Muy sonriente se ve a la estrella de Hollywood, Frances McDormand en las fotos compartidas por la actriz y realizadora paraguaya, Tana Schémbori, en su cuenta en Instagram, quien aparece un luciendo un camisero de creación nacional.

“Modelo de lujo: Frances con un pedacito de mi! #elhilorojo, colección by @ismerodriguez. Gracias @pedromcdormandcoen @cynthia.r91 salute!!!! Te amo Frances!!”, escribió Tana en su post en el que agradeció a su amiga, la diseñadora Ismenia Rodríguez, quien meses atrás lanzó la línea “El Hilo Rojo”, la cual consiste en prendas que llevan plasmados dibujos de Schémbori.

La prenda llegó hasta la artista a través de su hijo, Pedro Coen McDormand, de nacionalidad paraguaya, quien volvió a nuestro país luego de 10 años para disfrutar de unas semanas de vacaciones junto a su novia también compatriota, Cynthia Fernández.

Durante su visita, Pedro pasó por el interior del país donde compartió con los familiares de su novia, el centro histórico de Asunción y aprovechó para reunirse con Tana y su esposo, José Insfrán, su eterna dupla Juan Carlos Maneglia y el actor Jork Aveiro.

Maneglia y Schémbori conocieron a Frances y a su esposo, el cineasta Joel Cohen, en el 2011, en el Festival de Cine de San Sebastián, donde ganaron el premio Cine en Construcción, por su largometraje 7 Cajas. Posteriormente, en el 2012 los recibieron en Paraguay donde además brindaron una charla con estudiantes de la carrera de cinematografía de la Universidad Columbia.

Pedro Coen McDormand visitó también a bomberos de la Tercera Compañía de Sajonia, ya que siente una gran admiración hacia su labor.

AFP

Las acusaciones de agresiones sexuales a mujeres han sacudido la industria del cine en Francia y esta primera condena a Depardieu coincide con el inicio de la principal cita del sector: el Festival de Cine de Cannes.

El tribunal correccional de París siguió la solicitud de la fiscalía y condenó al actor de 76 años a 18 meses de prisión en suspenso y a dos años de inhabilitación a ser electo a cargos públicos, y ordenó inscribir su nombre en el registro de delincuentes sexuales.

El intérprete de más de 200 películas y series siempre ha defendido su inocencia y, aunque su abogado Jérémie Assous anunció la víspera que estaría presente en la lectura del veredicto, finalmente se ausentó. Rueda en Portugal un film de su amiga Fanny Ardant.

El actor francés, Gerard Depardieu. Foto: AFP

Los hechos juzgados remontan al rodaje en 2021 de la película “Les Volets Verts” del director Jean Becker. Amélie, una decoradora de 54 años, y Sarah (pseudónimo), una ayudante de dirección de 34 años, lo acusaban de agresión, acoso y ultrajes sexistas.

A lo largo del juicio, el primero en su contra por este tipo de hechos, Depardieu defendió su inocencia: “No veo por qué perdería el tiempo manoseando a una mujer, su trasero, sus pechos. No soy un sobón de metro”, aseguró.

Simplemente reconoció haber agarrado a Amélie por las caderas “para no resbalar” de su taburete durante una discusión sobre el decorado de la película. La versión de la denunciante es otra.

“Cierra las piernas y me agarra las caderas”, describió la mujer, recordando la “fuerza” del actor, “su gran cara”, “sus ojos rojos, muy excitados” y sus palabras: “Ven y toca mi gran sombrilla. ¡Te la voy a meter en la concha!”.

Sarah denunció por su parte que el reputado intérprete le tocó las nalgas y los pechos en varias ocasiones, pese a que la mujer le dijo claramente “no” las dos últimas veces. El acusado negó los hechos.

VIOLENCIAS “SISTÉMICAS”

El abogado defensor pidió la absolución de su cliente, al que considera víctima de “acoso”, y calificó a Amélie y Sarah de cuentistas al servicio de una “organización” de “feministas rabiosas”.

El lunes, la legendaria actriz francesa Brigitte Bardot, de 90 años, salió en defensa de Depardieu, al asegurar que los hombres acusados de poner “sus manos sobre el trasero de una chica” deberían poder continuar “con sus vidas”.

Para el ministerio público, las denunciantes eran en cambio “mujeres en situación de inferioridad social” ante un actor que “goza de notoriedad, de un aura y de un estatus monumental en el cine francés”.

