparto (“Baby Blues”) que tiene un mayor pico incidencia entre los días 2 a 5 del posparto y se caracteriza por tristeza, crisis de llanto, labilidad emocional, ansiedad e irritabilidad.

El Prof. Torales indicó que el baby blues se diferencia de la depresión postparto en que no afecta la funcionalidad, ni el relacionamiento con el bebé, tampoco incluye síntomas psicóticos. Por lo general, los síntomas desaparecen en las siguientes 2 semanas de su aparición, aunque en algunos casos puede progresar a la depresión postparto de ahí la importancia de un buen seguimiento de estas pacientes.

El tratamiento de la depresión postparto puede ser psicoterapéutico, que se recomienda en aquellas madres con un episodio leve o moderado: y farmacológico, en donde se utilizan antidepresivos que se prefieren para los casos en el que la depresión no remite con el tratamiento psicoterapéutico, casos graves y en aquellos casos en que la madre prefiera el tratamiento farmacológico por sobre el psicológico.

“La decisión de interrumpir o no la lactancia, en el caso de iniciar psicofármacos, puede ser todo un tema de debate, por lo que es útil el trabajo coordinado del médico psiquiatra, pediatra, ginecólogo y obstetra, para tomar la mejor decisión, con base en la evidencia científica”, sostiene el Prof. Torales.

Psicosis postparto

La psicosis postparto por lo general se presenta en las primeras dos semanas posteriores al parto, con la mayoría de los casos presentándose entre el día 3 a 10 del mismo. Es una enfermedad poco frecuente, aunque muy grave.

Entre los síntomas predominantes se encuentran el insomnio, el estado de ánimo fluctuante, la irritabilidad y la posterior aparición de síntomas maníacos, depresivos o mixtos. Las ideas delirantes no congruentes con el estado de ánimo, sobre todo relacionadas al parto son las más comunes, como por ejemplo el que la madre está “poseída por el diablo”, la idea de que alguien la está persiguiendo, entre otras cosas.

La psicosis postparto representa una emergencia psiquiátrica por lo que requiere hospitalización inmediata, se recomienda la hospitalización en una unidad que permita la permanencia del recién nacido con la madre (unidades madre-hijo), siempre que sea posible resguardar la seguridad del infante.

El Prof. Dr. Julio Torales explicó, respecto al tratamiento, que el litio tiene buena evidencia en el manejo de la psicosis postparto. A este se le suman antipsicóticos, cuando los síntomas psicóticos son muy marcados. Además, se pueden utilizar benzodiacepinas para el manejo del insomnio y la ansiedad.

Un punto clave de mencionar es la lactancia materna en las pacientes con psicosis postparto, puesto que los beneficios de la lactancia se deben de poner en el contexto de la situación de salud de la madre. Hay que tener en cuenta que la deprivación del sueño debido a la lactancia puede exacerbar los síntomas y que el restaurar el ciclo circadiano es uno de los objetivos de tratamiento en estas pacientes.

Otro punto importante es el uso de psicofármacos y la lactancia materna, como se mencionó previamente, la decisión de interrumpir o no la lactancia debe darse luego del concurso del médico psiquiatra, pediatra, ginecólogo y obstetra para tomar la mejor decisión, con base en la evidencia.

El Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas UNA posee servicios especializados en Psiquiatría, Psicología y Salud Mental para futuras madres, madres recientes y público en general. Los agendamientos pueden realizarse llamando al (0992)782394, de lunes a viernes, de 8 a 10 horas.

El senador Basilio Núñez informó que inició conversaciones con sus colegas de otras bancadas para dar tratamiento al proyecto de ley contra nepotismo, que ya cuenta con media sanción por parte de Diputados.

“El tratamiento no debería pasar mayo, ya estamos llegando este mes, entonces las comisiones se deben mover”, señaló, al momento de resaltar la importancia de avanzar con el análisis de la propuesta.

