La NASA lanza nuevo satélite para observar cómo el calor se escapa de los polos

Un pequeño satélite de la NASA destinado a medir por primera vez en detalle la pérdida de calor hacia el espacio a través de los polos de la Tierra despegó el sábado de Nueva Zelanda.

Denominada PREFIRE, la misión debería permitir mejorar las previsiones de los científicos relacionadas con el cambio climático.

“Esta nueva información, que nunca habíamos tenido en el pasado, nos ayudará a modelar lo que está sucediendo en los polos y en el clima”, dijo en rueda de prensa a mediados de mayo Karen St. Germain, directora de investigaciones científicas relacionadas con la Tierra de la NASA.

El satélite, del tamaño de una caja de zapatos, fue lanzado por un cohete Electron de la empresa Rocket Lab desde Mahia, en el norte de Nueva Zelanda.

La misma compañía lanzará más adelante un satélite similar.

Ambos se utilizarán para realizar mediciones en el infrarrojo lejano sobre el Ártico y la Antártida, para cuantificar directamente por primera vez el calor liberado al espacio.

Este fenómeno es “crucial porque ayuda a equilibrar el exceso de calor recibido de las regiones tropicales y a regular la temperatura de la Tierra”, explicó Tristan L’Ecuyer, director científico de la misión en la Universidad de Wisconsin en Madison.

“El proceso que lleva el calor de los trópicos a los polos es lo que está en el origen de nuestra meteorología”, agregó.

Gracias a PREFIRE, la NASA aspira a comprender cómo las nubes, la humedad o incluso la transformación de una superficie congelada en líquido influyen en esta pérdida de calor.

Hasta ahora, los modelos utilizados por los científicos para anticipar el calentamiento global se basan, respecto a este parámetro, sólo en teorías y no en observaciones reales, explicó Tristan L’Ecuyer.

“Esperamos mejorar nuestra capacidad para simular el aumento del nivel del mar en el futuro, así como la manera en que el cambio climático en los polos afectará a los sistemas meteorológicos del planeta”, detalló.

Este satélite se suma a más de una veintena de misiones de la NASA encargadas de observar la Tierra, ya en órbita.

Los satélites pequeños, denominados Cubesat, representan una oportunidad real para responder a preguntas “muy específicas” “a menor coste”, explicó Karen St. Germain.

Si los grandes satélites más tradicionales pueden considerarse “generalistas”, estos pequeños aparatos son comparables a los “especialistas”, subrayó. “La NASA los necesita a ambos”.

Fuente: AFP

Un fenómeno único en la vida será visible desde la Tierra en los próximos meses

La NASA se prepara para estudiar el fenómeno astronómico.

La NASA informó la semana pasada que sus científicos se están preparando para observar e investigar un extraordinario fenómeno astronómico que iluminará próximamente el cielo nocturno durante una semana.

Se trata de la explosión masiva del sistema estelar binario conocido como T Coronae Borealis (T CrB), que se localiza a 3.000 años luz de la Tierra, en la constelación Corona Boreal. El T CrB está compuesto por dos estrellas: una enana blanca y una gigante roja que orbitan estrechamente entre sí.

¿Por qué se produce el estallido de este sistema?

De acuerdo con la NASA, el inminente estallido termonuclear del sistema, clasificado como ‘nova’, ocurre como resultado de la acumulación de materia en la superficie de la enana blanca, principalmente hidrógeno sustraído de la gigante roja. En este evento, que se repite en promedio cada 80 años, la enana blanca permanece intacta, logrando expulsar el material acumulado al espacio en un brillante destello.

Se estima que la explosión ocasionará que el sistema, que normalmente es demasiado tenue para verlo a simple vista, sea tan brillante como la estrella polar, por lo que se apreciará como si fuera una nueva estrella en el firmamento.

¿Cuándo ocurrirá?

Los especialistas detallaron que el comportamiento del T CrB en los últimos 10 años se asemeja al que se observó antes de su último estallido, que tuvo lugar en 1946. Así, calcularon que la explosión podría ocurrir el próximo mes de septiembre, siempre y cuando el sistema mantenga el mismo patrón. Por otro lado, se prevé que el estallido del T CrB sea breve. Sin embargo, una vez que ocurra la erupción de la nova, esta será visible a simple vista por poco menos de una semana.

