Pesadillas recurrentes podrían ser un signo temprano de Parkinson, revela nuevo estudio

Según los investigadores, los hombres serían más propensos a experimentar sueños angustiantes asociados con el desarrollo de la enfermedad neuronal que las mujeres


Fuente: Infobae

Las recurrentes pesadillas podrían ser un signo temprano de la enfermedad de Parkinson, según una nueva investigación en hombres mayores.

Los sueños angustiosos se han asociado durante mucho tiempo con la enfermedad neurológica, especialmente entre los hombres, pero este es el primer estudio que investiga si estos síntomas son una advertencia de la enfermedad de Parkinson o un subproducto de la enfermedad.

Al rastrear la salud de 3.818 hombres mayores con un funcionamiento cerebral típico durante 12 años, los investigadores encontraron que aquellos que experimentaban pesadillas frecuentes tenían el doble de probabilidades de desarrollar Parkinson.

La mayoría de los diagnósticos ocurrieron dentro de los primeros cinco años del estudio.

Los resultados sugieren que los adultos mayores podrían ser examinados para detectar la enfermedad de Parkinson preguntándoles sobre el contenido de sus sueños. Luego, se podrían emplear intervenciones tempranas para ayudar a detener la posible aparición de síntomas físicos, como temblores, rigidez y lentitud.

Uno de los mayores desafíos con la enfermedad de Parkinson es el diagnóstico temprano. Cuando la mayoría de las personas descubren que tienen la enfermedad, ya han perdido entre el 60 y el 80 por ciento de las neuronas liberadoras de dopamina en parte de su tronco cerebral.

Además, un estudio anterior realizado por el mismo investigador encontró que los pacientes con sueños angustiosos tienen cinco veces más probabilidades de mostrar una progresión rápida de la enfermedad.

“Aunque puede ser realmente beneficioso diagnosticar la enfermedad de Parkinson de manera temprana, existen muy pocos indicadores de riesgo y muchos de estos requieren pruebas hospitalarias costosas o son muy comunes e inespecíficos, como la diabetes”, explica el neurólogo Abidemi Otaiku de la Universidad de Birmingham. en el Reino Unido.

“Si bien necesitamos llevar a cabo más investigaciones en esta área, identificar la importancia de los malos sueños y las pesadillas podría indicar que las personas que experimentan cambios en sus sueños en la vejez, sin ningún desencadenante obvio, deben buscar atención médica”, agrega.

El vínculo entre el sueño y el Parkinson es algo que los investigadores han estado investigando durante varios años.

Aproximadamente una cuarta parte de los pacientes de Parkinson reportan sueños angustiosos frecuentes desde el momento del diagnóstico, y algunos reportan tener pesadillas hasta 10 años antes de que fueran diagnosticados.

Estudios anteriores sugieren que las personas con enfermedad de Parkinson tienen cuatro veces más probabilidades de experimentar pesadillas frecuentes que las de la población general.

Los pacientes de Parkinson también son más propensos a desarrollar trastornos del sueño de movimientos oculares rápidos, que hacen que los sueños se reproduzcan físicamente durante la noche.

Sin embargo, hasta ahora, no estaba claro si estos síntomas eran un subproducto del Parkinson o prodrómicos, que es el término que usan los científicos para los síntomas menores que aparecen antes de que aparezcan los síntomas principales.

La investigación actual ayuda a aclarar esa distinción al rastrear una gran muestra de hombres mayores durante más de una década.

En el estudio, los participantes con sueños angustiosos frecuentes autoinformados tenían dos veces más probabilidades de desarrollar Parkinson durante 12 años.

Además, en los primeros cuatro años del estudio, los sueños angustiosos frecuentes se asociaron con un aumento de seis veces en el riesgo de desarrollar la enfermedad neurológica.

Sin más investigación para medir la actividad cerebral durante el sueño, es difícil decir qué sucede a nivel biológico en los pacientes de Parkinson que experimentan pesadillas.

Los hombres con Parkinson tienden a tener sueños más perturbadores que las mujeres con Parkinson, pero aún no está claro por qué.

Una hipótesis es que el inicio tardío de las pesadillas es un signo temprano de neurodegeneración en algunos hombres.

Las mujeres son significativamente más propensas a experimentar pesadillas regulares a temprana edad, pero después de los 65 años, los hombres comienzan a ponerse al día.

Tal vez algo esté cambiando en la corteza frontal, que regula las emociones durante el sueño, a medida que el cerebro masculino envejece.

La tormenta geomagnética “extrema” del fin de semana fue la más poderosa en 21 años

Fuertes perturbaciones como esta pueden provocar emergencias generalizadas en la infraestructura terrestre, principalmente en las redes eléctricas, que van desde problemas para el control de voltajes hasta el “colapso total”.

