Covid-19: no solo el virus circula, también los mitos

Desde que empezó la pandemia, no solo hemos tenido una alta circulación del virus SARS-CoV-2, también de una inmensa cantidad de mitos, mentiras, confusiones e información falsa o fake news. A pesar de que existe mucha información veraz en internet, puede ser difícil discernir entre información falsa y verdadera.

Por Fabiola Román Maldonado, PhD en Biología

La información falsa o mal intencionada puede llegar a la gente en forma de texto corto o de video (algunos tienen solo 1 minuto). Estos materiales se hacen circular por las redes sociales y mucha gente los termina creyendo, porque la información falsa está mezclada con información verdadera y es presentada de una manera simple, que todos parecen poder entender.

Desmentir una información falsa lleva trabajo. En un minuto de video se pueden lanzar muchas ideas erradas; sin embargo, desmentir solo una de ellas puede llevar varios minutos de explicación. Gran parte de esa explicación, requiere de mucha información adicional para llegar a una aclaración final, ya que hablamos de temas complejos, por ejemplo, del sistema inmunológico (S.I.) del humano, o las vacunas (que han avanzado mucho desde 1796).

Una de las muchas afirmaciones que han circulado, relacionada a las vacunas, hace referencia a la supuesta permanencia de la sustancia inyectada en el cuerpo, por mucho tiempo. Hemos llegado a escuchar frases como “las dosis de una vacuna van a enfrentarse con la dosis de la nueva vacuna”; o también, “luego de 2 años la vacuna te va a matar”.

Toda vacuna, sea cual sea su tecnología, tienen el mismo fin: una vez que han entrado al cuerpo, despertarán al sistema inmunológico (S.I.) simulando una infección. Esto hace que el S.I. se defienda, porque “cree” que hay un peligro en el cuerpo, y comience a producir defensas contra ese supuesto patógeno que ingresó. Pero una vez que han iniciado la respuesta inmunitaria, las vacunas en sí, se desarman rápidamente y se eliminan del cuerpo.

En el caso de la vacuna de Pfizer, una vez que el ARNm ha producido las proteínas spike (que es la parte que va a despertar al S.I.), se descompone y elimina de la célula. El ARNm es una molécula que normalmente se encuentra en las células del cuerpo y éste tiene las vías para eliminarla. El ARNm de la vacuna de Pfizer se elimina junto con el resto de los ARNm producidos por el funcionamiento normal de la célula. De hecho, el ARNm es muy frágil, y el más duradero solo puede sobrevivir unos pocos días. Es por eso que las vacunas Pfizer y Moderna deben conservarse con tanto cuidado a temperaturas muy bajas.

Las vacunas de vector (AstraZeneca, Johnson y Johnson y Sputnik) utilizan un adenovirus como vector, inofensivo para los seres humanos, para entregar una parte de la información genética del SARS-CoV-2 a nuestras células. Una vez adentro, las células fabricarán solamente la proteína pico o spike del virus, lo que activará al S.I. Cuando las células fabricaron las proteínas pico del virus, todos los componentes de la vacuna se desintegran en cuestión de días o semanas. Inclusive las proteínas pico que se fabricaron en el cuerpo para activar el S.I. son eliminadas, pues el S.I. se activó y detectó como partículas extrañas al cuerpo.

El S.I es un sistema muy complejo dentro de nuestro organismo. Las vacunas, no solo van a generar anticuerpos, sino también estimularán otra parte importante del S.I. que son las células inmunitarias de memoria. Esto significa que, aunque los niveles de anticuerpos disminuyan con el tiempo, el S.I. está listo para producir más anticuerpos y otras células inmunes para combatir el virus, si alguna vez se expone a él.

De una manera simplificada podemos decir lo siguiente: al cuerpo le lleva tiempo generar una defensa. Ya vimos que las vacunas demoran un par de semanas para generar protección. Eso se debe a que, al cuerpo, le lleva unos días producir la defensa óptima contra ese patógeno. Por ese motivo, cuando no hay vacunas y una persona se enferma de COVID-19, al cuerpo le puede llevar un tiempo construir la defensa adecuada contra el virus SARS-CoV-2. Dependiendo de cómo está el organismo de la persona, ese tiempo que le lleva al cuerpo generar la defensa puede ser crucial. Cuando finalmente el cuerpo consigue responder a la reacción provocada por el virus, en ocasiones ya se encuentra muy enfermo, lo que llevará a la persona necesitar asistencia más especializada, como terapia intensiva.

Las vacunas, por tanto, son una ayuda que le damos al cuerpo para que produzca una protección en el caso de que el verdadero virus que produce la enfermedad, entre a nuestro organismo. Esas vacunas, son eliminadas en cuestión de semanas de nuestro cuerpo y lo que queda de ellas, es solo el estímulo que dieron a nuestro S.I.

Descubren fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años en Colombia

Paleontólogos descubrieron fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años de antigüedad en Colombia, informó este martes la universidad que lideró la exploración, cuyos resultados son clave para entender la geografía de Sudamérica en las épocas del Paleoceno y Eoceno.

Los fósiles de los reptiles Puentemys mushaisaensis, que se calcula medían cerca de 1,5 metros de largo, fueron hallados en el montañoso municipio de Socha (noreste), aseguró la Universidad del Rosario en un comunicado.

El descubrimiento es inédito en esta zona andina, pues los ejemplares de esta especie más cercanos están a cientos de kilómetros en El Cerrejón, una mina de carbón cercana al mar Caribe.