¿Qué estudiará la NASA del estallido?

La NASA sostuvo que la próxima explosión estelar dará oportunidad a los astrofísicos para comprender mejor la estructura y dinámica de este tipo de fenómenos. “Normalmente, los eventos de nova son tan débiles y lejanos que es difícil identificar claramente dónde se concentra la energía en erupción”, señaló la científica Elizabeth Hays.

Además, recalcó que al examinar el estallido en las diferentes longitudes de onda se podrá comenzar a entender “la estructura y los procesos específicos involucrados” en el evento. Por su parte, la investigadora Rebekah Hounsell apuntó que se observará la explosión del T CrB “en su apogeo y durante su declive, a medida que la energía visible del estallido se desvanece”.

Los investigadores emplearán diversos telescopios espaciales de la NASA y la Agencia Espacial Europea, incluido el James Webb, para detectar el inicio del evento astronómico. También se tiene contemplado usar telescopios terrestres y generadores de imágenes ópticas.

La rotación del núcleo interno de la Tierra se está desacelerando: ¿deberíamos preocuparnos?

Los científicos consideran que este cambio en la rotación del núcleo se inició alrededor del 2010.

Un equipo internacional de geofísicos y sismólogos dirigidos por la Universidad del Sur de California (USC), en EE.UU., confirmó que la rotación del núcleo interno de la Tierra se ha ralentizado en relación con la superficie del planeta por primera vez en aproximadamente 40 años.

“Cuando vi por primera vez los sismogramas que insinuaban este cambio, me quedé perplejo”, comenta John Vidale, profesor de la USC. “Pero cuando encontramos dos docenas de observaciones más que señalaban el mismo patrón, el resultado fue ineludible. El núcleo interno se había desacelerado por primera vez en muchas décadas. Otros científicos han defendido recientemente modelos similares y diferentes, pero nuestro último estudio proporciona la resolución más convincente”, subrayó. Este resultado también contrasta con anteriores investigaciones que sugerían que se estaba acelerando.

Consecuencias de la desaceleración

Los científicos consideran que este cambio en la rotación del núcleo, que se inició alrededor del 2010, podría cambiar la duración de nuestros días. Sin embargo, manifestaron que las implicaciones de este cambio en el movimiento del núcleo interno para la superficie de la Tierra solo pueden especularse. Refiriéndose al cambio de la duración del día, Vidale precisó: “Es muy difícil notarlo, del orden de una milésima de segundo”.

Novedosa fuente de datos

Vidale y Wei Wang, de la Academia de Ciencias de China, analizaron las ondas sísmicas generadas por terremotos repetidos a diferencia de otras investigaciones. Los terremotos repetidos son eventos sísmicos que ocurren en el mismo lugar y producen sismogramas idénticos.

Los especialistas compilaron y analizaron datos sísmicos registrados alrededor de las islas Sandwich del Sur de 121 terremotos repetidos que ocurrieron entre 1991 y 2023. También utilizaron datos de pruebas nucleares soviéticas gemelas entre 1971 y 1974, así como repetidas pruebas nucleares francesas y estadounidenses de estudios sobre el núcleo interno.

Sus causas

Vidale señaló que la desaceleración del núcleo interno fue causada por la agitación del núcleo externo de hierro líquido que lo rodea (que genera el campo magnético de la Tierra), así como los tirones gravitacionales de las densas regiones del manto rocoso que envuelve a estas estructuras. El nuevo estudio fue publicado este miércoles en Nature.

El cuerpo humano se recupera bien de un viaje espacial, asegura estudio

¿Hasta qué punto viajar al espacio puede ser perjudicial para la salud? La respuesta es fundamental no sólo para los astronautas que planean ir a Marte, sino también para una floreciente industria de turismo espacial dispuesta a poner en órbita a cualquiera que pueda permitírselo.

Por Daniel LAWLER, AFP

A partir de las observaciones recogidas durante el primer vuelo orbital completamente civil, en 2021, investigadores de un centenar de instituciones elaboraron el estudio más exhaustivo hasta la fecha sobre los efectos del espacio en la salud.

