RAE y su especial de fin de año: nombres de festividades se escriben con mayúscula

Navidad, Navidades, Nochebuena, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes se escriben con mayúscula inicial cuando se trata de los nombres propios de las festividades.

En los medios y en las redes, se observa cierta vacilación a la hora de escribir estos términos: «6 destinos en los que deberías celebrar año nuevo al menos una vez en la vida», «El presidente del Gobierno deseó una Feliz Navidad a los periodistas» o «La empresa deseó un próspero Año Nuevo a sus trabajadores con una original felicitación».

Según la Ortografía de la lengua española, como norma general, los nombres de las fiestas se escriben con mayúscula inicial. No obstante, cuando Navidades y Navidad se refieren al periodo, se admite también su escritura con minúscula: «El truco definitivo para elegir tu jamón ibérico estas Navidades/navidades sin ser un experto». Por su parte, año nuevo se escribe con minúscula cuando no se alude al día 1 de enero, sino a todo el año siguiente.

Conviene tener en cuenta que términos como felizprósperoamor, pazfelicidad, que suelen verse con inicial mayúscula, se escriben, al tratarse de nombres comunes, con minúscula.

En consecuencia, en los anteriores ejemplos habría sido preferible escribir «6 destinos en los que deberías celebrar Año Nuevo al menos una vez en la vida», «El presidente del Gobierno deseó una feliz Navidad a los periodistas» y «La empresa deseó un próspero año nuevo a sus trabajadores con una original felicitación».

Asimismo, se recuerda que, aunque todas son correctas, se prefieren las formas Nochebuena y Nochevieja a las separadas Noche Buena Noche Vieja.

Motu proprio, sus usos y errores habituales

La locución latina motu proprio es a veces utilizada de manera incorrecta, empujada por una costumbre del lenguaje hablado o por la escasa difusión de información al respecto. En Hoy Digital rompemos con ese esquema y le informamos cuáles son las indicaciones del español al respecto.

El diccionario de la máxima autoridad de la lengua castellana indica que, el significado literal motu proprio es ‘con movimiento propio’. Sin embargo, el sentido que se le da es el de ‘voluntariamente o por propia iniciativa’.

Agregar la preposición “de” a motu proprio, escribir propio en vez de proprio, decir motus en vez de motu son formas equivocadas de utilizar la locución latina motu proprio, según explica la Real Academia Española en su espacio de consultas semanales.

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Debe respetarse la forma latina proprio para el segundo elemento, y no sustituirla por el adjetivo español propio, advierten los académicos.

También recuerdan que es incorrecto su empleo con preposición antepuesta: como de o por “de motu proprio” o “por motu proprio”.

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“Mijo”, ¿válido para acortar ‘mi hijo’?

Las expresiones utilizadas coloquialmente para recortar ciertas frases, entre ellas, “mi hijo”, están sujetas a reglas del español, aunque la RAE viene mostrando mucha flexibilidad en sus adaptaciones. Entérese lo que dice respecto a este caso.

Las amalgamas son una confluencia de varias informaciones morfológicas o sintácticas en un solo segmento, según la definición del diccionario de la RAE.

La Real Academia Española señala que las formas: «m’hijo», «m’hija» son las válidas para este tipo de amalgamas, es decir, el acortamiento coloquial que se le hace a la frase “mi hijo”.

Sin embargo, el diccionario de americanismos registra las formas «mijo» y «mija» y las define como las que se usan para dirigirse a los hijos, a los amigos o compañeros y hasta los esposos o novios, según el contexto o el lugar.

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Estas formas aparecen como las más utilizadas en países de todo el continente americano. De hecho, la RAE reconoce que esas versiones circulan en esta zona y, con esta admisión, nuevamente aplica una flexibilización a las reglas originales, como ya lo hizo en cuantiosos otros casos, en los que termina cediendo bajo el concepto de “adaptación”.

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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El uso de la “y” en vez de la “i” en apodos: ¿por qué es incorrecto escribir Mary?

Las designaciones cariñosas o abreviadas de los nombres propios, en ocasiones utilizan la “y” al final, como una cuestión de estilo y elección personal, ejemplo, Dany para Daniel. Sin embargo, el empleo de esta letra está sujeto a una regla del español. Sepa por qué está mal escribir “Dany”.

Lo que coloquialmente conocemos como apodo, lingüísticamente recibe el nombre de hipocorístico, definido por el diccionario de la RAE como: dicho de un nombre que, en forma diminutiva, abreviada o infantil se usa como designación cariñosa, familiar o eufemística.

Para la escritura de ciertos hipocorísticos, muchos optan por utilizar la “y” al final, como por ejemplo en: Gaby, Mary, Yany, Dany y un sinfín de casos. Esta forma de utilizar la y es incorrecta.

En español, la letra «y» solo ocupa la posición final cuando va precedida de vocal: «rey», «Uruguay», «hoy». Por esta sencilla explicación, los hipocorísticos como «Dani», «Ceci», «Susi» o «Gabi» deben escribirse con «-i».

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En esos casos y en todos en los que el fonema «-i» vaya precedido de una consonante, siempre deberá escribirse con «-i» o lo que conocemos como “i latina”. La regla la expuso la Real Academia Española ante una consulta específica al respecto.

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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