Por qué es necesario que Paraguay tenga (cuanto antes) una ley de protección de datos

Paraguay actualmente se encuentra sin un marco regulatorio para el uso de datos personales, lo cual da pie a que los mismos sean utilizados indiscriminadamente. La aprobación del proyecto de ley que se encuentra actualmente en el Congreso Nacional podría cambiar esta historia.

Por Robert Bourgoing (@robertb_py)

Suena el celular. Es una vendedora que nos llama para ofrecernos un plan de portabilidad con otra compañía telefónica. Cuando nos saluda, sabe nuestro nombre y apellido, aunque en ningún momento supimos cómo logró acceder a esta información.

En otro momento del día, recibimos un mensaje de WhatsApp en el que nos ofrecen acceder a un crédito pre aprobado, con mínimos requisitos y a sola firma. En esta vez, nuevamente nos saludan por nuestro nombre, pero sin que sepamos de qué manera obtuvieron ese dato.

Estas son dos situaciones cotidianas con las que probablemente varias personas se sientan identificadas. En ambos casos, queda de manifiesto el acceso indiscriminado a información que es considerada de carácter privado y que, por alguna razón, cayó en manos de desconocidos.

La llamada protección de datos personales tiene entre sus principales objetivos evitar que este tipo de escenarios lleguen a ocurrir y, en caso de ser así, tener la posibilidad de lograr una trazabilidad para identificar la manera en la que se produjo la filtración de información.

FALTA DE UNA LEY EN PARAGUAY

En Paraguay, actualmente existe un vacío legal por la falta de una ley de protección de datos personales, lo cual da pie a que cualquier persona particular o empresa tenga acceso a números de teléfono, nombres y apellidos, direcciones particulares, emails, etc. sin que exista un marco regulatorio que lo impida.

Miguel Ángel Gaspar, director de la organización Paraguay Ciberseguro, enfatiza la necesidad de contar con una ley de datos personales en nuestro país ya que la realidad actual es muy distinta a la que se tenía hace unas décadas cuando era impensado el impacto que podrían tener los dispositivos móviles y las redes sociales.

Escenarios como el riesgo cibernético, las aplicaciones móviles y los ciberdelincuentes son condicionantes que obligan a replantearse la legislación actual para incorporar este aspecto, afirma. “La gente hoy se desenvuelve entre las realidades física y digital”.

A su criterio, la ausencia de normas que protejan a las personas hacen que sus datos estén siendo robados, recolectados y hasta vendidos sin su consentimiento, generando lucro indirecto para las compañías o favoreciendo la vigilancia estatal.

VENTA INDISCRIMINADA DE DATOS

Algo que es sabido desde hace años es la existencia de personas que comercializan ilegalmente bases de datos con información completa de cientos de personas, siendo las empresas de telefonía, las casas de créditos y firmas de venta de electrodomésticos sus principales clientes, ya que están en permanente necesidad de reforzar sus ventas.

La falta de una normativa impide que se pueda ejercer un control pleno desde el Estado. Instituciones públicas como la Secretaría de Defensa al Consumidor y el Usuario (SEDECO) nunca se han encargado de velar por la protección de datos personales al no tener competencia directa, haciendo que no puedan aplicarse sanciones para estos casos.

EXPERIENCIAS EN OTROS PAÍSES

En otros países del mundo ya se encuentran vigentes leyes que protegen los datos personales. Es el caso de España, Francia y hasta la misma Argentina, donde existe una Dirección Nacional de Protección de Datos Personales a la que las personas pueden acudir en caso de requerir asistencia o realizar alguna denuncia puntual.

Gaspar señala que la existencia de una ley permitirá dar garantías de seguridad a la población en cuanto a la protección de sus datos. Como ejemplo, mencionó que si una empresa llegara a obtener los datos personales de alguien, se podría hacer una reclamación formal para permitir hacer la trazabilidad y con ello saber cómo fue que los obtuvieron.

“Las personas deben ser propietarias de sus datos”, sostuvo el director de Paraguay Ciberseguro, quien también afirma que vivimos en una realidad en la que los datos están sobreexpuestos y en la que las personas están “sobreestimuladas” a compartirlos, sobre todo mediante sus smartphones o en redes sociales.

PROYECTO DE LEY, EXPECTANTE EN EL CONGRESO

TEDIC, una organización que promueve los derechos digitales en Paraguay, en conjunto con otras ONGs y referentes del sector presentó un proyecto de “Ley de Protección de Datos Personales” en el Congreso Nacional. El mismo debe ser analizado por la Cámara de Diputados.

Existen altas expectativas de que esta propuesta logre el “visto bueno” en el Parlamento, a fin de que Paraguay finalmente pueda adecuarse a la tendencia global de protección de datos personales y con ello dar seguridad a toda la población en este ámbito.