Los datos demuestran que los cuerpos humanos sufren diversos cambios una vez que llegan al espacio, pero la mayoría vuelve a la normalidad meses después de regresar a la Tierra.

Nuestros cuerpos son sometidos a una enorme cantidad de estrés mientras están en el espacio, desde la exposición a radiación hasta el efecto desorientador de la ingravidez.

Los investigadores saben desde hace décadas que los vuelos espaciales pueden causar problemas de salud como pérdida de masa ósea, así como problemas cardíacos, de visión y renales.

Menos de 700 personas han viajado al espacio hasta la fecha, lo que significa que el tamaño de la muestra es pequeño, y además los gobiernos suelen ser reticentes a compartir todos sus hallazgos.

Sin embargo, los cuatro turistas estadounidenses que pasaron tres días en el espacio durante la misión Inspiration4 se mostraron de acuerdo en que sus datos se hicieran públicos.

Los primeros resultados, que se compararon con los de otros 64 astronautas, se publicaron el martes en la revista Nature.

Los investigadores descubrieron que cuando las personas están en el espacio experimentan cambios en su sangre, corazón, piel, proteínas, riñones, genes, mitocondrias, telómeros, citoquinas y otros indicadores de salud.

Pero alrededor del 95% de sus indicadores de salud volvieron a su nivel anterior tres meses después.

- ‘Me encanta mi cicatriz espacial’ -

La principal conclusión es que la mayoría de las personas se recuperan rápidamente después de un vuelo espacial, dijo uno de los principales autores del estudio, Christopher Mason, de Weill Cornell Medicine.

Mason dijo en conferencia de prensa que esperaba que este estudio, el “examen más profundo que jamás hemos tenido de una tripulación”, ayudara a los científicos a entender qué medicamentos o medidas serán necesarios en el futuro para ayudar a proteger a las personas que se dirigen al espacio.

La misión Inspiration4, financiada por su capitán, el multimillonario Jared Isaacman, tenía el objetivo de demostrar que el espacio es accesible para personas que no han pasado años entrenándose para ello.

Para lograrlo, los cuatro astronautas civiles se sometieron a una gran cantidad de pruebas médicas.

“Me encanta mi cicatriz espacial”, dijo la enfermera Hayley Arceneaux, que sufrió una biopsia de piel. Tenía 29 años cuando fue al espacio.

Uno de los estudios encontró que los telómeros -los extremos de los cromosomas- de los cuatro turistas espaciales se alargaron apreciablemente cuando llegaron al espacio.

Pero sus telómeros volvieron a encogerse a su longitud original meses después de su regreso a la Tierra.

Debido a que los telómeros también se alargan a medida que las personas envejecen, encontrar una manera de abordar este problema podría ayudarnos “a nosotros, simples terrícolas” en la lucha sin fin contra el envejecimiento, dijo Susan Bailey de la Universidad de Colorado.

Incluso podría conducir a nuevos productos anti-envejecimiento como una “crema facial a base de telomerasa”, especuló la autora del estudio.

- ¿Misión segura a Marte? -

A partir de los datos recogidos hasta ahora, “no hay razón por la que no deberíamos poder llegar a Marte y volver de manera segura”, dijo Mason.

Probablemente no hay que ir múltiples veces porque implica mucha radiación”, agregó.

Uno de los estudios encontró que los ratones expuestos a una radiación equivalente a 2,5 años en el espacio sufrieron daño renal permanente.

“Si no desarrollamos nuevas formas de proteger los riñones, diría que, aunque un astronauta podría llegar a Marte, podría necesitar diálisis en el camino de regreso”, dijo en un comunicado Keith Siew del London Tubular Centre, autor principal del estudio.

Pero Mason enfatizó que la investigación dio como resultado “buenas noticias”.

“Creo que es un buen augurio para las personas que piensan: tal vez iré al espacio en seis meses”, dijo.

Si bien no había suficientes datos para emitir un juicio definitivo, los astronautas femeninos parecían ser más tolerantes al estrés del vuelo espacial, agregó.

“Puede deberse al hecho de que las mujeres tienen que dar a luz”, lo que significa que sus cuerpos están más dispuestos para los grandes cambios, dijo Mason.