La tormenta geomagnética responsable de las auroras boreales que iluminaron este fin de semana el cielo en varios puntos del planeta ha sido la más poderosa registrada en más de 20 años.

La perturbación fue considerada inicialmente como “severa” o G4, la segunda categoría más alta dentro de la clasificación de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés). Esta alerta, emitida el pasado jueves por el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA, fue la primera de ese tipo desde 2005.

Sin embargo, la tormenta superó las expectativas iniciales y alcanzó brevemente el grado más alto de la escala (G5), bajo el estatus de “extrema”, al menos dos veces entre el viernes y el sábado. La última vez que la Tierra había experimentado condiciones similares fue en octubre de 2003.

Estas tormentas geomagnéticas son producidas por eyecciones de masa coronal del Sol (CME), cuyos filamentos electromagnéticos pueden dirigirse hacia la Tierra en forma de nubes de plasma y alterar el campo magnético del planeta. En el caso concreto del fenómeno registrado recientemente, que se prolongó hasta las primeras horas de este lunes, las partículas solares cargadas penetraron profundamente en la atmósfera, lo que desencadenó auroras boreales en latitudes mucho más alejadas de lo normal de las regiones polares, afirma el portal LiveScience.

De acuerdo con la SWPC, las tormentas extremas (G5) pueden provocar problemas generalizados en la infraestructura terrestre, principalmente en las redes eléctricas, con incidencias que van desde el control de voltajes hasta el “colapso total” con apagones. Asimismo, podrían presentarse inconvenientes en las operaciones espaciales y dificultades con los satélites. No obstante, en este caso solo se registraron “impactos menores” en las redes, con interrupciones temporales en los servicios de comunicaciones GPS y otros servicios satelitales.

Este fenómeno, considerado como raro, suele suceder durante el pico de actividad del Sol, conocido como ‘máximo solar’, dentro de su ciclo de 11 años. Si bien los científicos no han logrado determinar exactamente cuándo comienza la fase de más actividad, al parecer el astro ya entró en ella. Se había pronosticado que llegaría en algún momento del próximo año y que sería débil, en comparación con los anteriores, pero a medida que avanzaba el actual ciclo solar, el número 25, quedó claro que el máximo llegaría antes, y que sería más poderoso de lo esperado.

Se prevé que el ‘máximo solar’ se prolongará hasta octubre próximo, lo que podría conducir a un aumento de fenómenos como las CME y erupciones solares, así como tormentas de tipo solar y geomagnéticas.



Revelan la conexión entre obesidad y cáncer

El estudio analizó durante cuatro décadas los datos sobre el peso y estilo de vida de 4,1 millones de adultos.

Un reciente estudio reveló que la obesidad podría estar causando cuatro de cada 10 casos de entre más de 30 tipos de cáncer, recoge el diario Daily Mail al citar los resultados de la investigación, dirigida por la Universidad de Lund, en Suecia, que será presentada en el Congreso Europeo sobre Obesidad, evento que tendrá lugar en Venecia del 12 al 15 de mayo.

El estudio, que durante 40 años llevó a los científicos a analizar datos sobre el peso y el estilo de vida de 4,1 millones de adultos, reveló que el papel de la obesidad en la aparición de distintas formas de cáncer es aún mayor de lo que se creía anteriormente.

Resultados del estudio

Durante las cuatro décadas se detectaron 332.500 casos de cáncer entre los participantes, de los cuales 40 % parecía tener una relación con el exceso de peso. Los investigadores examinaron 122 tipos y subtipos de cáncer y lograron identificar una relación con la obesidad en 32 de ellos, lo que supone un aumento de más del doble en comparación con los 13 tipos que habían sido comprobados en 2016 por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer.

El estudio también encontró que por cada incremento de cinco puntos en el índice de masa corporal (IMC), aumentan las probabilidades de padecer varios tipos de cáncer comunes, como el de mama, intestino, útero y riñón, en promedios de 24 % para los hombres y 12 % en las mujeres.

Este mismo aumento en el IMC se relacionó con otros 19 tipos de cáncer, como el de intestino delgado, el melanoma y los tumores gástricos, así como los de cabeza, cuello, vulva y pene, elevando el riesgo en 17 % para los hombres y 13 % para las mujeres.

Los científicos creen que la obesidad puede aumentar el riesgo de cáncer debido a mecanismos biológicos como la inflamación crónica, alteraciones en el metabolismo y cambios en los niveles hormonales. La doctora Ming Sun, una de las coautoras del estudio, advirtió que es esencial “la aplicación de medidas de salud pública que permitan y promuevan un estilo de vida saludable, para hacer frente a la epidemia de la obesidad”.