Cuando el arte sana: tatuadora devuelve confianza a mujeres que vencieron el cáncer

Desde su estudio en Lambaré, la tatuadora Pinkie transforma cicatrices en arte y esperanza. A través de la micropigmentación gratuita, ayuda a mujeres que superaron el cáncer de mama a reencontrarse con su reflejo y su amor propio.

En un estudio sobre Francisco Cusmanich y 1º de Mayo, en Lambaré, el sonido de una máquina de tatuar se mezcla con risas, lágrimas y abrazos. Allí trabaja Pinkie, artista del tatuaje conocida en redes como @pinkie777_, quien encontró una forma única de convertir el dolor en arte, al realizar gratuitamente la reconstrucción estética de areolas mamarias a mujeres que superaron el cáncer de mama.

“Lo hago pensando como mujer, poniéndome en el lugar de ellas. Es un granito de arena, pero con mucho cariño”, contó en entrevista con el canal GEN. “Son mujeres mbarete, valientes, que ya pasaron por demasiado. Lo mínimo que puedo hacer es devolverles una sonrisa frente al espejo”, señaló.

El procedimiento, conocido como micropigmentación mamaria, busca recrear de manera realista la areola y el pezón, devolviendo armonía al cuerpo tras una mastectomía.

“Hay casos donde solo se salva uno de los senos, entonces tratamos de igualar estéticamente. Algunas se ríen porque no pueden creer lo real que queda”, relata Pinkie.

Cada diseño es personalizado, se mide, se conversa, se acuerda con la paciente hasta lograr el resultado que ella desee. “Es un trabajo de empatía. La mujer tiene que sentirse conforme, segura, y eso se construye juntas”, dijo.

El procedimiento dura apenas 15 minutos, es indoloro y no deja secuelas. Solo se requiere el alta médica antes de realizarlo. “Lo único que pido es que traigan la autorización del médico”, sostuvo la artista. “No cobro nada. No podría hacerlo. Esto es mi forma de agradecer por el talento que Dios me dio”, agregó.

Para muchas de las mujeres que llegan a su estudio, el tatuaje marca el cierre simbólico de una etapa. En su experiencia, el impacto es más profundo que el estético. “Es recuperar la confianza, volver a sentirse completas, a sentirse lindas. Es amor propio en su máxima expresión”.

Pero también hay un mensaje más amplio detrás del arte, que es la importancia del control anual y la detección temprana. “El cáncer de mama se puede vencer si se detecta a tiempo. Hago esto todo el año, y siempre les recuerdo a las chicas que sigan con sus controles. Si todavía no se animan, pueden venir solo a conversar. Lo importante es dar el primer paso”, alienta.

Su estudio, Pink Tattoo Studio, se convirtió en un refugio emocional. Allí no solo se tatúa la piel, se reconstruyen historias, se sanan recuerdos y se pintan nuevos comienzos.

Para turnos y consultas contactar al (0983) 467 655 o también en su Instagram @pinkie777_.

Tacto rectal, el estudio que llenó de tabúes a los hombres, pero que ya no se realiza

Por muchos años, la palpación de próstata era la técnica médica ideal para detectar un cáncer, sin embargo, con el tiempo se fue descubriendo que, en realidad, no es el mejor método de primer diagnóstico. La ciencia y la tecnología introdujeron en la medicina grandes herramientas que reemplazaron el tacto rectal, que fue y es la razón por la que los hombres postergan los chequeos.

Este noviembre es el mes dedicado a la población masculina, y está cargado de campañas para concienciar sobre el cáncer de próstata, una enfermedad que puede ser detectada a tiempo, pero que enfrenta uno de los más grandes desafíos: el prejuicio.

Durante una entrevista en el programa Residentas del Canal GEN/Nación Media, el urólogo Dr. Precio Franco, habló precisamente de los tabúes que no permiten a los hombres realizarse sus estudios, como el temor al tacto rectal.

La palpación de la próstata o tacto rectal es un estudio que en la actualidad ya no es necesario y muchos médicos ya no lo recomiendan. Esto no significa que deje de ser importante o que no deba hacerse, sino que deja de ser el primer método de diagnóstico a todo aquel que pase por la consulta.

“El tacto rectal es una herramienta de segundo o tercer plano, con un análisis de sangre y una charla con el médico es suficiente, se guarda para casos específicos el tacto rectal”, expresó Franco.

Se trata del Antígeno Prostático Específico (PSA), el cual es un análisis de sangre sencillo que permite detectar alteraciones en la glándula prostática antes de que aparezcan síntomas.

Según el profesional, en los controles la palpación rectal ya NO se realiza e instó a los hombres a derribar ese temor y hacerse los estudios debido a que, el cáncer de próstata no puede prevenirse.

“No hay manera, medicamento o hábito que prevenga el cáncer de próstata, pero sí se puede detectar a tiempo. El detectado en fase inicial tiene una tasa de curación del 90%”, agregó.