De modo a avanzar en la cuestión, el senador Núñez planteó propuestas a sus colegas para sancionar el proyecto de nepotismo. “Estaba comentando con el senador Eduardo Nakayama de aprovechar que ya hay una media sanción de Diputados, entonces podemos ver con los colegas y hacer la modificación respectiva si es necesaria y si estamos de acuerdo, damos media sanción con modificaciones, eso vuelve a Diputados, ahí ellos vuelven a aprobar y así la ley ya es enviada al presidente de la República”, explicó.

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En otro procedimiento de erradicación de cultivos ilícitos en zona de Yby Pytá, la SENAD inhabilitó dos hectáreas de marihuana.

La incursión se enmarca dentro del plan estratégico que busca marcar mayor presencia operativa en el departamento de Canindeyú.

Los antidrogas emplearon tareas para destruir alrededor de seis toneladas de la droga. Según datos manejados, las parcelas serían parte de todo el soporte logístico que reúnen grupos criminales de la zona.

Desde la SENAD se encuentran trabajando para la instalación de otra base operativa en zona de Canindeyú, acción con la que se pretende establecer mayor capacidad de control sobre la región en términos de investigaciones y lucha contra el narcotráfico.

La autoridad explicó que la idea inició debido al estadio de reversión que tiene el norte argentino, ya que se abastece del gas de Bolivia, cuya producción va en declive, pero principalmente por la ventaja que ofrece el trazado por la Bioceánica. “Hemos hecho un trazado al lado de la ruta Bioceánica que atraviesa el Chaco paraguayo, que a las muy claras, es mejor por distancia y por otros factores que cualquier otro proyecto de gasoducto que está evaluando Argentina y Brasil directamente”, afirmó.

El viceministro sostuvo que la intención es hacer un emprendimiento trinacional, que una la producción de gas natural de Vaca Muerta con el consumo brasilero y, por supuesto, con la posibilidad de que Paraguay pueda utilizar un energético que hoy no tiene dentro de su matriz. “Entonces, la posibilidad que tendríamos nosotros de utilizar eso nos daría ventajas muy competitivas para la industria, incluso para la generación de energía eléctrica de base de la alternativa, como la solar fotovoltaica, que es la que planeamos implantar en muy poco tiempo”, aseveró.

Sobre las facilidades que ofrece el trazado de la Bioceánica, agregó que la ruta está hecha, tiene una franja de dominio ya despejada y no tiene problemas medioambientales, geográficos o de comunidades.

“Paraguay impulsa este proyecto por dos razones fundamentales, la esencial para nuestro país es beneficiarnos mínimamente con un canon y una inversión billonaria. Al margen de eso, nosotros vamos a tener la posibilidad de verter las moléculas de gas natural en el caso de hallazgo comercial de nuestros concesionarios, con un mercado ya abierto”, especificó.

Capacidad ociosa para aprovechar

Por otro lado, Bejarano mencionó la posibilidad de hacer ese gasoducto con unas pulgadas suficientes para tener una ociosidad al comienzo “de forma a permitir verter esa nueva red y, o en caso de demanda paraguaya, se pueda meter más gas natural de Vaca Muerta y que podamos los paraguayos aprovechar ese energético”.

Dijo que la iniciativa tomó mucha fuerza a partir de las visitas efectuadas a representantes del sector público como privado, en Argentina y en Brasil, quienes han mostrado interés y mirado con muy buenos ojos la iniciativa.

“Queremos darle la mayor fuerza posible, que esto tome un tratamiento trinacional de integración energética, y que podamos impulsar rápidamente todo esto que implica inversiones billonarias, pero que teniendo en cuenta el volumen que movería, tendría un repago muy fácil a quien invierta en ese gasoducto, eso sin olvidar el derrame económico que significará para el Paraguay el pago de cánones”, finalizó.

Trazado

Hay que mencionar que la propuesta del gasoducto contempla una traza de 1050 kilómetros que abarcaría 110 kilómetros en territorio argentino, 530 kilómetros en Paraguay y 410 kilómetros en Brasil, con una capacidad de transporte de más de 30 millones de metros cúbicos por día. Nuestro país no solo busca satisfacer la demanda brasileña de gas, sino que también proyecta un aumento en la demanda interna, especialmente para generación eléctrica y abastecimiento industrial, en un contexto donde se vislumbra un renacimiento en la demanda de energía en la región.