Más allá del juicio, una veintena de mujeres acusan a esta estrella internacional por comportamientos similares, pero la mayoría de denuncias se archivaron porque los hechos prescribieron.

La actriz francesa Charlotte Arnould fue la primera en presentar una denuncia. En agosto, la fiscalía de París solicitó que el actor fuera juzgado por violaciones y agresiones sexuales.

El movimiento #MeToo para denunciar sexismo, violencia y misoginia en el mundo del espectáculo surgió en Estados Unidos, pero el reguero de pólvora llegó rápidamente a Francia, donde regularmente brotan nuevos escándalos.

Una comisión parlamentaria en Francia propuso en abril casi 90 medidas para atajar las “violencias morales, sexistas y sexuales en el mundo de la cultura”, que consideró “sistémicas, endémicas y persistentes”.

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En la más reciente emisión del programa de streaming, No Somos Ángeles (NSA), mencionaron el paso de uno de sus panelistas, Sebastián Rodríguez, por la competencia televisiva, en la que se desempeñó como conductor del streaming, junto a Helem Roux.

“Me di una cuenta que iba a ser una situación de aprendizaje”, mencionó Sebastián y al instante, su compañero, Eduardo Aguilera dijo: “¿Qué ibas aprender de Helem Roux?”. Rodríguez adujo que anteriormente trabajó con profesionales como Pelusa Rubin, Álvaro Mora y Carmiña Masi hasta que ”después me ponen a Helem, y yo digo: ‘bueno, tengo que aprender también a trabajar con esta clase de persona”.

Natalia Balbuena, también integrante de NSA, cuestionó a Rodríguez por considerar que ninguneó a la figura del programa El Conejo, de Telefuturo, por el hecho de haber sido modelo, pero él indicó que su expresión se debió a que en sus anteriores participaciones en Tv, se sentía seguro al estar con comunicadores con años de experiencia en el rubro.

Luego, Eduardo aseveró: “Está pues el trolito que es profesional y está la trolita que justamente es zafadita con los profesionales de la comunicación, ¿verdad?, y que caen como paracaídas a ciertos medios de comunicación”.

Tras la acotación de Aguilera, visiblemente incómoda, Balbuena preguntó: “¿Pero a dónde vamos con esto?”. Seguidamente, Sebastián aclaró: “Yo no considero que Helem sea una trolita, yo no dije eso”.

Si bien, Aguilera dijo que no se refirió Helem, posteriormente lanzó una afirmación respaldando los dichos de Carmiña Masi sobre una tensión que observaba entre Helem y Sebastián cuando ambos formaban parte de BCPY, responsabilizando a los gerentes de medios por poner a trabajar juntas a personas sin preparación y profesionales de la comunicación.

“Por eso digo, hay prostitutas o trabajadoras sexuales que ingresan a los medios de comunicación y que quieren aprender de la profesión, y da gusto trabajar con esas personas que quieren ampliar sus conocimientos y habilidades ante cámaras”, remarcó Aguilera.

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Mucha cola trajeron las expresiones de la actriz y humorista, Maricha Olitte, acerca de los espacios de farándula en medios de comunicación. La misma dijo que “deberían desaparecer” y sugirió su regulación por ley.

Esto luego de la condena al periodista y presentador de radio y Tv, Sebastián Rodríguez, en el juicio entablado por el futbolista, Iván Torres, por difamación e injuria.

Una de las personas que salió al paso de lo manifestados por la popular artista, fue el instagramer y comunicador, Toñito Gaona, quien desde su espacio en el streaming de Venus Media, lamentó su postura.

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“Ella, mejor que nadie, sabe que no es fácil y tiene que respetar también como quiere que se le respete como artista. Trabajo es trabajo, cada uno hace como quiere su trabajo, y punto, y da su opinión”, aseveró.

Aunque luego indicó que Olitte también pudo haber utilizado el versus entre Rodríguez y Torres para “reflotar” en los medios.

“O ella quería polemizar esto, porque salió en todos lados y no sé si es la forma de salir también porque al final está saliendo siendo polémica, porque eso es lo que está vendiendo, al final. ¿O sea, en qué quedamos?”, agregó.

“Sabe perfectamente. Va a tocar algo que sabe que mañana va a salir en todos lados. Ella sabe también esto, su hermana estuvo mucho tiempo en un programa de chisme. María Laura Olitte le dio de comer a sus hijos haciendo programas de farándula”.

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