El cáncer de próstata es generalmente asintomático en sus etapas iniciales, de ahí la importancia de las revisiones periódicas, de acuerdo a sus declaraciones.

A partir de los 50 años, todos los hombres deben realizar un chequeo anual de próstata, y desde los 40, si hay antecedentes familiares directos, ya que el riesgo es mayor en este caso.

Desde la cartera sanitaria recuerdan que en Paraguay, los trabajadores tienen derecho a dos días laborables con goce de sueldo para realizarse exámenes preventivos de cáncer de próstata y colon.

Vivir en las redes sociales y perderse de la vida real

Si descubriéramos la cantidad de horas que pasamos frente a la pantalla, tanto del celular como de una computadora de escritorio, nos daríamos cuenta del tiempo que nos sobra para otras actividades, esto, sin contar con el efecto que produce en nuestra mente el contenido que ahí consumimos.

Todo en exceso es dañino, esto incluye a las redes sociales, que, si son utilizadas en una dosis justa, resultan inofensivas. Sin embargo, pasar tantas horas al día conectado al teléfono, sin todavía entrar a discutir el contenido, puede afectar a nuestra salud mental.

Videos de TikTok, historias o reels de Instagram sobre viajes, relaciones, lujos y vidas perfectas, ofertas de productos que no sabíamos que necesitábamos (y que se convierten en una amenaza para nuestras finanzas), notificaciones de me gusta y chequeos de quiénes vieron lo que publicamos.

Un montón de ganchos pueden mantenernos por muchísimas horas al día en redes sociales, donde, si sumamos todos los minutos que le dedicamos en una jornada, terminaríamos sorprendidos y hasta pensaríamos, cuántas cosas podríamos hacer en ese lapso.

“No nos afecta si sabemos utilizar, todo lo que uno observa, siempre tiene que tener cuidado con eso, porque nada en exceso es bueno, lo mismo las redes”, explicó la psicóloga Laura Bogado.

Mencionó un estudio en el que una población determinada con 30 minutos al día en redes sociales, generaba menos trastornos que los que pasaban más tiempo, demostrando ser, no una causa directa, pero sí una incidencia en ello.

Mientras estamos entretenidos en las redes sociales, se liberan neurotransmisores en exceso, que es lo que sucede cuando hacemos algo que nos gusta. Esos neurotransmisores hacen que nuestro bienestar sea estable, sin embargo, esto también tiene una dosis justa y, en el caso de las redes, lo que inconscientemente buscamos es la gratificación inmediata y el placer, que en este caso nos lo da el celular.

“Tantas horas ya es una adicción, se debe reducir de a poco y si me doy cuenta de que me afecta, ya es motivo de consulta”, comentó Bogado, en una entrevista con Montecarlo.

VÍA LIBRE PARA DECIR DE TODO

Por otro lado, una costumbre que existe en la vida real, pero que también se traslada a las redes, es la de opinar sobre el aspecto físico de alguien, diciendo de manera impulsiva un comentario que puede caer mal o incomodar a quien lo recibe. Si bien todos tenemos defectos y virtudes, el hecho de que algo no nos agrade de alguien, no nos da el derecho a insultar, en todo caso, se debe buscar la manera respetuosa de expresar eso que nos molesta.

“Debo pensar cómo yo me sentiría, qué haría si me dicen eso. Debemos desarrollar mucho la empatía y lograr más respeto al otro, así voy a pensar dos veces antes de emitir una crítica. Es importante, a través de las redes, generar conciencia de los valores que se perdieron”, recomendó.

Sobre el punto el psicólogo Osvaldo González, opinó que: “Las redes sociales en Paraguay se volvieron una incubadora de idiotas. No porque la gente sea tonta, sino porque se entrena todos los días para serlo. Cuanto más ridículos más Likes. Cuanto más cruel, más compartido. Y así vamos, confundiendo fama con valor, ruido con contenido. Una generación entera aprendiendo que pensar no da vistas, pero hacer el ridículo sí.

También mencionó el caso del autodenominado influencer que se burló de un padre con un hijo autista, quien le pidió que deje de hacer roncar el motor porque perturbaba al niño “Un tipo le dice “fuking pobre”al padre de un niño autista que le reclama por el ruido que hace su automóvil, y aún así consigue seguidores. Así de podrido está todo”, lamentó, al tiempo de señalar que quien muestra un poco de humanidad es tildado de aburrido.

Por otro lado, en medio de esa necesidad de revisar las redes sociales, también está presente la ansiedad que es lo que nos anticipa a algo que no está ocurriendo en ese momento, pero que va a suceder o no. Equivale a estar en el futuro y perderse del presente, que es lo único que existe, al punto que, cuando llega ese momento que tanto ansiamos, finalmente tampoco estamos en él. Sobre este punto, aconsejó ejercitarse a tratar de vivir el presente, sin pensar en lo que nos toque hacer en la semana o en un futuro, sea próximo o no.