Sangre falsa para luchar contra los mosquitos y la malaria

Apenas se introduce el pequeño frasco de líquido rojo en la jaula, los mosquitos se acercan rápidamente. Con una sustancia que parece sangre, inofensiva para el hombre y el medioambiente, científicos de Suecia quieren luchar contra la malaria.

El producto, preparado a base de jugo de remolacha por un equipo de la Universidad de Estocolmo, es una alternativa al uso de pesticidas—nocivos para el ser humano y el medioambiente—y un complemento a los avances en la elaboración de una vacuna para frenar la propagación de la malaria, que causó cerca de 630.000 muertos en 2020.

La investigadora Noushin Emami, de 44 años, abre lo que parece ser un gran refrigerador en su laboratorio en Estocolmo.

A una temperatura de 27 ºC, jaulas creadas con medias de mujer contienen colonias de mosquitos. Y en recipientes llenos de agua se ven larvas de estos insectos.

Emami alimenta cada día a estas criaturas y bromea que es como tener una mascota. Pero a diferencia de los animales de compañía, los mosquitos son engañados para que beban esta sustancia.

En diciembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) registró 241 millones de casos de malaria en 2020, por encima de los 219 millones de 2019. Además, estima que casi la totalidad de los 627.000 decesos debidos a la enfermedad se produjeron en África (96%). Los niños menores de cinco años representaron alrededor del 80% de esas muertes.

JUGO DE REMOLACHA

El paludismo no solo hace que la gente enferme, sino que las personas infectadas sean también más atractivas para los mismos mosquitos, que pueden transmitir el parásito a más personas.

En 2017, el grupo de investigación de Emami descubrió que esto se debía a una molécula específica, llamada HMBPP, que se libera cuando el parásito que causa la malaria ataca los glóbulos rojos del cuerpo.

“Si añadimos esta molécula a cualquier otra solución, hacemos que sea muy sabrosa para los mosquitos”, dijo Emami a la AFP, explicando que estimula el apetito de estos insectos.

Ni siquiera tiene que ser sangre: en el laboratorio ofrecen a los mosquitos jugo de remolacha, y al añadir “una cantidad mínima de toxinas combinadas con la molécula, los mosquitos se la comen y mueren”, explicó Emami.

El objetivo también es usar “compuestos inofensivos, respetuosos con el medioambiente y fáciles de conseguir”, añade.

Lech Ignatowicz, que cofundó la empresa Molecular Attraction junto con Emami para comercializar el hallazgo, explica que el nuevo método tiene el potencial de cambiar drásticamente la forma de impedir que los mosquitos propaguen enfermedades.

“La forma más eficiente de matar a los mosquitos es aún a través de pesticidas, pero sabemos que estos no solo matan a los mosquitos sino otros insectos y formas de vida”, subraya Ignatowicz a la AFP.

Además, los plaguicidas son cada vez menos eficaces: entre 2010 y 2019, 78 países informaron a la OMS de que los mosquitos eran resistentes al menos a uno de los cuatro insecticidas más comunes.

PRECISIÓN

Otro de los beneficios de la molécula, según Ignatowicz, es la precisión con la que puede dirigirse a los mosquitos.

“Incluso en ambientes muy densos, en la selva o en entornos tropicales con muchos insectos, podemos elegir a los que queremos eliminar… y dejar el resto del ecosistema en paz”, dijo Ignatowicz.

Aunque el trabajo del equipo se centra en la malaria, el método podría aplicarse a otras enfermedades transmitidas por insectos—entre las cinco variedades de mosquitos criados en el laboratorio figura un mosquito de Sudamérica que propaga el virus Zika.

La próxima etapa consiste en probar el método en el terreno.

Anders Lindstrom, investigador especializado en mosquitos del Instituto Nacional sueco de Veterinaria y que no está relacionado con el proyecto, ve el método con un “optimismo prudente”, según dijo a la AFP.

También cree que podría ser muy efectivo, en particular si se añade a otros métodos.

“El problema es cada vez mayor. Las zonas que hay que cubrir con este tipo de trampas para conseguir un efecto son enormes”, explica.

