El verbo repercutir y sus usos, RAE aclara las dudas

Ante las dudas que surgen al utilizar el verbo repercutir, la Real Academia Española ofrece una serie de claves en las que se aclara su uso adecuado.


Fuente: Fundéu RAE

Según el Diccionario de la lengua española, repercutir significa, entre otras acepciones, ‘dicho de una cosa: trascender, causar efecto en otra’. Si se quiere expresar que algo da lugar a otra cosa, el uso de este verbo no resulta apropiado y en su lugar se podrían emplear, según el contexto, alternativas como derivar (en), ocasionar, dar como resultado, tener como consecuencia, provocar, causar, conllevar, generar…

 

Así, en frases como «La compañía se encuentra en plena fase de crecimiento, lo que repercutió en mayores gastos» o «La demanda de cuidados durante la pandemia repercutió en un aumento del empleo femenino», lo recomendable habría sido escribir «La compañía se encuentra en plena fase de crecimiento, lo que ocasionó mayores gastos» y «La demanda de cuidados durante la pandemia derivó en un aumento del empleo femenino».

Preposición

Con este sentido, según el Diccionario panhispánico de dudas, este verbo es intransitivo y se construye con un complemento introducido por en o sobre, no a.

Por lo tanto, en ejemplos como «Este problema con los viñedos también puede repercutir al precio del vino» o «La subida solo repercute a aquellos trabajadores que reciben unos ingresos menores al legalmente establecido», lo adecuado es escribir «Este problema con los viñedos también puede repercutir sobre el precio del vino» y «La subida solo repercute en aquellos trabajadores que reciben unos ingresos menores al legalmente establecido».

Uso en el ámbito económico

En el lenguaje económico también es posible emplear repercutir como transitivo, contexto en el que adquiere el sentido de ‘hacer que algo, especialmente un impuesto o gasto, recaiga o tenga efecto en otra cosa o persona’, como en «La empresa ha de soportar dichos pagos sin repercutir su importe al público».

 

Fuera de este ámbito, lo adecuado es evitar este uso, como se observa en «La alimentación repercute al rendimiento» o «Este hallazgo no solo repercute a pacientes sanos», donde lo indicado habría sido escribir «La alimentación repercute en el rendimiento» y «Este hallazgo no solo repercute en pacientes sanos».

“Mijo”, ¿válido para acortar ‘mi hijo’?

Las expresiones utilizadas coloquialmente para recortar ciertas frases, entre ellas, “mi hijo”, están sujetas a reglas del español, aunque la RAE viene mostrando mucha flexibilidad en sus adaptaciones. Entérese lo que dice respecto a este caso.

Las amalgamas son una confluencia de varias informaciones morfológicas o sintácticas en un solo segmento, según la definición del diccionario de la RAE.

La Real Academia Española señala que las formas: «m’hijo», «m’hija» son las válidas para este tipo de amalgamas, es decir, el acortamiento coloquial que se le hace a la frase “mi hijo”.

Sin embargo, el diccionario de americanismos registra las formas «mijo» y «mija» y las define como las que se usan para dirigirse a los hijos, a los amigos o compañeros y hasta los esposos o novios, según el contexto o el lugar.

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Estas formas aparecen como las más utilizadas en países de todo el continente americano. De hecho, la RAE reconoce que esas versiones circulan en esta zona y, con esta admisión, nuevamente aplica una flexibilización a las reglas originales, como ya lo hizo en cuantiosos otros casos, en los que termina cediendo bajo el concepto de “adaptación”.

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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El uso de la “y” en vez de la “i” en apodos: ¿por qué es incorrecto escribir Mary?

Las designaciones cariñosas o abreviadas de los nombres propios, en ocasiones utilizan la “y” al final, como una cuestión de estilo y elección personal, ejemplo, Dany para Daniel. Sin embargo, el empleo de esta letra está sujeto a una regla del español. Sepa por qué está mal escribir “Dany”.

Lo que coloquialmente conocemos como apodo, lingüísticamente recibe el nombre de hipocorístico, definido por el diccionario de la RAE como: dicho de un nombre que, en forma diminutiva, abreviada o infantil se usa como designación cariñosa, familiar o eufemística.

Para la escritura de ciertos hipocorísticos, muchos optan por utilizar la “y” al final, como por ejemplo en: Gaby, Mary, Yany, Dany y un sinfín de casos. Esta forma de utilizar la y es incorrecta.

En español, la letra «y» solo ocupa la posición final cuando va precedida de vocal: «rey», «Uruguay», «hoy». Por esta sencilla explicación, los hipocorísticos como «Dani», «Ceci», «Susi» o «Gabi» deben escribirse con «-i».

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En esos casos y en todos en los que el fonema «-i» vaya precedido de una consonante, siempre deberá escribirse con «-i» o lo que conocemos como “i latina”. La regla la expuso la Real Academia Española ante una consulta específica al respecto.

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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Decir “la personaje” para hacer alusión a la protagonista de una obra no es correcto. Lejos de una cuestión de machismo o feminismo, esta regla tiene su explicación lingüística. Conózcala.

Los sustantivos epicenos son aquellos que, teniendo como género gramatical el masculino o bien el femenino, pueden, sin embargo, designar indistintamente a seres animados de uno y otro sexo.

Este es el caso de personaje, un sustantivo epiceno masculino, lo cual implica que, aunque se haga referencia a una mujer, la forma apropiada será siempre “el personaje”, según explica la Real Academia Española.

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Entonces, si se quiere especificar el sexo, se deben añadir los especificativos masculino o femenino. Por ejemplo: “Ese novelista se destaca en la creación de personajes femeninos”.

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