“Encontrarlas 500 kilómetros al sur (...) nos permite reconstruir y entender cómo eran los paisajes” del norte de Sudamérica, pues en lugar de las actuales montañas andinas de hasta más de 5.000 msnm allí había “lagos conectados y cordilleras de muy baja altitud”, explicó Edwin Cadena, el paleontólogo a cargo de la investigación.

El estudio “permite conocer mejor la conectividad de los ambientes acuáticos del norte de Sudamérica durante una parte del tiempo geológico conocido como el Paleoceno y Eoceno”, añade el comunicado.

Ambas épocas hacen parte del Paleógeno (66 a 23 millones de años atrás), el primer período geológico después de la extinción de los dinosaurios.

Fuente: AFP

Verse a uno mismo durante videollamadas causa cansancio mental, según estudio

La sensación de agotamiento afecta tanto a hombres como a mujeres de manera similar, lo que contradice los resultados de investigaciones previas.

Verse a uno mismo en la pantalla durante videollamadas en plataformas como Zoom o Teams causa cansancio mental, según en un estudio publicado recientemente en la revista científica Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking.

Los investigadores de la Universidad de Galway (Irlanda) evaluaron la actividad cerebral de 32 personas (16 hombres y 16 mujeres) mediante electroencefalogramas mientras estaban en una videollamada en Zoom, y en distintos momentos de la comunicación se mostraban o se ocultaban en su propia pantalla.

Los resultados revelaron que los niveles de cansancio fueron mayores cuando los participantes podían verse a sí mismos, y esto afectaba tanto a hombres como a mujeres de manera similar. Esta conclusión contradice las deducciones de investigaciones previas que afirman que las mujeres experimentan más cansancio que los hombres dado que tendrían “la mayor conciencia de sí mismas generada al verse en una pantalla”, señala el estudio.

“Nuestro estudio demuestra que la sensación de cansancio que surge durante las videollamadas es real y el hecho de ver nuestro propio reflejo lo hace aún más agotador”, indicó Eoin Whelan, quien dirigió la investigación. “Desactivar la imagen en espejo puede ayudar a compensar la sensación de cansancio en las reuniones virtuales”, agregó.

Demasiada comida chatarra podría causar daños duraderos al cerebro

Investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y otras funciones.

Neurocientíficos de la Universidad del Sur de California (USC) en EE.UU. descubrieron que la ingesta abundante de una dieta occidental, alta en grasas y azúcar, desde la temprana edad, puede provocar problemas duraderos de memoria en animales de laboratorio.

“Lo que vemos […] es que, si estas ratas crecieron con esta dieta de comida chatarra, entonces tienen problemas de memoria que no desaparecen”, explica Scott Kanoski, profesor de la USC. “Si simplemente los sometes a una dieta saludable, estos efectos lamentablemente duran hasta la edad adulta”, agregó.

La concepción de la investigación

Al desarrollar el estudio, Kanoski y su estudiante de postdoctorado, Anna Hayes, tuvieron en cuenta el antecedente de que las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer tienden a tener niveles más bajos de acetilcolina en el cerebro. Los investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran la acetilcolina, un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y funciones como el aprendizaje, la atención, la excitación y el movimiento muscular involuntario.

Los científicos se cuestionaron sobre el impacto que podrían tener estas dietas occidentales para las personas más jóvenes que pueden seguir una dieta similar, particularmente durante la adolescencia, cuando su cerebro está experimentando un desarrollo significativo.

Los experimentos

Los investigadores rastrearon los niveles de acetilcolina de un grupo de ratas con una dieta grasosa y azucarada y en un grupo de control de ratas analizando sus respuestas cerebrales a ciertas tareas diseñadas para probar su memoria.

La prueba implicó dejar que las ratas exploraran nuevos objetos en diferentes lugares. Días después, los investigadores reintrodujeron a las ratas en la escena, que era casi idéntica, excepto por la adición de un objeto nuevo. Las ratas que siguieron la dieta de comida chatarra mostraron signos de que no podían recordar qué objeto habían visto anteriormente ni dónde, mientras que las del grupo de control mostraron familiaridad.

Conclusiones

Según los científicos, su estudio refuerza el importante vínculo entre el intestino y el cerebro. “La señalización de acetilcolina es un mecanismo para ayudarles a codificar y recordar esos eventos, análogo a la ‘memoria episódica’ en los humanos, que nos permite recordar eventos de nuestro pasado”, subrayó Hayes. “Esa señal parece no ocurrir en los animales que crecieron con una dieta grasosa y azucarada”, añadió. La investigación se publicó recientemente en la revista científica revisada por pares Brain, Behavior, and Immunity.

Kanoski enfatizó que la adolescencia es un período muy sensible para el cerebro cuando se están produciendo cambios importantes en el desarrollo. “No sé cómo decir esto sin sonar como Casandra y pesimismo”, apuntó, “pero desafortunadamente, algunas cosas que pueden ser más fácilmente reversibles durante la edad adulta son menos reversibles cuando ocurren durante la niñez”, agregó.

Finalmente, los investigadores lograron revertir la capacidad de memoria en las ratas experimentales con medicamentos que inducen la liberación de acetilcolina, inyectada directamente en el hipocampo cerebral. Sin embargo, Kanoski señala que se necesita una investigación más amplia para saber cómo se pueden revertir los problemas de memoria, causados por una dieta de comida chatarra durante la adolescencia, sin necesidad de una intervención médica tan especial.