Tormenta solar “extrema”, visible hasta Argentina, provoca grandes auroras polares

Una poderosa tormenta solar seguirá manifestándose en la Tierra este sábado, al día siguiente de que los eventos de mayor energía en dos décadas desencadenaran espectaculares auroras polares visibles desde Gran Bretaña hasta Argentina o Chile, amenazando con cortes en las comunicaciones por satélite y en las redes eléctricas.

La primera de varias expulsiones de plasma y campos magnéticos desde el Sol comenzó poco después de las 16H00 GMT del viernes, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.

La NOAA catalogó la tormenta geomagnética como “extrema”, ya que es la más potente desde octubre de 2003, cuando varias explosiones de plasma de la corona solar provocaron apagones en Suecia y daños en la infraestructura energética en Sudáfrica.

En la noche del viernes, las redes sociales se llenaron de fotos de auroras captadas en el norte de Europa y en países del hemisferio sur como Chile, Argentina, Australia o Nueva Zelanda y se espera que el fenómeno continúe el fin de semana.

“¡Acabamos de despertar a los niños para que vean la aurora boreal en el patio trasero! Es visible a simple vista”, dijo a la AFP Iain Mansfield, un asesor político residente en Hertford, en el Reino Unido.

“Tengo la sensación de vivir una noche histórica en Francia”, indicó en tanto Eric Lagadec, astrofísico del Observatorio de la Costa Azul, en la red social X.

La NOAA dijo este sábado que “tormentas de diversa intensidad” persistirán al menos hasta el domingo.

“La amenaza de más llamaradas fuertes y eyecciones de masa coronal [CME, por su sigla en inglés] permanecerá hasta que el gran y complejo cúmulo de manchas solares rote fuera de la vista en los próximos días”, indicó.

Las autoridades pidieron a operadores de satélites, aerolíneas y a encargados de redes eléctricas que tomen medidas de precaución ante posibles perturbaciones causadas por cambios en el campo magnético de la Tierra.

La Agencia Estadounidense de Aviación Civil (FAA) afirmó que “no se esperan consecuencias significativas” en lo que refiere al tráfico aéreo.

- Un impacto en las comunicaciones y en las aves -

A diferencia de las erupciones solares, que viajan a la velocidad de la luz y llegan a la Tierra en ocho minutos, estas eyecciones se desplazan a un ritmo más lento, de 800 km por segundo.

Los campos magnéticos asociados con las tormentas geomagnéticas inducen corrientes en los conductores largos, incluidos los cables, lo que puede provocar apagones.

También pueden tener impactos en la comunicación por radio de alta frecuencia, GPS, en naves espaciales y satélites.

Este fenómeno puede afectar incluso a las palomas y a otras especies que tienen brújulas biológicas internas.

Elon Musk, cuyo operador de internet por satélite Starlink tiene cerca de 5.000 satélites en zonas bajas de la órbita terrestre, describió la tormenta solar como la “mayor en mucho tiempo”.

“Los satélites Starlink están bajo mucha presión, pero aguantan por el momento”, afirmó Musk en la red social X.

El Centro Nacional de Meteorología Espacial de China emitió una “alerta roja” el sábado por la mañana advirtiendo que se espera que la tormenta continúe durante todo el fin de semana ya que afectará las comunicaciones y la navegación en la mayor parte del país, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.

- “Salgan esta noche y miren” -

Un efecto que maravilló a personas en todo el mundo fueron las auroras polares -conocidas como boreales o australes, según el hemisferio- en latitudes donde habitualmente no son visibles.

Mathew Owens, profesor de física espacial en la Universidad de Reading, en el Reino Unido, explicó a la AFP que los efectos serán visibles principalmente en las latitudes norte y sur del planeta y que el alcance exacto dependerá de la potencia de la tormenta.

“Mi consejo es que salgan fuera esta noche y miren, porque si ven una aurora, es algo espectacular”, continuó.

En Estados Unidos, este fenómeno podría observarse incluso en estados como California y Alabama.

Brent Gordon, de los servicios meteorológicos espaciales del NOAA, sugirió tomar fotografías nocturnas con celulares, incluso si la aurora no es perceptible a simple vista. “Te sorprendería lo que puede verse en la foto” captada con los celulares más modernos, afirmó.

Las autoridades recomiendan a la población mantener las medidas habituales frente a posibles apagones, como tener a mano linternas, baterías y radios.

La mayor tormenta solar en los registros es el “evento de Carrington”, ocurrido en 1859, que destruyó la red de telégrafos en Estados Unidos.

Fuente: AFP.