“Se puede tener un efecto bastante rápido en la reducción de las poblaciones, pero en el momento en que se deja de hacerlo, vuelven a aparecer”, dijo Lindstrom.

Revelan que las mujeres viven más que los hombres pese a sufrir más enfermedades

Un grupo de investigadores analizó las diferencias en las principales causas de carga de morbilidad entre ambos sexos utilizando datos de un estudio del año 2021.

Un grupo de científicos asegura que las mujeres viven más años que los hombres a pesar de sufrir un mayor número de enfermedades no mortales, según un artículo publicado recientemente en la revista The Lancet Public Health.

Los investigadores analizaron las diferencias en las principales causas de carga de morbilidad entre hombres y mujeres utilizando datos del estudio ‘Carga Mundial de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo’ publicado en 2021, que presentó estimaciones de morbilidad y mortalidad entre los años 1990 y 2021 de 204 países y territorios.

Los resultados indican que las diferencias entre ambos sexos surgieron a una edad temprana, en la fase caracterizada por los cambios puberales y la socialización de género, lo que subraya la necesidad de una respuesta temprana. Pero las diferencias siguieron aumentando con la edad en varias patologías.

En consecuencia, los autores destacan la importancia de adoptar un enfoque basado en el ciclo vital en la planificación estratégica que debe incluir intervenciones tempranas y adaptadas para prevenir la aparición y el agravamiento de afecciones específicas a lo largo de la vida.

Pfizer suspende un ensayo de terapia génica tras una muerte

Desde el gigante farmacéutico subrayaron que están trabajando para evaluar su “terapia génica en investigación protegiendo al mismo tiempo la seguridad de los participantes”.

El gigante farmacéutico estadounidense Pfizer ha puesto en pausa el estudio de una terapia génica experimental para la distrofia muscular después de que un niño que la recibió muriera repentinamente, informa Bloomberg citando a la compañía.

Desde la empresa comunicaron que el paciente, un menor de corta edad, sufrió un paro cardíaco tras recibir el tratamiento único de Pfizer el año pasado. En este contexto, la empresa suspendió la administración de esa terapia génica en un estudio independiente que se encontraba en su fase final, mientras investiga la muerte del niño.

Desde el gigante subrayaron que están trabajando para evaluar su “terapia génica en investigación protegiendo al mismo tiempo la seguridad de los participantes”, que es la “máxima prioridad”.

Ese estudio examina la terapia génica, denominada ‘fordadistrogene movaparvovec’, para tratar la distrofia muscular de Duchenne, una enfermedad rara y mortal de desgaste muscular que afecta sobre todo a los varones.

VIDEO| La NASA muestra qué pasa cuando caes en un agujero negro

La simulación, producida con un superordenador, comienza con la cámara situada a casi 640 millones de kilómetros de distancia.

La NASA ha mostrado qué ocurriría si una persona cayera en un agujero negro mediante una representación gráfica inmersiva producida por superordenador compartida este lunes en su canal de YouTube.

En un comunicado, la agencia espacial estadounidense explica que, a medida que la cámara se aproxima al agujero negro, alcanzando velocidades cada vez más cercanas a la de la luz, el brillo del disco de acreción y de las estrellas del fondo se amplifica del mismo modo que aumenta el tono del sonido de un coche de carreras que se acerca.

El video comienza con la cámara situada a casi 640 millones de kilómetros de distancia y el agujero negro llena rápidamente la vista. El disco del agujero negro, los anillos de fotones y el cielo nocturno se distorsionan cada vez más e incluso forman múltiples imágenes a medida que su luz atraviesa el espacio-tiempo cada vez más deformado.

“Una vez que la cámara cruza el horizonte, su destrucción por espaguetización se produce en solo 12,8 segundos”, comentó Jeremy Schnittman, astrofísico del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt (Maryland), que creó la simulación. “A partir de ahí, solo hay 128.000 kilómetros hasta la singularidad. Este tramo final del viaje se acaba en un abrir y cerrar de ojos”, añadió.